Parte 3.
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Hana.
-¿Me estás pidiendo que le ayude, a Aoyama, señorita “no quiero estudiar porque me convertiré en la mejor música del mundo”, a estudiar?-.
-Si no es mucha molestia…- Dijo Mei haciéndome una reverencia muy exagerada.
-Por mí no habría mucho problema…- Aunque en realidad había problema. No me gustaba para nada la actitud de Aoyama, tan egocéntrica en clase, y ni pensar de cómo sería en su casa.- El problema es… ella.- Alcé la mirada por encima de la pequeña Mei, y vi a Aoyama atrás de un poste grande de cemento, en la cafetería, buscando algo, o a alguien, que éramos sin duda, nosotras.
-No te preocupes. ¡Yo me encargaré de eso!- Gritó
Su grito no hizo más que llamar la atención de Aoyama, quién volteó como ladrón que ha sido descubierto con las manos en la masa. Frunció el ceño y comenzó a acercarse.
Mizaki.
¿Quién se cree? Para llevarse a Mei, mi Mei a mitad de algo. Aunque en realidad yo la deje sola… ¡Pero eso no importa! Lo que importa es como me miró al salir del salón. “Me llevo a Mei y no puedes hacer nada en contra de eso A-o-ya-ma…”
¡¡Aaahh!! Maldita… y ahora está con esa niña indefensa haciéndole quien sabe que cosas… ¿Y si… quizá… ella busca…un…? ¡No no no! No puedo pensar eso. Izumi Hana se ve no tan desubicada para saber que es una mujer, y no debería buscar cosas con mujeres… Pero… Me preocupa…
Usaron estas escaleras, las de la cafetería… Tengo que ir con cuidado para que no me vean. Ahora que lo pienso, en esta misión de espionaje, es cuando más se notan los lugares en los cuales me puedo “esconder” aunque no engaño a nadie, a simple vista pueden ver que me escabullo de alguien. ¡Rayos! ¡Esa Hana!
- No te preocupes. ¡Yo me encargaré de eso!-
Esa voz… Es de Mei. De donde…
Voltee mi cabeza para encontrármelas tomando jugo frente a la máquina.
¡Oh! Jejeje… Ya veo… Creo que debo ir a ver que pasa.
Hana.
-Ahí viene tu amiga, creo que la has invocado-.
Mei se estremeció y dio media vuelta. Aoyama había llegado a nuestro lado, y dijo, tratándose de ver preocupada por ella, mientras que yo podía ver lo que realmente quería decir, sólo con su mirada. “Aléjate de Mei”.
-¿Qué haces aquí Mei?- Dijo ella.
-Ella me buscó, yo no tengo nada que ver…- Interrumpí la respuesta de Mei.
-¿Y por qué te la llevaste si no tienes nada que ver?-.
-Porque ALGUIEN no sabe esconderse ni jugar al espía, y porque Mei se veía alterada por decirme lo que tenía que decir-.
-¿Y qué le tenías que decir?-. Volteando hacía Mei, que estaba a su lado. -¿Eh, Mei?-.
-Me declaró su amor, eso es todo Aoyama…- Bromee.
Mizaki.
¡¡Entonces era cierto!! ¡¡MEEEEEI!!
Hana.
Su cara me dejó ver que no lo tomó como una broma. ¿Qué clase de cosas pensaba esta chica?
Mientras que Mei, bueno, Mei estaba roja como un tomate… O como una capa con los que los españoles… ¿Torean?… A los toros. Ese documental es hermoso.
-Es broma, Ayoama-.
-¡Ah!... Si… este… ¡Ya lo sabía!-.
-La verdad…- Dijo Mei, con voz muy baja. –Le pedí que te ayudara a estudiar… ¡Ya sabes que yo no soy muy buena! Así que le pedí ayuda a la mejor que conozco en la escuela.
Me halagas Mei.
-¿¡Queeee?! ¡Yo no pedí ayuda! ¡Ni te dije que le dijeras a nadie!- Le gritó Aoyama a Mei.
-Aoyama, no creo que gritar…-
-¡Pero me preocupo por ti! ¿¡Entiendes eso?!- Interrumpió la pequeñita, de nuevo, con un grito.
-¡Pero no necesito ayuda!-. Contestó Aoyama.
Hisao y sus amigos veían desde lejos la “pelea” de ellas dos. Maldición… ¡Media escuela las está viendo!
-¡Y sabes que… y no me importa gritarlo… que si no apruebas los exámenes finales que se acercan! ¡No podrás ir a la universidad!-. Estocada de Mei.
-¡No me interesa la universidad! ¡Estudiaré música! ¿¡No lo sabías!?- Aoyama contestó con una buna defensa.
-Para estudiar música… ¡Igual necesitas ir a una universidad!-. Touché de Mei. Game Over para Aoyama.
Mizaki.
¿Qué…? ¿Eso es cierto…? ¿No hay escuelas aparte?...
-¡Nunca me pones atención! Ya te lo había dicho… Por eso me preocupo por ti…- Me dijo Mei, aguantando las lágrimas.
Hana.
La cara de Aoyama me lo dijo todo. No tenía idea de lo que la pequeña lindura le acababa de decir.
-Eso es cierto, Aoyama… Para seguir, si quieres eso de la música, de todas formas deben terminar esto, con buenas notas.- Aventuré.
Más gente nos ve. Hisao me mira con cara de que debo detener su discusión. Pero no puedo porque… ¡Estoy en primera fila! ¡Y se están soltando sus verdades! No me puedo meter en este espectáculo.
Mizaki.
-¿Me lo… dijiste…?-
¿Qué clase de amiga era yo? Que no le pone atención a su mejor amiga desde siempre…
-Yo… lo…-
-No digas nada… Haz lo que tengas que hacer…- Me dijo Mei.
No puedo aguantar más las lágrimas, quiero llorar y abrazarla. Pero, Hana la agarra del hombro y…
Hana.
-Creo que es suficiente… Deben parar… Se supone que son amigas.- Me decidí por fin a interrumpir.
-¡Mei-oneesan!-. Volteo y veo a otra no tan pequeña chica, de ojos grandes y complexión delgada, igual a Mei.
-¿Quién eres?- Pregunto.
-La…- Quiere decir pero Aoyama la interrumpe.
-Rin… Tanaka Rin… Es la…- Aoyama es interrumpida por Mei.
-Es mi hermana… Rin… ella es Hana. Hana, ella es Rin-. Nos presenta Mei como si nada hubiera pasado.
-¡Hola! Soy la hermana de Mei… soy de primer año…- Dice mientras suelto a Mei –¿Qué pasó hermana? Te ves muy mal…
-Nada… es sólo que Mizaki… No importa. Vamos a comer algo-.
Ambas hermanas se van, Rin siendo menor que Mei le gana en estatura. Se ven muy lindas las dos.
Me incorporo de nuevo viendo a Aoyama, me acerco y le hurgo en las bolsas del suéter. Saco su celular y anoto mi número.
-No lo hagas por mí… Hazlo por Mei. Pasa esos exámenes.- Le digo mientras le pongo el celular de nuevo en el bolsillo –Me guardé como “Hana-chan”. Si cambias de opinión, mándame un mensaje, y empezaremos con el estudio.- Maldita sea. Todo es por Mei, todo es por Mei.
Mizaki.
Maldita sea… Todo sea por Mei…
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