Había decidido ir al gimnasio de la oficina y ejercitarse un poco, necesitaba botar su frustración, estrés y toda clase de sentimiento que estaba contenido en su interior desde haces varios días, pero que había llegado a su límite cuando un posible bebé en su vientre podía cambiar su vida.
Puso un poco de música en el reproductor, su lista de "Nirvana", algo de lo que escuchaba cuando tuvo su etapa de rebeldía y no le importaba el orden en su vida. Separó una sala para él solo, por esta vez tomaría "Privilegios de ser el pronto familiar del dueño". Por más que pateaba y daba sus mejores derechazos al costal, de su cabeza no salía esa llamada...
*Flasback*
-¿Alo? Lay –respondía soñoliento.
-Kyung creo que te desperté, lo siento.
-¿Cuál es el resultado?-era mejor saber de una vez.
-Negativo, luego te explico los detalles.
-...
-¿Estás bien?
-Bien...si estoy bien. Tengo que ir a trabajar, nos vemos luego –colgó. Estaba tarde para el trabajo, y había estado ausente durante estos días. Como era posible que su vida este toda de cabeza de momento a otro. Su inestabilidad emocional estaba volviendo a salir a flote y eso nada bueno avecinaba.
*Fin de flasback*
El costal rebotaba mucho, no había nadie que lo detuviera para que el pudiera lanzarle todo lo que tenía, pero luego cuando se dijo sería el último golpe, el costal tenia a alguien sosteniéndolo de manera que él podía darle sus mejores golpes.
Quizá hubiera preguntado quien era, pero no le importó, ahora le servía quien sea que estuviera ahí tomando la bolsa para sacar todo y ver si ahora podía continuar con su "estable" vida.
Un jadeante Kyungsoo se tira al piso luego de haberse desquitado con el saco de box, por sus mejillas empiezan a correr unas cuantas lágrimas mezcladas con sudor. Él no era sentimental, pero para cualquiera sería completamente normal ponerse así cuando su vida estuvo a punto de cambiar drásticamente.
Ha estado echado por diez minutos y no ha volteado a ver a quien sostuvo el costal, se limpia las lágrimas con su muñeca y empieza a sentarse, una mano le es extendida para ayudarlo a que se ponga de pie.
-¿Estás bien? –un alto chico, piel canela con ojos café lo mira como diciéndole algo que él no entiende. Apaga el reproductor.
-Sí, ¿Qué haces acá yo separe la sala solo para mí? –vuelve a ser quien es y lo mira con ojos entre interrogantes y molestos porque han entrado a su espacio cuando quería estar solo.
-No sabía que eras el dueño –le sonríe de lado en son de burla.
-No lo soy, pero tu menos. La próxima verifica bien que salas están libres –agarró su maletín y se dispuso a salir. Pero fue tomado con fuerza del brazo por aquel chico, quien luego con su otra mano cogió su mejilla para clavarle sus ojos cafés intensamente en su memoria.
-Hermoso –le menciona al pasar su pulgar cerca de sus ojos.
-Suéltame, si no sabes el acoso laboral está penado así que no te vuelvas a acercar a mí –lo miraba enojado mientras trataba de zafarse.
Sonríe y lo suelta, pero solo lo hará ahora porque lo ha encontrado más rápido de lo que pensó y soltarlo es la última cosa que pasa por su mente.
***
-Buenos días –saluda a sus compañeros que no lo ven con muy buena cara, pero él decide no fijarse e ir a su escritorio para terminar con todo el trabajo acumulado.
Felizmente su cerebro está más despejado y le ha permitido avanzar una buena parte de sus pendientes. En dos días ya tendría todo al corriente y fuera menos si ese "compañero practicante" ya estuviera en su puesto. De dónde es que viene, acaso de Narnia para que demore tanto en venir a Corea. O seguro es un mimado que le afectó el *jetlag.
-Do, informo que está llegando tu compañero, me dijeron que ya estaba en la entrada de las oficinas –le dijo su jefe a cargo del área.
-Eso es bueno, me dará gusto conocerlo –¡¡ por fin apareció el vago!! Se decía en su mente, pero no en voz alta.
-Mira aquí esta –lo señaló y el se puso de pie para saludarlo amistosamente, después de todo aquel le disminuría la carga laboral, por lo menos tenía que ser amable a pesar que era el acosador de la mañana.
-Buenos días, soy Kim Jongin –venía muy bien vestido a contrario de como lo había visto en el gimnasio. Hizo una venia a su jefe y a él.
-Bienvenido joven Kim estábamos ansiosos esperándolo –el jefe entusiasmado lo saludaba. Demasiado entusiasmado para un practicante.
-Bienvenido, soy Do Kyungsoo seré tu compañero –hizo una corta venia.
-Gracias compañero –esa mirada otra vez... ¡Dios qué estoy pagando! Gritaba internamente.
El jefe le explicó al nuevo de lo que se iba a encargar que era básicamente lo mismo que él. Ahora él le tenía que dar un informe de lo que había avanzado y como trabajaba todo, en que mal momento estudio una carrera empresarial, siempre tendría que "interactuar" con gente y él no contaba con la suficiente paciencia para eso.
Le explicó desde su computador, y ese idiota se acercaba a él alegando que no veía bien las letras y números del computador. Si era ciego porque no traía lentes o que acaso no combinaba con su perfecto look o hermoso color de cabello. Qué diablos estaba pensando en este momento, ya parecía Baekhyun.
Felizmente pudo explicarle la mayoría de las cosas antes del almuerzo y ahora al menos sería libre por una hora. Ojala Baek haya separado una mesa, después de todo tenía un hambre infernal.
-Kyung aquí aquí –Baek le alzaba las manos para que lo notara, su querido amigo ya tenía el almuerzo de los dos en la mesa. A veces amaba a Baekhyun y esta era una de esas veces.
-¿Te sientes bien con esta comida? O quieres que traiga otra –su amigo era igual de amable que Chanyeol. Ambos tenían un corazón tan grande que el parecía no tenía ninguno a comparación de ellos.
-Está perfecto Baek, gracias. Ahora puedo comer casi todo, luego pasare por mi doctor para que me de alguna dieta –empezó a comer.
-Kyung la dieta es por el bebé –se acercó a él y le mencionó bajito.
-No hay bebé Baek, luego hablamos mejor ¿sí? –no tenía muchas ganas de hablar sobre el tema.
-Correcto, lo siento –Baek se veía un poco triste, no podía negar que él también lo estaba. Porque eso de que cuando te enteras que cargas una vida te hace ver las cosas de otro ángulo, era cierto. Como buen "planeador" que es ya había pensado hasta como decoraría el cuarto de su bebé, que podría comer y que no, que nombre le pondría, como se sentiría cuando se moviera en su vientre, que canciones de cuna debía aprender y como por primera vez le importaría de verdad los sentimientos de una persona, de esa personita. Pero todo eso se fue al tacho con la confirmación que no llevaba vida en su vientre. Una cosa más que superar en su vida.
-¿Me puedo sentar? –conocía esa voz...
-Sí, claro –Baek no! Que has hecho.
-Hola Kyungsoo –se había sentado a su costado y ahora le estaba dando esa sonrisa que si seguía asi, lo cansaría y le daría un puñete como el que le dio al costal de box.
-¿Se conocen? –Baek amplio los ojos, no se sabía si porque el chico era del "estilo" que le gustan o porque él estaba "socializando".
-Es Jongin, mi compañero –dijo sin entusiasmo.
-Soy Kim Jongin, mucho gusto –ofreció su mano a través de la mesa.
-Byun Baekhyun, igualmente –esas miraditas que se daban, solo le faltaba que le pasaran un violín a Kyungsoo y se completaba la escena.
-Baek come que se enfría –Jongin rió un poco burlón a eso.
-Dime Jongin de dónde vienes, no te molestes pero por ahí hay chismes ya sabes.
-Estuve viviendo en Estados Unidos, diferentes estados. No soy de los que se queda en un solo lugar por mucho tiempo, me gusta las nuevas experiencias.
-Waoo eso es genial, yo quisiera hacer eso, pero no tengo aún mucho dinero para hacerlo –le decía un poco avergonzado.
-No necesitas dinero si tienes talento –le guiñó y Baek se sonrojó un poco.
-Ya terminé, Baek te llamo más tarde –se había parado de la mesa haciendo ruido.
-Es un poco gruñón ¿no? –le decía a Baek
-Sí algo, pero es muy buena persona. Es mi mejor amigo, como un hermano nos conocemos de hace mucho –sonreía al recordar esos bonitos años junto a su amigo.
-Interesante –decía entre malicia y alegria.
-Bueno Jongin mucho gusto, me tengo que ir de nuevo a mi puesto. Nos vemos luego.
-Nos vemos luego Baek, fue un placer conocerte –tomó delicadamente la mano ajena para despedirse.
***
*llamada*
-Kyungie ¿Hoy me puedes acompañar a la casa de mis padres? Hay una reunión familiar.
-Es algo informal o formal.
-Un intermedio, si estas aun exhausto no te preocupes.
-Iré Yeol, pero primero pasare por mi apartamento.
-Quieres que te recoja ahí.
-No hace falta, tomaré un taxi.
-Bien, cuídate. Te quiero
-Yo tambien.
*fin de llamada*
Kyungsoo agradeció al cielo que por fin ya eran las seis y eso significaba que terminó su rutina laboral. Había hecho planes de darse un rico baño, ponerse pijama, ver "The big bang theory" porque estaba atrasado en los capítulos, comer algo de delivery y dormir como un bebé, pero nada de eso pasaría.
En realidad estaba muy cansado, pero la culpa con Chanyeol lo hacía hacer lo que él deseaba. No sabe si alguna vez acabara de sentirse menos culpable por esa noche, por serle infiel a alguien que daba todo por él. Luhan había tenido razón en molestarse con él, pero ya estaba hecho. Luego pensaría en que era lo mejor, no podía negar que a veces quería cortarlo todo y empezar de nuevo. Aún era joven...
Llegó a su apartamento de soltero, puso un poco de música mientras se daba una rápida ducha, salió y empezó a buscar algo adecuado para la cena con sus suegros y futura familia.
Eligió algo entre formal e informal tal como Chanyeol le había dicho era la reunión, decidió ponerse la hermosa corbata que Baek le había regalado el día que se graduaron. Necesitaba mudar todas sus cosas al apartamento de Yeol, pero no tenía tiempo o quizá aún no quería hacer completamente formal que dejaba de ser plenamente libre.
Se miró en el espejo, modestia aparte estaba perfecto. Ahora esperaba encontrar taxi, lo único malo de su apartamento era que por esa zona los taxis eran escasos.
Como lo estuvo pensando, no había ni un maldito taxi y el tiempo corría. Quedaría como un maleducado con su pronta familia.
Empezó a caminar a la parada de buses, espera tener más suerte ahí. De pronto un taxi pasó por su lado. Para su fortuna el taxista paró, y ahora estaba en camino a la reunión. Pero como hoy se levantó con la pierna equivocada, había congestión de más de cuatro cuadras. Vio que estaba cerca a la estación de subterráneos así que decidió bajar.
Bajó del taxi y empezó a caminar, pero sintió un mareo que lo hizo parar y agarrarse de la pared para volver en sí.
-¿Estás bien? –alguien preguntó.
-Sí, solo me mareé un poco –seguía con los ojos cerrados con el rostro hacia abajo tratando que así se valla ese mareo.
-¿Ibas a un lugar? Mejor te llevo al hospital.
-No, se pasa solo –levantó el rostro y vio quien era –Tú –dijo a lo que el mencionado respondió con una sonrisa. Esas de las que se estaba cansando.
-Sí, yo muñeco –dijo el apodo para fastidiarlo –te llevo a algún lado -le señaló su moto.
-No, gracias –respondió molesto por como lo había llamado.
-Bueno, adiós –alzo una mano en forma de despedida. Sin insistirle.
-Hey, no espera, podrías llevarme a un lado –pidió tragándose su orgullo, ya era tarde, ni con el subterráneo llegaría.
-Hasta la luna si quisieras –Kyungsoo se tuvo que aguantar no decirle algo, era su único transporte rápido.
Le dijo la dirección de la casa de los padres de Chanyeol, se puso el casco que le dio y subió a la moto, que por cierto era muy hermosa. Jongin aprovechó la oportunidad e hizo que lo sostuviera de la cintura.
-Sostente fuerte y puedes cerrar los ojos si tienes miedo.
-No es mi primera vez en una, no hagas esto dramático y empieza a manejar.
Arrancó la moto a toda velocidad zigzagueando a los autos que estaban en la cogestión, si hubiera seguido en el taxi hubiera llegado a la cena cuando Yeol tenía ochenta y cuatro años.
Kyungsoo estaba disfrutando estar en esa moto, luego de pasar el tráfico, tenían la pista libre y era como volar. Como pudo no volver a subirse a una moto si era perfecto. Soltó la cintura de Jongin y abrió sus brazos, podría parecer un adolescente pero eso era lo que necesitaba. Sentirse relajado, además había algo aparte, el aroma de la persona que manejaba la moto se le hacía demasiado conocido y familiar. Un perfume caro de niño mimado seguro, había pensado sin saber que su cuerpo le estaba recordando algo que su mente no hacía.
Estaban a poco de llegar a la casa, pero como definitivamente ese no era el día de Kyungsoo empezó a llover. Ahí se fue todo esfuerzo en arreglarse, ahora estaba empapado al igual que Jongin quien ni se inmutaba por eso.
Llegaron a la casa mojados, pero aun a tiempo. No sabía si eso era bueno o malo.
-Bueno gracias por traerme Jongin –hace una venia.
-De nada –se baja de la moto y va en dirección a la casa de los padres de Yeol.
-Hey, espera no puedes pasar es una cena familiar –Jongin no hace caso y toca el timbre.
-¿A qué juegas? –volvió a tocar el timbre sin escuchar a Kyungsoo. De pronto abrieron la puerta.
-¡Nini! Por fin llegas –Yeol había abierto la puerta.
-No me digas así orejón.
-¿Ustedes se conocen? –Kyungsoo no entendía nada.
-Es mi primo y ustedes como se conocen –Yeol preguntaba con esa sonrisa que solo él tenía.
-Fue casual –respondió Kai, ya que Kyungsoo está armando sus piezas en la mente y si no mal recuerda este "Jongin" es el hijo del dueño...mierda.
-¡Amor estas mojado! Vamos te daré un poco de mi ropa y tomarás algo caliente –ahora fue el turno de Jongin de desencajarse. Su "ojos grandes" era novio de su primo...
-Kai tu también ven, ambos pueden coger un resfriado.
***
Kai y Kyungsoo estaban cambiados con la gigante ropa antigua de Yeol tomando chocolate caliente en la cocina mientras en la sala se encontraban toda la familia conversando.
-¿En serio no me recuerdas? –le dijo de momento a otro.
-¿Disculpa? –no entendía de que hablaba el ahora "primo".
-Veamos si esto te recuerda algo –dejó el chocolate en la mesa, se acercó a Kyungsoo quien estaba de espaldas al refrigerador, tomó su cintura y a atacó los labios con fuerza. Había dejado en shock a Kyungsoo, pero no había rechazado el beso, malditamente su cuerpo no lo rechazó a pesar que en su mente estaba diciendo "Suéltalo, afuera esta tú verdadera pareja".
-¿Do you remeber me now, big eyes? (¿Me recuerdas ahora, ojos grandes?) –Kyungsoo soltó la tasa de chocolate que hasta ahora había mantenido en mano, haciendo esa revelación más dramática de lo que ya era con el sonido de la loza cayendo al piso.
Era él...