Salió rápido de esa casa, había dicho que no se sentía muy bien y lo disculparon. La familia de Yeol era así, todos buenas personas y él le había sido infiel a su preciado hijo con nada más y nada menos que el primo hermano...
Estaba echado boca arriba en su cama, decidió ir a su departamento de soltero, tomar un baño tibio y reposar para pensar en qué hacer. Su mente se encontraba totalmente nublada de muchos pensamientos, nunca pensó que salirse una vez más del orden perfecto que tenía en su vida le fuera a tomar una mala pasada.
Prendió su equipo de sonido con el control remoto y puso un poco de música, se encontraba aún con la toalla en su cintura mientras tarareaba la canción. Pensaba en que sería una persona insolente si iba y seguía con su trabajo como si nada hubiera sucedido, pero por otro lado si se sintiera avergonzado sería como si él fuera el único culpable y eso no era así. Claro que no, ese idiota fue el que lo besó en la cocina, así que no tiene por qué sentirse mal…lo que él hizo esa vez lo ha hecho en otro país y sin estar casado, lo debe superar y continuar como lo estaba haciendo.
Sonrió mejor consigo mismo y se levantó de la cama con rápidez para ponerse un poleron y un chandal cómodo para dormir, trajo su laptop para ponerse al día en "The Bing Bang Theory" puso el pop corn en el microondas, y buscó el chocolate líquido en la alacena. Chocolate con pop corn era una delicia que sus amigos y novio encontraban rara, pero él amaba.
Ahora tenía su buen ánimo de vuelta, agarró el fugde y puso un poco en su boca, ya que no podía emborracharse con alcohol porque debía trabajar, se embriagaría de chocolate sin importarle ganar peso.
(Ding, dong, ding, dong)
-Qué raro, quién será... ¿Quién es? -preguntaba sin abrir la puerta, lástima que no hubiera puesto el intercomunicador con cámara.
-La pizza -respondieron.
-Mmm yo no pedí pizza, está seguro del numero –dijo en respuesta, quizá se habían equivocado de numero de apartamento.
-Me dieron esta dirección y este número de apartamento, no puedo devolver la pizza o me regañaran.
-Bueno, ya abro -sacó los seguros y salió a recoger su pizza. Si se la estaban regalando no podía rechazarla...pero no fue una pizza lo que recibió.
-Ahhh! –gritó por el impacto de ser empujado contra la pared del recibidor.
-Precioso es malo abrir la puerta a extraños que dicen tener algo gratis –sonrió de lado y dedico una mirada cómplice, al chico del largo flequillo.
-¿Qué haces aquí? –lo miraba severamente, no se iba a dejar intimidar. Podía que no le gustaran las peleas, pero si era para defenderse le daría una paliza a aquel.
-Kyungsoo, he venido por ti –se alejó un poco para darle espacio y acarició su mejilla de manera juguetona.
-No sé si eres corto de entendimiento o eres un sinvergüenza –lo empujó levemente, su pop corn en el microondas ya estaba listo.
-Entre esos dos creo que lo segundo ¿te gusta la pizza americana? –le mostaraba la pizza que había llevado como anzuelo.
-La aceptaré porque muero de hambre –parece que sus hormonas desequilibradas no solo le habían dado el susto de su vida, sino que ahora tenía arranques de hambre, sueño y…libido, como hace un momento cuando ese chico lo tenía sujeto contra la pared.
-¿Entonces dónde me siento?
-En el sillón de tu casa, porque aquí no te quedaras
-Si es así, me llevo mi pizza –le dedicó una mirada retadora a Kyung quien ya había cogido una tajada.
-Pues vete, con todo y tu pizza –a él nadie lo condicionaba, menos alguien que no conocía.
-Bueno, lo siento. Sé que el que estuvo mal hoy fui yo, cuando Yeol me dijo que te fuiste porque te sentiste mal y que habías estado así, me sentí culpable. Yo te traje en la moto en plena lluvia –Kyungsoo lo examinaba para saber si estaba diciendo la verdad.
-Hoy estoy cansado, solo siéntate cerca de la mesita en la sala. Traeré unos refrescos –Jongin sonrió suave, el chico parecía rudo, pero se veía que era cálido. Lo suficiente deseable a sus instintos para no dejar lo que vino a hacer a Seúl, sin importar que fuera el prometido de su primo.
-Aquí tienes –le entregó la soda de limón.
-Mmm… ¿y para cuándo es que está programada la boda? –preguntó y cogió un pedazo de pizza.
-En un mes y medio posiblemente.
-Posiblemente –repitió y le sonrió coqueto –eso quiere decir que no estás seguro –enarcó una ceja interrogando.
-Tal vez sea en menos tiempo –eso no le gusto para nada escuchar.
Pasaron el tiempo sin decir mucho, solo comiendo y tomando bebidas. Kyungsoo había decidido con su plan inicial y había conectado su laptop al televisor para ver “The Big Bang Theory”. Kai también veía la serie y por ratos le hacía spoiler, cosa a lo que Kyungsoo le tiraba un manotazo por cada uno que decía siendo la respuesta del moreno risas y carcajadas.
-Ya debes ir a tu casa, es tarde –Kyungsoo le indicó cuando sus ojos ya estaban cediendo al sueño.
-¿Y si me quedo? –le proponía.
-No hagas esto difícil, no me gustan los cambios o “aventurillas” yo solo quiero mi vida tranquila como ahora –se paró del suelo y fue al recibidor como señal de que se fuera.
Jongin cogió su casaca de cuero, su casco y fue al recibidor a colocarse sus botas.
-Kyungsoo –sonrió incrédulo –no creo que esa noche no te haya afectado, puedo sentir las vibraciones que emanas en este momento –se acercó al chico bajo y rozó su mejilla con el pulgar. Kyungsoo movió la mirada hacia un lado, no quería ver esos penetrantes ojos que estaban debajo del antifaz esa noche.
Kai sonrió al ver que al parecer iba a ser más fácil de lo que pensaba tener a ese chico una vez
más para él. Una noche más saciándose de él y podía seguir con su vida, como siempre hacía con sus conquistas.
Antes de irse rozó los acolchonados labios del pelinegro, Kyungsoo no se esperaba eso. Felizmente reaccionó a tiempo, lo empujó, abrió la puerta y le dijo que se fuera.
Suspiró cuando por fin estaba solo en su casa, llevó las cosas a la basura y decidió dormir. Sería un nuevo día y podía afrontarlo, no echaría a perder su relación por alguien que no valora una.
****
-Jonven Do, necesitaremos el nuevo proyecto dos días antes. Lo bueno es que ahora tiene al joven Kim que le podrá ayudar –sería un tiempo lento, pero él lo superaría y si no podía iba a renunciar.
-Joven Kim, justo le decía a su compañero que se adelantó la fecha de entrega del proyecto de “Nature Republic”, espero puedan trabajar diligentemente y lo entreguen en perfecto estado.
-Claro –asintió y sonrió falsamente, la verdad no le hacía nada de gracia trabajar ahí. Lo único bueno de eso es que estaría con el precioso.
-¿Desayunaste? –preguntó cuando el supervisor se fue.
-Sí –siguió con su trabajo sin darle mayor importancia.
-Estas pálido -lo miraba en verdad preocupado, ¿es que Yeol no se daba cuenta que el chico estaba enfermo? Le hacía recordar a su mamá, ella en sus últimos días se veía así de pálida. Aun era hermosa, pero no con el mismo brillo.
-No te preocupes de eso y ponte a trabajar, hay mucho que hacer y quiero llegar a casa a dormir -indicó.
-Claro –prendió la computadora de su cubículo y luego salió de la oficina sin decir nada.
Kyungsoo pudo respirar un poco cuando se fue, la verdad era que no estaba en el mejor estado. En la tarde era mejor acudiera con Lay, no quería ir a su doctor y que su mamá se preocupara y lo agobiara por no cuidar de su salud.
Empezó a arreglar sus estante, y a la vez buscar los files del mes anterior, pero habían puesto esos archivos para gente mayor de un metro ochenta y el no entraba en ese rango. Se empinó, pero aun así no alcanzaba; de momento a otro había sentido un cuerpo pegado al suyo por detrás y una mano que si llegaba a lo alto del estante sacó los documentos que quería.
Salió rápido del incomodo momento tomando los archivos y yendo de frente a su escritorio sin mirar al chico que al parecer no había olvidado sus manías de acosador.
-Te traje esto, cómelo mientras yo avanzo el proyecto. Parece que en cualquier rato te desmayaras –le tendió un taper translucido que contenía una ensalada de frutas. Kyungsoo dudo en aceptarlo, pero vio el sticker de “Frutidel” su fuente de soda favorita en el y tomó el recipiente con una venia en agradecimiento.
La mañana fue muy productiva, a diferencia de lo que había pensado Kyungsoo. Aunque por ratos Jongin se le acercaba demasiado, él podía controlarlo.
Era la hora de almuerzo y más que nunca esperaba que Baek haya pedido la comida para los dos.
-Kyungsoo hoy almorzaremos fuera, yo invito –Baek de pronto le hablaba de manera serio que le hizo no negarse.
-¿Sucede algo? –se le hacía raro ver a su amigo tan serio y hasta un poco molesto.
-Veras, recibí la llamada de Jongdae y ya saben con quién es que estuviste en Las Vegas. Necesito explicarlo más o así está bien.
-Yo no sabía
-Entonces ya te has enterado…Kyungsoo sé que no me debo meter porque es cosa de pareja, pero ambos son mis amigos y no quiero que su relación termine mal. No podía ver a ninguno de los dos herido.
-Eso no pasará, yo no pienso a tener algo otra vez con él –le decía muy convencido mientras llegaban al restaurante.
-He visto cómo te mira, en la empresa hay mucha gente que sabe de tu compromiso con Yeol y si ven algo raro entre tú y su primo lo dejaran de respetar, yo… -sabía que estaba siendo metiche, pero no concebía la idea de ver a Yeol quedar mal y herido.
-No te preocupes Baek, no volveré a cometer locuras. La última fue en Estados Unidos, ahora me concentraré en hacer los preparativos para la boda –Baek asintió con un poco de tristeza porque de alguna forma se estaba autopuñalando el corazón al unir a su amigo con el amor de su vida.
-Bueno dejemos de momentos tensos, pide lo que quieras hoy invito yo. Pongámoslo como un adelanto de despedida de soltero –sonreía brillante, como siempre Byun Baekhyun era una luz brillante por más aun que su corazón este sufriendo.
-La mamá de Yeol me propuso ir el fin de semana a la casa en el campo de los Park, creo que sería bonito lugar para la recepción ¿Quieres venir? Tu sabes más de decoración y catering que yo –Baekhyun asentía con una sonrisa un poco casi forzada, parece que no iba a poder llegar hasta el último y al final tomaría el consejo de su hermano, y tomaría ese viaje por un año para olvidar a la persona que amaba.
-Hey! –Kyungsoo dio un brinquito cuando unas manos le habían hecho cosquillas a sus costados. Era Yeol que había tenido una reunión en ese restaurante y vio al par sonriendo en una mesa.
-Chan –los brillos en los ojos de Baekhyun eran nada discretos, pero la pareja en frente suyo no lo notaba. Su hermano lo había notado, Suho también y hasta algunas personas de la familia de Yeol cuando Kyung y el gigante aun no eran novios.
-Bueno, los dejo comer a solas. Olvide tenía una cita con alguien –cogió su saco rápidamente y preparó su escape.
-Una cita eh, espero sea un buen tipo. Baek sabes que si te hacen daño me avisas y yo le iré a partir la cara, ya que Lay no lo puede hacer por ser médico –le decía entre broma y verdad –eres como mi pequeño hermanito, no quiero que nadie te dañe.
-Yo me sé cuidar solo gigante –sonrió para que sus lágrimas no salieran, cada vez le era más difícil ver a la pareja haciéndose mimos o tratándose con cariño.
Salió del restaurante rápidamente y decidió ir a caminar un poco, no le gustaría que lo vieran con los ojos rojos y la mirada seria, ese no era Byun Baekhyun.
****
-Yeol, pensé lo que dijo tu mamá y creo que lo de la casa de campo es buena idea –sonrió al alto mientras compartían el almuerzo.
-¿En serio? Si no quieres puede ser en otro lugar, no te sientas presionado.
-Es un lugar calmado, bonito y acogedor, creo que será perfecto. El fin de semana iré con Baek a ver el lugar ¿Tu puedes?
-Quisiera en verdad amor, pero ese día es la junta de accionistas y debo ayudar en el informe. Si quieres los alcanzo el domingo, pero como es un poco peligroso que vallan solos le diré a mi primo que los lleve –Kyungsoo abrió sus ojos en grande.
-No creo que quiera…
-Le caes bien y además no tiene mucho que hacer. Él es un poco solitario, no tiene muchos amigos, le será bien salir con ustedes al campo.
-Bien… -¿qué podía decir? No, no le digas porque me es difícil tenerlo cerca...claro que no podía decir nada.
-Kyung siento no poder ir yo a ayudar –le acariciaba la mejilla y lo miraba con ojos de disculpa.
-Es por trabajo, no te preocupes. Todo saldrá bien –lo último que dijo era más para él que para Yeol, en verdad estaba deseando que todo saliera bien…