-Saben, hace un día una chica estaba en esta habitación, ella se fue, me dijo que vio a unos chicos dentro del espejo, la pobre empezó a gritar y huyo, ¿Eran ustedes?- pregunto Loise muy molesta.
-No- contestaron todos, sabiendo que el primer intento si había funcionado.
-Son dos espejos, tres con el de Brenda, y cuatro con el espejo del Dr. Greyson, el pobre pensó que unos vándalos se habían metido en su cabaña ¿acaso los magos no conocen otra forma de venir al mundo muggle?-
-¿Hay otras formas?- pregunto Sirius.
-Claro, pero ahora, supongo que quieren ver a sus omegas, les advierto que tal vez ellos no quieran verlos a ustedes-
-Por favor solo llévenos con ellos, estamos desesperados- dijo Rabastan.
-Bien, pero nada de magia, en serio, nada de magia- advirtió Loise –es más dejen sus varitas-
Loise vio a los Alphas uniformados, con la insignia de una escuela que no existía en su mundo, por suerte algunos viajeros dejaban ropas y los obligo a cambiarse, obligo porque Rabastan y Lucius no querían usar ropa muggle.
Loise y los cuatro Alphas se subieron al auto de la mujer mayor. Esos Alphas estaban listos para atacarla en el instante que menciono a los omegas, estaba a salvo mientras ellos no tuvieran sus varitas.
En la casa McCarthy, Sean y Sullivan fueron a ver a su vecinos, Ed, Frank y Arthur estaban tratando de reparar el automóvil de un vecino, Tom, Lily y Regulus, Severus y Remus discutían sobre si regresar al mundo mágico o no, Brenda se asomó a la ventana.
-Parece que viene Loise-
Brenda se adelantó a abrir la puerta, Remus y Severus sintieron como un escalofrió les recorrió el cuerpo.
-Chicos, tienen visitas- dijo Brenda
El grupo salió al porche, se encontraron con los 4 Alphas, ellos salían del auto de Loise. Brenda vio a Remus.
-¿Dónde está…?- no termino la frase.
-¡Remus!- grito Sirius.
Sirius corrió hasta Remus y lo abrazo fuertemente, Remus estaba paralizado, Sirius estaba ahí, lo había encontrado, lo estaba abrazando.
-¿Dónde está Frank? Maldito traidor, nos traicionaste, sabias donde estaban ellos- dijo Rabastan molesto, señalando a Tom.
-¿Dónde está Arthur?- pregunto Lucius ansioso.
-¿Dónde está Severus?- pregunto James
No sabía si era costumbre o instinto pero apenas vio a James Potter, Severus se echó a correr, corría hacia el patio trasero, a donde solo se veía árboles y el campo verde. Siguiendo su olfato James siguió a Severus.
-¡Sev! ¡No huyas!- gritaba James mientras corría detrás del omega.
Por genética James era más rápido que Severus, y estaba a punto de alcanzarlo, para suerte de Severus, Sean y Sullivan regresaban de la casa de sus vecinos, los gemelos vieron a Severus huir de un chico, el omega corrió lo más rápido que pudo, dejándose caer en lo brazos de Sean, James se detuvo.
-¿Qué diablos?-
Severus se sentía a salvo en los brazos del Beta.
-¿Quién es el?- pregunto Sullivan.
-¡Oye! ¡Suéltalo! ¡Suelta a mi omega! ¡Tu…!- James vio a los chicos y los reconoció -¡Eres tú! ¡¿Y tú?! ¿Gemelos? ¿Estuviste con gemelos?-
Severus se separó de los brazos de Sean, sabia a lo que James se refería, los gemelos por otra parte no entendían lo que pasaba.
-¡Claro que no! ¡Eres un idiota! ¡¿Qué haces aquí?!-
-Vine a buscarte, y tu estas con tus amantes y ¡Gemelos!-
-¡¿Qué?!- dijeron los gemelos
Severus se sonrojo -¡Ellos no son mis amantes!
-¡Chicos! ¡La cena esta lista!- grito Brenda.
La cena fue algo incómoda para los Alphas, Sirius reconoció a los gemelos, pero trataba de descifrar quien había estado con Remus, Sean y Sullivan se habían ganado dos enemigos, Rabastan y Lucius esperaban por Arthur y Frank y se preguntaban quién era ese tal Edmund.
Brenda sirvió la comida, regreso a la cocina para llamar a su vecino y preguntar si su hijo y los omegas ya estaban en camino. De lado derecho de la mesa estaban sentados, Severus, Sean, Sullivan, Remus, Lily y Loise, del lado Izquierdo, James, Sirius, Lucius, Rabastan, Tom y Regulus. James y Sirius le enviaban miradas de odio a los gemelos y estos los ignoraban, eran unos Alphas de 17 años, eran Inmaduros, que estaban celosos, más bien les daba algo de gracia.
James y Sirius estaban molestos, sus omegas olían a esos Betas, al ser gemelos el olor era el mismo, además de oler a esos Betas, Remus y Severus tenían un olor desconocido, algo que no tenían antes, y eso mataba a los Alphas.
-Quieren parar con eso, Brenda y sus hijos fueron muy amables al recibirnos, cuando huimos Sean nos encontraron en medio del camino, fue amable al traernos aquí, darnos comida y un techo- dijo Regulus, sintiendo la tensión que había.
-Para comenzar nadie les dio que escaparan, no tenían razones para hacerlo- dijo Sirius.
-Cuando te violen, y te obliguen a unirte a tu violador, probamente entiendas- dijo Severus a punto de pelear.
-Es una costumbre- dijo James –Siempre ha sido así-
-Eso es ilegal, deberían echar preso a sus profesores- dijo Sullivan.
-Tú no metas muggle- dijo Sirius.
-¿Cómo me dijiste?-
-No le digas así, esta es su casa y él tiene la razón- contesto Remus molesto.
-Ni si quiera deberían estar aquí- dijo Lily.
-Cállate pelirroja traidora, tu no deberías estar aquí, debiste avisarme del paradero de Severus- dijo James molesto.
Lucius y Rabastan se abstenían de discutir, no tenían razones.
-Ustedes están locos, gracias a Merlín que ya no regrese a ese lugar- dijo Loise –además Sully tiene razón, sus profesores, en especial Dumbledore deberían estar presos-
-Nuestras costumbres son diferentes- dijo Lucius.
-Son malas, además deberían bajar la voz, somos invitados en esta casa- agrego Tom.
-No por mucho, mañana por la mañana, Severus y Yo nos iremos- Dijo James.
-Él no es tu juguete, él no quiere irse- le contesto Lily.
-Tú no te metas, él es mi omega hago con él lo que se me dé la regalada gana-
-Él no es tu propiedad- dijo Sean.
Todos estaban molestos, era una guerra aquella mesa, una pelea estaba a punto de empezar, cuando Edmund, Frank y Rabastan entraron por la puerta.
-¡Ma! ¡Ya vinimos!- grito Edmund.
Lucius y Rabastan se levantaron de sus sillas, corrieron hasta la puerta en donde sus omegas casi se desmayan al verlos.
-¿Rabastan?- dijo Frank.
-Lucius, me encontraste- dijo Arthur.
-¿Es son sus Alphas?-pregunto Edmund.
Los Alphas se acercaron a abrazar a sus omegas, trataron de besarlos pero ellos se negaron, al acercársele ellos olían al Beta que tenían al lado.
-¿Por qué hueles a ese Beta?- pregunto Rabastan a Frank, señalando a Edmund.
-Creo que porque hemos pasado mucho tiempo, juntos- le contesto Edmund
Los omegas fueron a la mesa y se encontraron con el hecho de que los Alphas estaban ahí. Brenda sintió la tensión en la mesa.
-¿Están todos bien? ¿Están enojados?- pegunto Brenda.
-No, Mamá, no estamos enojado, los Alphas presentes están celosos de tus gemelos Betas- dijo Sean.
Sirius y James se sintieron insultados, ellos nunca se sentirían celosos de unos Muggles Betas, aquello era una invitación a pelear.
-No deberían, no sería bueno para los Bebés – dijo Brenda.
-¿Bebé?- dijeron los 4 Alphas.
-Sí, ellos están embarazados-
-¡Mamá!- gritaron los hermanos-
-¿Era un secreto?-dijo Brenda confundida.
-Sev, ¿estas embarazado? ¿Cuándo pensabas decírmelo?-
-Remus ¿Estas esperando un Bebé?-
-¿Tu también Frank?-
-Arthur ¿Pensabas decírmelo?-
-Él está esperando gemelos- dio Brenda.
-¡Mama! ¡Basta!- dijeron los Gemelos.
-Eres una indiscreta- dijo Edmund
El corazón de los Alphas se había llenado de dicha, unas sonrisas salieron de sus bocas, Los omegas no lo miraban así, se levantaron de sus sillas y subieron a las habitaciones donde se hospedaban, los gemelos quieran seguirlos pero su madre se los prohibió. Los Alphas también querían seguirlos pero Loise los detuvo.
-¡Hey! ¡Alto! Ya es un poco tarde- dijo Loise –Es hora de irnos, pasaran la noche en mi casa-
-Yo los voy a acompañar- dijo Tom –creo que debo hablar con ustedes-
-Si yo también voy- dijo Lily
-y Yo voy con ustedes- dijo Regulus.
-Reg, debes quedarte, no es necesario que vayas- dijo Tom
-Tengo que ir, no creo pasar una noche sin ti- dijo Regulus haciendo que su Alpha se sonrojase.
-No nos puede detener, Sev, mi Sev esta embarazado, me necesita- dijo James ilusionado por el hecho de que Severus llevaba a su Bebé.
-Solo quiero abrazar a Remus y a nuestro Bebé- dijo Sirius.
-No han pasado ni medio día aquí cuando ya estaban peleando, es mejor que nos vayamos, si los omegas hubiesen estado tan felices no se hubieran ido a sus habitaciones- dijo Loise. –Además soy muy buena con el Imperius, si saben a lo que me refiero, ustedes eligen a las buenas o las malas-
Los Alphas sintieron la indirecta, no tuvieron más opción que irse con Loise, Lily, Regulus y Tom.
En la casa de Loise, todos estaban en la sala frente a la chimenea.
-Mis Bebés, Arthur esta embarazado, por eso olía tan extraño- dijo Lucius con una sonrisa.
-Seré Papá, y mis padres que estaban tan preocupados por el hecho de que la familia se iba a acabar- dijo James.
-Acaso son tontos, ¿Qué se suponen que harán unos adolescentes con unos Bebés?- dijo Lily.
-Evans tal vez en el mundo muggle sea visto mal pero en nuestro mundo es normal- contesto Rabastan.
-Está mal, es ilegal, lo sé porque fuimos al museo y nos contaron los derechos de los omegas- dijo Regulus.
-¿Derechos de los omegas?- dijeron los 4
-Si, al parecer podemos elegir con quien unirnos, y a trabajar y otras cosas-
-Necesitan unas clases- dijo Lily-
En la casa de los McCarthy.
-¿Tu Alpha creía que yo era tu amante?- dijo Sean.
-hemos pasado tanto tiempo con ustedes probamente tengamos un poco de su esencia- dio Arthur.
-Yo leí que cuando un omega no olía a su Alpha el intentaría reclamarlo nuevamente- dijo Edmund.
-¿Otra vez?- dijo Frank Recordando el golpe que Rabastan le había hecho
-Pienso que durante el tiempo que han pasado separados, ellos han hecho alguna reflexión, estoy seguro que ellos han cambiado de opinión sobre ustedes- dijo Brenda.