-¿Así que piensan regresas?- dijo Sean con un tono de melancolía.
-Si, debemos regresar a casa, sé que nuestros padres, profesores nos han hecho mucho daño, pero nuestros Alphas deben hacerse cargo de los Bebés, no ustedes- dijo Severus.
-Sev, pueden quedarse cuanto quieran, no importa, ¿Te reconciliaste con James?-
Severus se sonrojo –James no es la razón, es nuestro hijo, el merece conocer a sus abuelos y estar con él cabeza hueca de su padre-
Sean suspiro –Al menos deberíamos hacer una despedida, Mamá regresa hoy, podríamos salir a comer algo mañana-
-Está bien, nuestra última cena juntos- dijo Severus con una cálida sonrisa.
Aquella tarde en la casa McCarthy. Brenda regreso a la casa, había comprado ropita de Bebé, zapatitos y algunos peluches, los omegas empezaron a llorar, aquella mujer había sido muy detallista con ellos.
-Muchas gracias Sra. McCarthy, no se hubiera molestado- dijo Severus con lágrimas en los ojos.
-Sí, muchas gracias, es muy detallista- Dijo Remus.
-Debió haber gastado mucho dinero- dijo Frank
-No se preocupen chicos. Espero que cuando regresen nos llamen o nos escriban- dijo Brenda
-Le escribiremos, es una promesa- dijo Arthur. –Donde vivimos no hay teléfonos-
Los Alphas y Lily estaban con Loise, discutiendo como regresar a casa.
-Es fácil regresar a Hogwarts- dijo Loise
-¿Cómo lo haremos? -Dijo Lily.
-Primero viajaremos a Dublín, luego les diré que hacer-
-Al fin regresaremos a casa, el mundo muggle es divertido pero no es un lugar donde viviría- dijo Sirius.
-¿Nos regresara nuestras varitas?- pregunto James.
-Sí, pero solo cuando regresemos, no confió en ustedes son muy impulsivos- Loise suspiro pero al final de la tarde ya le había devuelto la varita a los magos.
Esa noche.
-¿Qué tu qué?- Pregunto Severus sorprendido.
-Yo hice el amor con Lucius- contesto Arthur –Ya te lo dije-
-Lo sé pero ¿Por qué? Pensé que no querías estar con el-
-El embarazo produce un cambio de hormonas enormes, el deseo sexual se hace muy fuerte- dijo Brenda.
Remus al escuchar esto se sonrojo, recordando su tarde con Sirius. –Es difícil controlarse, es algo como el celo, pero no es el celo-
-¡Tú también!- grito Severus
Regulus se echó a reír, al igual que Frank. Aquella noche los Alphas estaban en casa de Loise, ella los llevaría a comprar los boletos de avión al día siguiente.
-Sev, ¿Qué haremos cuando regresemos?- pregunto Remus.
-Volver a la casa omega, a comer ensaladas- contesto Frank –A nadar, cocinar y limpiar-
-Quiero llevarme la televisión y la videocasetera, pero recordé que haya no hay electricidad- dijo Regulus.
-Basta, no digan nada más, nosotros sabremos qué hacer cuando lleguemos- dijo Severus molesto –ahora déjenme dormir-
En el fondo Severus tenía miedo de volver, haber estado en el mundo muggle con la familia McCarthy lo había ayudado a relajarse, James parecía haber cambiado mucho, era más atento pero no era menos molesto, seguía siendo impulsivo.
En el mundo Mágico.
Kinglsey Shacklebot estaba parado entre la multitud del callejón Diagon, el hombre se propuso como candidato para ministro de magia. Uno de sus asistentes agito su varita y fuegos artificiales explotaron en el aire, mientras unos instrumentos hechizados se tocaban por sí mismos tocando música alegre, unos elfos domésticos repartían dulces y cervezas de mantequillas a la gente que se acercaban, los panfletos con la cara del candidato caían como gotas de lluvias su lema era “Kinglsey por el cambio”.
-Buenas tardes Magos y Brujas, como saben la elección del próximo ministro será dentro de unos meses, ¿No esta hartos de que esos ancianos aun nos impongan esas leyes arcaicas y pasadas de modas?- dijo El asistente.
La gente caminaba por los alrededores se detenían para ver el espectáculo, el candidato se paró sobre un podio creado por su asistente.
-Gracias Bobby- dijo Kinglsey –Magos y Brujas del callejón Diagon, esta tarde quiero presentarme como candidato a ministro de magia, como sabrán no habido elecciones desde hace 90 años, nuestro ministro actual debería estar tomando sus vacaciones en Hawái- dijo Con una sonrisa el mago.
-¿Por qué deberíamos votar por ti?- grito una mujer.
-Tengo planes para mejorar nuestra sociedad, el ministerio necesita sangre nueva- contesto el candidato a ministro.
-¿Cómo qué?- pregunto un hombre.
-Para comenzar, creo que debemos ampliar nuestros conocimientos sobre los muggle, crearía un departamento para el estudio de muggles, su comportamiento y las cosas que usan en su sociedad- el hombre se escuchaba seguro –También estoy a favor de la igualdad entre Alphas, Betas y omegas, acabaría contra todo tipo de discriminación-
-¿Cómo beneficiaria a los omegas?- pregunto una Beta.
-Más oportunidades de empleo, no necesitarían el permiso de sus Alphas para trabajar, prohibiría las uniones forzadas, acabaría con la desigualdad de educación entre omegas y Alphas, y le pondría fin a la costumbre conocida como “El ritual”-
La gente empezó a aplaudir, pero unas cuantas personas harían que esas palabras llegaran al oído de ministro de magia.
En el mundo Muggle…
Los Alphas y Loise se habían ido a comprar los Boletos de avión. Los omegas estaban afrontando el hecho de que sus cuerpos estaban cambiando. Brenda le había comprado unos pantalones Jeans a Regulus y unos pantalones de gimnasia a los Omegas. Severus siempre había sido una talla menos que Regulus, el Slytherin había quedado muy encantado con los pantalones de su amigo que intentó ponerse uno, el pantalón apenas le subió un poco por las rodillas. El omega trato de que el pantalón subiera, pero era imposible.
-Basta Sev, esa no es tu talla- Dijo Lily –Mejor prueba estos- dijo Pasándole un pantalón de ejercicios al omega.
-Estos no me gustan, están feos, además siempre fui una talla menos que Regulus- dijo El omega.
-Es lo único que te queda ahora, además tu vientre y tus caderas crecerán aún más- contesto La pelirroja.
-Sev no te enojes, cuando regresemos al mundo mágico podrás comprar ropa a tu medida- dijo Remus
-Me gustan los Jeans, son muy lindos, también estos zapatos deportivos y esta camisas raras- dijo Regulus.
-Cuando los bebés nazcan perderemos todo este peso- dijo Frank
-No escuchaste a Brenda, posiblemente no lo hagamos, por fin encuentro ropa que me gusta, y no me queda- dijo Severus.
-Bienvenido al mundo de las betas dijo Lily-