-Hola James, ¿Cómo estás?- pregunto la bella Black.
-Bien y tu-
-Lárgate de aquí- dijo Lily
-No es contigo mestiza, tengo que hablar con James algo importante, es sobre sus padres-
-¡¿Mis padres?! ¿Les paso algo?-
-No es grave, pero es importante, debo decírtelo en privado-
-Es una trampa- dijo Lily –no vayas-.
-Pero es sobre mis padres, no creo que Andrómeda juegue con algo como eso-
Andrómeda llevo a James debajo de un gran árbol, aunque James le dijo que no los siguiera la pelirroja no obedeció.
-¿Qué sucedió con mis padres?-
En ese instante de forma inesperada Andrómeda se lanzó sobre James y le dio un beso, el Gryffindor se apartó de golpe.
-¡Lo sabía! ¡Lo sabía!- grito Lily. La pelirroja rápidamente corrió hacia Andrómeda y le dio su mejor golpe, haciendo que la Slytherin cayera al suelo con la mejilla morada. -¡¿Cómo te atreves?!-
En ese instante, la capa de invisibilidad cayo y Severus quedo a la vista de los tres estudiantes, James se limpiaba la boca y quedo sorprendido al ver a Severus.
-¿Sev?- dijo James.
-¡Idiota! ¿Cómo pudiste?- dijo Severus con lágrimas en sus ojos, para luego ponerse la capa de invisibilidad y huir del lugar.
-¿Snape?- dijo Andrómeda.
-¡Sev!- grito Lily.
James trato de seguirlo pero perdió su pista bosque adentro.
-No funciono- dijo Andrómeda tocándose los labios –ese pocionista me estafo-
-¡¿Por qué hiciste eso?!-
-James iba a ser mío-
Lily se acercó a Andrómeda quedando cara a cara y entonces lo olio, Andrómeda tenía poción de amor en sus labios.
-¿Poción de amor?, pensabas hechizar a James, eres una tramposa-
-¡Déjame Evans!- dijo Andrómeda, corriendo hacia la tienda en donde había comprado esa opción.
James había entrado al bosque, gritaba el nombre de Severus, pero él no le respondía, casi queda afónico de tanto gritar.
-¡Demonios!- grito James antes de regresar.
En una Tienda de pociones.
-¡Me estafo! ¡Me estafo! ¡Devuélvame mi dinero!-
-¿De qué hablas esa era una poción de amor muy fuerte?-
-El no volteo a verme, se fue a perseguir a su omega-
-Si era un Alpha con un omega, jamás iba a funcionar, la unión de un Alpha y un omega es para toda la vida, ¿Acaso no te los enseñaron tus padres?-
-Usted no me lo dijo-
-tú no me preguntaste, pensé que era para alguien soltero-
-Devuélvame mi dinero, su poción es completamente inútil, el Alpha que yo quiero tiene un omega-
-Sta. Black, si usted desea a ese Alpha, hay una forma de conseguirlo pero le costara 100 veces más que la poción original, y si la descubren 2 años en Azkaban- dijo en voz baja el pocionista, el hombre cerró las cortinas de su tienda.
-¿De qué habla?- Andrómeda estaba molesta y con los brazos cruzados.
-Veras, hay una poción de amor hecha por mí, algo de mi invención- El pocionista saco una pequeña caja de madera y la puso en el mostrador, de esa caja saco un frasquito diminuto que tenía un líquido morado adentro –Esta es una Poción de amor eterno, coloca un poco en tus labios y a la persona que beses te amara para toda la vida, pero usted también se enamorara de esa persona, es un cuchillo de doble filo, tiene un poco del maleficio imperium, además no importa si es un Alpha o un omega con un lazo, lo romperá, tuve que aprender 30 años de magia oscura y me tomo 10 años prepararla, una gota de esta poción será suya por 10 mil galeones-
Andrómeda vio asombrada el frasco que estaba en el mostrador, sonrió de forma malvada –El dinero no es un problema-
En la mansión Riddle.
Severus entro a la habitación, de un golpe cerró la puerta y se lanzó a la cama tomo una almohada, la coloco su cara y empezó a gritar, a maldecir a Andrómeda y James, su corazón le dolía al igual que su vientre, apenas sintió unos calambres, Severus tomo aire, no quería dañar a su Bebé.
En ese instante Remus abrió la puerta.
-Sev ¿Podemos conversar? -dijo en voz baja el lobo, pero se sorprendió al ver las lágrimas en los ojos del Slytherin -¿Qué te sucedió?-
-Nada, es solo que Salí debajo del manto de invisibilidad, fui a Hogsmeade, vi a Lily y James, los seguí, luego Andrómeda apareció y llevo a James debajo de un Árbol y se besaron-
-¡¿Qué?! No lo puedo creer, James no es así, tú eres su omega-
-Al parecer nunca cambio, y yo como un tonto fui a buscarlo, me sienta como un idiota-
Los omegas se abrazaron, Severus lloraba y Remus estaba a punto de llorar.
-No lo puedo creer, no quiero ni imaginarme lo que hará Sirius-
-¿Le sucedió algo?-
-Él va a ir al baile con su ex novia Colette, James dijo que no iría sin ti, pero él no lo pensó dos veces y fue a buscar una chica para ir-
-Estos Alphas son unos idiotas, nos ruegan por una segunda oportunidad, que regresemos con ellos, y al final nos traicionan, debimos habernos quedado con los McCarthy, la vida en la isla era más fácil-
En ese instante Regulus, Frank y Arthur entraron por la puerta y se pusieron al día con los omegas, ahora tenían miedo de ser los próximos engañados.
En Hogwarts…
James estaba en la sala común sentía unos punzones en su vientre, tenía miedo de que Severus estuviera mal, y que estuviera afectando al Bebé.
-¿Estas bien?- pregunto Lily al ver al Gryffindor apretarse el vientre.
-Eso creo, más buen creo que es Severus, el dolor está bajando, me siento tan mal, Andrómeda está loca ¿Por qué diablos hizo eso? Ahora Sev está sufriendo, nuestro bebé está sufriendo-
-Tenía poción de amor en sus labios, pensaba hechizarte, creo que no funciono por el lazo que tienes con Sev-
-Esa chica está mal de la cabeza, Sev es el único en mi vida ninguna poción me hará olvidar el amor que siento hacia el-
-Diablos, como odio a esa chica, mañana deberíamos ir a hablar con Severus, arreglar todo, y romperle la nariz a Andrómeda Black-
-La violencia no es la solución-
-Se lo merece, cuando por fin habías resuelto tus problemas con Sev, ella lo arruina todo, es tan caprichosa, nunca la vas amar, nadie la amara nunca, a nadie le gusta las desquiciadas-
-Espero que mi bebé no sea una beta, ustedes pelean más que dos Alphas-
En la oficina de Dumbledore.
-Yo lo vi, era Severus Snape, él estaba ahí- dijo Andrómeda a Dumbledore.
-Has hecho muy bien al avisarme, ahora yo me encargare de todo-
-¿Van a regresar a la casa omega?-
-Es mejor que te retires a tu habitación-
Andrómeda dejo la oficina, se tocó la mejilla, Lily se la iba a pagar e iba darle a donde más le doliera, enviaría a Severus a la casa omega, y de paso hechizaría a James, todo acabaría pronto. Mientras tanto Dumbledore enviaba una lechuza hacia el ministerio de magia.
Al día Siguiente en la mansión Riddle
Los omegas se encontraban dormidos, mientras Thomas y Merope desayunaban, en ese instante una explosión se escuchó, la puerta cayo, unos hombres con varitas entraron.
-¡Somos del ministerio de magia! ¡Todos al suelo!- grito uno de los hombres.
-¡¿Qué pasa aquí?!- grito asustado Thomas.
Unas mujeres subieron a los cuartos de arriba. Otro hombre les envió un hechizo inmovilizador a la pareja. En las habitaciones de los omegas, las mujeres los despertaron, los omegas se asustaron, ellas los obligaron a vestirse.
-¡¿Qué está sucediendo?!- pregunto alterado Severus. Los demás omegas estaban asustados, Arthur se desmayó. Las mujeres no decían nada, mientras bajaban las escaleras, los omegas vieron a los Señores Riddle inmovilizados mientras algunos Aurores y Periodista los rodaban.
-¡Suéltenlos! ¡Suéltenlos! ¡Suéltenlos!- grito Regulus
-¡Los encontramos!- grito una mujer, los periodistas dejaron de tomarles fotos a Merope y Thomas y fueron a tomarles fotos a los omegas. Ellas rápidamente subieron a los omegas a un carruaje, evitando todo tipo de preguntas hacia ellos.
-Hemos encontrado a los omegas desaparecidos, estamos complacidos de reunirlos con sus familias, pronto regresaran a la casa omega en donde les darán los cuidados necesarios- dijo Un auror.
Unas horas después, en el almuerzo, las lechuzas entraron por las ventanas, dejando varios pedazos del profeta, los estudiantes se preocuparon, ya que las lechuzas solo hacían eso durante el desayuno, al abrir las hojas se sorprendieron.