Los omegas se habían dividido, no se habían puesto de acuerdo en cómo o hacia dónde ir, sentían que daban vueltas y vueltas en el mismo lugar, pero era la misma desesperación por huir que no les hacía razonar.
Remus caminaba muy nervioso, no había visto a Sirius ni a James sentía que en cualquier momento un Alpha se lanzaría sobre él, también empezaba a sentir como su cuerpo se calentaba, su celo iba a empezar pero eso era absurdo ya que apenas había pasado un mes desde que había entrado en calor. El licántropo por primera vez deseo que hubiese luna llena y poder transformarse.
Arthur y Regulus se habían encontrado en algún punto del camino, para calmar los nervios empezaron a platicar, tratando de no pensar en lo que les esperaba si se encontraban con un Alpha.
-Qué noche tan bonita, lástima que estemos huyendo por nuestra vida- dijo Regulus.
El joven Weasley estaba con la cara muy colorada –Lo sé, me encantaría estar en el Londres Muggles, y jugar con esas cosas que llaman videojuegos- el pobre pelirrojo estaba entrando en celo también y Regulus podía sentir lo mismo.
-¿Estas entrando en calor?- pregunto Regulus.
-Si pero no me entraría hasta en los próximos tres meses, es extraño-
-lo sé, a mí me tocaba dentro de un mes, creo que deberíamos sentarnos-
Los dos omegas se sentaron sobre una enorme roca.
-Háblame del mundo muggle, ¿Cómo es?-
-Es increíble, los Muggles tienen muchos inventos, les encantan los aparatos eléctricos como los tostadores, las radios, los televisores, a mí me encantan sus autos y aviones, quisiera poder subir a un auto o a un avión cuando me gradué- dijo Arthur con alegría.
-Wow, de verdad te encantan los Muggles, no entiendo, ellos no tienen magia, son inferiores-
-Pero tienen muchos inventos, como los teléfonos, las máquinas de fax y las computadoras, las baterías, las camas de agua…-
-¿Cómo llegaste a obsesionarte tanto?-
-Pase un verano en Londres muggle con mi tío squib y su novia muggle, y quede fascinado, cuando salga de Hogwarts me iré a vivir con ellos y viajaremos a Francia-
Ambos rieron.
-Lamento decirte que eso no pasara mi pequeño omega-
Una voz detuvo las risas de los omega.
-Lucius- dijo Regulus -¿Qué haces aquí?
-No es obvio, vine a reclamar a mi omega, ahora vete- dijo el rubio, viendo a Arthur con una mirada lujuriosa.
Arthur se colocó detrás de Regulus, esperando por un milagro, y algo así sucedió, Ya que Tom apareció en ese instante.
-¡Regulus! ¡Vámonos de aquí!- dijo Tom.
-No puedo, ¿Qué pasara con Arthur? No podemos dejarlo-
-Ni siquiera lo intentes, mira bien a Lucius, se volverá loco en unos minutos e intentara matarte, te interpones entre él y su omega, no seas tonto y ven conmigo-
-Tu amigo tiene razón, es mejor que te vayas, sino quieres que te arranque la cabeza- dijo Lucius con rabia.
Arthur se alejó unos pasos con lágrimas en sus ojos.
-Mejor vete- dijo Arthur –creo que siempre lo supe, solo vete antes que te ataque-
Tom se acercó a Regulus, lo tomo de la mano y ambos se fueron, pero el menor de los Black sintió que había dejado al cordero en la boca del lobo.
Arthur se quedó quieto. Lucius se acercó y metió su mano debajo de la camisa del Gryffindor, tocando todo su abdomen, el rubio moría por liberar su erección que hace unos instantes le había empezado.
-Quítate la ropa- aquello fue una orden no una petición por parte de Lucius –toda, quédate completamente desnudo-
-Por favor, no me hagas daño- Arthur rogo.
-¡Quítate la ropa!- Lucius estaba desesperado –No quiero dejarte un ojo morado, como Rabastan a Longbottom-
Arthur se asustó, su pobre amigo estaba en las manos de ese Alpha Slytherin.
-Eres tan cruel como todos los de Slytherin-
-No sé de qué hablas, hace unos momentos varios Gryffindor fueron a buscar a sus omegas, no se trata de la casa a la que perteneces, se trata sobre Alphas y omegas-
Arthur estaba tal como vino al mundo, Lucius se deshizo desvistió completamente, tomo Arthur de la cintura y lo acerco para poder oler su celo, el pelirrojo tomo el consejo de su tía muggle en casos de que estuviera triste y se fue al lugar más feliz de su mente.
-Mío, solo mío- fueron las últimas palabras que Arthur escucho.
Tom y Regulus corrieron tanto como pudieron, pero tenían que detenerse y Regulus necesitaba una explicación.
-¿Por qué hiciste eso? Lo hemos abandonado, ¿Sabes lo que Lucius le hará?- dijo Regulus muy molesto.
-¡Sí! ¡Lo sé! Hace unos minutos Rabastan le destrozo la quijada a Mulciber por tratar de violar a Longbottom y luego le dejo un ojo morado a Longbottom por no querer dejarse marcar, y eso te iba a pasar-
-¿Qué? ¿Y mi hermano?-
Tom suspiro –Tengo que contarte algo-
#Flashback#
Algunos Alphas caminaban lentamente hablando del quidditch, betas, omegas y otras cosas, James, Lucius, Rabastan, y otros Alphas ya habían empezado la cacería, Tom miraba como algunos Alphas empezaron a sentirse incomodos con sus erecciones, lentamente uno a uno se fueron separando. Tom se acercó a Sirius para hablar de su plan.
-Creo que debemos ir a buscar a Remus y a Regulus- dijo Tom.
-Si- dijo Sirius con una voz de excitación –debería ir a buscar a Remus, el pobre debe estar llorando- Sirius se tocó el bulto en su pantalón –Mi lindo Remus debe estar solo, y debo encontrarlo antes que otro Alpha-
Sin perder tiempo, Sirius se transformó en Padfoot y fue en busca de su amigo. Tom podía sentir que las cosas iban mal.
-¿Qué te sucedió? Al parecer la poción no hizo efecto en ti- dijo un Ravenclaw.
-¿De qué hablas?-
-Recuerdas las bebidas especiales que nos daban durante los tres tiempos de comida, la semana pasada, pues hace que los Alphas se pongan calientes y los omegas entren en celo-
-¡Esos malditos!, ¡¿nos hicieron eso?!-
-Así es amigo mío, y creo que no hizo efecto en ti, si me disculpas hay un lindo e indefenso Hufflepuff que me espera-
Tom estaba molesto, la verdad no creía que sus padres y los profesores fueran tan canallas, se apresuró y fue a buscar a Regulus y a Severus-
#Fin del flashback#
Regulus tenía un sin número de emociones, odio, ira y deseos de matar a sus profesores y a su madre.
-Somos unas malditas marionetas- dijo Tom –y debemos buscar a Severus-
Tom saco una poción energizante de su bolsillo y le ofreció la última porción a Regulus, cuando tomo un sorbo, Regulus se dio cuenta que eso no era una poción energizante sino poción para detener el celo.
-Esto no es poción energizante, es poción para detener el celo ¿de dónde lo sacaste?-
-Severus lo hizo para mí y…- Tom recapacito – seguro él se equivocó y me dio la poción equivocada, debemos encontrarlo pronto-
Regulus sintió como su celo retrocedía, pero no había más poción para darle a Severus, esperaba que su amigo estuviera en el muro de protección de Hogwarts.
Remus se había transformado en lobo, en su desesperación había olvidado que podía transformarse en animago, se sintió como un tonto cuando lo recordó, el lobo caminaba lentamente, cuando sintió que algo cayó sobre él y le dio una mordida en el cuello, el lobo estaba inmóvil al parecer debajo de otro animago, cuando Remus sintió el olor de su amigo Sirius se sintió muy mal.
Sirius se bajó de la espalda de su amigo y ambos volvieron a su forma original, Remus se tocó el cuello, un poco de sangre mancho sus dedos, pero la traición de su amigo le dolía más que nada.
-¿Por qué?- pregunto el lobo.
-Te deseo, te deseo desde hace tanto tiempo, y no quería que nadie más te tuviera-
-¿Qué me vas a hacer?-
Remus temblaba quería correr pero sus piernas no les respondía, Sirius sonrió era más que obvio lo que iba a pasar.
-Te llevare al cielo- dijo Sirius con una sonrisa.
-Pero yo no quiero, no quiero que me toques-
-No seas tonto, puedo oler tu celo, tu cuerpo me está pidiendo que te tome, sabes cuantas personas quisieran estar en tu lugar y llevar a mis hijos en su vientre-
Remus no podía reconocer a su mejor amigo, ese idiota no era Sirius, él nunca le hablaría así.
-Por favor, solo busca ayuda-
-Remus, si te relajas te dolerá menos, tocaras las estrellas cuando este adentro de ti-
Remus no podía seguir con esa discusión, intento correr, pero Sirius lo inmovilizo con el hechizo petrificus totalus. Remus cayó al suelo, Sirius se acercó y se desvistió para luego desnudar a Remus quien en su mente pedía ayuda a gritos.
-Veras como lo disfrutaras, pronto pondré mi semilla en ti, mi amor, mi lobo de chocolate- dijo Sirius al oído de Remus.
Remus quería morir, morir en esos instantes, sus lágrimas brotaban como ríos, y su mente pedía a merlín un milagro, un milagro que no llego.
Severus estaba muy cerca del muro de protección, se había convertido en ciervo varias veces para apresurar el paso, pero estaba cansado, y se recostó unos minutos en un árbol, sentía como su celo se hacía más fuerte, por suerte había traído una poción para detener el celo, al tomarlo se dio cuenta que no era su bebida. No pudo pensar más pues algo lo embistió fuertemente al punto de dejarlo inconsciente.
Unos minutos después al abrir sus ojos, Severus vio a un ciervo con una gran cornamenta descansando muy cerca de él, Severus trato de levantarse pero su cabeza le dolía.
El ciervo tomo la forma de la persona que Severus mas odiaba en el mundo.
-¡Potter!- dijo Severus
-Así es mi vida, acaso pensabas en otra persona- dijo James con una sonrisa en los labios.
-¿Acaso es otra de tu bromas de mal gusto?-
-Claro que no mi amor, vine a hacerte mío, vine a hacerte el amor-
Severus se quedó en shock su mente volvió en el tiempo, al momento en el que el ciervo se acercó a él y a sus amigos cerca del sauce boxeador.
-Esa noche, eras tú, ya sabias que vendría hasta aquí-
-Eres tan inteligentes, espero que nuestros hijos sean inteligente como tú-
Severus quiso ponerse de pie pero sus piernas no respondían.
-No siquiera lo intentes, cambie las pociones, la poción para el celo se lo di a Tom y la tuya la cambie por una que te deja completamente invalido por 24 horas-
-¡No! ¡No! ¡No! ¡Estás loco! ¡Déjame ir!-
-Sev, cálmate, esto es tu culpa, la forma en la que caminabas, meneando tu cadera de esa forma, pedias a grito que te tomara-
-Estás loco, lo único que siento por ti es odio y asco-
James sentía que la ropa estaba demás y se la quitó, Severus quería llorar pero no lo hizo porque se sentiría más humillado, James trato de quitarle los pantalones al Slytherin pero Severus con la poca fuerza que tenía intentaba mantener las manos de Potter lejos de su cinturón.
James molesto le dio una cachetada fuerte en la mejilla izquierda a Severus.
-Aprenderás a amarme y a obedecerme, ere un omega naciste para llevar a mis hijos en tu vientre y calentar mi cama-
-Vete al diablo Potter, eso nunca pasara-
James rompió una manga de su camisa y logro amarrar las muñecas de Severus y con otro trozo de tela lo amordazo. Habiendo sometido al Omega el Alpha logro desnudarlo. James había visto el cuerpo desnudo muchas veces cuando lo espiaba en el baño de prefectos, debajo de la capa de invisibilidad podía ver pero no tocar, para su buena suerte y mala suerte de Severus ese año les tocaba realizar el ritual.
Sin perder tiempo el Gryffindor marco al Slytherin, mordiendo su cuello, Severus lloraba de rabia, no lloraba de tristeza como sus compañeros omegas, sino de rabia al no poder defenderse, al ser su atacante James Potter, el chico que le hizo la vida imposible en Hogwarts, su segundo infierno el primero fue su hogar.
Regulus y Tom habían sido alcanzados por unos Alphas, quienes trataban de tomar a Regulus, Tom en desesperación mordió la mano derecha de Regulus marcándolo como suyo, El joven Black sabía que Tom lo hizo para protegerlo, y este le aseguro que nunca le pondría un dedo encima. Con temor de que otros Alphas los atacar los Slytherin se escondieron en un árbol hueco, sintiéndose cobardes por no poder ayudar a su amigo Severus.