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“De Encuentros Distraídos” por Mousekat1005

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA: Escrito extremadamente extraño pero lindo. No me hago responsable de posibles traumas. Los personajes no me pertenecen. Como su corazon </3 *No homo*

Con la espalda recargada en la pared de ladrillo y mirando sus pies suelta un suspiro; salir con Tsukishima era un problema y más cuando se trataba de encontrarse; lleva poco más de media hora esperándole en el mismo lugar y el chiquillo seguía sin aparecer.

 

¿Acaso le ha dejado plantado? Sacude la cabeza, ¡eso nunca! Primero le mataba antes de que le abandonara, sus sentimientos han llegado a tal nivel que si Kei le abandonaba él moría o mejor aún, le mataría antes de que alguien más pudiese tenerlo.

 

—Tsk —se pasa las manos por el cabello exasperado —. ¿Huh? ¡Oye tú idiota! —Grita para que el chico del otro lado de la acera se inmute de su presencia.

 

Cruza la calle y se posa frente a su objetico.

 

—¿Y a ti qué te pasa? ¿Crees que puedes pasar desapercibido con esa basura de disfraz? —Reclama ceñudo.

 

—¿Disculpa?

 

—¡No te hagas el desentendido! ¡Estuve esperándote más de media hora! ¿Te parece divertido hacerme esperar?

 

—No sé de qué me estás hablando —gruñe.

 

—Ah. Ahora resulta que te haces el loco. ¡Basta de juegos! Ahora mismo recibirás tu castigo —le toma de la muñeca, arrastrándole en dirección contraria a donde iba.

 

—¡¿Hah?! ¡Suéltame en este instante loco! ¡Me estas confundiendo! —Forcejea tratando de liberarse pero aquel que le arrastra es fuerte.

 

—¡Guarda silencio de una maldita vez!

.

.

Detiene sus pasos y pone pausa a su reproductor de música. Levanta la mirada del aparato y observa todo a su alrededor; ni rastro de la persona con la que se iba a encontrar. Sabía que se había tardado, pero no ha sido culpa suya, los trenes estaban a reventar y no pudo bajarse hasta tres estaciones después, con ese incidente tuvo que tomar otro y fue así que ha llegado con retraso. Pero… Kuroo no pudo irse, él siempre le esperaba aún si tardaba tres horas, entonces, ¿por qué no se encontraba en aquel lugar?

 

Entrecerrando los ojos saca su teléfono celular, debía llamarle y preguntar por su ubicación, no es como si quisiese verlo, aunque…

 

—¡Shin-chan!

 

Inconscientemente gira el rostro hacia aquella voz, unos metros más allá viene corriendo un chico de cabello azabache, todo sonriente y agitando la mano. Ignorándole vuelve la vista a la pantalla de su celular.

 

—¡Shin-chan no me ignores de esa manera si tú has sido el que se fue! ¡Shin-chan!

 

Ante la insistencia le vuelve a mirar, ¿acaso se refería a él?

 

—¿Huh? ¿Qué sucede con ese cabello? Creí que sólo ibas a cortar las puntas; eso es bastante exagerado. ¡Oh! ¡¿Acaso planeabas alejarte de mí con una nueva identidad?! Mo~, Shin-chan es tan cruel —lloriquea.

 

—¿Qué-¿

 

—No importa, aún así te quiero —sorpresivamente le roba un beso.

 

Atónito se deja hacer, mientras ese descarado le rodea el cuello y sigue besándole.

 

—Bueno, sigamos con las compras —le toma de la mano y le jala para continuar caminando —. Oye Shin-chan, ¿has encogido o yo he crecido? También tienes un sabor raro, ¿comiste algo?

.

.

—¿A dónde crees que me llevas? ¡Déjame ir maldito loco! —Sigue reclamando y tratando deshacer el agarre, pero todo aquello era inútil.

 

—Entre más luches más me pones —sonríe de una forma felina echando un vistazo hacia atrás.

 

—¿Pero qué…? ¡Estás enfermo!

 

—Jajaja, ¿qué con eso? Me has dicho cosas peores

 

El ‘secuestrado’ al fin se suelta del agarre pero Kuroo se repone con rapidez; en un par de movimientos el chico ya está colgando de su hombro.

 

—No, no Tsukki, eso no se hace. Por cierto, ¿has engordado? Estas más pesado que de costumbre

 

—¡Bájame en este instante desquiciado!

 

—Estás haciendo mucho escándalo, ¿quieres que todos volteen a vernos? —Mueve su mano hasta su trasero y ahí la deja.

 

El rostro del chico se colorea de rojo y contra su voluntad mantiene la boca cerrada; eso hasta que llegan a un ‘extraño’ establecimiento.

 

—¡¿Hah?! ¡¿Qué estamos haciendo aquí?!

 

—Tú sabes bien lo que ‘vamos a hacer’ —insinúa moviendo de nuevo su mano.

 

—¡Maldito pervertido, déjame ir!

 

—Una habitación —pide con una radiante sonrisa.

 

De camino al cuarto el chico sigue reclamando y removiéndose haciéndole el trabajo difícil a Kuroo.

 

—¡Suéltame! ¡Bájame ya! —Grita ya molesto con varias venitas punzándole.

 

—Tus deseos son órdenes —y con estas palabras le deja caer en la cama —. Bien, es hora de divertirnos —se quita la camisa y relame sus labios.

 

—¿Qu-qué? ¿Qué estás haciendo? ¡¿Qué demonios?! —Trata de huir pero le retienen por las piernas; Kuroo le jala hacia él y le baja el pantalón y los calzoncillos hasta los tobillos en un rápido movimiento.

 

—Mmm, qué buna vista. Estos juegos no son necesarios Tsukki —Menciona metiendo dos dedos a su boca.

 

—¿Quién? ¡Espera te estás confundiendo! —Con ambas manos cubre tanto su intimidad como aquello a donde van dirigidos esos dedos.

 

—Vamos Tsukki, a mí no me puedes engañar. No te resistas —murmura en voz lasciva.

 

—¡No! ¡Espera no! —Tensa la mandíbula y cierra los ojos

 

—¿Huh? Esto está bastante apretado. ¿Hace cuanto no te tocas a ti mismo?

 

—Y-yo… n-no hago eso…. Sa… ¡sácalos! —Trata de alejarse pero Kuroo le toma de la muñeca.

 

—Anda Tsukki, hace mucho que no lo hacemos. Déjate llevar —mordisquea su oreja sin dejar de mover sus dedos.

 

—Y-yo… yo no… soy él…

 

—Um. ¿Quieres jugar a ser alguien más? Me parece bien. Entonces yo tampoco soy Kuroo, seré… um, ¿te parece Akaashi?

 

—¿Akashi?

 

—Así es —sonríe y besa su frente —. Estás listo —retira sus dedos y se posiciona.

 

—Espera… ¡Espera, espera yo no soy quien crees que so…ah!

 

—Ugh… estas tan… ¿apretado? —Cae en cuenta, aquella piel no era blanca, aquellos músculos estaban más marcados de lo que estaba acostumbrado, las facciones no eran delicadas ni mucho menos, y lo que creía era una peluca seguía aferrada de raíz a la cabeza de ese chico —. ¿No... eres… Tsukki? —Pregunta sin aliento

 

—¡N-no lo soy! ¡M-mi nombre es Midorima Shintaro y yo a ti no te conozco! —Grita ceñudo con lágrimas corriendo por sus mejillas

 

—No… —parpadea un par de veces hasta que la razón le golpea —. ¡Maldición, perdóname! —Con rapidez saca su miembro y acomoda su pantalón —. ¡L-lo lamento muchísimo! —Hace reverencias con los ojos cerrados.

 

Exhausto deja caer la cabeza en la almohada; estirando la mano toma la cobija y tapa su desnudez.

 

 —Demonios, esto duele —se queja. Coloca el antebrazo sobre sus ojos tratando de poner su mente en blanco.

 

—Lo lamento mucho, no sé lo que me pasó —peina sus cabellos hacia atrás y se sienta en una esquina de la cama —. Mirándote bien no se parecen mucho

 

—¿Qué diablos con esa excusa?

 

—Um. Jeje~. Bueno, yo tengo qué encontrar a alguien; puedes quedarte o… venir si quieres —propone colocándose la camisa.

 

—Como sea. ¡Gírate y no espíes!

 

Riendo le hace caso, mira a la puerta escuchando cómo se coloca sus prendas. Qué idiota ha sido, ¿cómo ha confundido a su querido Kei con ese grandulón cabeza de brócoli? ¿Tan molesto estaba por la tardanza de su novio?

 

—Hazte a un lado pervertido —le reclama, con una mano le empuja para poder salir.

 

Kuroo sonríe, ese mal humor ha hecho que los confunda, ¿qué acaso todos los megane tienen qué ser unos tsunderes? Sin dejar de sonreír sigue al grandote de cabello verde.

 

—Así que Midorima Shintaro ¿huh? —Mete las manos en las bolsas de su pantalón cuando ha llegado al lado del chico que casi viola —. Mi nombre es Kuroo Tetsurou; un placer —continúa al no recibir respuesta.

 

—Claro, ‘placer’

 

Kuroo suelta una carcajada; al menos para él lo fue.

 

—Eres bastante alto y tus músculos están bien marcados —se regocija ante el sonrojo del chico —; ¿practicas algún deporte?

 

—Juego baloncesto —responde con simpleza acomodando sus anteojos.

 

—Baloncesto ¿huh? Yo juego voleibol, no quiero presumir pero soy bastante bueno en ello —presume altanero.

 

Midorima suelta una risita.

 

—¿Y eso? ¿De qué te ríes?

 

—Soy considerado uno de los mejores del baloncesto, estoy dentro de la llamada ‘Generación de los Milagros’; la mejor generación que ha podido existir

 

—¿Ha si? ¿No es bastante presuntuoso eso que dices?

 

—No lo sabrás hasta que me veas jugar —sonríe de medio lado.

 

—¡¿Qué significa eso?!

 

—Significa… ¡Takao!

.

.

Ambos chicos se separan de golpe y giran la cabeza en la misma dirección observando a ambos recién llegado con los ojos encendidos en llamas.

 

—¡Shin-chan!

 

—¡Kuroo-san!

 

—¿Qué estaban haciendo? —Pregunta con una sonrisa siniestra.

 

—No-nosotros…

 

—Vamos Tsukki, tú me debes algo —pronuncia en voz severa.

 

Tragando comienza a seguir a Kuroo, las piernas le tiemblan y ha comenzado a transpirar. Aquello no iba a terminar para nada bien.

 

Midorima observa acusador al chico frente a él quien ha comenzado a temblar.

 

—Shi-Shin-chan…

 

—¿Puedo saber el por qué se estaban besando? —Cuestiona con voz gruesa, exigiendo una explicación.

 

—Y-yo… soy un idiota. HE confundido a Shin-chan con ese tipo —murmura en un mohín.

 

Cerrando los ojos se palmea la frente. Ahora resultaba que los chicos de cabello azabache eran unos idiotas distraídos, y él que creía que los rubios eran así. Adiós a los estereotipos.

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado. La historia es para divertir y distraer, soy super boba y más cuando se trata de ShinTak.

Recuerden que un review es muy bien recibido *3* No sé cuantos capitulos tendrá la historia, pero tendrán extrañesa(?) para rato   *Beso homo extremo*

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