Te amo.
Desde el primer instante en que nuestra madre me dio la noticia de que vendrías, te amé. No sé como un niño de apenas seis años puede amar tanto pero lo hice.
Cuando naciste fui el primero en verte (aparte de nuestro padre, claro está) y lo único que puede pensar al ver tu linda carita fue que quería protegerte. Eras tan pequeño, tan delicado que me daba miedo que con el simple hecho de tocarte te romperías, pero no lo hiciste. Cuando te sostuve entre mis brazos te quedaste quietecito mirandome fijamente y luego sonreiste... la primera sonrisa que me regalabas y fue la más hermosa. Desde ese momento te quise, te amé como mi preciado hermano menor.
Al pasar los años yo te veía crecer y me hacias tan feliz. Yo me contagiaba con tu risa, quería hacerte reir todo el tiempo y verte feliz. Quería ser tu centro de alegría y diversión.
No sé muy bien cuando todo pasó pero de un momento a otro deje de verte como mi hermano menor. Mis sentimientos se hicieron más fuertes hasta que pasaron la raya de lo aceptable. Lo único que pensaba en ese entonces era "¡Quiero que casarme con Jimin cuando sea grande!" pero en el fondo sabía que eso no podía ser. No cuando yo era tu hermano y más encima, un hombre.
Me quedé callado. Me enterré mis sentimientos dentro de mi corazón y nunca dije nada a nadie. Cuando llevaste aquella chica a casa y nos la presentaste simplemente callé. Dejé que el curso de la vida siguiera tal y como se suponía debía ser. Confiabas en mi y yo no pude romper esa confianza. Te di consejos, te enseñé como ser un buen caballero e incluso fui quien limpiaba tus lágrimas cada vez que ustedes peleaban por algúna tontería.
Dolía.
Dolía como si mil dagas estuvieran enterrandose en mi corazón.
Quería gritar. Llorar. Decirte cuánto te amaba. Pero nunca tuve el valor.de hacerlo. No quería perderte. No quería que te alejaras de mi Jimin. Lo único que siempre quise fue verte feliz y si eso significaba sacrificar lo que sentía por tí pues no me importaba. ¡Al diablo con lo que sentía! Tu eras más importante. Siempre lo fuiste.
Te vi crecer.
Te vi enamorarte.
Te vi casarte.
Te vi formar una familia.
Y yo no dije nada...
Escribo esta carta por que ya no puedo más con lo que tengo en mi interior. Quiero deshacerme de esto aún si es sobre un papel. ¡Lo dire libremente una y mil veces más!
Te amo Jimin.
Eres la razón de mi ser. Y aunque nunca lo sepas, aunque estes con ella, lejos de mi, quiero que sepas que te amo y que siempre ha sido así.
-Yoongi
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Yoongi miró la carta luego de haberla escrito. Medito sobre ella. Sonrió con un poco de tristeza y luego simplemente quemó el pedazo de papel.
La vida había sido injusta para Yoongi. Pero si el no hubiera callado, si le hubiera contado a Jimin que lo amaba... ¿las cosas hubieran sido diferentes? ¿Habría tenido su final feliz o su hermano lo hubiera despreciado?
Esa duda quedaría sembrada dentro de su interior por el resto de su vida.
Lo único que quedaba era seguir adelante y tratar de no mostrar lo roto que estaba por dentro. Porque eso preocuparía a Jimin y él no quería eso...
Yoongi solo quería ver a su hermano feliz.