Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Remember the present...[KaiSoo - Kai/JongIn x KyungSoo] por Gigi12

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAA.

Bueno, debo admitir que estoy un poco decepcioanda de mi misma por tener tan pocas leídas, PERO, me repondré y volveré a escribir fics tan geniales como antes, ya lo verán<3. 

Gracias a las dos chicas que comentaron, las amo<3.

Que tengan una linda lectura. 

Le dolía todo el cuerpo y le preocupó el hecho de no sentir una de sus piernas, a lo lejos se podía sentir el olor a alcohol y látex, típico de un hospital. Cuando abrió sus ojos, una luz le cegó por completo y a lo lejos pudo escuchar la grave voz de un hombre.

 

—Enfermera, tómele los signos vitales de inmediato. Chico, ¿Puedes hablar? ¿Cómo te llamas?

 

—Mh…Kim…JongIn.

 

—Buena respuesta, tu prometido estaba preguntando por ti hace un rato, ¿Recuerdas algo antes del accidente? —El moreno que yacía tendido sobre la cama apenas si entendió lo que el hombre de bata blanca le decía, sólo tenía un constante zumbido en sus oídos. El doctor nuevamente le habló pero la habitación había vuelto a estar negra.

 

Al abrir nuevamente sus ojos, se encontraba en una habitación solo. La luz que entraba por el enorme ventanal era en tonos rojizos, llegando incluso a ser algunos violetas. Con un gran esfuerzo de no gemir ante el de dolor en sus costillas, se sentó lentamente y notó que se encontraba vendado casi por completo.

 

Recuerdos vagos antes del accidente llegaron a su mente y de inmediato giró su rostro para ver si el chico que estaba con él en aquel momento, se encontraba cerca y grande fue su sorpresa al verle sentado en otra camilla en la misma habitación.

 

—Tú…¿Cómo te sientes…? —Preguntó JongIn lentamente, pero al mismo tiempo quería que su cuerpo le respondiese como siempre lo hace.

 

—Bien, creo. Me duele la cabeza, pero…me alegro que me hayas protegido, amor. —El rostro de JongIn fue todo un poema, ¿Por qué le decía de esa manera?

 

—¿Amor?

 

—¿No me recuerdas, JongIn? Nosotros estamos comprometidos, mira, si hasta ya tenemos puesto el anillo. —JongIn frunció el ceño y miró fijamente la mano del pelinegro, efectivamente había un anillo en su dedo, luego miró su propia mano y notó que tenía puesto el anillo que su padre había dejado cuando lo abandonó.

 

Y de pronto cayó en cuenta de algo.

 

El pelinegro no recordaba nada, ni siquiera quién era su prometido.

 

Lo peor era que no sabía si era bueno o malo.

 

—Mira, KyungSoo, creo que estás equivocado, tu prometido no soy yo…—Esta vez fue el turno de KyungSoo para fruncir el ceño y antes de que el moreno se diese cuenta, el pelinegro había llamado a la enfermera con el botón que se encontraba a un lado de la cama.

 

A los segundos, apareció una pequeña enfermera, acompañada por el doctor de cabecera.

 

—Veo que te sientes mejor, pero te recomiendo que te recuestes, si bien tus costillas no se rompieron, están bastante resentidas. Fuiste muy valiente para proteger el cuerpo de tu pareja con tu propio cuerpo. —JongIn no podía estar más confundido y algo frustrado. El chico no era su pareja, era su rehén.

 

—Esperen, de hace ya un rato le estoy diciendo a este chico que no soy su pareja, nos conocimos hoy en…—Tratando de explicar la situación, se quedó en silencio cuando llegó a esa parte, claramente no podía decirle a nadie que estuvo en un intento fallido de asalto a mano armada.

 

—Creo que ha perdido parte de la memoria, doctor. —Explicó el pelinegro con una clara expresión de tristeza reflejada en esos bellos ojos, al menos eso pensó JongIn.

 

El médico revisó nuevamente a JongIn, escribió en su bitácora y luego dejó a la “pareja” solos. KyungSoo no había vuelto a decir nada, el castaño tampoco y es que nada de eso tenía sentido, quién perdió la memoria fue otro.

 

Volvieron a hacerle unos exámenes de rutina al moreno, que por el momento, decidió seguirles la corriente, al menos por ahora.

 

—JongIn…—El pequeño pelinegro le llamó nuevamente y Kai no podía entender cómo es que no se podían dar cuenta de que quién perdió la memoria era otro. Suspiró frustrado, quería salir de allí, ver si SooMan estaba bien, si su madre estaba bien…

 

—KyungSoo, escucha…tu prometido se llama ChanYeol o algo así, yo…—¿Cómo carajos explicarle que era su rehén? Además, que con ese rostro tan lindo no le podía decir toda la verdad de golpe, podría ser malo.

 

—Déjate de tonterías, recuérdame, nos vamos a casar en un mes y…por favor, amor, recuerda quién soy…—El pelinegro le dedicó la sonrisa más triste que alguna vez JongIn vio en alguien más, y fue entonces que tuvo hasta ganas de llorar, el bonito chico realmente creía que se iban a casar.

 

—Créeme, aunque me hubiese gustado conocerte en otra situación, yo no soy de quién estás enamorado…tu verdadero prometido debe estarte buscando, además, yo apenas te conocí en..

 

—Señor Do, señor Kim, les daré de alta, sin embargo el señor Kim debe permanecer en reposo por lo sensible que se encuentra su cuerpo luego del accidente, a usted señor Do, le recomendaré unas pastillas que son para el dolor de cabeza, ya que debido a la gravedad del accidente, usted también debió quedar con alguna secuela y si tiene otros síntomas, no dude en venir y le revisaremos.

 

JongIn se estaba desesperando aún más, así que comenzó a gritar que se equivocaban, que debían revisar a KyungSoo de inmediato, hasta que una enfermera tuvo que sedarlo para que no se siguiera lastimando.

 

Pasadas algunas horas, ambos chicos se encontraban saliendo del hospital, cada uno metido en sus pensamientos.

 

—Bien, aquí me despido, te aseguro que si vas a casa recordarás todo, yo me iré a la mía y así ambos olvidaremos este extraño suceso, felicidades por tu boda.

 

Con el ceño fruncido KyungSoo tomó las solapas de la camisa de JongIn y le jaló hasta dejarlo a su altura y a pocos centímetros de sus labios. — Entiende que tú eres la persona con quién me casaré, me pediste matrimonio hace meses…hicimos planes para adoptar una niña, me rogaste que te perdonara una infidelidad y cuando lo hice estuviste muy feliz, incluso me hiciste la promesa de jamás volverlo a hacer, ¡Recuérdame!

—Escucha KyungSoo…—Una de las manos de JongIn acarició una de las mejillas del pelinegro, algo húmeda por las traviesas lágrimas que lograban escaparse de esos bellísimos ojos. — Si yo fuera tu pareja, con semejante belleza que tienes jamás se me pasaría siquiera por la mente serte infiel.

 

Sin que se dieran cuenta, ambos ya se estaban besando. No era nada más allá de un simple roce, pero, con sólo eso ambos lograron despertar sus lastimados corazones para que volviesen a latir eufóricos.

 

En la mente de KyungSoo esos labios eran suaves, gentiles…y por alguna razón tenía un vago recuerdo de labios ásperos y duros, todo lo contrario a los de JongIn.

JongIn pensaba que besar al pelinegro debía ser un verdadero paraíso, tan dulce, tan conocido y a la vez no…pero no era lo correcto, KyungSoo no era suyo. Y estaba seguro que jamás lo sería. 

Notas finales:

HASTA AQUÍ, espero que les guste, nos vemos en dos semanas.

XOXO.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).