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Miss you so hard por gabiiii981

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Notas del capitulo:

Buenu Feliz cumple Yamiko, este es mi regalo. <3 <3 <3

No es un oneshot tan sexy, es viejito porque lo escribí hace mucho. Pero quedó lindo, tiene final feliz lashdlakshd.

Apenas abre la puerta de su departamento, la sonrisa de Ji Yong se ilumina por completo, su rostro se llena de luz al tener a aquel hombre en frente de él con casi su misma sonrisa. Después de todo ese sería su último día juntos en meses y debían aprovechar cada segundo.

-Traje una película que te encantará.- Seung Hyun pasa al interior del departamento de Ji Yong y no deja de sonreír, mientras que el menor cierra la puerta de forma silenciosa y lo sigue con la mirada.

Sus ojos brillan al verlo y se sostiene el pecho con una mano, perdido en sus pensamientos. Tantas cosas pasaban por su cabeza, tantas enmociones desbordantes que no quería demostrar. Lo único importante era que Seung estaba allí para él, todo el resto del mundo... daba igual.

"Lo único que me encanta es que estés aquí conmigo."

Añoranza, nervios... ansiedad.

Tal vez estaba exagerando y se dejaba llevar por su impulsividad, por ese remolino de sentimientos negros que a veces dominaban su mente. Pero la realidad era que no soportaba estar mucho tiempo solo, por lo menos no tanto tiempo sin él. Sacude su cabeza tratando de alejar esos malos pensamientos y vuelve a sonreír para acercarse a Seung y abrazarlo por detrás. Rodea su espalda con sus brazos y se apega a él con ternura y delicadeza.

-Mi amor, ¿Qué pasa?- Pregunta ingenuamente el mayor sin dejar de sonreír al sentir tan cercano e íntimo a su pareja. Se da la vuelta para encararlo y siente su calor humano, le rodea las caderas con sus manos y lo atrae a su cuerpo, para segundos después apreciar su aroma dulce.

Ji se aferra a su cuerpo y entierra su rostro sobre su pecho. No era suficiente... cuando se trataba de Seung Hyun se sentía insaciable y lo quería todo de él, su presencia, sus brazos, sus besos, su sonrisa, su cuerpo. Pero se sentía tan patético y vulnerable que jamás lo admitiría frente a su amada pareja.

Y ni siquiera era la primera vez que se separarían por tanto tiempo. Pero su vergonzoso secreto era que...

Siempre se sentía como la primera vez, no importaba cuántas veces sucediese.

Se separa un poco y le sonríe amable, no quería mostrar debilidad, no ese día que debía ser el más perfecto para ambos.

Al día siguiente... Seung Hyun se marcharía a Alemania y ese día era el último que podrían permanecer juntos, sí. Y todo debía ser perfecto, más que perfecto. Aunque la única manera de estar juntos y disfrutarse el uno al otro libremente fuese estando encerrados en un lugar, nada arruinaría ese día. Ni siquiera sus tontos pensamientos exagerados.

-Quiero ver esa película contigo.- Le vuelve a sonreír con ternura un Ji Yong que aparentaba lo más posible el estar bien y que siempre sonreía radiante cuando Seung Hyun lo sostenía entre sus brazos.

Seung se acerca a su rostro, violando su espacio personal y no resiste la tentación de besarlo. Sus labios eran muy suaves y dulces, tibios y húmedos como siempre los recordaba. Haría a Ji Yong la persona más feliz de todas ese último día juntos, era una promesa. Lo siente temblar un poco, porque el menor siempre se estremecía cuando era besado por él. Pero de igual forma se dejan llevar y cierran sus ojos para profundizar aquel beso tan necesitado por ambos.

- - -
- - -

Una película de terror.
Ji Yong cubría sus piernas desnudas con unas sábanas y Seung Hyun a su lado, apoyaba su cabeza de lado sobre su hombro. Entrecerraba sus ojos adormilado, mientras rodeaba la cintura de su pareja con uno de sus brazos. Ji parecía prestarle toda su atención a la televisión, y Seung solo reía un poco cuando sentía como el menor se estremecía y daba pequeños saltos sobre su lugar cuando se asustaba por las escenas de la película.

En un momento, Ji Yong vuelve a temblar asustado y se refugia dentro de los brazos de Seung Hyun. No quería seguir mirando, por lo menos no esa escena tan sádica. El mayor lo abraza contra su pecho y no puede evitar reír tentado ante su exagerada reacción.

-Eres tan drámatico. No aguantas nada.- Se sigue burlando el mayor al momento que inclina más su cuerpo sobre aquel largo sofá y obliga a Ji a recostarse sobre él. Ambos extendidos sobre la amplitud del mueble, abrazados y entrelazando sus piernas.

Ji Yong levanta un poco su rostro y observa los orbes oscuros de su pareja, se sentía algo desorientando pero pocos segundos después se da cuenta del significado de las palabras dichas tan a la ligera por su Seung Hyun.

Siente un nudo en su garganta y por reflejo, sus dedos se aferran a su ropa. Entonces sonríe un poco decaído y recuesta su cabeza sobre el pecho de aquel hombre.

"Tiene razón... no aguanto nada."

-¿Comemos algo? Muero de hambre.- Sugiere Seung Hyun mientras acaricia la espalda descubierta del menor. Ji siempre llevaba ropas muy ligeras cuando estaba en su hogar. Ese día apenas llevaba unos boxers negros muy ajustados y una camiseta sin mangas de color claro. Pero Seung muy por el contrario, llevaba una camisa larga bastante holgada y pantalones largos.

Disfrutaba de acariciar la piel de su novio, siempre tan suave y caliente. Estaba seguro que a él también le gustaba ser acariciado ya que se podía quedar dormido gracias a tan placentero tacto. Ji Yong asiente levemente ya que había bastante comida en la cocina. Pero no tenía muchas ganas de cenar en ese momento. Suspira cuando Seung introduce una mano por debajo de su camiseta y acaricia sus omóplatos con insistencia, paseándose por sus caderas y rosando el principio de su trasero.

-No hagas eso...-

-¿Por qué? Parece gustarte. No dejas de suspirar.-

Ji Yong se siente tan vulnerable en ese momento. Nunca podía rechazarlo, nunca podía decir que no. Ni siquiera puede protestar cuando Seung se las arregla para voltear su cuerpo y acomodarlo debajo de él. Ji se agita ante el movimiento, entrecierra sus ojos sonrojándose un poco por la presión de la situación. Pero los abre con sorpresa cuando su hyung le toma las muñecas y las alza sobre su cabeza, sosteniéndolas con solo una de sus manos.

-Ji... te ves muy hermoso así. Nunca cambies.-

Se le queda mirando por eternos segundos, acariciando el pecho del menor por debajo de su ropa. Ji siente como sus ojos se llenan de lágrimas, asustado y aturdido ante los peores pensamientos. Pensar que sería la última vez en mucho tiempo, darse cuenta de que esas manos tan amables no lo tocarían en meses.

Gime despacio cuando roza uno de sus pezones rosas. Entonces deja caer su cuello hacia atrás, abriendo su boca de una forma muy erótica.

"Házmelo... quiero que duela."

Seung pasa las yemas de sus dedos por aquella piel tan tibia y suave como la seda, se encarga de levantar su camiseta y besar su vientre mientras cierra los ojos para saborearlo. Pasa sus labios de abajo hacia arriba, lleva su lengua hasta apenas tocar sus pezones erectos. Los prueba de una forma tan tentativa que Ji Yong siente como si estuviera siendo torturado.

"Márcame... muerde... chupa... lame... soy tuyo. Todo mi cuerpo es tuyo, haz lo que quieras conmigo."

Ji Yong se arquea cerrando sus ojos con fuerza, un par de lágrimas caen y se siente temblar a sí mismo. Seung Hyun sostenía su sexo, le daba placer, lamía sus pezones y besaba su pecho mientras era masturbado con lentitud. El pulgar del mayor se paseaba por todo su falo.

-Mi amor... estás muy tenso...- Murmura Seung Hyun preocupado, a pesar de que se esforzaba por relajar el cuerpo de su pareja. Pero Ji Yong no dejaba de tener espasmos involuntarios ante cada lamida a sus pezones y ante cada beso.

-Déjame hacerte sentir bien, por favor...- Murmura el mayor soltando su miembro y volviendo a besar el vientre plano de Ji Yong, quien sentía sus ojos nublarse ante tanto morbo. Jadea ansioso, su pecho subía y bajaba rápido con un par de gotas de sudor rodando por su piel.

Cada segundo que pasa...

Cada vez que lo hacían sentían esa unión, esa fuerza única, ese placer desbordante que los hacía perder la cordura. Sus cuerpos eran uno solo, se volvían frenéticos y adictos al contrario. Y nada podía saciarlos, nada podía frenar sus movimientos, solo dejaban de moverse a causa del agotamiento que marcaba un límite.

-J-Ji Yong...-

-Aah aah aah...-

Levanta el cuerpo del menor con sus brazos y besa sus labios rojos e irritados. Se abrazan, se sostienen, sus cuerpos desnudos seguían siendo uno solo. Cierran sus ojos, viajan en el interior de la boca del contrario y se encierran en su mundo.

Entonces Seung Hyun vuelve a recostar el cuerpo agotado de Ji Yong sobre el sofá y aprecia como intentaba recuperar el aliento luego de la cuarta vez que lo hacían. Acaricia sus piernas, se acerca y las abre para besar sus muslos internos. El menor solo largaba lágrimas silenciosas, jadeando desorientado ante los besos que estaba recibiendo en el lugar más sensible de su cuerpo.

-Quiero seguir follándote... no puedo saciarme de tí. Nunca podrá ser suficiente, lo quiero todo mil veces más.-

-Ha-házlo...- Ji Yong se abre mucho más de piernas y lleva un par de dedos a su entrada dilatada de la cual aun fluían gruesas gotas de semen, estirando su abertura y mirando totalmente sumiso y frágil a un Seung Hyun que le desnudaba el alma con aquella mirada tan penetrante y fuerte, repleta de deseo y necesidad.

-Fóllame mil veces más. Tampoco puedo saciarme porque soy adicto a tí... necesito que estés dentro ahora y siempre.-

- - -
- - -

A la mañana siguiente logra despertar con bastante dolor en todo su cuerpo. Ji Yong se acurruca contra las sábanas de su cama, imaginaba que Seung Hyun lo había llevado allí luego de intimar una última vez. Ni siquiera lo recordaba, debió quedar inconsciente luego del intenso agotamiento.

Siente un puñado de angustia al abrir sus ojos y darse cuenta de que su pareja no estaba a su lado, durmiendo con él. Se siente en su lugar de la cama, cubriendo sus piernas con las sábanas y mirando a su alrededor totalmente alarmado.

Se preocupa mucho... pero...

-Ah... que tonto...-

Abraza sus rodillas y se acurruca contra su cuerpo, entierra su rostro contra sus piernas y sonríe amargamente. Era un idiota que no aguantaba nada, un perfecto imbécil. Era obvio que Seung Hyun no iba a estar a su lado, su vuelo de seguro ya había salido, aunque no habían hablado mucho de su horario era lo más normal de pensar.

Seung Hyun se había ido. Otra vez.

Ji Yong ríe un poco, reprendiéndose mentalmente por ser tan ingenuo y esperar algo más. Su pareja de seguro se había despertado a las apuradas porque su vuelo se le hacía tarde y por eso...

Por eso ni siquiera se había despedido.

-Seung Hyun... eres un idiota.- Murmura contra sus piernas, respirando pausadamente. Un simple abrazo o beso de despedida no le hubiera costado nada. De verdad era un idiota si no lo había despertado solo porque quería dejarlo descansar.

Había demasiado silencio. Y la habitación se había vuelto dramáticamente gris. Que solo se sentía todo tan de repente, era como si no hubiera vida allí dentro.

Ji Yong alza su mirada al frente con los ojos bien abiertos cuando escucha como un cristal se rompe desde el otro lado de la habitación. Quizás en la cocina.

-¿Seung Hyun?- Su corazón late muy fuerte, tanto que no puede controlarse. Se levanta de un salto y corre hacia la habitación de al lado, con el corazón en la boca y con tantas ilusiones inocentes que habían terminado por nublarle la razón.

Cuando llega a la cocina... la encuentra vacia. Sus ojos se vuelven grises y su rostro se llena de una amargura irreconocible. Estaba solo en ese lugar tan grande, había demasiado silencio. Y asustaba. Camina hacia el pequeño cuadro que se había caído de una estantanteria.

Y cuando se arrodilla en el suelo y lo sostiene entre sus manos, de alguna forma siente que sus ojos no pueden ver con nada de claridad. Era como si su vista se hubiera empañado de repente. Apenas había apreciado esa foto vieja, de él junto a Seung Hyun a sus veinte años.

Los vidrios rotos se exparcían por el piso y por partes del cuadro. Ji Yong solo siente como sus manos pierden el control y presionan muy fuerte esa fotografía tan preciada, los vidrios se incrustran en su piel y comienza a sangrar instantaneamente.

Deja caer el cuadro en el suelo una vez más y se sostiene el rostro con ambas manos. Lo que nublaba sus ojos no eran más que lágrimas, lo que no lo dejaba respirar era el miedo de estar solo.

-Seung Hyun... te extraño...-

No sabía en qué momento había sucedido... pero se había vuelto tan jodidamente dependiente, tan absurdamente loco por él, hasta llegar al extremo que amarlo dolía sin medida alguna. Llora con más fuerza y grita desgarrando su voz, sollozando el nombre de su amado. Porque si se iba por tan poco tiempo y seguía doliendo como la primera vez, si seguía sintiendo tantos celos cuando otras personas se enamoraban de él, si perdía la cabeza al no poder dejar de pensar en que se iría mucho más tiempo por el servicio...

-Te extraño... te extraño como un loco... ¡Seung Hyun! ¡Seung!... Seung... Hyun...-

Las puertas se abren y pasos apresurados y fuertes se escuchan entrar en la cocina.

-¡¿Ji Yong?!-

El menor aparta sus manos de su rostro por un segundo y permanece shockeado ante su presencia. Quizás había terminado de enloquecer.

Seung Hyun deja de lado las bolsas que llevaba en sus manos y se acerca a su pareja para abrazarlo con mucho miedo. Veía un par de manchones de sangre sobre su rostro y muñecas, los gotas de sangre habían ensuciado aquellas zonas. Entonces Ji no lo resiste, llora contra su pecho y se aferra a él como un niño pequeño.

-Dios... Te lastimaste... Debo curar tus heridas.-

-¡No! No te vayas... quédate aquí.- Obviamente no le importaba nada más que permanecer aunque sea un par de minutos más junto a él. Le daba fuerza quedarse a su lado.

-Pensé... que te habías ido sin despedirte. Y me asusté. Nunca vuelvas a irte así.-

-Solo fui a comprar el desayuno. Perdóname... no pensé que te asustarías. En serio... Perdón...-

-Ya no importa. Estoy bien, me siento muy bien en este momento.- Ji Yong sentía vergüenza por mostrarse tan patético, tan dependiente y débil. Pero en ese momento sentía tanto alivio y confort que no podía evitar estar sonriendo como un imbécil. Sus emociones habían dado un giro total. Entonces Seung Hyun lo separa un poco de su cuerpo y acaricia su mejilla con una expresión entre preocupada y culpable, a pesar de que Ji le estaba sonriendo de una forma muy linda. Sabía que no era real y sabía todo lo que le estaba doliendo, porque a él también le dolía mucho.

-Sé que es muy difícil para ti y que todo esto lastima, Ji. Te conozco y sé que te duele, pero intentemos llevarlo de la mejor manera posible. No quiero que te vuelvas a quebrar por mi culpa. Eres muy fuerte, mi amor. Juntos podemos superar lo que sea.-

Seguido de aquellas palabras, acerca sus manos a su rostro y le seca las lágrimas. Ji Yong se le queda mirando y baja un poco la cabeza, asintiendo. Tenía razón en todo, no aguantaba nada cuando se trataba de separarse. Y era un exagerado dramático.

-¿A qué hora te irás?- Pregunta en un susurro cohibido, a lo que Seung le acaricia la cabeza y se acerca a sus labios de forma peligrosa y sonriendo confiado.

-En la tarde. Aún podemos disfrutar estas horas. Tendrás que aguantarme un rato más, ¿Podrás hacerlo?-

-Por supuesto que sí.- Ji Yong une sus labios con los de su pareja, porque aunque sea un par de horas más, un par de minutos o solo segundos...

Todo era valioso para él, cuando se trataba de disfrutar y amar a Seung Hyun.

 


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