USAMI POV
Mi vida ha sido muy buena en el instituto. Soy capitán del equipo de fútbol, lo cual me hace muy popular. Estoy rodeado de todo tipo de personas, desde lindas porristas hasta chicos que me admiran. Sin embargo hay un chico que ha estado conmigo desde siempre y es Takahashi Misaki. Así es, el delegado del salón. A pesar de ser el típico sabelotodo del salón, ha sido la única persona que no me busca por interés.
Lo conocí apenas me mudé aquí. Era nuevo en la ciudad y él me mostró todo. Es una amistad que valoro demasiado. Sin embargo, debido a mi reputación debo mantenerme alejado de él. No quiero que la gente piense que estoy con el debilucho ese.
Estábamos en época de campeonatos, lo cual no me dejaba tiempo para el estudio. Le pedí a Misaki que me hiciera los deberes, al fin y al cabo, él hacía todo lo que le decía. Los exámenes siempre los reprobaba en esa época y era lo mínimo que me esperaba por la irresponsabilidad que tuve.
El año escolar fue como siempre. A pesar de la tranquilidad que siempre había, empecé a sentir a Misaki muy nervioso y alejado de mí. En un principio no le di importancia, puesto que pensaba que estaba respetando mi reputación, pero no era así. Hubo un momento en el que me preocupé y lo intercepté. Su actitud evasiva me molestaba.
-¿Qué pasa Misaki? Me has estado evitando, ¿por qué?-pregunté indignado.
-No es necesario que te preocupes para mí, al fin y al cabo solo soy una basura, ¿no?-dijo cabizbajo.
-Tú eres mi amigo, es mi deber preguntarte lo que pasa-agregué.
-Pero cuando estás con tus amigos, soy "el debilucho que le hace los trabajos al capitán de fútbol", ¿verdad?-dijo manteniendo la cabeza mirando el piso.
-¡Mírame cuanto te hablo!-exclamé mientras le levantaba la cabeza, encontrándome con esos ojos verdes que me encantaban. -Sabes que lo hago por mi reputación-agregué.
-Lo que digas, en fin, no tengo ganas de hablar contigo-afirmó con lágrimas en sus ojos.
-Dime lo que te pasa, puedes confiar en mí-dije acariciándole las mejillas, las cuales fueron tomando un color carmesí.
-Es muy difícil para mí. Siempre he querido decirte esto, pero no puedo-dijo mientras alejaba su cara de mis manos.
-Si no me dices no puedo ayudarte-afirmé con un pequeño puchero.
-¡JODER, QUE ME GUSTAS AKIHIKO-SENPAI!-afirmó el pequeño con un gran sonrojo en su cara.
-Misaki, ya hemos hablado de eso, yo no puedo corresponderte-dije con una voz fría.
-Está bien, perdona si te moleste-agregó el menor con una sonrisa falsa.
-No importa. Sabes que es mejor ser mi amigo-agregué con una sonrisa.
*Suspira*-Lo que digas-afirmó mientras se iba del lugar.
Las semanas fueron pasando y el pequeño ya no me hablaba. Estaba al lado de sus amigos, Onodera Ritsu y Hiroki Kamijou. Los tres compartían la cualidad de ser los delegados de sus respectivos salones.
Ya habían pasado dos meses desde el altercado que tuve con mi amigo. Ya se acercaba la época de vacaciones de final de año. Me alegraba el hecho de poder irme de este lugar y no tener que madrugar hasta el año siguiente.
Por su cuenta, Misaki había faltado a varias clases. En un inicio pensé que estaba enfermo, pero me preocupe al ver que habían pasado dos semanas y no había ninguna señal que diera con el paradero de Misaki. Me preocupé y le pregunté a sus amigos.
-Onodera, Hiroki, ¿dónde está Misaki?-pregunté con autoridad.
-¿Y eso te tiene que importar?-preguntó el castaño menor con desagrado.
-Claro, porque es mi amigo-afirmé
-JAJAJA, no me hagas reír, ¿qué clase de persona menosprecia a su amigo delante de todos?-preguntó Onodera
-Sabéis bien que lo hago por la reputación-agregué con rabia. No me gustaba que me pregunten eso
-¿Acaso eso es más importante que la vida de tu amigo?-refutó el menor.
-En el instituto lo es, pero fuera, lo trato como es debido-afirmé.
-Déjame decirte, que no creemos esas estupideces que dices. En fin, pobre Misaki, el amor lo cegó-agregó el mayor.
-"Podéis decirme ¿Dónde está Misaki?"-pregunté exaltado
-"Encontró a alguien que lo amase de verdad"-tomó la palabra el menor.
-¿Me estáis tomando el pelo?-pregunté levantando la ceja en señal que estaba furioso.
-En parte-bufaron.-Misaki, se fue a Francia, él te lo comentó a principio de año-agregó Hiroki
-Se ganó una beca para estudiar allá-finalizó Onodera.
En ese momento recordé que el menor me lo había dicho. Sin embargo, como era de costumbre, le ignoré, dejando que él hablase solo. Me sentí como la peor persona en el mundo. A pesar que el menor siempre me escuchaba en todas mis penas, yo no era capaz de apoyarlo en sus momentos más difíciles.
Los días fueron pasando y no podía concentrarme. El ambiente en el instituto era denso. En un principio, pensé que estaba enfermo, pero después de hacerme una revisión en el médico, me di cuenta que no era así.
Intenté contactarme con Misaki, pero mis intentos fallaron. El móvil me enviaba directamente a buzón de mensajes. Estaba devastado. En ese tiempo mis padres se separaron y yo empecé a caer en el alcoholismo
Mis amigos se habían dado cuenta de eso. Intentaron consolarme llevándome a un burdel, pero mi mente no dejaba de pensar en el pequeño. ¿Será que me olvidó? De seguro, fui un idiota con él.
Me había dado cuenta demasiado tarde que lo amaba. Antes pensaba que era dependencia a él. A la persona que me hacía los trabajos. Pero no era así. Empecé a sentir paulatinamente que extrañaba los gestos que me daba. Esas sonrisas que me regalaba eran como un puñal que atravesaba mi corazón.
Por suerte mía pude contactarme con su familia. Pregunté por su paradero y me dijeron que estaba en París con un "amigo". Cuando escuché que se había ido con el bastardo de Ijuuin Kyo, me propuse a ir detrás de él. No podía perderlo y menos con mi rival Ijuuin Kyo.
Ijuuin Kyo era el capitán de fútbol del instituto que quedaba al lado del nuestro. Y como era de esperarse, las continuas disputas no se hicieron esperar. En un principio se le declaró a Misaki enfrente de todos. Más, el castaño lo rechazó en ese entonces, afirmando que estaba enamorado de otra persona, la cual, al parecer era yo.
No lo dudé y compré boletos para irme a Francia. No podía dejar que el bastardo ese se quedara con lo que era lo más preciado para mí. Empaqué una gran cantidad de ropa y me dispuse a ir tras la pista de Misaki.
"Misaki, espera por mí. No me había dado cuenta que estaba perdidamente enamorado de ti"- Fue lo único que rondaba por mi cabeza.
CONTINUARÁ....