A Itachi Uchiha siempre le llamó la atención aquel chico rubio que siempre se encontraba sólo sentado junto a la ventana de aquella vieja y empolvada biblioteca.
Y mentiría si dijese que no era cierto que la única y verdadera razón por la cual iba a aquella biblioteca todas las tardes y fingía leer libros era para poder observar disimuladamente a aquel chico rubio que poco a poco había ido tomando un lugar en su corazón.
No sabía mucho de él, pero según lo que rumoreaban el chico padecía leucemia. Inevitablemente un sabor amargo inundaba su boca con el simple hecho de pensar que aquel hermoso pelo rubio caería debido a aquella devastadora enfermedad. Y, por fin pudo entender el por que aquellos hermosos ojos celestes siempre estaban vacíos y sin vida. Pero por ahora le complacía verlo allí todas la tardes pintar.
Jamás admitiría que le amaba en secreto y que escribía cartas y poesías a su nombre, sin embargo aquella lluviosa tarde de abril al verlo llorar cerca de la ventana observando la lluvia caer algo en su interior se movió y no sabía el por que pero sentía que era el momento indicado para declararse.
Se acercó a paso lento y se sentó a su lado en silencio. No artículo palabra en ningún momento, tan sólo se dedicó a imitar al chico en su tarea de ver la lluvia caer e intentar agudizar sus sentidos buscando escuchar sus sollozos que eran confundidos por el sonido de la lluvia al caer. Cerro sus ojos y luego de algunos largos minutos dijo...
- Sabes...no sé por que chicos tan hermosos como tú deben sufrir tanto. -Él chico alzó la cabeza sorprendido. Ni siquiera había notado su presencia, pero luego de que el asombro se le paso su mirada volvió a decaer.
- Nadie me quiere.- dijo.- Ni siquiera mis padres. Dicen que soy un estorbo, un fastidio.- susurro con tristeza mientras derramaba algunas lágrimas y volvía su vista a la ventana.
- Pues no saben de lo que se pierden.- a seguro el moreno buscando animarlo.
El rubio se giro y lo miro con detenimiento.
- ¿Por qué te molestas en hablar conmigo?,¿Por qué tratas de ser amable cuando todo mundo sabe que sólo soy un enfermo?.- Preguntó él desconcertado.
Itachi lo miro y sonrió con dulzura.
- Por que para mi tú eres más que un enfermo.- afirmó.- por que me preocupas, por que me gustas, por que te amo.- dijo con sinceridad.- por que ya estoy harto de verte llorar. Sé que no nos conocemos del todo, pero me gustas y quiero verte sonreír, quiero que sonrías para mi, que sonrías por que yo te haga feliz. Estoy dispuesto a ayudar a pagar tu tratamiento por que lo haría todo por ti, lo único que pido a cambio es verte sonreír, sólo...una sonrisa.- susurro el mayor acercándose a los labios de un sonrojado y sorprendido rubio
Itachi unió sus labios con los de Deidara en un suave, tierno y lento beso lleno de amor. Itachi se separó de un pálido, sonrojado y sorprendido rubio, sin embargo lo que más destacaba en este era el mágico brillo en sus ojos y su resplandeciente sonrisa.
Por primera vez se había sentido cálido y amado. Y fue él quien se lanzó a los brazos de Itachi llorando pero esta vez no eran lágrimas de tristeza sino de pura felicidad.
-Tus sonrisas son más hermosas de lo que había soñado.- susurro Itachi estrechándolo contra su pecho.- Desde hoy no derramarás más lágrimas de dolor porque yo seré la fuente de tú felicidad.
Fin.