Estaba ahí, con su delgada y delicada figura tratando de comprar golosinas como lo veo cada tarde. Él me parece tan interesante, y lo único que se dé él es que se llama Shiro, un nombre bien puesto a semejante fenómeno de cabello y ojos claros y siempre tan alegre. Y yo, alto de cabello oscuro y ojos claros además de bastante serio, no me puedo comparar a él.
-¡Hey! Hola- no puede ser, me está hablando a mí, no sé qué hacer.
-Ah, perdón y bienvenido a "Heladerías Kokoro-san" el lugar donde los enamorados se refrescan, soy Kuro ¿En qué puedo ayudarte?- Es tan ridículo decirle esto a los clientes.
-¡Así que ese es tu nombre! Ay, perdón. Soy Shiro, un placer- ¿Que le sucede a este sujeto? Parece interesado en mí.
-Ahm, lo siento pero estoy en pleno trabajo, si no va a pedir nada le ruego que se retire, por favor- logre ver su cara de decepción de un instante a otro.
-Oh, vale. Te esperare hasta que salgas- En serio me asusta, ¿Que querrá conmigo?, ¿O que le debo yo a el?
Hasta que por fin acabo mi turno, debo llegar pronto a casa y estudiar para los exámenes de universidad, ya tengo diecinueve años y debo esforzarme lo suficiente. Hace algo de frio afuera, es mejor darme prisa y…
-Hola Kuro- No otra vez, este tipo que querrá. Mejor lo ignoro y sigo adelante.
-¡Hey Kuro, no me ignores!- Shiro me siguió hasta un parque que había cerca, ahí un hombre extraño se le acerco ofreciéndole golosinas y él se tentó, así yo pude seguir.
Detuve mi caminar cuando oí al hombre gritar “¡Entrégame todo tú dinero y no saldrás lastimado!”. No podía creerlo.
Me devolví a ayudar al ingenuo de Shiro.
-¡Hey tú! Suelta a ese debilucho, idiota- Me sorprendió ver el brillo en los ojos de Shiro al ver que lo estaba defendiendo.
-¿Vienes a salvas a tu noviecita? Jajaja, a ver si logr…- Es un completo idiota como ladrón, fue tan simple propinarle un golpe en la boca.
-Muchas gracias Kuro, eres mi héroe. Creo que era la tercera vez que me asaltaban esta semana- En serio este tipo es ingenuo.
-No es nada, debilucho. Ahora vamos a por un café, yo lo pago- Ahora quizás que pase conmigo.
·Aquí inicia la aventura de Kuro al conocer a Shiro·
UN AÑO MÁS TARDE…
Qué bien que logré entrar a la universidad, ahora solo debo enfocarme en ser el mejor y todo ira de maravilla. Tendré buenas calificaciones y las chicas se fijaran en mí solo por ser el mejor (que lindo es soñar).
-¡Kuro-Sempai!-
¡¿Sempai?! Pero qué demonios pasa… En ese momento sentí que esa voz me era conocida.
-¿Quién será est…!-
Y como me lo temía… ¡¿Qué diablos hace Shiro aquí?!
-Shi… Shiro ¿Qué haces aquí? Pensaba que eras de secundaria- Noté como se sonrojo por un instante, pero en verdad no podía creer que él este aquí, frente a mí.
-Buenos días Kuro-Sempai, tengo 18 años, ya termine la secundaria. Por cierto, voy en la clase junto a la tuya. ¡¿Qué te parece!?- Y otra vez vi el brillo de sus ojos aparecer. No pude evitar sonrojarme, este debe ser un idiota de buenas calificaciones.
-Ehm… Ahm… Este… Shiro si me perdonas, debo retirarme. Hablamos luego o tal vez mañana, como sea adiós- Salí corriendo lo más rápido posible y recurrí a esconderme en la azotea.
“¿Qué demonios querrá? Siento que me sigue desde el incidente con el ladrón en el parque. ¿Sera algún tipo de acosador? O… No, no creo que sea posible algo tan ridículo.
Pero en verdad es un idiota debilucho, me hostiga demasiado”
En ese momento sentí que alguien llegó a la azotea, me escabullí y alcance a ver que se trataba de Shiro…
-Shi… ¿Shiro?- Se volteó hacia mí y se me acerco algo triste, ¿Qué le pasara?
-Ku… Kuro-Sempai… Yo tengo algo que decirte hace algún tiempo- Su cara se tornó a un rojizo que le combinaba...
¿Qué le ocurrirá?, ¿Porqué llego con esa cara?, ¿Porqué me está siguiendo?... Demonios son tantas preguntas.