Después de la confrontación con su padre, Ryu no podía recordar absolutamente nada después de haber mencionado a la novia falsa. No sabía como pero las cosas se resolvieron y la relación con su padre estaba mejor que nunca, pero dentro del corazón de su padre había brotado un sentimiento que sería imposible calmar, “celos”, celos de una novia inventada. Ryu le había repetido miles de veces que no existía tal novia y que solo fue un invento suyo porque estaba muy enojado, Asami a un no le creía en su totalidad y ahora no permitía que ninguna mujer tuviera contacto con su hijo.
—Papá por favor, te he dicho que no tengo novia, no existe-dijo Ryu suplicante, sentado en el regazo de su padre, viéndolo de frente.
Asami ignoraba la palabra de su hijo limitándose solo abrazarlo posesivamente de la cintura.
-vamos no seas así, ninguna mujer se me acerca por temor a ti
-Eso es lo que quería lograr, mi pequeño niño- Con una mano tomo la barbilla de Ryu, atrayéndolo lentamente hacia su boca, para culminar en sus labios en un beso nada casto.
Cada vez que Asami besaba a Ryu podía sentir como este se estremeció completamente, y como de apoco su rostro se volvía rojo, ardiendo en vergüenza. De vez en cuando las lágrimas brotaban en el rostro del joven, mostrando una vista hermosa para el deleite de Asami.
Por otro lado Ryu solo dejaba a hacer a Asami lo que quisiera, solo se mantenía quieto y se dejaba llevar, no le molestaba en absoluto ser besado por su padre pero de alguna manera siempre terminaba llorando, no sabía porque pero sentía algo parecido a la nostalgia.
— Papá, detente mis labios van a hincharse de nuevo…
Asami detuvo el beso y miro directamente a Ryu —¿A quién le importa que tus labios se hinchen? Acaso no quieres que tu novia se dé cuenta que has sido besado.
Ryu suspiro, no podía creer que los celos de su padre llegan a tal grado, —si vas a estar a si por una novia imaginaria, no quiero imaginarme qué harás cuando me case.
—¡JA! ¿Conque piensas en casarte, acaso con la tal Kasumi?¿Quién te ha dado permiso para que hagas lo que se te dé la gana?
—No lo malinterpretes, solo… pues… algún día tengo que casarme ¿No? Todos se casan y forman una familia, incluso tú te casarte y me tuviste a mí.
—No porque todos lo hagan significa que lo harás tú.
Apenas se habían reconciliado y parecía que padre e hijo reñirían de nuevo, Ryu quería evitar una tonta pelea asique simplemente opto por decirle a su padre lo que quería escuchar.
—No existe la tal kasumi, solo la invente porque estaba celoso, te amo papa—Acurrucándose en el pecho de Asami para evitar verlo directamente al rostro.
—Si no tienes nada que esconder, mírame directamente al rostro —Dijo autoritariamente, tanto que pareció una orden más que una petición.
Tímidamente Ryu levanto su rostro para encontrase con la mirada penetrante de su imponente padre, dejando al descubierto el rojo carmesí que teñía sus mejillas.
—Repítelo de nuevo—Ordeno Asami, susurrándole a su hijo.
—Estaba celoso—Ryu bajo la mirada de la vergüenza, no quería decir tales cosas mirando a su padre a los ojos, era sumamente vergonzoso.
—Me estas mintiendo.
—¡Claro que no! Te estoy diciendo la verdad.
—Si es así ¿Por qué evitas mirarme?
Era obvio que no lo miraba al rostro porque Ryu se moría de la vergüenza, era demasiado obvio, o acaso ¿los celos habían cegado a tu padre que ni siquiera notaba su estado? Si era así, sí que tendría dificultades cuando consiguiese una novia real.
Ryu sujeto el saco que tenía puesto su padre y se concentró en míralo fijamente a los ojos —Yo tenía celos, estaba furioso, me invente una novia imaginaria para que tu sintieras lo mismo..y..yo
—¿Tu?
—Yo soy tu hijo, solo debes de amarme a mí, pensé…pensé que solo me besabas a mí, que solo me amabas a mí—Su cuerpo empezó a traicionarlo, las lágrimas brotaban de sus hermosos ojos y su cuerpo no paraba de temblar —entonces te vi…te vi besando a esa mujer y me di cuenta que no soy al único que amas o besas.
—¿Solo quieres que te ame a ti? Eres un niño muy egoísta.
—¡No!¡No soy egoísta!
—Claro que si, no recuerdo a verte criado de esta manera Ryu—Asami poco a poco iba deslizando sus manos por debajo de la camisa de Ryu, acariciando su espalda, tocando a zona donde se encontraba su columna.
—Eres un tonto, tu eres la única persona a la que amo, tú y solo tu—Susurrando dulces palabras en el oído de su hijo que aun lloraba, deslizándose lentamente a su cuello para empezar a besarlo—Di que me amas—Ordeno.
—Te.. te amo Papá
Asami se detuvo de repente, como si algo hubiese hecho click en su cerebro,dejo de tocar a Ryu para simplemente abrasarlo.
—Vamos, ya no llores, te creo… por ahora
—¡Papá!
Habían pasado alrededor de siete minutos y Ryu aún seguía aferrado a su padre, llorando. En un intento por calmarlo, Asami empezó a mecerlo y a darle palmaditas en la espalda pero fue en vano, así que simplemente reunió a otra táctica.
—Ryu deja de llorar tu madre vendrá dentro de algunas horas, ¿Acaso quieres que te vea en tal estado?
—…
—Hace tiempo que no se ven, sería una lástima que te viera con los ojos hinchados y viera que su “hijo” es un pequeño niño llorón…
Sentado en uno de los sillones de la oficina esperando a la llegada de su madre, como si nada hubiera pasado, así se encontraba Ryu, su rostro rebosante de alegría, su rostro limpio y un pequeño tono de rojo teñía sus mejillas. Asami casi se sentía culpable por engañar a su hijo, Feilong nunca llegaría, porque no había sido invitado, ni siquiera sabía si estaba en Japón en esos momentos.
—Papááá, mamá ya se demoró decimado.
—Ya no debe de tardar en llegar
—¡Quiero verlo!
—Dime Ryuichi ¿Amas a tu madre?
—¿Pero qué clase de pregunta es esa? —Miro extrañado a su padre—¡Claro que lo amo! —Dijo con una amplia sonrisa.
Asami cambio de opinión, definitivamente no sentía culpa por haberle mentido a Ryu, obviamente Feilor no aparecería por ahí, el quedaría como el malo del cuento y así Ryu se enfadaría con su linda mami.
Mientras Asami divagaba, no noto una nueva presencia dentro de la oficina, pero al darse cuenta ya era demasiado tarde, esa persona sentó en su regazo a su querido hijo.
—¿Es verdad que me amas?
—Claro que te amo mamá —Contesto Ryu abrazando fuerte mente a Feilong—Te he extrañado tan…
—¿Qué ocurre Ryu?
Ryu empezó a olfatear a Feilong, había un olor, un olor inusual impregnado en él.
—Mamá, estabas con una mujer.
—¿Eh?...
—¿Es por eso que no me visitabas?¿Por una mujer? —Ryu se puso de pie, y de nuevo las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos para después ir a abrazar a su padre.
—Ryu, hijo es un malentendido, yo no…
—¡Eres mi madre se supone que solo debes de amarme a mí!
Esas palabras retumbaron dentro de Asami, las mismas palabras que Ryu le había dirigido a el unas horas antes, no tenían ningún significado en especial, solo eras palabras de un hijo celoso, un hijo que tiene miedo que le arrebaten a sus padres, solo eso.
Habían sido demasiadas decepciones para el pequeño corazón de Ryu, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, había sido casi imposible calmarlo así que como buen papa y como buena mama, le dieron un caramelo a Ryu para que se calmase y de paso tomara una siesta.
—Solo complicaste las cosas con tu llegada—Dijo Asami, con Ryu dormido en su regazo.
—No me culpes solo mí, tú también eres culpable. Tienes la culpa que mi pobre hijo pase por un monto de desdichas.
—Feilong… te estas tomando muy enserio el papel de la mama.
—Por supuesto que sí, soy como una madre como el así que actuare como tal y ante sus ojos yo soy su madre.
—No recuerdo que tu nombre este escrito en su acta de nacimiento.
—Bueno eso se puede arreglar.
—No digas tonterías, y a todo esto ¿a qué se debe tu inoportuna visita?
—Que cruel.. Solo pasaba por aquí, recordé que tenía un hijo así que decidí venir a visitarlo y ver qué tan guapo se ha puesto, de paso llevarlo, para que no vuelva a ver a su ruin padre japonés, de esa manera él y yo seriamos felices para siempre.
Feilong al ver la cara que estaba poniendo Asami se apresuró a retractarse de sus palabras.
—No pongas esa cara, mentí. Vine a entregarte esto- dijo mostrando un sobre amarillo para entregárselo a Asami el cual aún mantenía a un durmiente Ryu en su regazo. Mientras Asami revisaba aquellos documentos Feilong continuo- Como ya lo sabíamos, Ryu es un genio, obtuvo un puntaje perfecto y como era de esperarse la solicitud fue aceptada.
—El rector estaba tan sorprendido con los resultados de nuestro hijo, que nos ha invitado a una cena hoy mismo.
—Es demasiado repentino.
—No quiero alarmarte pero al parecer Ryu llamo mucho su atención, tanto que quiere la unión de ambas familias.
—Pues lo siento por él, pero es imposible, tendré que llamarlo para declinar a su invitación.
Asami tomo su celular para llamar al rector y declinar la oferta. El rector atendió la llamada al instante y Asami le explicaba que estaba alagado por la cena hacia su hijo pero que él se encontraba enfermo y por lo tanto no podían asistir pero para la infortuna de Asami el rector insistió en ir a visitar al enfermo Ryu, Asami insistió en que no era necesario que no era algo grave, peo el rector tenía fama de ser un hombre muy necio tanto que le comento a Asami que ya estaba en camino a su oficina para ver a joven Ryu.
—Ese anciano…
—¿Qué ocurre? — Pregunto Feilong
—Vendrá a ver al enfermo Ryu.
—¿Enfermo? Pero no está enfermo.
—Exacto— Asami se puso de pie con Ryu en brazos, para dárselo a Feilong — Se una buena madre y lleva a tu hijo a casa, a mi casa debo aclarar, no intentes hacer alguna tontería Feilong.
Asami encamino a Feilong hacia la puerta, la abrió para que no tuviera dificultades al salir, enfrente de ellos se encontraba un viejo regordete muy bien vestido al igual que una jovencita que lo acompañaba y una secretaria muy nerviosa comentándole a Asami que insistieron en subir sin anunciarse y no pudo hacer nada para detenerlos.
—Oh Asami sama, es un gusto verlo—Haciendo una reverencia muy marcada.
—El gusto es mío rector Tanaka— Respondió con una reverencia.
—Y ¿Dónde está el joven Asami?
—Ahora mismo voy a llevar a casa para que pueda dormir tranquilo— Respondió Feilong dando pequeños pasos para alejarse.
—Oh vamos, el podrá descansar bien en la oficina de Asami sama.
El viejo regordete extendió sus brazos obligando Feilong y Asami a entrar nuevamente en la oficina y tomar haciendo en los sillones.
—Su hijo si que es bien parecido Asami sama.
—Por supuesto que lo es.
—Vamos hija ve a verlo más de cerca— animando a la jovencita para que se acercara al durmiente Ryu.
Mientras tanto Asami hacia todo lo posible por mantenerse sereno y no echar a patadas a ese irrespetuoso anciano.
La jovencita camino hacia Feilong que mantenía a Ryu en brazos, se quedó observándolo por algunos minutos, mientras los hombres estaban en silencio observando la escena. Los ojos de la joven brillaron y sus mejillas adquirieron un color carmín y volvió a tomar asiento junto a su padre.
—¿Lo quieres?
—Si
—Bien Asami sama, mi vista no ha sido enteramente para conocer al joven Asami, si no hacerle una proposición. Mi hija se ha enterado de que e jovencito que saco un puntaje perfecto es su hijo y bueno… Bueno iré al grano, quiero que nuestras familias se unan por medio del matrimonio de nuestros hijos.
Feilong estaba nervioso al encontrarse en medio de esa situación ya se podía imaginara Asami ardiendo de la furia pero al dirigirle la mirada se encontró con un Asami bastante calmado.
—Rector Tanaka me honra su proposición, al igual que su bella hija se haya interesado en mi hijo, pero debo de rechazar su oferta, como usted sabe mi hijo paso mucho tiempo en los hospitales, no disfruto de su adolescencia, así que por lo pronto no me gustaría quitarle su libertan con el matrimonio, el apenas esta disfrutando de la vida. Espero que pueda comprender.
—Lo entiendo Asami sama, pero no me rendiré mi hija ha quedado fascinada con su hijo.Hija solo tienes que hacer que el joven Asami se enamore de ti, así que esfuérzate
La hija respondió eufóricamente con un sí. Asami estaba a punto de perder la paciencia, le estaban declarando la guerra enfrente de sus narices, pero el bienestar emocional de Asami así como llegaron de prisa así se fueron.
—Me sorprendió que hayas mantenido la calma, pensé que ibas a explotar.
—No es la primera vez que me hacen ese tipo de proposiciones, pero esta vez es diferente.
Ya había pasado una semana desde que Ryu se encontró con Feilong,estaba tranquilamente recostado en su mullida cama, cuando su padre entro en la habitación.
—Ryu, levántate hoy será un día especial.
—¿Especial?
—Si, iras a la universidad
—¿Eh?