Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Figura paterna por Stanford Adiel

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

AQui el siguiente cap, espero que les guste y muchas gracias por sus reviews y buenos desos, de verdad muchas gracias <3

“Son como nieve rosa” —repitió Asami, quedándose inmóvil mirando a su hijo jugar con los pétalos, poco a poco avanzo hacia donde estaba Ryu, lo detuvo y lo sujeto de los hombros.

—¿Pasa alg…?— Ryu no pudo terminar de formular su pregunta, sus labios fueron atrapados para ser besados, pero eso no era un beso como los de siempre, su padre metió la lengua dentro de su boca.

Ryu sentía como su lengua era devorada, intento inútilmente aparatar a su padre sostenía su nuca impidiéndole apartase.

Sentía que su rostro ardía y un temblor se apodero de sus rodillas. No sentía asco pero no dejo de intentar alejar a su padre, después de todo no está bien que dos personas unidas por la sangre hicieran algo así.

Ryu sentía como si su alma abandonara su cuerpo, sus piernas fallaron haciéndolo caer pero afortunadamente Asami lo sujeto.

Ryu mantuvo la mirada baja, no quería que su padre viera su rostro que ardía en rojo, Asami sujeto su rostro deleitado con el rostro avergonzado de su hijo beso su frente y lo abrazo con fuerza.

 —Eres muy inocente mi lindo niño.

 

Hace un momento estaba rodeado de bellos pétalos de sakura y ahora estaba rodeado de autos, su padre recibió una llamada de la oficina, al parecer un asunto muy importante, el día solo padre hijo no duro ni una hora. Ryu sabía muy bien que estas cosas pasaban y más con un padre como Asami, era un hombre muy importante, era inevitable pero se alegraba de estar a su lado y no encerrado en la mansión.

Llegaron al gran edificio donde estaba la oficina de su padre, como siempre todos saludaron con una reverencia y como era costumbre Ryu caminaba detrás de Asami limitándose a asentir ante los saludos de los empleados ya que tenía prohibido hablar con ellos, solo en ocasiones muy especiales les podía dirigir la palabra.

Al llegar a la oficina de su padre Ryu se llevó una gran sorpresa, había una mujer en el asiento de su padre, frente al escritorio con sus piernas crazadas y las manos sobre el escritorio como si fuera la dueña del lugar. Ryu solo podía describir a esa mujer con una palabra “hermosa”, esa mujer tenía una larga cabellera negra, unos hermosos ojos azules y una piel blanca como porcelana.

Aquella mujer al ver a su padre se abalanzo sobre él y lo beso, Ryu apretó sus manos, su rostro se tornó rojo, como era posible que esa mujer se tomara esas confianzas con su padre y porque este no hacía nada por apartarla ¿Cómo podían hacer algo así frente a sus ojos?

No sabía por qué, pero por primera vez sentía deseos de golpear a su padre, no lo hizo, no tenía derecho de hacer eso, solo dio media vuelta y salió lo más rápido que pudo de ese lugar, corrió por el pasillo y bajo por las escaleras, sabía que tomar el elevador sería un gran error. Con cada escalón que bajaba sentía como sus piernas iban perdiendo fuerza  y como una opresión en su pecho aplastaba su corazón ¿Por qué tenía que sentirse de una manera tan miserable?

Asami no correspondió al beso de esa mujer, comprendió que no tenía intenciones de para así que la aparto.

—¿Qué demonios crees que haces Masako?

—Solo fue un besito no tienes que ser tan frio, parece que asuste a tu pequeño acompañante.

Asami volteo rápidamente a sus espaldas, no había rastro de su hijo, ni siquiera se dio cuenta de cuando salió.

 —Demonios— saco  su celular del bolcillo y llamo a seguridad para que encontraran a Ryu lo antes posible.

—¿Quién era ese pequeño?

Con un evidente enojo Asam respondió — MI hijo.

—Oh vaya, así que era mi futuro hijastro.

—No digas estupideces.

Asami estaba furioso ¿cómo no se dio cuenta cuando Ryu salió corriendo? No había rastro de el por ningún lado, las cámaras de seguridad no  captaron ninguno de sus movimientos, ni siquiera sabía si aún estaba dentro del edificio  y todo fue causado por esa estúpida mujer.

 

Ryu tenía pleno conocimiento de la ubicación las cámaras de seguridad y las evito a toda costa. Caminaba sin rumbo por las calles de Tokyo sin paradero, sus ojos estaban rojos de tanto llorar pero se encontraba más tranquilo, pero ahora qué demonios iba a hacer, a donde iba a ir y lo más importante no tenía idea porque sintió tanto coraje y tristeza cuando su padre su besado por esa horrible mujer.

Siguió caminando hasta que vio una gran edificación que le llamo mucho la atención, al parecer era un centro comercial y sin pensarlo dos veces entro, se maravilló al ver el lugar, jamás había visto algo igual, tomo asiento junto a una fuente y observo a las personas, todas lucían tan felices niños, parejas y familias era todo un espectáculo frente a sus ojos. Estaba tan distraído que no había notado a un pequeño niño llorón tiraba de chaqueta.

—Niño ayúdame a encontrar a mi papá— suplico el pequeño llorón.

 —No soy un niño, “niñito”.

—¡Kotaro! —grito un hombre entre la multitud de gente, el pequeño niño llorón corrió a los brazos de hombre mientras este le mencionaba lo preocupado que estaba por él. Ryu al ver esa escena se preguntó si su padre estaba preocupado por él y si lo estiraba buscando.

—¡Ja! Probablemente ni siquiera se ha dado cuenta que no estoy ahí.

El centro comercial poco a poco se iba vaciando, después de todo ya era algo tarde, cabizbajo Ryu salió del centro comercial, quedo maravillado al ver la hermosa  ciudad bañada en penumbras pero a la vez iluminada con cientos de espectaculares, la noche le parecía algo realmente hermoso, pensó en llamar a su madre y quedarse unos días con él, pero no sabía su número ni siquiera tenía un celular o dinero para realizar una llamada. Se quedó embobado por unos momentos hasta que una voz lo saco de sus pensamientos, era su padre que lo llamaba desesperadamente desde el otro lado de la calle Ryu lo miro con indiferencia y empezó a caminar tranquilamente en dirección opuesta a la de su padre.

Para su suerte su padre no podía cruzar la calle debido a que el semáforo de peatones estaba en rojo y los autos pasan a toda velocidad haciendo imposible cruzar la calle, Ryu camino tranquilamente poco a poco se fue integrando en una multitud de personas desapareciendo de la vista de su padre.

—Niño ¿Estás perdido?¿No tienes donde pasar la noche? — Le pregunto un hombre aparentemente de la edad de su padre, este lo tomo de la mano conduciéndolo por calles llenas de parejas.

—No soy un niño, tengo 19 años.

—Oh ya veo, perdón, entonces estas perdido y no tienes donde pasar la noche ¿Verdad?

El hombre empezó a acariciar a mejilla de Ryu y el no sentía miedo, aquel hombre no poseía un aura amenazante o peligrosa, estaba vestido con un fino traje y era muy atractivo, así que dejo que continuará, solo le estaba tocando el rostro.

—Eres muy lindo, tu cabello y tus ojos no son usuales en un joven japonés, ¿será que eres extranjero? ¿Qué nacionalidad tienen tus padres?

—Mi padre es japonés y mi madre… mi madre es de nacionalidad china.

—¿En serio? Que extraño, pero bueno, como te decía si no tienes un lugar donde pasar la noche puedes venir conmigo.

Ryu no pudo ver maldad en ese hombre, tal vez solo estaba siendo amable y de verdad quería ayudarlo, asintió y agradeció por la ayuda.

—Bien pero antes una cosa, tengo un pequeño precio por el favor que te estoy haciendo.

—Pero no tengo dinero.

—Eso losé muy bien, solo quiero un pequeño beso en la mejilla.

—Lo siento no puedo, mi padre me prohibió besar a alguien que no fuera él.

—Que padre tan celoso, bueno si yo fuera él también te lo prohibiría pero vamos tu padre no está aquí o ¿prefieres pasar la noche en la calle?

Era verdad su padre no estaba ahí pero seguramente estaba cerca y no disponía de mucho tiempo además podría asegurar que mientras él no estaba se estaba besuqueando con esa mejersuela. Era un simple beso en la mejilla, había leído en algunos libros que en otros países se utilizaba con un simple saludo así que un beso en la mejilla no significaba nada.

Ryu se puso de puntitas para alcanzar el rostro del hombre y le dio un pequeño beso en la mejilla.

—Vaya no creí que te atrevieras, eres muy ingenuo —Tomo la mejilla de Ryu y le dio un tirón—Yo podría ser un hombre malo y hacer cosas malas…

—Pero no lo eres, solo eres un hombre algo rarito además eres un policía.

—…¿Cómo lo sabes?

—Es fácil, todo tu ser dice policía por todos lados.

—Eres muy astuto, perdona por tocarte tan descaradamente pero sin darte cuenta estabas llamando mucho la atención.

 —¿Cómo lo sabes?

—Todo tu ser dice niño rico por todos lados, es muy peligro que estés  en las calles ¿Dónde vives? Te llevare a tu casa.

 — ¡Asami!

Ryu se quedó petrificado al escuchar esa voz, sabía muy bien a quien le pertenecía y solo significaba problemas.

Asami llego hasta donde estaba Ryu y lo abrazo fuerte mente apara a continuación bombardearlo con preguntas —¿Por qué saliste corriendo?¿Sabes lo preocupado que estaba?¿No te paso nada?¿Estas bien? — y de la preocupación sigue el enojo — Estas en serios problemas jovencito, no volverás a ver la luz de sol en algunos días y …

—Asami sama no sea tan duro con él, estaba perdido y no sabía cómo regresar, si hubiera sabido que era su hijo lo hubiera llevado inmediatamente con usted.

Al parecer el policía y su padre ya se conocían, tuvieron  una pequeña charla, Asami agradeció por a ver cuidado de su hijo al tiempo que cargaba a Ryu en sus brazos, haciendo parecer a Ryu como un pequeño koala, su mirada se posó sobre el policía, movió sus labios pero no salió ningún sonido de ellos.

—Con que soy un “traidor”, lo siento pequeño pero no quiero morir— dijo para sí mismo mientras veía como se alejaban padre e hijo.

Todo el camino a la mansión fue muy incómodo ninguno se dirigía la palabra, Ryu aun seguía muy enojado al igual que su padre por su escape.

 Ambos ya se encontraban dentro de la mansión, Ryu se disponía a ir a una de sus tantas habitaciones cuando se vio interrumpido por su padre quien lo sostenía del brazo.

—Buenas noches Ryu— dijo sosteniendo su barbilla para besarlo, pero Ryu volteo su rostro y se soltó de su agarre se puso enfrente de el  hizo una pequeña reverencia  y dijo

—Buenas noches, padre— dio media vuelta, se fue dejando a un Asami sorprendido, jamás lo había tratado de una manera tan formal y solo lo llamaba “padre” en publico  nunca cuando estaban a solas.

Notas finales:

ESpero actualizar el martes o miercoles de la siguiente semana, nos lemos pronto o3o)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).