Un gran dolor en su pecho hacia que no pudiera seguir corriendo, solo sentía una gran amargura en su garganta haciendo que de a poco un gran nudo no lo dejara ni siquiera tragar. Veía como todo estaba en cámara lenta al menos para él, un atardecer ya anaranjado invadía el cielo en ese momento.
¿Qué está pasando?-Pensaba el- ¿De verdad todo esto es la realidad? La imagen que vio hace unos minutos no dejaba de pasar sobre su mente, takano y una rubia besándose. Ni siquiera escucho lo que takano le grito, solo corrió y corrió hasta no poder más.
Llego rápidamente a un parque que estaba a las afuera de su escuela, ritsu no podía más. Simplemente se sentó en una banca del parque, analizando todo, unas cuantas lágrimas rodaron por su mejilla mientras trataba de limpiarlas rápidamente.
Quería desaparecer, su propio novio lo había engañado con una estudiante cualquiera. Esto apestaba más que cualquier cosa, el solo respirar sentía que se quebraba completamente.
-Nunca derrames lágrimas por alguien que no se las merece-
Se giro rápidamente al ver quien era la persona que hablo, se limpio rápidamente las pocas lágrimas que tenía en su mejilla y sonrió débilmente a la persona.
-Nanami-chan- hablo débilmente al ver que la chica se acercaba a él.
La azabache se sentó en un columpio quedando frente a ritsu, el chico pudo darse cuenta que estaba cansada y un poco enojada. Comprendía que nanami tuvo que correr hasta este lugar para alcanzarlo.
-¿Quieres saber que fue lo que dijo?- dijo refiriéndose a takano.
Este negó débilmente con la cabeza, trato de sonreírle a su pequeña amiga pero le fue muy difícil. Un silencio muy doloroso estaba en medio de los dos chicos, cosa que nanami quiso romper.
-Se que no es de mi incumbencia- miro a ritsu buscando su mirada- Pero estoy segura de que el no quiso hacer eso ritsu-chan.
El castaño se sorprendió por el comentario de su amiga, normalmente siempre que pasaba este tipo de situaciones ella no daba esa clase de opiniones. ¿Acaso nanami estaba apoyando a takano-san?
-¿Lo estas apoyando?-
-No apoyo a nadie en esta clase de situaciones- agrego la chica- pero esa maldita rubia ya tenía intenciones malas con takano-san, la causa de la pelea en el baño fue porque le estaba haciendo una pequeña advertencia, el de verdad está enamorado de ti hasta las patas.
Ritsu estaba sorprendido, pero en estos momentos no podía creer en que takano era el inocente en todo esto. El dolor y la decepción no lo dejaban ver más allá de eso.
-Perdón por no escucharte nanami- se refirió a cuando iban en busca de takano- soy un idiota.
-No digas eso- enojada se paro del columpio- yo de verdad siento no haberte avisado antes sobre esta chica, es solo que no quería verte mal….pero a las finales solo empeoro todo.
-No quiero parecer egoísta, pero de verdad quiero que ustedes dos se arreglen-
El chico sonrió débilmente ante los comentarios de nanami, no se podía esperar más de esta chica ya que siempre estaba sonriendo ante todo y siempre estaba ahí para brindarte los más sinceros consejos.
-Gracias nanami-chan- Se levanto del asiento- Creo que ya deberíamos ir a casa, después de todo nos toca un lindo fin de semana.
A nanami le brillaron los ojos con esas simples palabras, al fin un merecido fin de semana para ella. Aunque no podía dejar de pensar en lo ocurrido, sinceramente no le gustaba meterse tanto en esas situaciones ya que era decisión de cada uno de sus amigos pero de verdad le dolía que todo terminara a sí.
Confiaba plenamente en ritsu, sabía que él era inteligente y que tomaría una buena decisión. Pero en el fondo de su alma tenía el impulso de hacer algo, de ayudar a su querido amigo de infancia.
-Nanami- hablo sacándola de sus pensamientos- Prométeme que no harás ningún impulso tuyo.
Por arte de magia este leyó los pensamientos de la azabache, está sorprendida quedo en silencio mientras ristu seguía esperando una promesa por parte de ella.
-Prométemelo- repitió el chico.
-Bien- levanto su meñique en modo de promesa- lo prometo.
El castaño sonrió y engancho su meñique con el de nanami, recordó brevemente que siempre hacían este tipo de promesas cuando eran tan solo unos niños. Una linda imagen se le vino a su cabeza de cuando estaban los dos en su infancia.
-Ah no ser que- dijo pensativa mientras tocaba su barbilla.
-Nanami- la reto mientas golpeaba levemente su cabeza.
La chica solo sonrió. Unas cuantas luces iban encendiéndose en las calles, avisando que la noche ya había llegado y que unas cuantas estrellas estaban coladas en el cielo oscuro.
Quedaron justo al frente de la casa del castaño, mientras nanami tenía que caminar un poco más. La chica se despidió levantando su mano y se alejo lentamente mientras veía que ritsu abría el pequeño portón de su casa y entraba en esta.
Camino unos cuantos metros hasta llegar a su casa, saco sus llaves y abrió la puerta de esta. Estaba acostumbrada a no recibir un “Bienvenida a casa” ya que solo su hermano le decía esas lindas bienvenidas, pero ya era habitual que él no estuviera en casa por su trabajo.
-Pero si el gato más lindo del mundo me recibe en casa- hablo tomando a su gordo gato negro en sus brazos.
Entro a su cuarto, y reviso su teléfono. Puso música en su radio y se recostó en su cama, analizando todo lo ocurrido en el día, no podía ni siquiera pensar en algún plan o tratar de ordenar las cosas en su mente.
Un silencio inmenso en su gran casa, simplemente su radio transmitía la música que tanto la distraía de la realidad. Unos golpecitos en su ventana la sacaron de ese lindo mundo, sonriendo y sabiendo quien era se dirigió a abrir las persianas.
Un sonriente misaki le sonreía desde el otro balcón de la casa. Si, sus casas estaban al lado de la otra y con un simple paso hacia el balcón de la ventana podían ver la habitación del otro.
-Me preocupe un poco al ver que recién habías llegado de la escuela- Suspiro el castaño mientras se apoyaba en el balcón.
-Si- hablo la chica- sobre eso….paso algo.
Miro confundido a nanami quien estaba con una mirada ¿Apenada? No se creía que algo estuviera pasando, rogaba para que no fuera algo malo o que alguien le haya hecho daño.
-¿Qué cosa?- agrego- ¿Alguien te hizo daño?- pregunto un poco enojado.
-Takano-san estaba besando a la oxigenada- suspiro- Ritsu lo vio todo.
-¿Crees que lo hizo a conciencia?-
-Es lo que menos creo ahora mismo- frunció el seño enojada- esa chica ya tenía intenciones desde antes.
Quedaron en silencio, solo la música que tenia nanami sonaba entre los dos. Habían veces que cosas como estas pasaban en la “pandilla” pero jamás pensaron que algo a si ocurriría.
-¿Cómo está ritsu?- pregunto misaki un poco desanimado.
-Se lo tomo bastante bien- hablo –Pero podía ver de lejos que estaba muy adolorido con todo lo que vio.
Misaki suspiro pesadamente, estaba seguro que nanami intentaría alguna cosa con respecto a lo que había pasado. Se podía ver lo pensativa que estaba y desanimada, no quería verla a sí.
-¿Noche de Yaoi?- hablo el castaño conteniéndose la risa.
Nanami miro sorprendida y brillitos volaron de sus ojos, asintió con la cabeza repetidas veces. Eso solo significa que misaki se quedaría a dormir en su casa mientras que la pelinegra lo mantenía despierto toda la noche viendo Yaoi.
El chico salto fácilmente entro los dos balcones, llegando a la ventana de nanami. Se acomodo en el cuarto de nanami mientras esta traía cosas para comer, miles de mangas Yaoi y su computadora.
Misaki solo reía al ver lo alegre que se había puesto la pelinegra, sería una noche larga pero valía la pena al ver que nanami estaba tan feliz.
Rápidamente ya estaban viendo una serie de Yaoi mientras nanami se emocionaba cada 5 minutos, misaki solo miraba con una gota en su cabeza al ver que todo era tan amoroso y empalagoso.
-¿Misaki aun sigues virgen verdad?-
Casi se atora con las palomitas con esa maldita pregunta que hizo nanami, mientras tenía la cara más inocente de todas.
-¡¿Por qué preguntas eso!?- le grito dándole un golpe en la cabeza.
-Pero si es una pregunta normal- se sobo donde le llego el golpe- ¿O acaso ya la perdiste?- se tapo la boca fingiendo sorpresa.
Misaki ya tenía un tic en el ojo, era cierto aun seguía virgen y estaba seguro que en algún momento esa palabra “Virgen” se iría por el pervertido de su novio Usami.
-¿Y tú sigues virgen?- pregunto con una sonrisa burlesca.
-Dios mío- fingió estar ofendida poniendo su mano en el pecho- Virgen hasta el casamiento para que sepas.
Misaki la miro con una gota en la cabeza.
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El sol se asomaba entre las persianas del cuarto de la pelinegra, ahora mismo los dos chicos estaban durmiendo en el suelo, arropados con una fresada y algunas almohadas en sus cabezas.
Se trasnocharon toda la santa noche, bueno más bien nanami se trasnocho pero obligo al pobre misaki estar despierto con ella mientras veían una gran cantidad de mangas y series Yaoi. Como consecuencia ahora estaban exhaustos, debían de ser como las 2:00 PM y estos dos seguían durmiendo.
Se escucho como el timbre de la casa sonaba, pero ni señales habían de los chicos que estaban dormidos. El teléfono de la pelinegra empezó a vibrar de modo seguido haciendo saber que la estaban llamando pero ninguno de los dos escucho nada.
La persona que tocaba el timbre y llamaba a la pelinegra ya estaba bastante cabreada, en un intento de mover la manilla de la puerta principal de la casa se dio cuenta que estaba abierta ¿Quién demonios deja la puerta de su casa abierta toda la noche? Pensó mientras una gota salía de su cabeza.
Entro rápidamente a la casa, se dirigió al cuarto de la chica ya que conocía el lugar por algunas veces que estuvo en ella. Se golpeo la cara con la palma de su mano al darse cuenta que los dos chicos estaba durmiendo ¿Aun siguen durmiendo a pesar de la hora que es?
Se adentro a la habitación y vio el gran desorden que esta tenia, dio un fuerte portazo para que alguno de los dos despertara.
-¡¿Qué!?- se sobresalto misaki despertando de golpe.
El castaño analizo todo, una nanami babeando dormida a su lado, todo desordenado y un takano-san parado en la puerta de la habitación.
Todo normal…
-¡¿Takano-san!?- grito mientras retrocedía rápidamente- ¡Nanami lo hizo!
Un confundido takano se sentó el piso de la habitación quedando al frente del castaño y de nanami que parecía que estaba muerta, se sentó en modo indio y suspiro.
-No vengo a regañarlos- hablo- tampoco a castigarlos, vengo a hablar.
Misaki se sorprendió y dirigió su vista a nanami, quien seguía dormida como tronco. Suspiro y empezó a mover a la chica sin éxito alguno.
-¿Siempre es a si cuando duerme?- pregunto takano al ver que nanami seguía babeando.
-Casi siempre- suspiro el castaño- si quieres hablar del tema que sospecho, será mejor despertarla.
El mayor suspiro, se acerco a la chica y la empezó a mover mientras misaki hacia lo mismo. Cansado decidió levantarla de la almohada.
-¡No espera!- grito misaki- ¡Cuando haces eso ella!
No alcanzo a advertir ya que sonó una fuerte cachetada en el cuarto de nanami, la chica volvió a dormir mientras takano tenía una mejilla roja con la marca de la mano de la pelinegra.
-Tira golpes- suspiro misaki al ver la escena.
Un tic apareció en la ceja de takano, se levanto enojado y agarro el pie de esta. Misaki solo siguió viendo que nanami era arrastrada por el pelinegro y lo sorprendente era que aun dormía, y aun tenía agarrada la almohada entre sus brazos.
Ya dirigiéndose al living de la casa de nanami, mientras apropósito takano hacia que chocara con todo en el camino a este. La sentó en un sofá del lugar mientras este se sentaba en uno que estaba al frente, misaki se sentó al lado de nanami cuidando que esta no se fuera de cara al piso, la pelinegra aun no despertaba y seguía con la boca abierta.
-No puedo creerlo- hablo misaki
Una fuerte cachetada recibió nanami por parte de takano, misaki alarmado y asustado por esa acción grito.
-¡Takano-san!- grito - ¿Acaso la quieres matar?
-Me la debía- hablo burlesco mientras aun se podía ver la marca de la cachetada que nanami le dio.
Nanami abrió los ojos de golpe, un fuerte dolor en su mejilla hizo que casi cayera del sofá. Sorprendida busco una respuesta de lo que estaba pasando, Miro a su lado y estaba misaki mirándola con una gota en la cabeza mientras una pequeña risa se le escapaba al castaño.
Miro al frente rápidamente y vio que un pelinegro estaba de brazos cruzados, la estaba mirando enojado ¿Por qué tenía su mejilla roja? Pensó la chica mientras aun seguía media dormida, cuando al fin se percato de quien estaba en su casa grito…
-¡¿Takano!?- corrió a esconderse detrás del sofá- ¡H-Hoy no tenemos escuela! ¡A sí que no nos puede hacer nada!
El mayor suspiro cansado mientras miraba a misaki, quien le dio a entender que le explicara todo a su mejor amiga.
-Nanami- cansado hizo que se sentara otra vez en el sofá- Takano-san está aquí para hablar sobre un tema.
Ya sentada analizo la mirada del mayor, y recordó todo. Una “O” se formo en su boca, lo apunto con su dedo índice mientras ya todos sabían lo que venía.
-¡¿Qué haces aquí!?- enojada se levanto del asiento del sofá- ¡Ni pienses en venir a buscar ayuda después de lo que hiciste vejete idiota!
-¡Quedas desterrado de la aldea!-
Fue lo último que grito, una simple mirada basto para que se callara y se sentara tranquila, y esa mirada fue de takano. Ni en los momentos más problemáticos podía ser seria, cosa que enojaba al azabache.
-¿No podrías ser un poco más madura?- suspiro misaki- Estamos hablando de algo serio.
-¡Estoy siendo madura!- inflo sus mofletes- Es por eso que yo voto por el sacrificio de takano-san.
Una mirada asesina apareció en el mencionado haciendo que nanami se tapara su boca asustada, se podía notar como unos rayos chocaban en las miradas de takano y nanami.
-Bien ya basta- agrego misaki- Takano-san ¿Qué querías hablar?
El mayor suspiro y pensó todo, sinceramente no venía a pedir “ayuda” como la pelinegra grito, simplemente vino a dejar algunas cosas en claro.
Nanami iba a protestar diciéndole mil cosas más como “Ya no serás miembro del equipo pokemon”, “Entrega tu banda ninja” o “la pandilla se separaba por su culpa” pero misaki le alcanzo a tapar la boca son su mano, dejándole el paso a takano para hablar.
-Miren- Agrego- No vine aquí necesariamente por su ayuda, solo vengo a aclarar lo que paso y aunque no me crean yo les diré a todo costo, la verdad.
Nanami con una mirada de interés escucho cada frase que dijo el azabache, le movió su mano dándole señal a que siga, ya que no podía hablar por misaki que aun la tenia muda por su mano.
-Sora takanashi- menciono a la rubia- les pido por favor que no la malinterpreten, simplemente es una mocosa que se enamoro de un Sensei… No negare que me sorprendió su beso y que de verdad sentí que ella estaba desesperada por llamar mi atención- Hablaba mientras nanami solo fruncía su seño al escuchar ese maldito nombre- No siento nada por ella, no quiero tener nada con ella, no necesito tener a miles de mocosas o mujeres detrás mío porque….
-Porque yo tengo a alguien a quien amo, y si eso significa que tenga buscarlo mil veces en este mundo por mis errores… yo lo hare.
-Takano-san- dijo misaki sorprendido por sus palabras.
-¡Eso fue muy bello!- lloraba nanami con unas cascadas en sus ojos mientras sus dos amigos la miraban con una gota en la cabeza.
-No les pido su ayuda chicos- suspiro- De hecho solo les vengo a decir que no hagan nada, esto es algo que debo resolver por mi mismo ¿Entendido?
-¡Pero takano-san!- alego nanami levantándose nuevamente.
-No nanami- agrego misaki- tiene razón ¿Qué haríamos nosotros? Solo agrandaríamos más las cosas, por ahora es mejor que ellos dos hagan las cosas a su tiempo.
Nanami estaba furiosa, primero ritsu y ahora takano. Quería hacer algo al respecto pero ni uno de los dos querían que alguien se cruzara en este problema ¿Tan grave es todo? Pensaba la azabache triste.
¿Qué pasaría de aquí en adelante? Esa pregunta giraba en la mente de nanami, No quería perder a ni uno de sus amigos pero tampoco quería estar hablando con cada uno de ellos por separado. ¿Acaso no se aman tanto como para que todo vuelva a ser como antes?
-Bueno- se levanto del sofá- Gracias por escuchar todo chicos, nos vemos en clases.
Takano se retiraba, mientras que los dos chicos asentían con sus cabezas. Nanami no soportaba esto, de verdad que le afectaba más las cosas que a todos sus amigos y eso le enojaba más que cualquiera, No quería seguir teniendo ese corazón tan blando.
En un rápido movimiento se levanto del sofá y corrido a la entrada de su casa, misaki le grito llamándola pero esta ni se inmuto de frenar y volver a sentarse. Como pudo llego donde estaba takano quien ahora ya estaba caminando en la calle.
-¡¿Por qué!?- grito llamando la atención del pelinegro, este se sorprendió al verla parada detrás de él y más cuando tenía un piyama puesto.
-¿Por qué no dejar que te ayuden?- pregunto cansada por la carrera que dio- ¿Cuándo ahora está en juego la persona que amas?
-No entiendo esa maldita parte-
Takano solo suspiro al ver que siempre nanami era la que más se preocupaba por los problemas de los demás, tenía que aprender que no todo siempre es de color rosa.
-Nanami- la llamo –En la vida no todo es de color rosa, no toda la gente querrá tu ayuda o no todas las cosas saldrán como lo esperas.
-Esta es mi decisión, me imagino que ritsu te dijo lo mismo y es por eso que te sientes tan inservible- rio desordenando el cabello de la chica- Pero cuando te enamores y sientas que tú mismo debes arreglar los errores de tu relación…Hay lo comprenderás todo.
Le levanto la mano en modo de despedida pero la chica enojada solo le mostro su dedo de al medio, quedo en medio de la calle preguntándose cuando takano-san se puso tan experto en la vida.
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Habían pasado ya 3 días desde lo ocurrido, ritsu evitaba a toda costa a takano haciendo que nanami se preocupara mucho más de lo debido.
Siempre que el azabache pasaba por el lugar donde se encontraba este se escondía o simplemente tomaba otro camino, podían estar todos reunidos pero cuando se acercaba takano ritsu simplemente se iba o decía que tenía cosas que hacer en la biblioteca.
Había veces que la chica rubia, sora. Preguntaba por takano-san pero lo mejor que podía hacer el pelinegro ahora era evitarla a toda costa, nanami fue detenida muchas veces por kaede o misaki de golpear a la rubia oxigenada como le llamaba ella.
No se podía decir más de los otros chicos, kaede y rintarou estaban de lo mejor, misaki y Usami hacían florecer su amor cada vez más pero nanami preocupada veía como no había señales de la pareja “TakanoxRitsu”.
Ahora mismo ella se encontraba en la gran biblioteca de la escuela, ayudando a su querido amigo ritsu. Era incomodo ya que a veces el oji verde le preguntaba por takano y ni siquiera sabía que responderle.
-Nanami préstame ese libro por favor- hablo el chico que estaba en una pequeña escalera ordenando los pocos libros que no eran dejado en su lugar.
La chica solo asintió mientras le iba pasando uno a uno los libros que estaban encima de uno de los mesones que tenía esa biblioteca, ritsu aun encima de la escalera los recibía y dejaba en el lugar donde pertenecían.
Se extraño al ver a nanami tan callada y un poco seria, llegaba a dar un poco de miedo ver a la nanami loca y bipolar con una mirada perdida.
-¿Pasa algo?- la miro desde arriba- Hoy no me estás hablando sobre alguna manga o serie de Yaoi.
-¿A si?- Pregunto un poco aburrida- creo que solo estoy cansada.
Desconfiado solo asintió con su cabeza, seguía recibiendo unos cuantos libros que nanami le pasaba. Era un lindo día soleado, perfecto para pasarla con los amigos o relajarse, Para ritsu los 3 días que habían transcurrido fueron tranquilos sin quitar el hecho que se estaba obligando a ignorar a takano como una “Lección” pensaba el castaño.
Nanami estaba un poco perdida en estos 3 días cosa que le preocupo un poco a ristu, tal vez está tratando de recordar algunas cosas desde el accidente.
-Oye nanami- la pelinegra lo miro atenta- ¿Has recordado algunas cosas?
La chica ya sabía a lo que se refería, al parecer el estaba consciente de las últimas palabras que esta le dijo sobre ese tema. No sabía muy bien que era lo que faltaba en sus recuerdos pero sentía que era algo grande y de mucha importancia.
-La verdad no- suspiro cansada- es extraño, hay veces que estoy muy bien con mis amigos pero algo fugaz cruza por mi mente es como si…
-Alguien estuviera pasando por mis recuerdos fugazmente, pero no recuerdo nada-
La chica se dio cuenta que ritsu lanzo una rápida miraba de sorprendido y ¿Apenado? Eso confundió mucho a nanami.
-Ritsu-chan- hablo-¿Hay algo que yo no sé desde ese accidente?
Ritsu sorprendido abrió su boca levemente, nanami algún día terminaría sabiendo la verdad oculta entre ese horrible accidente que le quito gran parte de sus recuerdos ¿Era hora de que supiera la verdad?
-Nanami escucha- la chica dio una mirada confundida por el tono quebrado de ritsu.
El castaño no alcanzo a decir la verdad, ya que con un pequeño movimiento fallido que un resbalo de la pequeña escalera. Nanami sorprendida y asustada trato de correr al lado del castaño.
-¡¡Ritsu-chan!!- grito.
El castaño esperaba el impacto del suelo pero nunca llego, sorprendido y asustado abrió los ojos lentamente sorprendiéndose por lo que había pasado. Una persona había alcanzado a socorrerlo antes de que se diera un gran golpe por esa fea caída, la persona lo tenía en sus brazos mientras ritsu aun pensaba que era un sueño.
-Takano-san- hablo alegre nanami viendo que el mayor alcanzo a aparecer.
-¿Estás bien?- pregunto el pelinegro refiriéndose a ritsu.
El chico sonrojado y con el seño fruncido, se dio cuenta que su “Novio” lo tenía en sus brazos como si fuera una princesa. La vergüenza y los nervios no los dejaban actuar mientras escuchaba los gritillos ahogados de nanami por la emoción de la escena.
El pelinegro dirigió su mirada hacia el castaño, poniéndolo más nervioso aun. Esos ojos almendra que tanto lo ponían nervioso y enamorado, su corazón latía a mil, aun podía poner nervioso a ritsu y eso le alegraba internamente.
-E-Estoy bien, gracias- se bajo rápidamente de los brazos del mayor y se fue rápidamente caminando a su salón.
-¡Ritsu-chan!- grito nanami.
El castaño iba a paso apresurado mientras agarraba levemente su pecho, su corazón seguía latiendo muy fuerte y su cara seguía sonrojada. Takano seguía siendo la persona que causaba todo eso en el pero el amor y el dolor se mezclaban en su pecho asiendo que todo se sintiera horrible.
Choco con alguien haciendo que sus pensamientos dejaran de funcionar, preocupado ayudo a la persona que cayó al suelo por su culpa. Una cabellera rubia y ojos azules, reconocería esas dos cosas en cualquier parte…era la chica que estaba besando a su takano-san.
-P-Perdón- el castaño se disculpo y siguió su camino.
Lo que menos quería ahora es que la chica lo reconociera y supiera que takano estaba teniendo una relación con un estudiante.
-¡Espera!- agarro su brazo haciendo que no pudiera caminar más.
-No me presente esa ves, perdón-sonrió apenada sora- soy Takanashi Sora.
Ritsu se sorprendió al ver lo normal que llevaba todo la rubia, una mueca se formo en su cara al ver que la chica esperaba que él se presentara y ni siquiera le salían palabras, ya que le dolía mucho al ver que la chica era muy bella y que fácilmente encanto a takano.
-Onodera ritsu- fingió una sonrisa.
-¿Eres hermano o primo de masamune-san?-
Una gran punzada le llego al corazón, a si que después de todo solo se veía como un hermano o primo de su propio “Novio” este negó levemente la cabeza haciendo que la chica mirara un poco confundida.
-Oh bueno no importa- sonrió y le estiro la mano para estrecharla- soy la novia de masamune-san.
¿Novia?
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-¡No aguanto más esto!- grito la pelinegra golpeando fuertemente el escritorio.
Eran horas de receso en la escuela, nanami estaba enojada por la escena que tuvo que ver en la biblioteca de takano y ritsu. Cuando estaba enojada iba a la enfermería a tomarse un relajante café con el buen Sensei encargado de la esta.
-Nanami-san- el regaño – recuerda que viniste aquí para relajarte no para romper mi escritorio.
-¡Pero nowaki-san!- grito enojada casi aventando el escritorio- ¡Solo me has dado café y ni un solo consejo!
El peli azul suspiro un poco cansado, mientras veía como la chica hacia unas cuantas pataletas de rabia. Nanami había llegado como una furia a la enfermería a contarle todo lo que le había pasado estos 3 días, siempre hacia lo mismo, iba al lugar solo para pedirle un consejo al peli azul.
-Bien- nanami le prestó atención- mi consejo es que no andes agrandando más las cosas de takano y ritsu-san.
Nanami le salió un aura negra y lo fulmino con la mirada mientras nowaki solo le sonreía inocentemente.
“Kusama nowaki, El querido Sensei de la enfermería. De cabello negro azulado y ojos de igual forma, como ya se dieron cuenta es como mi consejero y buen amigo de confianza, es el querido novio de historias sociales Kamijyou Hiroki”.
-Sensei- alargo la ultima letra- esto ha sido un infierno, no puedo ni concentrarme en mis estudios.
-Nanami tu nunca estudias- una gota rodo por su cabeza.
Nowaki conocía a nanami desde hace muchos años, al igual que Hiroki. Los dos hombres han visto como ha crecido la chica y al igual que Hiroki regañarla cuando se mete en problemas en la escuela.
-Como va todo con hiro-san- la chica abrió el ramen instantáneo que ya estaba listo.
El chico sonrió al recordar a su querido hiro-san, ahora mismo el lindo castaño oscuro debe estar ayudando a su clase a arreglar algunos asuntos con los exámenes del año. Aunque nowaki quería ver a hiro-san y tenerlo en sus brazos todo el santo día…
-Pues ya sabes- tomo un sorbo de su café- hiro-san le cuesta se amoroso conmigo pero cuando haces esas acciones tan lindas.
La chica estaba con una gran sonrisa escuchando lo que decía nowaki, se notaba que el chico estaba muy enamorado de él, aunque el demonio de historias sociales fuera duro nowaki seguía ablandándolo cada vez mas.
-¿Y qué tal tu?- pregunto esta vez el chico- ¿Ya tienes novio?
Nanami enojada iba a responderle por la burlesca pregunta que había hecho su Sensei, pero la puerta de la enfermería se abrió dejando ver a un ritsu con unas cuantas lágrimas en su mejilla.
Nanami sorprendida se paró de su asiento casi botando su silla, nowaki al igual de sorprendido alcanzo a sujetar la silla que nanami casi bota por el impulso de ir ver a ritsu.
-¡¿Ritsu-chan!?- rápidamente lo abrazo y miro desde abajo ya que era más bajita que el- ¿Qué paso? ¿Por qué lloras?
El castaño se sorprendió al ver a la pequeña pelinegra en la enfermería, el solo venia a hablar con nowaki-san ya que él era prácticamente el consejero o algo a si de la escuela, se seco las lágrimas rápidamente al ver que la chica estaba preocupada y con el ceño fruncido.
-N-No es nada- dijo rápidamente- Solo venia porque me dolía la cabeza.
-¿seguro ritsu-san?- el peli azul puso su mano en el hombre del castaño para darle un poco de apoyo.
-S-Si- hablo bajo mientras ponía una triste mirada- no es nada chicos.
-¡Pues yo no creo nada de nada!- grito nanami con los brazos cruzados.
-Bien- suspiro ritsu rendido- al final de todo conocí a sora-san, hablábamos un poco.
-¡¿Conociste a la maldita oxigenada!?- grito nanami.
-¡Nanami-san!- le pego en la cabeza el peli azul haciendo que la chica se sobara el lugar.
-Ella dijo que era novia de takano-san- la voz se le quebró un poco mientras una mirada muy triste aparecía en la cara de ristu.
Nanami puso una mirada de preocupada mientras que se enojaba cada vez mas, nowaki al notar eso puso una mano en la cabeza de la azabache para que no siguiera enojándose.
-¡Esa maldita solo esta chantajeando!- grito enojada- ¡Takano-san lo único que quiere es arreglar las cosas contigo! ¡La oxigenada solo anda esparciendo rumores falsos!
De un rápido movimiento salió de la enfermería corriendo, alarmando a ritsu y nowaki. El peli azul estaba seguro que la chica iría hecha una furia donde la rubia a darle un pequeño saludo.
-¡Nanami!- grito ristu- ¿A dónde va?
-Sera mejor apurarnos ritsu-san- hablo nowaki empezando a caminar con el castaño- conociendo a nanami, esto no terminara bien.
Ritsu miro preocupado a su Sensei y apresuro el paso, estaban seguros que irían a la clase de hiro-san ya que sora era su alumna y aunque estuvieran en receso había unos cuantos estudiantes con el castaño oscuro en el salón.
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-He notado que no has hablado para nada con ritsu- un castaño que estaba apoyado en su escritorio hablaba con takano.
-Las cosas se salieron un poco de control- dijo mirando a la chica culpable que esta solo le sonreía seductora mente mientras hablaba con unas de sus cuantas amigas.
Hiroki miro en dirección a su alumna sabiendo ya lo que había ocurrido ya que nanami le había contando con sumo detalle lo que había pasado, se sorprendía que la chica no haya recibido un golpe o un insulto de nanami.
-¿Nanami no ha hecho nada?- pregunto Hiroki – digo ha estado muy relajada con todo.
-Créeme hasta yo me sorprendo de que las cosas estén tan pasivas entre las dos chicas- suspiro – estoy seguro que sora está diciendo unas cuantas cosas que molestaran a nanami.
-Pero ella aun tiene intenciones contigo- agrego - ¿Tu las tienes con ella?
-¿Es broma?- rio levemente- estoy tratando de arreglar las cosas con ritsu pero tampoco quiero obligarlo a nada.
El castaño oscuro asintió levemente, no alcanzo a decir algo más ya que la puerta de su salón sonó fuertemente. Una enojada nanami estaba parada justo en la entrada buscando con la mirada a alguien entre los pocos alumnos que estaban en su salón.
-¿Nanami?- pregunto takano mientras veía que buscaba a alguien con su mirada.
La chica no respondió solo se acerco a un grupo de chicas que reían muy alto, se paro frente a todas y fingió toser. Las chicas miraron sin importancia y con recelos.
-Hay no- hablo Hiroki preocupado.
-Oh nanami-san-se levanto de su asiento y la abrazo con falsedad en su cara, nanami ni siquiera recibió ese abrazo solo se quedo parada sin nada que hacer.
-¿A sí que novia de masamune-san?- pregunto la pelinegra con cara de pocos amigos.
Takano se sorprendió con las palabras de nanami ¿Acaso la rubia andaba esparciendo cosas por la escuela? Y por más que pensaba en eso se preocupaba de lo que ritsu haya escuchado por parte de sora.
-No es asunto tuyo enana- hablo una de las chicas que estaba con la rubia- Una chica como tú no puede saber esa clase de información.
Todas rieron menos nanami que seguía con su rostro serio, los dos Sensei estaban atentos a lo que pasaba en el grupo de chicas. Relativamente eran 4 chicas contando a sora y aparte estaba nanami con una mirada de pocos amigos parada frente a esas chicas.
-Tranquilízate chica ruda- hablo por fin nanami- mi asunto es con la rubia oxigenada, ahora si no quieres que te rompa la cara será mejor que ninguna de ustedes se hagan las “niñas malas” porque detesto a las malditas plásticas haciéndose las rudas.
Escupió cada palabra con odio mientras intimidaba a las tres chicas menos a la rubia que seguía a unos cuantos centímetros parada de nanami, las otras retrocedieron asustadas mientras dejaban a la rubia y a la pelinegra en medio del salón.
Takano ya estaba listo con interferir en esa discusión si se llegaba a salir más de control, le tiro una mirada a Hiroki mientras este le asentía levemente comprendiendo lo que pasaba.
-Hay nanami- rio la rubia cambiando su cara a una burlesca y sínica- ¿tanto espectáculo por un Sensei?
-¿Acaso estas enamorada de masamune-san?
En el salón se escucharon dos risas, que eran de Hiroki y nanami. Era como un chiste escuchar eso, ya que la pelinegra se llevaba mal hasta la muerte con takano, la rubia sin entender soltó un bufido mientras se miraba las uñas rosadas que tenia.
-Perdón- se seco la pequeña lágrima que le salió por la risa- estuvo bueno el chiste.
-¿Acabaste?- suspiro.
-Oye oxigenada- hablo de nuevo poniéndose seria- no quiero pelear, solo quiero dejarte en claro algo…
-Deja de andar diciendo cosas que no son ciertas, créeme te ves ridícula haciéndolo. Jamás te metas con mis amigos y lo más importante… ya deja de andar separando a la gente que de verdad están enamorados.
Los pocos alumnos empezaron a murmurar cosas por lo que nanami dijo en voz alta dejándola en vergüenza, y cuantos alumnos empezaban a asomarse en la puerta del salón mientras escuchaban la pelea de esas dos chicas bastante populares en la escuela.
Los dos Sensei ya percatándose de lo que estaba ocurriendo, decidieron relajar las cosas y parar ese pequeño conflicto que tenían esas dos chicas.
-Chicas ya es suficiente- decía el pelinegro acercándose a nanami.
-Takano-san tiene razón- agrego Hiroki- no quiero peleas en mi salón de clases.
-Ahora comprendo todo- hablo sora enojada apretando sus puños- Tu eres la tal novia de masamune-san.
Nanami no alcanzo ni siquiera a examinar la estúpida respuesta que la rubia dijo, ya que sintió un fuerte golpe en su mejilla.
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-¡Vengan rápido!- grito un chico por la puerta del salón de clases mientras kaede hacia sus clases tranquilamente- ¡Nanami-san y la rubia están peleando!
Misaki quedo hecho piedra cuando escucho eso, nanami otra vez estaba metida en una pelea en la escuela. Todos empezaron a desesperarse y murmurar cosas, poco a poco se iban levantando de sus asientos curiosos por lo que escucharon.
-Tranquilos- trato de calmar kaede- Nadie se desespere, quédense quietos y….
Todos empezaron a salir apresurados por la puerta, dirigiéndose al salón donde estaban casi todos los alumnos de la escuela. Hasta el mismo misaki agarro a Usami-san del brazo para salir corriendo por la puerta, se podían escuchar los insultos que nanami le daba a sora.
-Sentados…- suspiro kaede mientras veía que su salón ya estaba vacío.
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No podía respirar bien, su nariz sangraba por el gran golpe que le había dado la rubia. Enojadísima levanto su vista mientras veía que sora estaba sonriendo victoriosa, se limpio el rastro de sangre que tenia por la nariz y se levanto.
-¿A sí que la maldita quiere pelear?- sonrió enojada intimidando un poco a la rubia.
-Oh veamos que tienes- levanto sus puños colocándose en posición de pelea.
-¡Nanami alto!- grito nowaki.
La pelinegra corrió hecha una furia hacia la rubia, sora en un rápido movimiento le iba a propinar un golpe pero la azabache costosamente alcanzo a agacharse. Con sus pies hizo que la rubia callera al piso y rápidamente se apresuro a golpearla seguidamente en el piso, la sangre en la cara de sora hacia que la pelea ya se saliera de sus casillas.
-¡Nana-chan!- grito rintarou que entro seguido por kaede.
Miro detenidamente a todos sus amigos, estaban todos hay mirándola con cara de preocupados mientras ella tenía la nariz sangrando. “Oh no” pensó ella aun encima de la rubia mientras le dedicaba una pequeña sonrisa a sus amigos.
Ellos aliviados sabían que la pelinegra iba a parar y se iría de esa horrible escena. Estaba lentamente parándose pero una gran patada en la quijada de nanami hizo que esta callera de espaldas al suelo.
-¡Maldición eso fue trampa!- grito kaede.
Sora se paro con dificultad mientras sonreía, “con ese golpe bastara para callarla” pensó mientras se limpiaba la sangre.
Pero una fuerte patada en los muslos hizo que se arrodillara, miro cansada de dónde provino eso y vio a una enojada nanami que ahora mismo su boca sangraba a montones por esa patada que le propino.
Una brusca tacleada basto para que las dos chicas quedaran encima de unas mesas mientras que nanami estaba aferrada como un gato a la rubia dándole fuertes golpes en la cara.
-¡Ya basta!- grito kaede.
Usami y kaede sujetaron a nanami por los brazos mientras que sora era sujetada por takano y nowaki, las dos chicas con moretones y sangre forcejeaban para ir encima de la otra.
-Ya fue suficiente nanami- agrego Usami aun sujetándola- ya la dejaste hecha polvo.
Nanami sonrió débilmente por el cumplido del peli plateado, pero de igual forma la rubia seguía forcejeando para tirarse de nuevo encima de la pelinegra.
-¡No me interesa que seas la novia de masamune-san!- grito la rubia- ¡Yo hare todo por estar con él!
-¡No soy su novia idiota!- grito cansada nanami-¡Onodera ristu es su novio!
Todo quedo en silencio mientras en el rostro de ritsu se vio un leve sonrojo, takano dirigió la mirada a su “novio” mientras aun tenia retenida a la rubia. La rubia con una mirada de confusión ante la acción de takano, la mirada que le dio a ritsu fue una de cariño y preocupación cosa que jamás recibiría de parte del pelinegro.
-¡Tú no sabes nada del amor!- le grito a nanami- ¡No sabes que es amar a alguien y que ni siquiera te tire un mirada!
Nanami sorprendida escucho cada palabra que la rubia le grito, enojada se zafo del agarre de sus dos amigos y se acerco a la rubia. Sin ninguna intención de golpearla o herirla.
-¡No me vengas a hablar de amor!- le grito- ¡Cuando lo único que has hecho aquí es separar a una hermosa pareja!
-¡¿Acaso sabes lo que se siente amar a alguien!?- unas cuantas lagrimas se acumularon en sus ojos- ¡¿Y que luego no recuerdes nada de ella!? ¡¿Lo sabes!?
Todos los chicos quedaron sorprendidos y en silencio, después de todo nanami descubrió por si misma lo que había olvidado en el accidente…
-Ahora deja de darme sermones de amor- gruño y empezó a caminar con dificultad- deja en paz a ritsu-chan y takano-san… por favor.
Ristu la ayudo a caminar mientras rápidamente llegaban misaki y rintarou a su lado, los chicos tenían una mirada adolorida por lo que nanami grito. Ella descubrió su propia verdad….
Un gran estruendo se escucho en el salón, la rubia lanzo una silla en dirección a nanami. Todo fue en cámara lenta, nanami ya ni podía moverse para esquivar la maldita silla y en un rápido movimiento ristu la aparto con un empujón.
La silla iba directamente hacia el castaño que solo cerró los ojos por instinto esperando el gran golpe de esa silla que fue tirada por sora.
-¡¡Ritsu!!-