Algo extraño estaba pasando, y lo supo en cuanto abrió sus ojos. Ya no se encontraba en su habitación, ahora estaba sentado en una sala de interrogación y sus manos estaban sujetas a la mesa de metal, un hombre con bata blanca estaba sentado frente a él con sus lentes negro.
— Has estado mintiendo — la voz del hombre daba a entender el estado de furia en el que estaba —sabes cuánto tiempo he pasado tratando de encontrar una cura para que puedas controlar tus ojos pero ahora sé que siempre los has podido controlar
— Nunca me preguntaste si podía controlarlo
— ¡Claro que lo hice!
— No es verdad
El hombre enfrente regulaba la respiración tratando de no perder el control con el adolescente.
— ¿Desde cuando puedes hacerlo?
— No te lo voy a decir
— ¿Estas seguro? — de uno de los bolsillos sacó una bolsa con dulces — Naruto los dejo para ti
— Entregamelos — exigió con seriedad el menor
— No lo haré — guardando nuevamente la bolsa — no hasta que respondas mis preguntas
— ¡NARUTO LOS DEJO PARA MI! ¡ENTREGAMELOS!
— Ya te lo dije, si quieres que te los entregue primero debes responder a mis preguntas
El menor empezó a regularizar su respiración, miraba con odio a ese hombre, como se atrevía a negarle algo que era suyo. Ademas no se podía asegurar a ciencia cierta si había sido el mismo Naruto quien los había dejado, o sólo se trababa de una mentira para sacarle información, pero con solo escuchar ese nombre desencadenaba en su instinto una serie de emociones.
— ¿Què es lo que quieres saber ? — dijo con indiferencia
— ¿Desde cuando puedes controlar el Sharingan ?
— No hace mucho, que no te hayas dado cuenta no es mi problema
— ¿porque no le hiciste daño a Naruto?
— No quise hacerlo
— ¿por qué?
— Porque Naruto no presenta ningún tipo de amenaza, además... el ahora es mi amigo
El silencio invadió el lugar, era incómodo, Fugaku no pensó que Sasuke diría algo así, era extraño algo sucedió en su interior, talvez su instinto paternal.
— ¿Te gustaría volver a ver a Naruto?
— ¿Él volverá?
— ESO depende a cuanto colabores, te haré unos exámenes, si logras pasar, podrás volver a verlo.
El mayor se levantó se acomodó su bata y empezó a caminar hacia la puerta
— Respondí tus preguntas, ¿que hay de lo que me dejó Naruto?
— Es verdad — metió su mano en el bolsillo y saco la bolsita con dulces, ahora son tuyos pero te los daré cuando te regresamos a tu habitación
El hombre salió y una nube de gas salió de unos agujeros en la pared y nuevamente Sasuke sintió sueño.
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No sabe con exactitud cuanto tiempo pasó dormido, pero en cuanto despertó lo primero que vio fue la bolsa con dulces. Esa sensación de emoción en su pecho era inigualable, le gustaba esa sensación en su pecho se sentía tan bien, quería volver a verlo, necesita saber más de él, pero encerrado en ese lugar no iba averiguar mucho, de alguna manera debía de salir y una vez afuera nada ni nadie iba a detenerlo.
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De uno en uno fue inspeccionado los dulces, eran raros y de colores, también habían unos cuantos chocolates, eran deliciosos totalmente distinto a todo lo que había probado en ese lugar. Con el pasar de los días la bolsa iba quedando vacía y sus ganas por salir incrementaban.
— Sasuke, te haremos unos análisis — una voz femenina se hizo escuchar por el intercomunicador
— No es necesario que me seden, colaboraré
— No podemos confiar en tus palabras
Y nuevamente un gas inundaba la habitación, este gas no lo ponía a dormir, pero le daba una sensación de pesades en el cuerpo y su visión era débil, nisiquiera podía mantenerse en pie, pero era consciente de lo que estaba pasando.
Segundos después unos sujetos con trajes y máscaras ingresaron cuando la pared de Cristal se abrió por la mitad permitiéndoles el pase hacia su habitación.
Cada uno se posicionó a sus costados y lo acostaron sobre una camilla que lo llevaría hacia la sala de investigación.
Todo era borroso, las voces estaban distorsionadas y distantes. Los rostros no estaban claros, pero todos tenían puesto esos enormes lentes negros.
Un sujeto tomo su brazo para inyectar un tipo de líquido azul. Con las podas fuerzas que tenía, el menor lo detuvo y logró visualizar que de trababa de su padre
— No lo hagas, quiero ir a casa papá
Era la primera desde que Sasuke lo llamaba así, nunca antes lo había llamado así
— Esto te ayudará, no tengas miedo hijo — revolvió con nerviosismo los cabellos de Sasuke
Una vez inyectado el líquido, los síntomas parecían estar normales y no presentar anomalías, es más parecía que el líquido estaba cumpliendo con su función puesto que los ojos rojos de Sasuke se pusieron negros sin que Sasuke lo quisiera, pero al cabo de unos cuantos segundos todo se salió de control.
El ritmo cardíaco de Sasuke empezó acelerarse, su respiración era rápida y entrecortada, su cuerpo empezó a temblar y los ojos se le pusieron blancos. Pero de pronto todo calló, se perdió el ritmo cardíaco, Sasuke dejo de respirar y su cuerpo dejo de temblar, la máquina indicaba de habia sufrido de un paro cardíaco.
—Rapido el desbrifilador — le dieron unos choques eléctricos pero el ritmo de su corazón no se reanimaba
— Vamos otro más — la desesperación inundó a Fugaku, estaba perdiendo a su hijo — vamos Sasuke Reacciona .... reacciona... reacciona
Pero nada, la máquina no presentaba ninguna animación de ritmo cardíaco
— No... no...
Y unos segundos después un pitido provino de una de las máquinas, nuevamente Sasuke respiraba y su corazón empezó a latir.
— Sasuke hijo mío — Fugaku atrapó en un abrazo a su hijo, había sentido tanto miedo perderlo, por su mente pasó la imagen de sus esposa y su hijo mayor llorando la pérdida del menor de los Uchiha y fue una de las peores sensaciones que había experimentado
— Papá llevame a casa
— lo haré Sasuke, pronto volveremos a casa
Los ojos de Sasuke se cerraron nuevamente y un pensamiento pasó por su mente antes de perder el conocimiento
— lo logré
Continuara***