Recuerdo cómo me quedaba dormido mientras el director hablaba y hablaba sin señal de que fuera a acabar.
El insómnio que me había atacado la noche anterior empezaba a manifestarse y aún me quedaba un laargo día por delante.
Sentí una mano tocándome el brazo con cierta delicadeza, como si estuviera temeroso de que me despertara con mal humor o algo así. Era el tipo argentino.
-Oye "Cris", no debes dormir aquí... si la profesora te ve te amonestará en tu primer día.
-No creo que pueda verme con la poca luz que hay aquí.-Le respondí un poco molesto.
-Aún así. No es correcto.
-Tampoco está bien que estés hablando y molestando a los demás.
En ese momento escuché la voz del director agradeciendo por nuestra atención e invitándonos a reunirnos con nuestros A.A.P.E para que nos presentarán la escuela.
-Bueno "Mateo" debo encontrarme con mi Guía escolar asi que adiós...-Dije mientras me disponía a irme a toda velocidad de ahí pero fui detenido por él.
-Espera... me llamo Matías no Mateo... sólo para que lo recordarás...-Aclaró con una sonrisa en su cara.
-Como ya te dije, dile eso a alguien a quien en verdad le importe.
Al salir del auditorio los mismos chicos mayores de la entrada estaban ahí, supongo que esperando por nosotros obviamente.
Escuché un grito que pronunciaba mi nombre, era Kate
-Hola, ¿qué tal el discurso?-Me preguntó una vez que estuvo justo en frente de mí.
-Aburrido... ¿debía ser de otra forma?
-La dudas hasta el final pequeño...-Dijo mientras acariciaba mi pelo, lo que me desagradó y mucho.-Primero debo enseñarte el lugar.
-Gracias por despeinarme... ¿por dónde empezamos?-Pregunté al mismo tiempo que intentaba calmarme, ya saben, para no ser grosero con ella.
-Primero los edificios estudiantiles y después iremos a donde quieras.
Como ya había dicho antes, este lugar era enorme y nos llevó aproximadamente 1 hora recorrer todo el lugar. Kate era muy simpática y amable. También parecía ser bastante popular ya que saludaba cada 3 pasos a una persona diferente.
Me enseñó el aula de biología en la que iba a tomar dicha clase. El salón de computación, que fácilmente tenía entre 50 a 60 computadoras.
-Puedes venir aquí después de clases para hacer tus tareas y ese tipo de cosas.-Me dijo.
Después fuimos al Gimnasio en el cual había una pequeña piscina, supongo que para aquellas personas que participaran en las interescolares de natación, una cancha de futbol y una de basketball, lo que me trajo un amargo recuerdo no muy lejano.
-He visto suficiente de éste lugar. Me quiero ir.
-¿No te gustan los deportes? aún falta ver los vestuarios...-La interrumpí casi al instante.
-Me quiero ir ahora... por favor.-
Se quedó un momento callada, creo que fuí muy brusco con ella...
-Está bien Kris, vámonos de aquí.-
-Lo siento... es sólo que no me gusntan los deportes.
-¿Malos recuerdos de la primaria?...-No le respondí.-Bueno para serte sincera a mi tampoco me gustan mucho los deportes. ¡Bien! sólo queda enseñarte las cafeterías: el lugar favoritos de los vagos y perezosos, como tú o yo. Hehehe.-¿Ella en verdad era así de feliz siempre? Aunque para ser sincero, no me molestaba.
Tras unos momentos caminando, llegamos a un edificio un poco más pequeño que estaba justo detrás de mi edificio estudiantil.
-Espérame aquí compraré algo de comer.-Me pidió amablemente.
-Pero no tengo hambre.
-¡Tonterías!... ¿Una hamburguesa con queso estaría bien?
-Sin cebolla por favor.
Miré mi reloj y ví que efectívamente había pasado una hora con 30 minutos. No iba apenas a la mitad del día y ya me quería ir a casa y dormir un poco.
Dormir era lo único que me agradaba en ésta vida. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz femenina que ya conocía de antes. Era Valerie, la chica que rechazó a Ethan.
-¿Kris? ¡Eres tú!.-Exclamó con felicidad al mismo tiempo que me extendía la mano. No le dirijía mucho la palabra, pero tampoco me llevaba mal con ella.
-Hola Valerie...¿que tal?-No le correspondí el saludo.
-¿Pasa algo? Te noto... ¿Enfermo?-Me preguntó un poco de preocupación.
-Si... estoy enfermo. Gripa de verano... pero estaré bien.-Le sonreí hipócritamente.-¿Dónde está tu A.A.P.E?-Le pregunté para que ella evitara preguntar más sobre mi vida.
-Fue a comprarme una bebida. ¿Y que le pasó al tuyo?
-Es una ella. También fue a comprarme algo de comer aunque yo no quería.
-El mío también... nisiquiera tenía sed. ¿Te molesta que me siente?-Negué con la cabeza.-Y bueno, dime ¿En qué salón estás?-Mi plan de preguntarle a ella algo para evitar que lo hiciera conmigo fue un verdadero fracaso.
-El salón "B". En ese edificio.-Le dije sin mucho interés.
-¡Wow! debiste haber sacado una increíble calificación. Yo quedé en el aula "D", también en ese edificio.-En eso hizo la pregunta que no quería escuchar.¿qué hay de Ethan? ¿en qué salón está?. Me preció extraño no verlo en la graduación. Ya sabes, por que dijo: "¡Cuando me gradué los mandaré al diablo a todos ustedes bola de imbésiles!"
-Él... no pasó. Se quedó fuera.
-¿Pero no tenía una 2da o 3ra oportunidad?-Me cuestionó.
-Si, pero él no los presentó. Era demaciado orgulloso para hacerlo... supongo.
-Ya veo...-se quedó callada un momento, unos cuantos segundos para ser exacto, y en eso volvió a hablar.-Oye... ¿Te puedo confesar algo? En verdad quería decirle que sí en aquella ocación. Cuando se confesó... pero me sentí nerviosa porque todos estaban viéndonos.-Sentí como mi cara se calentó por la cólera que sentí en ese momento.
-¿POR QUÉ NO LO ACEPTASTE?...-Le grité.-¿SABES LO MUCHO QUE SE ENTRISTECIÓ Y LA HUMILLACIÓN QUE SINTIÓ? TU NO LO VISTE, PERO DESPUÉS DE QUE TODOS SE BURLARON ÉL SE DESTROZÓ... casi lloraba.-Sentí la mirada de todos los que estaban en la cafetería, pero no me importó; debía liberarme.-Vete Valerie, por favor.
-Siento no haberlo hecho... aceptarlo. Pero también estaba siendo sincera con él. Debía sentrarme en mis estudios...-
-No debes decirme eso a mí. Se lo debías haber dicho a él... pero ¿sabes? en el fondo no quería que lo aceptáras.
-¿Por qué no?-Me cuestionó muy confindida.
-No te importa... sólo vete, por favor.-
-Me gustaría hablar contigo después. ¿crees que se pueda?-Me preguntó un poco entristecida.
-No existe la certeza, sólo la oportunidad... asi que, por ahora, adiós Valerie.
Ella me obedeció y se fue. Breves momentos más tarde, llegó Kate con una vandeja con una hamburguesa y dos vasos de plástico con jugo.
-¿Qué paso?-Me preguntó, supongo que porque escuchó los gritos.-¿Era una ex?
-No, de un amigo... por así decirlo.-Le dí un pequeño trago a mi jugo.
-¿Tu amigo era la misma persona que estabas buscando en la mañana? ¿Lo encontraste?
-No... él no ingresó aquí después de todo.
-Lo siento Kris. Seguro él tenía una razón.
-¿Podemos dejar de hablar de eso Katherine?-Le sugerí, un poco molesto.
-Llámame Kate... sólo los profesores y mis padres me llaman así cuando están molestos.
-Está bien, "Kate".-Le respondí justo antes de darle un mordisco a mi hamburguesa. Estaba particularmente deliciosa.
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