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Desde que te conocí por Ssussy

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Notas del capitulo:

Hola, ¿cómo están?. Aquí vengo yo con el cuarto capítulo de esta historia. La verdad es que no tengo mucha imaginacion para esto y mucho menos en cosas románticas, pero espero les guste.

Flashback


Eran ya las 11:00 de la noche. Al final, era mucha la necesidad que le producía el chico de protegerlo. Después de tanto pensarlo Sasuke decidió llevarlo a su apartamento. Luego le pediría que le contara lo que le había pasado, no podía quedarse con la intriga del por qué el chico estaba en esas condiciones. Cuando paró su auto en el estacionamiento del conjunto de apartamentos, volteó a mirar al rubio. Tenía razón, en que el chico debía estar muy cansado, pues estaba totalmente dormido en el asiento del copiloto. Miró la cara del chico, observo sus lindas facciones,  se veía un poco triste, tan frágil y desvalido; sin embargo, aun así no perdía el encanto. Bajó su mirada a su delgado y fino cuello y luego a su delicado torso. Tragó duro cuando se dio cuenta que a través del camisón sobresalían sus pequeños y semierectos pezones, debía ser por el frío. Era mejor dejarlo de reparar porque o sino se le iba a parar el corazón de un sobresalto y por ahí derecho otra cosa entre sus piernas.


Se bajó del carro y como no quería despertar al pequeño rubio, lo tomó en sus brazos y lo llevó hasta arriba a su apartamento. El chico todavía dormido se acomodó mejor en su pecho y al azabache cada vez más se le caían las barreras, no podía dejar de pensar cómo sería tener al doncel debajo gimiendo para él.


Cuando llegó a su apartamento, lo esperaba Sakura, estaba preocupada pues era raro que su jefe llegara tan tarde en la noche, si bien el no era ningún mojigato y muchas veces salía en las noches a disfrutar con amigos o cenas de negocios a estar con alguna conquista pasajera, era de los que tenía la delicadeza de avisar o dejar un mensaje con Kakashi. Su inquietud incrementó cuando llamó a este último y le notificó que el jefe se había quedado en la oficina. Se podría decir que Sakura más que una empleada, era como una amiga para Sasuke, ella siempre se preocupaba por él, pero también lo respetaba mucho como su jefe. Cualquiera podría decir que la pelirosa estaba enamorada de él, pero nadie más que el azabache sabía que estaba perdidamente enamorada de su novio Neji Hyuga.  


-Señor, que bueno que llega, estaba preocupada y… - Decía esta con el teléfono en la mano y dirigiéndose hacia él, pero se detuvo y dejo lo que iba a decir al ver que traía a un muchacho en brazos. Pensaba que estaba desmayado y ahí si que pensó lo peor – ¡Dios mio!, que le pasó al chico, ¿está herido? –inquirió la pelirosa un poco sobresaltada.


-Tranquila Sakura – pronunció en voz baja para no despertar a Naruto – solo está dormido.


La pelirosa de inmediato entendió que el ojinegro no quería despertarlo, así que tan bien bajó la voz – y ¿Quién es? – preguntó un tanto curiosa.


-Es una larga historia, por ahora quiero que prepares algo caliente detomar y el baño – expresó el azabache, mientras caminaba hacia su cuarto. Una vez allí, depositó al doncel en su cama. Se veía hermoso pero no lo podía dejar con esa ropa, sino seguramente enfermaría. Entonces se decidió por despertarlo, se sentó a un lado y depositando una mano en su mejilla derecha y la otra en su hombro, lo movió un poco.


-Naruto…Naruto


-Mnngh – Naruto se removió un poco en la cama, por lo visto no quería despertar.


-Hey, rubio hermoso, despierta – Susurró a su oído. El doncel fue abriendo sus pocos de a poco y parpadeando. Sasuke enderezó de nuevo su espalda al ver esto.


-¿En dónde estoy? – preguntó un tanto perezoso, pero rápidamente recordó todo lo que había pasado esa noche, así que sobresaltado y de un movimiento rápido levantó su espalda del colchón, quedando de esa manera sentado. Asustado miró el lugar y se dio cuenta que estaba en un cuarto, y de inmediato miró a Sasuke.


-Tranquilo – le dio con una voz que inspiraba confianza – estas en mi casa, me dijiste antes que no tenías a donde ir, así que determiné traerte aquí. No te pasará nada en este lugar.


-Etto… yo…-El rubio no sabía que decir, por un lado desconfiaba un poco por estar en la casa de un desconocido, pero por otro, la persona que tenía al frente mirándolo con un par de pozos negros le transmitía seguridad.


-Señor, el baño está listo – interrumpió Sakura saliendo del baño del azabache y mirando al chico. Sasuke asintió mirando a Sakura y de nuevo dirigió su mirada al rubio.


-No te preocupes, mañana veremos que hacemos contigo. Por ahora quiero que te des un baño y te cambies de ropa, con esa que traes puesta no puedes dormir. Sigue a Sakura, ella te indicará todo – el ojiazul asintió tímidamente y se levantó de la cama para dirigirse hacia la pelirosa.


-Señor, no tenemos talla de su ropa, es muy pequeño – Ante este comentario, Naruto se sonrojó mientras tomaba su mano con la otra en señal de timidez.


-Por favor pásale una camisa mía y un pantalón, le quedarán un poco grandes pero creo no habrá problema. Mientras tanto yo también me daré un ducha en uno de los baños del apartamento, necesito relajarme un poco - comentó mientras posaba una mano en su cuello y movía su cabeza de un lado a otro. La pelirosa asintió y se dirigió con Naruto hacia el baño ubicado en la habitación de Sasuke mientras le decía – Te dejaré acá en el baño, ya está listo, si necesitas algo no es sino que me llames, mi nombre es Sakura – Decía la ojiverde con una sonrisa.-Ahorita te traigo la ropa


-Gracias – dijo el rubio devolviéndole la sonrisa. Sakura salió de allí dejando al rubio dándose el baño que si que lo relajó y tranquilizó. Por lo menos no estaba encerrado allí con ese horrible hombre ojos de serpiente. No sabía que pasaría al día siguiente pero no quería que aquel hombre lo encontrara. Por el momento se enfocó en su baño, estaba calientito muy rico, así que se quedó un largo rato allí.


**************


Ya el azabache se encontraba en la habitación de nuevo esperando a que el rubio tormento saliera del baño, traía puesto un pantalón suelto de pijama al igual que una camisa suelta y se estaba secando el cabello con la toalla. De repente sintió que se abría la puerta del cuarto de baño, así que volteó hacia allí. Casi se le sale la sangre por la nariz, pues el rubio traía una polera azul oscuro que le caía hasta la mitad de los muslos, y también dejaba al descubierto uno de sus hombros.


-¿y el pantalón?-preguntó tratando de no mirarlo.


-Bueno, es… es que se me cae, es muy grande – Dijo el rubio apenado. Y es que el rubio era mucho más pequeño, media solo 1,65 metros y de contextura delgada. Parecía una muñequita de porcelana.


-Está bien, no hay problema. – El azabache se sentó en la cama - Ven, siéntate – le señaló el espacio de la cama junto a él. Cuando el rubio se acercó despacio y se sentó junto al azabache, éste le ofreció una tasa de chocolate caliente que había dejado Sakura previamente, la cual aceptó gustosamente.


Mientras el rubio tomaba su chocolate, el azabache le pregunta – ¿Estás más calmado? – a lo que el doncel asiente con la cabeza mientras pasa su lengua por su labio superior para limpiarlo un poco.


-Si, muchas gracias Sasuke-san – Decía con una pequeña sonrisa que embobaba a cualquiera.


-Dime solo Sasuke, me haces sentir viejo…Ahora bien, ¿Me vas a decir que fue lo que pasó?, ¿por qué estás así?, ¿de quién escapas?.


El rubio no sabía que hacer, no sabía si contarle todo lo sucedido a este hombre tan amable, que sino hubiese sido por el quien sabe en donde estuviera, o quedarse callado. Sin embargo aquel hombre había hecho mucho por el, por lo que decidió sincerarse.


-¿Cuéntame tu historia? – repitió Sasuke al ver la cara de duda que reflejaba el chico


-En...entonces comenzaré desde el principio – decía el chicho


-Soy todo oídos –Se acomodó mejor


-Yo nací en una familia que si bien no era rica, teníamos muchas comodidades. Mis padres eran científicos y trabajaban para una empresa muy importante en donde se realizaba eugenesia; es decir, donde se hacen experimentos y estudios para mejorar la especie humana. Cuando yo nací, mis padres se dieron cuenta que yo tenía un tipo de sangre muy especial, solo uno de cada 10.000 habitantes lo tienen y que además era doncel – Suspiró - Da la casualidad de que las personas que tienen esa línea de sangre y si son mujeres o donceles, pueden dar a luz a niños muy inteligentes con cualidades especiales que se pueden destacan en varios campos y nos distinguimos por las tres marquitas que tenemos a cada lado de las mejillas – señaló sus marquitas -Cuando mis padres lo supieron, decidieron esconderme, pues sabían que muchos de los que están relacionados al área de la eugenesia buscan las personas que tienen este tipo de sangre y hacen experimentos en laboratorios con éstas como si fueran ratones de forma totalmente ilegal, los ponen a procrear para estudiar al producto resultante e incluso a algunos los asesinan para abrirlos y estudiarlos más a fondo. Así que no tuve la oportunidad de asistir a un colegio de forma normal ni hacer amigos, mis padres contrataban a profesores y tutores para que me dieran clases privadas, claro, sin decirles el por qué. Es por eso que no conozco a nadie a mis 24 años. En todo ese tiempo mis padres me sacaban periódicamente un poco de mi sangre para estudiarla más a fondo y así pase mi vida hasta hace algunos meses.  Pero llegó un momento en que personas de arriba se dieron cuenta de que mis padres estaban realizando dicha investigación y además que yo era doncel, así que les propusieron comprarla ofreciéndoles una cantidad de dinero con la que estaban seguros aceptarían, sin embargo mis padres se negaron. La persona que estaba detrás de todo esto se llama Orochimaru, y al ver que mis padres se rehusaron y ocultaron la investigación hecha, los asesinaron. – Sollozó - La noche en que lo hicieron, entraron a mi casa, revisaron todo el lugar, pero jamás encontraron lo que estaban buscando. La cosa no se quedó así, me secuestraron y me llevaron a un lugar oscuro en el a duras penas podía realizar mis necesidades fisiológicas, al parecer era una bodega y estaba custodiada por unos cuantos hombres. Al principio me preguntaban mucho el paradero de la investigación, y al ver que no respondía, me maltrataban continuamente. Sin embargo, con el pasar del tiempo decidieron que era mejor iniciar desde el principio conmigo, por lo que comenzaron a sacarme sangre como lo hacían mis padres e igualmente me mantenían vestido con un camisón ligero para poder revisarme cada que quisieran. Pase noches llorando, con frío y extrañando a mis padres. Al ver que pasaba el tiempo y no avanzaban mucho en su investigación decidieron que era mejor embarazarme y estudiar lo que resultara, pero no cualquiera podía hacerlo, necesitaban a una persona idónea para ello, y si era posible que tuviera este mismo tipo de sangre. Hoy después de mucho tiempo tuve la oportunidad de escaparme de ese horrible lugar y del hombre que siempre me atormentaba. No sé qué pasó pero mientras uno de los que custodiaba el lugar, que al parecer era el único que se encontraba en la bodega en ese momento, aprovechó la ausencia del resto, se me acercó e intentó abusar de mí. Yo me negaba y trataba de forcejear pero el era mucho más fuerte - A estas alturas Sasuke ya tenía abrazado al pequeño cuerpo que convulsionaba de tanto llorar. Era triste lo que le había pasado, solo por nacer con una condición y la ambición de las personas – en un descuido observé que traía entre el pantalón una navaja, entonces no sé de donde saque el valor, aproveché que el sujeto estaba besando asquerosamente mi cuello, le  saqué la navaja e inmediatamente la enterré en su cuello. Al principio me asusté mucho al ver que probablemente había matado a un hombre pero quería salir de allí. Afortunadamente había dejado la cerradura sin seguro cuando pretendía tomarme a la fuerza, así que salí de allí como pude. Encontré un pequeño ventanal por el que cabía y salí corriendo, hasta que pasó lo que pasó contigo – El ojinegro seguía abrazándolo posesivamente para intentar calmarlo.


-Shhhh… Tranquilo –  como acto de reflejo le beso el cabello.


-Tengo miedo, en este momento deben estar buscándome. No quiero volver allí - Naruto siguió llorando mientras seguía sobre el pecho de aquel hombre.


-Ya estás a salvo, estás conmigo. Fuiste muy valiente – Al final, Naruto estaba más tranquilo y solo hipaba. Llegó un momento en que se quedó dormido entre los brazos de Sasuke, así que el azabache se acomodó mejor en la cama y lo recostó sobre su pecho, él también estaba muy cansado y necesitaba dormir, fue una de las noches más largas de su vida. Cerró lentamente los ojos pensando que cuidaría de ese rubio hermoso.


Fin Flashback


Sasuke terminaba de sacar el hielo para Naruto, y cuando se disponía a ir a su cuarto, llegó Kakashi.


-Señor, disculpe la tardanza, en que le  puedo servir –Decía un poco agitado, se notaba que había llegado casi que corriendo-


-Tienes razón te tardaste mucho, te necesitaba para que me ayudaras a sacar a Karin de acá pero al final lo tuve que hacer yo


-Lo siento mucho – decía apenado el peliplateado


-No te preocupes, lo que si necesito es que me hagas un favor.


-Dígame, y con gusto lo haré


-Ve a la tienda más cercana y compra algunas ropas para alguien entre 1,62 y 1,65 más o menos, delgado y doncel. – Ante esto Kakashi no sabía que pensar, será que quería conquistar a uno y le iba a regalar ropa, pero si era eso, era mejor que fuera el mismo, pero obviamente no le iba a llevar la contraria al jefe.- Como ordene, ¿algún estilo en específico?.


-Solo que sea sencilla y variada, ropa para salir, para dormir, etc..-Al pedir esto Sasuke tenía en mente que no quería dejar ir a ese doncel por nada del mundo, no sabía si el sentimiento que le producía ese chico era amor a primera vista o que carajos era, pero quería descubrirlo y tener el doncel muy cerca de él. Además sabía que el rubio no tenía a donde ir, pues por lo que había entendido no tenía a nadie a quien recurrir, y si estaba a su alcance, el sería su protector - ahh, y también compra objetos de uso personal como cepillo de dientes, shampoo especial para donceles, desodorante.. en fin, no se mucho de que usarán los donceles hoy en día, así que averigua y tráelos.


-Si señor, con permiso – dio una reverencia y salió del lugar.


Cuando Sasuke llegó a la habitación, vio a Naruto mucho más calmado, se sentó junto a él de nuevo y colocó una bolsita de hielo en su mejilla. El doncel la agarró y la sostuvo ahí. Se miraron por unos segundos y se perdieron en los ojos del contrario. En ese momento Naruto no sabía que hacer o decir,  sentía la mirada del azabache y se sentía nervioso, cuando miraba al ojinegro no podía negar que una corriente eléctrica lo invadía y le gustaba, nunca antes había tenido algún contacto con un hombre como este, solo con los tutores que llegaban a su casa pero estos o eran muy viejos o no producían el mismo efecto que producía el moreno. Para Sasuke no era muy diferente, ese doncel era especial, emanaba una dulzura e ingenuidad única que no había visto en nadie.


Naruto se sonrojó por intensa mirada que sentía sobre él y Sasuke notó como volteaba un poco su cara y retiraba su mirada. Era tan tierno. Por lo pronto, Naruto sentía que tenía que decir algo.


-Lo...lo siento, no quería causarte problemas – Decía todavía  evadiendo los ojos del contrario


-¿Por qué lo dices? – Sasuke sabía por dónde iba el agua al molino pero esperaría a que el chico se expresara.


-Etto, bueno – no sabía cómo decir lo que quería – por la señorita que estaba aquí ahorita


Sasuke de solo recordarla sentía que quería cogerla y torcerle el pescuezo – no tienes que disculparte, en todo caso, sería ella la que tendría que hacerlo.


-No, entiendo su reacción, me imagino que si yo fuera tu pareja no me gustaría encontrar a otra persona en tu habitación – Naruto se mordió el labio inferior y se avergonzó mucho más por lo que había dicho – qui..quiero decir, a cualquiera no le gustaría – Sasuke sonrió de una manera sensual, tomo el mentón del ojiazul, con cuidado lo volteó para que lo mirara,  dejó a un lado el hielo que refrescaba el rostro de su acompañante y se acercó un poco.


-Ella no es mi novia – no supo por qué pero al escuchar esto sintió un fresquito, no lo podía negar más, ese hombre le gustaba, lo hacía sentir diferente, nervioso, ese hombre era imponente – Además, si te tuviera a ti como pareja ten por seguro que jamás metería a otro u otra en mi cama – Sasuke acercó delicadamente sus labios a los de Naruto. Éste último no sabía que hacer, era su primer beso y no tenía idea de cómo mover los labios. Sentía mariposas en su estómago era una sensación inexplicable. El azabache notó la inexperiencia del doncel y se sintió contento, quería ser el el que le enseñara todo lo concerniente al amor y a las relaciones a aquel rubio que lo traía loco. Poco a poco fue delineando con su lengua al labio inferior, a lo que Naruto respondió abriendo un poco sus labios. El ojinegro aprovecho e invadió la cavidad bucal del menor, saboreándola en plenitud. Se sentía increíble, los labios de Naruto eran sedosos y sabían bien, y Naruto ya le iba cojiendo el ritmo al asunto, tanto así que envolvió con sus manos el cuello del azabache. Y así fue como se fundieron en una lenta y acalorada danza.


 


Continuará…

Notas finales:

¿Cómo les parecio?, por favor diganme en los comentarios.

Saluditos 


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