Luego de caminar por las calles traseras y los callejones, hasta llegar al la cuadra de mi edificio, subí por las escaleras de emergencia de atrás, ingresando por una ventana a un pasillo. Tal vez este siendo paranoico, pero su auto fuera del departamento me indicaba que ya sabia donde vivía, así que prefería que no me vieran, a pesar de estar seguro que ese auto ya no estaría ahí, no sabia quien estaba "interesado" en mi, era del gobierno, alguna mafia, y mucho menos para que me quería, pero se notaba que el grupo interesado era de poca resistencia, desde el sujeto asustadizo y desarmado que me seguía en la mañana, hasta su auto ridículamente fácil de reconocer.
Entre al departamento rápido e, ignorando a Rogers que me preguntaba donde había estado, me acerque a la ventana y mira por la persiana, sin levantar esta, ya no estaba, aun era temprano, bueno, la luz del sol se había intensificado bastante, y la verdad si me había tardado evadiendo cualquier camino recurrido hasta llegar aquí.
-¿Qué horas son?- pregunte a Steve desinteresado en como el seguía hablando. Callo en seco y me miró con molestia, era como una mujer, no le gustaba ser ignorado, aunque lo que dijera solo fueran tonterías, y tampoco le gustaba que lo interrupiera al hablar, yo solo seguía razonando y tranquilizando mis pensamientos, inquietud, molestia, no sabia que hacer, los que me buscaban siempre no sabían que me relacionaba con personas, no necesitaban espiarme, solo me llamaban y decían que me tenían un "trabajo", pero estos idiotas, dios sabe de donde salieron, pueden saber de la existencia de Steve, que vivía conmigo, que es como mi hermano, y mierda, lo que menos quiero es relacionarlo con esto, que sucede si intentan hacerle algo y manipularme con ello, no dejaría que eso sucediera, lo mejor que puedo hacer es atacar antes.
-Me estas escuchando Barnes!- grito sacandome de mis pensamientos, voltee la mirada a el, estaba realmente enojado, de seguro porque no le traje el desayuno, porque deje el baño hecho un desastre en la mañana o porque la sabana que con la cual lo arrope era la que le saca alergia, no tenía idea de porque estaba enojado conmigo, pero no quería que lo este.
Me acerque a el rápido, casi corriendo y lo abrace, muy fuerte, tanto que lo escuche quejarse. Acomode mi cabeza entre su cuello y suspire con cansancio. Tenia miedo, algo en mi pecho crecía, un dolor que parecía irremediable, que me tenía afligido, y me dificultaba respirar, tenia miedo por el, por mi.
Y es que nunca le había dicho esto a Steve, pero las últimas misiones en las que he estado, han sido horribles, me han causado pesadillas, despertaron en mi delirios, sentimientos y recuerdos que no reconozco, y tengo miedo, temo de mi mismo, temo de que aquella gente me esta buscando, temo de que le hagan daño a Steve, el no tiene la culpa de nada, de mis errores, yo me prometí cuidarlo cuando lo conocí, porque el es como yo, esta solo en este mundo, la diferencia es que el aun no esta envenenado como yo, manipulado, marchito, y si algo le pasa por mi culpa jamás me lo perdonaría, mi conciencia, que actualmente era atormentada por gritos ajenos a mi, tortuosas súplicas y maldad innumana, se convertiría en un espacio para el, para decirme lo horrible que soy al no haber ayudado a la única persona que me queda, a quien me prometí cuidar, no podría soportarlo, no una vez más.
-Buu-Buck?- hablo con duda, sentí como su brazo pasaba por mi cintura, hasta que su mano llego a mi espalda y me dio unas palmadas intentando calmarme. - ¿Estas bien?
-Si, si, ¿Tu? ¿Lo estas? Sucedió algo malo, te encuentras bien- hablaba rápido, alejándome de el, tomándole de los hombros mirando su cuerpo, su cara, buscando indicios de violencia, temía que alguien haya entrado al departamento en mi ausencia y le hubiera hecho daño.
-Buck tranquilo, yo estoy bien, no entiendo que te sucede a ti- dijo apartando mis manos de su cuerpo, haciéndome entrar en razón, me había exaltado bastante, y el lo había notado, lo más probable es que se preocupe por mi y no deje de preguntar por que actúe así.
-Lo que sucede es que salí en la mañana a realizar mi rutina de ejercicio y cuando iba de vuelta y entonces un sujeto intento asaltarme, como traía solo unas monedas para el desayuno le basto con eso, pero me golpeó un poco y estaba paranoico, creí que me seguiría y que te haría algo- invente rápidamente, era muy bueno mintiendo.
-Oh dios Bucky te golpeó mucho- me dijo preocupado con sus ojos de arriba a abajo, yo supere un poco aliviado.
Logre engañar a Steve, era bueno fingiendo, ahora que lo pienso, muchas cosas que le he dicho a Rogers son mentira, tal vez no sólo lo engañaba ahora con esta "pequeña" mentira, pequeña que escondía una grande. Comienzo a pensar que cada cosa que le digo a mi amigo no son más que farsas, en teoría, el estaría viviendo con un desconocido, y no sólo eso, sino con un asesino, si estos sujetos, si ellos llegaban a hacer contacto con Steve, si le dijeran de donde vengo y porque me buscan, dios, el no me lo perdonaría, me temería, u entonces no quedaría nada, mi única familia se alejaría, como todos. Soy malo, soy malo para Steve, soy malo para todo que se acerca a mi.
-N-No yo...- mi voz salio como un murmullo ahogado en desesperanza, con un nudo en la garganta, y una sensación de algo presionando mi pecho, como un pequeña mano rodeando y apretando la boca de mi estómago, con mis ojos acuosos vi los azules concentrados en mi mirada, con cara de espanto, tan solo por verme llorando.
Una vez el me había dicho que yo era su héroe, por golpear a aquellos que le hacían daño, por no dejas que ese hombre de la carnicería se aprovechará de el cuando no tenia dinero y por piedad pedía comida, por cuidarlo a pesar de tener que ir lejos. ¿Un héroe? Ese chico que tenía mi edad, con diferencia de desventajas físicas que lo debilitaban y le hacían parecer menor, aquel muchacho que protegía, estaba impactado por ver a su "héroe" derramar unas cuantas lágrimas.
Para el, su héroe estaba asustado por un hombre que le había robado el pan de la mañana, un hombre que según la historia redactada con falsedad, no tenía arma, lo había agredido con unos puños tan miserables que no lograron dejar ni el más mínimo rastro de violencia en el cuerpo del héroe. Un hombre que se iba a hacer con valentía lo que Steve no podía pero quería. Pelear por su patria, arriesgar la vida por los inocentes, un hombre que había logrado escapar luego de la muerte de su padre, que había tenido la oportunidad de vengarlo, pero no lo hizo por piedad a aquel desalmado, y despues de vivir, o aun peo, sobrevivir, aun se preocupaba por un niño con el, y lograba volver cada vez que lo asignaban en la guerra, volver por el.
Ese hombre era "Bucky", ese era para Steve, dios, ahora no recuerdo en que momento le había dicho tantas mentiras, el no me conoce, el no sabe de James, aquel que lo único que hace es asesinar sin que lo encuentren, el que traiciona y abandona, quien internamente odia a su patria, aquel que esta martirizado por sus propios asesinatos. No es un héroe, ni siquiera es un hombre. Es un muchacho asustado, que busca esperanza, compasión y tranquilidad en un joven enfermizo.
¿Es eso para ti Steve? ¿Una forma de limpiar tu conciencia? ¿Que le dirás cuando se entere?
Mi conciencia era un remolino que me tenía incriminado, era un despiadado, pero era mi peor demonio, el mismo que iba negando por años, era yo mismo quien se culpaba, y tenía todas las pruebas para hacerlo, aquellas que se abrían ahora mismo en mi mente como una caja, mis recuerdos sangrientos, la forma en la que nego mis sentimientos, mis formas de escape, mujeres alcohol, soldado, sentirme como soldado, Steve...
No, para nada, me reusaba a creerlo, porque no lo sentía así, era diferente, el único que no me tuvo miedo, aquel que me dio un pañuelo, y se preocupo por un extraño, el se había convertido en mi hermano, eso es lo que yo sentía, mi familia, no era un objeto, no era algo más que usaba y desechaba, era lo único que me quedaba, eso sentía, yo aun sentía.
Me deje caer sobre su débil cuerpo, delgado y pequeño, pero luchaba por contenerme entre sus brazos, el si era un guerrero, peleaba por afecto. Lo abrace y llore en silencio. Buscaba una manera de tranquilizarme pero cada sollozo cargaba más desespero, Steve no se inmutó, solo me abrazo. Sentia que el abrazo era de persona que quería, y ahora sólo tenía una, y la cuidaría, pase lo que pase, lo haría.
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-General Phillips, no cree usted que es un fantástico expediente- insistió una vez más el joven moreno, mientras caminaba por una central del ejército, un poco más cuidada de lo normal, era un centro de investigación, las paredes blancas y los pasillos vacíos, pues no requerían tanto personal, y el que había, no era necesariamente de soldados, ya que ahí se discutían temas más complejos y de "importancia nacional".
Junto a el caminaba un hombre mayor, lo delataba su cabello cano, y su mirada cansada gritaba que necesitaba respirar, pues el genio llevaba gran parte de la tarde molestandole.
-Escucha Stark- se detuvo en seco, haciendo que su acompañante hiciera lo mismo con cara de sorpresa- Este no es uno de tos experimentos, no podemos tomar a cualquiera que creas "habilidoso" y llevar acabo así de la nada el proyecto renacer ¿Entiendes? Y mucho menos con un expediente como este.- sentenció el hombre mayor, subiendo su tono de voz al final de la frase, logrando que Howard cambiará de semblante a uno serio.
-¿A qué se refiere con eso señor?- pregunto con voz ahogada y firme, sin elevar la voz, pero sonando amenazante de todas formas, logrando que el coronel elevará una ceja y sintiera un dolor amargo, debido a la mirada penetrante del castaño.
-Me refiero a que, este hombre, que usted sugiere- hablo con pausa y bajo, al igual que lo había hecho su acompañante, deteniéndose para buscar la forma correcta para expresarse - Es un asesino- termino en seco bajando un poco el rostro, pero sosteniendo la mirada con los obordes de los ojos- y si ha hecho todo eso que acredita en este expediente- menciono elevando un poco el archivo que de encontraba en un sobre manila- Sin ninguna habilidad física extraordinaria, no quiero pensar en que haría si lo hacemos parte del proyecto, así que, le pido que deje de ser tan impertinente señor Stark, y piense en las consecuencia de lo que pide, es mi última palabra.
Finalizó para luego golpear, dicho sobre, contra el pecho del millonario, y luego se retiró.
Stark se quedo congelado, con su mano sobre su pecho, mirando como el General se iba por los pasillos de la instalación, con palabras en la boca que no podía dar, detestaba que hicieran eso, no podía creerlo.
Su corazón latía fuertemente, no por el hecho de que aque hombre lo había doblegado, sino porque sentía que la oportunidad se le iba, necesitaba pensar en algo, y rápido. Pero por ahora, lo único que se le ocurría era volver a casa.
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Sentía el viento helar en mi rostro, mantenía los ojos cerrados, pero acababa de despertar, pero mantenía los ojos cerrados, esto no se sentía como casa ¿tenia una casa?
Abrí un párpado lentamente y me percaté de la oscuridad, no entendía que sucedía, era mi departamento, si, pero ¿Era de noche? Lo último que recuerdo fue entrar a una clase de ataque emocional, desvanecerme en los brazos de Steve y ahora, estaba en mi cama sin lograr entender nada.
Me senté con lentitud en la cama, estaba tan adolorido emocionalmente que sentí ese viejo y delgado colchón como una nube. Frote mis ojos con el reverso de mis puños y mire a mi alrededor, las ventanas y persianas abiertas, con una vista, al menos desde el piso, bastante hermosa.
El cielo estrellado de Blooklyn inundaba mi conciencia, dándome tranquilidad, se veía en definitiva hermoso, escuché el crujido de la puerta y ladee el rostro para visualizar a mi amigo con unas bolsas en las manos, no encendió la luz, solo se acercó a mi, y de ellas, saco unos paquetes que reconocía muy bien. La comida china que había a unas calles, me dio unos de los paquetitos y se sentó a mi lado, abriendo el suyo propio y comenzando a digustar, mirando lo mismo que yo, las pequeñas ventanas hacia un mundo muy grande, una galaxia de posibilidades, y los únicos muros que teníamos en frente eran los que nosotros mismo construimos, miedo, leyes, prohibiciones absurdas, tribunales falsos, corrupción y fracaso, todos los hombre deseaban vivir bajo las leyes que los regían para ser esclavos, pero ahora mismo, me sentía libre, al ver esas estrellas como posibilidades, que antes, sentía, no podía tomar en cuenta, pero ahora me sentía bien, de repente las recriminaciones se acabaron, permitiendome disfrutar de aquella vista, de comida, de compañía.
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-No estoy loco, cierto Jarvis?- pregunto el científico a su mayordomo que le pasaba su típica bata de casa, mientras dialogaban en su cuarto.
-Por supuesto que no señor- contestó el nombrado que mantenía una cara seria, y un tono pacible, como si ese fuera su trabajo.
-Bueno ellos creen que si, ellos no entienden porque yo...
-Y no deben hacerlo señor, entiendo que quiera comprensión, e incluso desahogarse un poco, pero esos asuntos son solo suyos, y aunque les contase a ellos lo sucedido, no comprenderian, el hombre frio y marchito confía en hechos, en archivos, sin embargo usted, a pesar de que todos lo ven con dicha descripción, es bastante sensitivo, y tiene sus motivos para creer, para sentir, para esperanzarse, pero esos motivos son suyos, de nadie más, y no tiene porque compartilos con los marchitos- termino el mayordomo que alcanzaba una taza con café a su amo.
-No se si eso es alentador- comento el joven mirando al horizonte, viendo la vista de si terraza, en aquella casa "temporal" esas estrellas, eran más hermosas que alguna luz artificial de la ciudad, y al ver cada una de ellas, se sentía conectado, no sabia porque, pero lo embargaba la necesidad, la necesidad de verlo, la necesidad de conocerlo.- Es decir, tus palabras fueron hermosas, y las aprecio pero, me hace pensar en que tal vez si estoy siendo impulsivo e irracional.
-Bueno señor, tal vez su gratitud lo hace sentirse demasiado confiado- se detuvo mirando al hombre tomando asiento en uno de los sillones de la terraza, aun sin devolver su mirada- Tal vez usted debería...
-Ponerlo a prueba- murmuró aun con los ojos el destello del cielo.
-Posiblemente, señor- prosiguió, caminando en dirección al moreno, alcanzandole un puro, el cual, el contrario acepto al instante, aun dejando este al alcance de su mayordomo, quien saco la pequeña guillotina para cotar la vitola.
Luego de hacerlo, alcanzó un encendedor a su amo y este tomo el habano dispuesto a dejar que el señor mayor lo encienda, pero repentinamente apartó el objeto, dejando al mayordomo confuso.
-¿Cómo ha estado hoy Freddie?- Jarvis suspiro y mira desde arriba a su amo, una mirada que parecía de pena, pero ante la mirada suplicante de Howard, decidió no ignorar su pregunta y ser sincero.
-No ha querido salir del cuarto en todo el día, lo escuche golpear la pared, intente entrar pero el gritaba si lo hacía, tampoco se si comio- ante cada palabra que decía, la cara de Howard se inundaba de preocupación y desespero.
Dejo el habano en la mesita, se levantó con apuro, pasando por un lado de Jarvis, dejando al hombre con la cabeza baja.
Camino rápido y llego a la puerta del cuarto que tanto buscaba, toco levemente esta, esperanzado con poder entrar sin alterar al que se encontraba dentro. Como respuesta recibió un grito inentendible para el.
-Freddie, soy yo Howie- Hablo alto, e intentando no sonar alterado -¿Puedo pasar?- pregunto sintiendo como su propia garganta quebraba.
-Howie? Hermano eres tu?- escucho las palabras en gritos sollozantes que golpeaban como puñales al su corazón.
-Si, soy yo, ¿me dejas pasar?- dijo sintiendo como una lágrima se desbordaba, y resbalaba por su rostro.
-Por favor, sacame de aquí- escucho la desgarradora voz, aguda en un grito de desespero y abrió la puerta bruscamente, ignorando el desastre del cuarto y corriendo directo hacia el mayor, que se encontraba en la esquina de la habitación, en posición fetal, en el piso frio y cubriendo su rostro con su antebrazo.
-Estoy aquí, no pasa nada malo- dijo al llegar y abalanzarse sobre su hermano, tomándolo de los brazos- esta bien si? Tranquilo- continuo con una voz apacible, intentando brindar paz a su hermano.
-No quiero estar aquí. -Fue lo único que dijo el mayor, apoyando su cabeza en el hombro del contrario.
-Estamos en casa- murmuró el, en un intento por hacerlo sentir bien, pero fracaso en este.
-No es cierto, esta no es la casa en la que me crié, ni tu, que dices, ellos te están haciendo creer cosas y y...- se alejó abruptadamente, levantando la voz con ira y confusión, contrarrestando cualquier avance que Howard tuvo en calmarlo.
-No, no lo es, no es esa casa, es otra casa mía sí? Ellos no están haciendo nada- dijo intentando tomar de las mejillas a Fredd para que lo mirará, pero este movía la cabeza de un lado a otro, paranoico, como si alguien pudiera atacarlos en cualquier momento.
-No, no, esto no está bien.- susurro con cansancio y dejo que el menor lo guiará.
Howard sitio el corazón partirse al ver como respiraba con dificultad mientras un diluvio de lágrimas adornaban sus mejillas.
-Tranquilo Freddie, mañana temprano nos iremos, te lo prometo, a nuestro hogar, donde nos criamos? El que recuerdas, pero ahora, por favor, intenta comer y descansar- susurro intentando controlar sus propias lágrimas, pues sabia que si su hermano lo veía quebantarse, podría volver a perder el control.
-Si, si, si, claro que si Howie- dijo entre suspiros secando su cara con las palmas, de una mamera bruta, que hizo sentir a Howard que toda sen sensibilidad en aquel hombre habia sido robada- pero por favor quedate conmigo, no quiero que ellos me hagan daño- dijo el mayor acercándose a abrazar a su hermano, con su rostro entre se cuello y clavicula- no quiero que te hagan daño. - pronunció en un susurro tan poco audible que el mismo Howard tuvo que procesar el sonido varías veces para entenderlas, lo cual causó un gran dolor en su pecho, sabia que lo hacía porque no quería que lo escuchen, o al menos eso sentía su hermano, un constante tormento.
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-Bucky- aquel murmuró me saco del bello trance en el que había entrado, aquel de tranquilidad y paz, para ver a alguien que también me la brindaba.- Escucha, se que has pasado por mucho, te sientes bajo una gran presión, y te entiendo, y en verdad siento no poder hacer más por nosotros ahora, pero aún así, si me necesitas, haré lo imposible por ayudarte, sin importar que pase, eres mi familia Buck- y esas palabras de Steve fueron tan acertadas, es como si el leyera mi mente, pero no, en efecto sentía lo mismo que yo, y no había nada que me hiciera más feliz.
Sonreí y volví a mirar el cielo, para luego apoyar mi cabeza en su hombro, respirando hondo.
-No tienes que hacer más Steve, con tu compañía es suficiente- dije más para mi mismo que para el.
El me hacía tener algo, luchar por algo, y no era egoísmo, no buscaba un beneficio, solo disfrutaba de su compañía, de alguien honesto, con quien me podía sentar si sentir bien a pesar del silencio, y eso era lo que necesitaba ahora, silencio.
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La mañana era cálida, menos fresca que los días anteriores, se despertó en su cama, con su hermano a lado, estaba aferrado a su almohada, con los ojos apretados, dormía, y a pesar de parecer tener una pesadilla, era lo más pacible que lo había visto en mucho tiempo.
Sus emociones eran una montaña rusa, a veces ejoraba, luego de la nada empeoraba, ya quería acabar con eso y que solo este bien.
Suspiro y se dispuso a levantarse, con mucha delicadeza para no despertar al mayor. Su mayordomo le había recomendado que lo sedada, pero a el no le gustaba la idea, prefería intentar calmarlo el mismo, solo llego a ese extremo aquellas ocasiones en las que Freddie había llegado a hacerse daño.
Quería despejar su mente, tendría que llevarlo a Midtown, Manhattan, sabia que si no lo hacía, al despertar, se pondría histérico. Camino por su pasillo buscando a Jarvis para decirle que no haga desayuno, y al llegar a la sala de estar, pudo notar que su viejo mayordomo no se encontraba solo.
-Buenos días señor Stark, me encanta su traje para los invitados- comento la joven irónica.
Ahí se encontraba la hermosa joven con la cual nunca tendrá una oportunidad.
-Señorita Carter.
-Agente.- Corrigió la preciosa morena quien miraba con amenazante serenidad al millonario.
-Que frialdad Margaret- bromeó el joven que dejó de lado su postura rígida, no era como si sintiera vergüenza de estar en pijamas frente a la joven, hace mucho había perdido la vergüenza cuando de "mostrar" su cuerpo de trataba.
Camino hasta estar en frente de Jarvis y susurrarle preparará el auto y avisará al chófer para llevarlos a su nuevo destino, que seria su casa de infancia.
-Los murmullos frente a invitados son de mala educación Howard- se hizo presente la joven al sentirse ofendida.
-Tranquila Peggy, que no tratan de ti, aunque de todas formas, ¿que haces aqui?- pregunto amablemente acercándose al sillón en el que estaba la joven, con una taza en mano que me proporcionó Jarvis.
-Escuche fuerte críticas acerca de tu intervención en el proyecto renacer- una jaqueca invadió a Stark al recordar sus constantes peleas con todos al defender su punto de vista, o mejor dicho, a su soldado.
-Emns si, la verdad no quiero hablar al respecto- comento frotándose los ojos, y de repente una "brillante" idea paso por su cabeza- mejor dicho, yo, tu, ¿estás interesada en mi sujeto?- pregunto intentando entender la razón por la cual Carter había ido personalmente a hablar al respecto.
-Estoy interesada en porque te interesa- insinuó la joven tomando su pequeña taza, que revelaba su contenido a la vista, té.
-Pues tal vez te ayude a aclarar esas dudas, pero requiero de tus servios para ello.- hablo convincente el joven, la muchacha, levantó la ceja con duda, pero al mismo tiempo curiosa.
-A que te refieres?
-No es nada difícil, solo quiero que escotes a alguien- continuo el moreno, para luego dar un sorbo a su café.
-Espera, no querrás que vaya a buscar a ese sujeto- dijo ella con tono amenazante, pero a la vez divertido.
-Que tendría de malo, en realidad quiero wue vayas a buscarlo y lo acompañes hasta Midtown, donde estaré yo- dijo el, terminando con un tono feliz y juguetón, como si fuera fácil.
-Mhnm Tu vieja casa, pero Howard- se vio interrumpida por el joven que parecía perder la paciencia.
-No es nada peligroso, contrario a lo que todos dicen, el no lo es, además, está acostumbrado a que le busquen con "misiones" y eso es lo que ti harás, decirle que requieren sus servicios y ya.- explico Stark con tranquilidad y simpleza, ignorando la mirada acusante de su amiga.
-Pero Howard, estas cociente de los tipos de "trabajo" que hace ese sujeto, no entiendo wue buscas de el, tan solo- el ruido de la mesa siendo golpeada por la taza de Howard la freno en seco, asustandola por el fuerte sonido repentino.
-Si, si claro, el es el malo, Peggy, tu sabes perfectamente que a el le hacen hacer ese tipo de cosas, leíste los expedientes, calculaste su edad, crees que tenia elección alguna cuando empezó por ese camino, sabes como son las cosas en una guerra, todos cometen errores por ganar, por detenerla, y hacen ese tipo de cosas, controlar, MANIPULAR! A personas inocentes- lo que comenzó con gritos termino con un susurro, caminando por el salón hasta llegar a la ventana, manteniendo la mirada en su jardín- no le haré nada malo, ni le pediré que haga algo, solo quiero hablar con el.
Finalizó con un tono en el cual se podía percibir la nostalgia, logrando hacer pensar bastante a la joven, porque ella sabia que el tenía razón, y sus palabras, cargadas de rencor por esa guerra que lo obligaba a estar en un bando el cual no era del todo bueno, lo hacían flaquear cuando de cooperar se trataba, no era un hombre malo, todo lo contrario, tenia un gran cargo de conciencia.
-Esta bien- concluyó luego se exhalar todo el aire que había contenido en medio de los gritos de Stark- Te ayudaré, pero lo haré porque te aprecio, y tus razones debes tener, lo haré, pero no creas que puedo decirle a Philips que me movilice porque querrá saber el motivo.- se levantó, acercándose s su amigo y colocando una mano en su hombro.
-No te preocupes, sabes que yo me encargo de eso, muchas gracias en serio, gracias por confiar en mi, yo también lo estoy haciendo- contesto volteando para mirarla a los ojos y sonreír.
-¿Qué estas confiando en mi?- pregunto con un tono de falso dolor- me ofendes Howard, como si yo tuviera que cuidar a ese sujeto, se nota que puede solo- sonrió bromeando con el moreno, quien correspondió y se apartó de la ventana, encaminandose hacia su café.
-Esta demás mencionar que no le informes nada, no le digas, ni des explicaciones, nada del proyecto renacer que la verdad, ahora mismo no está en mis planes con el, ni nada, solo dile que es una misión sencilla y que debe acompañarte, estoy seguro que al ver tu atractivo no lo dudará mucho.
-Hey! No me molestes Stark- bromeó la joven acercándose nuevamente a el contrario, quien ya estaba sentado tomando su café, se paró justo frente a el, y la mesita de té- Y si pregunta cual es su misión.
Howard levanto la mirada hacia su amiga, luego de meditarlo un poco, sonrió ampliamente divertido.
-Oh... tengo la respuesta perfecta a esa pregunta.