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Nobody will hurt you... anymore. por bratmaknae

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Notas del fanfic:

Espero que lo disfruten :) 

Notas del capitulo:

Cuando estaba escribiendo este One Shot, escuché una canción llamada I'll be your strength del grupo The Wanted. 

No tiene mayor influencia en la historia pero de todas formas encontré prudente comentarlo por si quisieran escucharla :)

Bill Kaulitz siempre se caracterizó por ser una persona radiante, llamativa y alegre. Siempre tenía una sonrisa para regalar y jamás se molestaba innecesariamente, a pesar de tener un carácter fuerte. Y si Tom pudiera comparar a Bill con algo, sería con una taza de leche en su punto. Ni tan fría, ni tan caliente. Sólo en su punto, perfecta.

Ya no recordaba cuando fue la última vez que vio a su gemelo deprimido o triste por algo. Se sentía satisfecho y feliz con la vida que llevaban ambos; ambos tenían a alguien en quién apoyarse aparte del vital apoyo del gemelo contrario.

Pero no siempre fue todo color de rosa, al gemelo mayor le costó mucho convencerse de que tal vez esa persona era realmente la indicada para su hermano, esa persona por la que tanto había esperado. Sabía que nadie entendía su punto de vista cuando verbalizó su desaprobación en un principio, porque nadie entendía el peso que significaba un Bill enamorado, era ese tipo de enamoramiento que Tom sabía que, aunque él mismo se casara y tuviera hijos, él nunca llegaría a amar como Bill amaba a esa persona. Durante muchos años su gemelo cerró su corazón por miedo a sufrir, por miedo a entregar más de lo que él recibiría.

Tom nunca lo dijo, pero él tenía el mismo temor. Bill tenía un corazón tan puro y era tan emocionalmente inocente que el mayor de los Kaulitz tenía miedo de que alguien quebrara todas las ilusiones de su hermano menor. Y por eso al principio se mostró reacio a que su gemelo se enamorara de esa forma, porque, aunque nunca lo aceptara, Tom estaba celoso del amor que Bill profesaba por esa persona.

Tenía miedo de que le quitaran el lugar como persona favorita en la vida de su hermano menor. Tenía miedo de perder a Bill, porque sabía que él teniendo millones de amoríos y, en los últimos años una relación estable, nadie había llegado, ni llegaría a ser tan importante y tan fundamental como su hermano.

Nadie podía ocupar el lugar de Bill y menos podía desplazarlo. Bill era lo más importante en la vida de Tom porque ellos eran uno. Eran un alma repartida en dos cuerpos y nunca lo sintieron incorrecto porque siempre fue así, siempre fueron los dos. Si era necesario ir contra viento y marea, no importaba si tenía a su gemelo al lado, dándole una sonrisa de aliento y unas palabras reconfortantes o sólo con su presencia.

Cuando pasaron varios meses de la relación de su hermano con esa persona, Tom se dio cuenta que no había vuelta atrás, que lo único que él debía hacer era dar un paso al costado y dejar que su hermanito viva su vida amorosa en paz, cómo Bill lo había hecho desde siempre con él.

Tom era egoísta en todo lo que respectaba a su hermano. Siempre había sido así y nunca sintió que era algo malo.

Pero llego el momento en el que notó que la pareja de su hermano se estaba entregando tanto como su igual. El mayor podía observar esa mirada soñadora y llena de amor cuando el otro miraba a su hermano. Tom podía ver como las piezas se iban uniendo y fortaleciendo esa relación a la que estuvo tan reacio en un principio y se sintió tonto, porque tal vez esa era la persona con la Bill soñó toda su adolescencia. Y los meses iban dándole la razón de que había sido una buena decisión acoger a la pareja de su hermano, porque parecía lo correcto. Porque hacía feliz a Bill y Tom comenzaba a pensar que esa persona se preocupaba tanto como él de su igual.

O eso era lo que Tom creía y esperaba.

Lo que nunca esperó fue encontrar a su hermano sentado en el frío suelo de una habitación, con el cabello enmarañado y la mirada perdida, y eso no fue lo que más preocupó a Tom. Lo que preocupó al mayor fue que las lágrimas caían por el rostro de su hermano cual cascadas, no se detenían y todo parecía que Bill nisiquiera lo sentía. Porque tenía la mirada imperturbable, como si nada le importara; menos él de estar llorando en silencio

Y así fue que Tom se dio cuenta: Su hermano, su gemelo, la persona más importante de su vida, estaba roto.

Un dolor agudo se alojó en su pecho, dolía tanto que fue inevitable no llevar una de sus manos hacia ese lugar. Bill seguía sin reaccionar y por primera vez en sus 25 años se sintió desesperado e insuficiente; no podía consolar a un Bill roto mientras él mismo se sintiera roto, quebrado, devastado.

Y Tom lloró después de tantos años, después de eliminar cualquier ápice de debilidad de su corazón para poder ser la fortaleza de Bill, para que su hermano se apoyara en él. Después de tanto tiempo lloró porque se sentía impotente, porque se sentía lo peor del mundo. Siempre le prometió a Bill que lo cuidaría, que estaría con él, que no lo dejaría solo, le prometió que nada le pasaría. Recordó la vez que Bill lloró cuando tenían 11 años porque lo molestaban en la escuela, recordó que se sentó en el sillón de su casa con Bill es su regazo mientras lo abrazaba, consolándolo, susurrándole promesas de un escudo impenetrable en el que jamás lo vería llorar de nuevo, en esa fortaleza que el mismo Tom construiría consigo mismo para la tranquilidad de su hermano. Ahora, 14 años después se regañaba que había debilitado su fortaleza, después de tantos años invicta, él mismo la había debilitado por haber confiado en que había llegado alguien para ayudarle a cuidar esa fortaleza. Pero no fue así, esa persona derribó la fortaleza de Tom, porque quebró totalmente a Bill.

Porque Bill a su vez, era la fortaleza de Tom. Si Bill se encontraba bien, su hermano mayor podía soportar lo que fuera. La sonrisa de Bill se transformó en su prioridad desde que fueran puestos juntos luego de que Bill naciera, o sea desde el primer momento.

Pasó una semana en la que Tom no habló con Bill y se sentía horrible. El mayor no era capaz de hablar con su igual porque se sentía avergonzado, porque nadie sería suficiente. Porque no podía retroceder el tiempo y no haber asistido al club donde Bill conoció al imbécil que le rompió el corazón. No se sentía capaz de hablarle a él, ni a nadie, porque vivió con el sentimiento de tomar el primer vuelo con destino a L.A e ir a romperle absolutamente todos los huesos a ese idiota. De alguna forma se sentía agradecido de haber estado de gira, estaba lejos de convertirse en un asesino y podía olvidarse de todo el tema cuando estaban demasiado ocupados.

Pero aun así dolía. Dolía ver a Bill sonreír a las fans, dolía verlo fingir, dolía saber que, bajo esa falsa alegría y felicidad, no había nada. Porque Bill estaba vacío, Bill estaba roto y estaba lejos de volver a ser el mismo Bill de siempre. Dolía verlo fingir así, porque era Tom quién escuchaba sus sollozos, era Tom quién escuchaba a Bill romper todo lo que estaba a su paso cuando no podía controlarse. Era Tom el que sabía que Bill estaba perdiendo los estribos de su vida.

*-*-*-*-*-*

 

Cuando Tom se acercó nuevamente a su gemelo, fue mediante un abrazo. Fue una noche en la que Bill se encontraba viendo una comedia en el hotel y Bill reía fuerte. Tom sabía que eso era lo peor que podía pasar, sabía que ahí no había vuelta atrás y que, si él no se involucraba, su gemelo iba a caer en un precipicio más profundo del que ya se encontraba.

Así que sólo se sentó al lado de su hermano, quién no había reparado en su presencia, porque seguía riendo, seguía intentando engañarse de que nada le dolía. Y Tom lo abrazó, sin decir nada, sólo regalándole calor y comprensión, una caricia reconfortante. Había pasado tanto tiempo desde que se habían abrazado de esa forma tan cómplice, tan única, tan ellos; que Tom no había notado la forma en la que Bill se aferraba de su camiseta, ni cuán desgarradores sonaban los sollozos de su hermano en ese momento.

Y esa noche terminó igual que la noche de hace 14 años atrás, con un Bill mucho más alto acurrucado en el regazo de su hermano mientras este le acariciaba la espalda y le hacía masajes a su cuero cabelludo. La única diferencia fue que esa noche no hubo promesas, no hubo palabras alentadoras; porque Tom sabía que era inútil, no podía cambiar nada con eso y ahora sólo se propondría estar ahí cada vez que su hermano se cayera, cada vez que se quebrara.

Aunque cuando tuvo a Bill dormido entre sus brazos, Tom se prometió a sí mismo que no dejaría que nadie hiciera su trabajo. Sólo él cuidaría de Bill. Nadie lo querría como Tom lo hacía, porque Tom nació para querer y cuidar a su hermano menor.
También se prometió recuperar al antiguo Bill, recuperar esa sonrisa que encontraba tan bonita y ayudarlo a salir adelante, como siempre lo había hecho.

Porque Tom fue, era y será la fortaleza de Bill, era la forma correcta de las cosas: Así había sido desde que el mayor tenía 10 minutos de vida y Bill llegó a hacerle compañía, y así sería hasta que sólo la muerte los separe.

 

Notas finales:

Llevaba mucho tiempo queriendo escribir algo relacionado al EP de Bill o a la historia en general, siempre quise saber el punto de vista de Tom acerca de eso. 

 

 

Asi que lo escribí :'D jajaja

Espero hayan disfrutado y agradecería sus opiniones/comentarios

 

Gracias por leer <3 


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