-¡Minna!-gritaba una joven de pelo negro atado con una coleta y una gran sonrisa que iluminaba su rostro más que sus ojos de distintos color; uno de color rojo y otro negro, era un regalo peculiar que tenía desde temprana edad.
-¡Minna!- seguía llamandola. De pie del otro lado una joven que al verla y escuchar su nombre se da media vuelta con mucha elegancia digna de toda una mujer destacada y de gran gracia como lo era esa joven de pelo rojo y ojos del mismo color.
-oh Mio a que se debe tu tan agitada presencia-le pregunta a Mio que estaba bastante emocionada y exaltada como para detenerse a aclarar.
-Minna, formemos ¡una familia juntas!-dice mientras tomaba las manos de Minna entre las suyas con una gran sonrisa-Las formaremos con niños de todo el mundo ¿qué piensas?-pregunta con sus ojos llenos de emoción.
-¿Minna?-Pregunta la joven viendo a Minna que estaba en shock total, Minna cae en los brazos de Mio.
Estaba todo oscuro, no se podía ver nada solo sentía una suave delicada y tranquila calidez a su lado. Abre los ojos y lo que ven sus ojos la dejo sin palabras; su amiga Mio durmiendo a su lado.
Tenia una suave sonrisa, pero su seño fruncido demostraba que algo la preocupaba en su sueño.
¿Cuando fue que conoció a esta maravillosa persona?-se preguntaba Minna acariciando el pelo de aquella mujer japonesa.
De la noche a la mañana se convirtió en su mejor; no ella es más que una amiga. Minna amaba a Mio mas que nada en el mundo pero desde el preciso instante en el que le propuso esa loca idea de una familia; ya no sabía que pensar de ella.
- ¿que formemos una familia? ¿Qué significa eso?...quiero decir somos mujeres-Piensa Minna mientas ve como su mano estaba siendo tomado por las de Mio, Minna se sonroja.
-No sabía que ella tenía esos sentimientos por mi ya que nunca pasamos a ser más que mejores amigas. ¿por todo el mundo dice? Dios es que esta mujer se piensa que yo…-Minna suspira, resignada.
Minna se sorprende al sentir como Mio se despierta lentamente.
-uhm Buenos Días Minna-Dice tranquilamente mientras se acerca peligrosamente a su rostro-¿que pasa? ¿Tienes fiebre estas toda roja?- dice colocando su mano en mi frente.
-No es nada para preocuparse-la alejo suavemente disimulando mi nerviosismo.
-Es bueno saberlo entonces jajaja-con su risa peculiar Mio se levanta rápidamente.
-Minna, estuve pensando mucho tiempo acerca de lo que te dije ayer pero tú te desmayaste tan de repente, no quiero que todo esto se vuelva un problema para ti- dice Mio con sus orejas de perrito decaidas.
-Bueno; no es una mala idea después de todo- dije sonriendo.
Pobre Minna no sabía en lo se había metido.
Minna solo quería seguir a Mio para tal vez poder cambiar de rutina y de una vez por todas y ¿por qué no? Para pasar más tiempo ellas juntas…-Jajaja ya decía yo que era una buena idea…- dice Mio tomando a Minna por la cintura y elevandola por los aires.
-Pero, necesito que me expliques bien que es lo que piensas hacer- dije obligandola a que se detenga para colocarme en el suelo.
En pocas palabras el plan de Mio consistía en que: nosotras dos recorriéramos el mundo y buscaremos a nuestros “hijos o hijas” para así poder formar nuestra propia “familia”.
Primer problema, yo Minna- Dietlinde Wilcke soy la heredera de una de las familias más respetadas en Karlsland si bien eso nunca fue un problema, igualmente necesitaba ir para organizar varios trámites y problemas con papeles más que problemas laborales diría personales en mi opinión. Si bien podía solucionar eso también habia otro percanse... tenía grandes propuestas de trabajo.
Sí, soy una cantante solicitada no es mi culpa. Pero Mio, solo ella podia venir y con unas pocas palabra poner mi mundo de cabeza.
Como ella siempre fue libre desde que se escapo de la casa de su abuela que la obligaba a casarse con un hombre adinerado que vaya uno a saber de qué lugar desconocido era ese tipo, Mio no dudo mucho escapo y nunca más volvió; escapando pero al no tener donde más ir se unió al ejercito de Fuso donde sabia y no lo consideraba un problema viajar y no volver.
Justamente ese mes partían (la embarcación) a Karlsland donde fue poco después donde nos conocimos.
Como nos conocimos es mucho más complicado de explicar Mio me encontró…no, no me encontró me tropecé con ella, fue en una reunión donde la marina estaba resguardando mi seguridad ya que estábamos en un crucero de lo más raros y costosos y bueno el resto a su tiempo.
Ahora hay algo que me gustaría resolver antes.
-Mio… ¿porque estamos corriendo?- pregunto jadeando al ver como Mio sostiene mi mano, mientras me lleva la delantera.