Mio y Minna estaban comprando en el gran mercado un par de cosas para lo que sería el almuerzo. Pero algo nos interrumpe nuestras maravillosas compras.
-Pequeña sabandija de vuelve lo que me robaste-un hombre perseguía a una niña de alrededor de 9 años con un pedazo de pan en su pequeñas manos. La niña al estar en una clara desventaja es agarrada de los pelos, pero cuando el hombre trata de pegarle Mio interviene agarrándole el brazo y Minna abrazando a la niña.
-quienes se creen que son para meterse, esa mocosa tiene que aprender a no tocar las cosas de los demás-Mio decide ponerse en el medio entre el hombre y Minna que tenía en brazos a la niña.
- ¿no cree que está llevando demasiado lejos esto? Puedo pagar ese pedazo de pan sin la necesidad de todo este escándalo y así dejar en paz a esta niña- dice Mio desafiando al hombre.
-oh una heroína ¿huh?-dice el hombre mientras se acerca a ella-está bien pero justo ese pedazo de pan sale 4000 acaso usted tiene 4000 huh?-Minna se levanta y estaba furiosa pero Mio la detiene-está bien que sea 4000 entonces- y le entrega el dinero y el muy desgraciado lo toma y sale del lugar sonriendo.
Mio se da media vuelta y con una gran sonrisa se acerca a la niña-ya ya deja de llorar ahora estas bien- le dice a la niña mientras le acaricia la cabeza, la pequeña mira con sus pequeños ojos a las dos jóvenes-g...gracias-y les sonríe.
No es que en ese momento supiéramos lo que pasaría pero una corazonada muy grande me hizo estremecer, La niña que habíamos ayudado, nos conto que ese pedazo de pan era para su amiga, ellas siempre estuvieron juntas desde la guerra que desbasto el país hace 2 o 3 años sin nadie quien cuidar de ellas, tenian que valer por si mismas.
Como si fuera un destello Mio decidió cargarla en sus hombros para ir a buscar a su amiga. En ese momento sentí los mismos sentimientos de Mio no dejaríamos a ambas afuera de lo que pronto se llamaría familia.
La niña que se llama Gertrud y su amiga Erica que era más pequeña. Ambas son muy diferente entre si.
Erica es rubia con unos ojos celestes y una actitud que rápidamente conoceríamos, por otro lado Trude (como le decía Minna) tiene el pelo marrón y ojos miel pero tenía un fuerte carácter. Y así se unieron a nosotras ya que como habíamos dicho antes no tenían a nadie.
Mio sintio algo realmente fuerte por las pequeñas. Les compramos ropas, juguetes y demás cosas pero Mio parecia estar espectante de mas.
- Llegaremos tarde hacia el buque que nos lleve a Liberion- Dice Mio- Vamos ya casi, Minna, niñas- dice alentandonos a continuar corriendo.
Dos horas mas tarde.
-Bang-bang-Bang-Mi cuerpo no podía más; estar toda la noche con la pequeña Erica y Trude no fue lo que me imaginaba esta sensación de cansancio nunca me había demostrado cuan perezosa fui en mi vida, correr saltar, reír, abrazar y dormir junto a lo que más quieres es maravilloso.
Por otro lado Mio parecía que lo tenía dominado jugando con Trude a las armas y zombies.
Erica aun quería dormir entonces la abrace y el sueño que nos faltaba volvió nuevamente. Mio y Trude estaban jugando y ni se enteraron.
Minutos despues...
-Minna-se acerca Trude-No te ves bien-dice la pequeña mientras me da un vaso de agua.
-es que no puedo evitarlo me siento mal, mi cabeza gira, gira y gira...oh maldición- dije mientras corría hacia el baño.
Mio al verme viene a mi rescate-Minna ¿estas bien?- me entrega una pequeña toalla.
- no me encuentro muy bien Mio, el viaje no me está haciendo bien-le digo mientras ella me da medicina.
-ya lo sabía por eso traje esto-me dice mientras enchufa una radio sobre la mesa de la habitación-la música te relaja ¿no?-me sonríe pero sus ojos mostraban mucha preocupación.
Oh como no amarla si es tan tierna y dulce –Mio gracias-le extiendo la mano para poder acariciarle la cara pero en ese mismo momento entra la pequeña Erica.
-No será que Minna-mamá ¿está embarazada?-La pequeña Erica ya empezaba a gustarme más, habia logrado en tan solo unos segundos colocoar varios colores en el rostro de Mio.
-No no Erica es tu imaginación-Le digo mientras mi risa estalla en toda la habitación.
-ja pero eso es imposible ya que Mio-san no estuvo haciendo “cositas” con Minna-mamá-dice Trude con los bracitos cruzados en la puerta de la habitación.
-Pero…¡¡QUE COSAS DICEN NIÑAS!!…-contesto toda colorada y con mucha vergüenza saco a todas de mi habitación-“cositas” ¿eh?- Digo mientras me recuesto nuevamente en mi cama.