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Anima vitale vinculum por Karura

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Notas del capitulo:

Antes de todo, tengo que disculparme por no haber subido el capítulo la semana pasada, estuve enferma del hígado y con el malestar no tenía ganas ni de caminar, menos pude avanzar la historia… ahora que he mejorado he vuelto a la carga y acá está el resultado, otra vez me excedí con la cantidad de palabras y he tenido que dividir en dos el capítulo, pero en fin, que lo disfruten, ¡abrazos mil!

Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... En las miles de posibilidades existentes.

 

 

 

 

 

Capítulo 16: “La danza de los Centauros, parte I”

 

 

 

 

 

En una de las oficinas del periódico más leído de Inglaterra mágico “El profeta”.

 

 

 

 

 

-Buenos días Señorita Skeeter, es un honor tenerla de vuelta en el profeta.-dijo uno de los editores con una sonrisa maquiavélica.

 

 

 

-espero que la razón por la que me pidió que viniera no me haga perder mi preciado tiempo.

 

 

 

-por favor, sé muy bien que está desempleada y apenas tiene para el desayuno.

 

 

 

-no se burle ¿quiere? Cual es el asunto tan importante que quiere tratar conmigo.

 

 

 

-seguro que en su paso por Londres ha escuchado ciertos… rumores que están circulando últimamente en torno a Hogwarts.

 

 

 

-¿qué tipo de rumores? ¿Sobre Harry Potter el salvador del mundo mágico?

 

 

 

-si, ese muchacho todos los años da que hablar y este año no ha sido la excepción.

 

 

 

-¿que hizo esta vez?-lanzó con sorna.

 

 

 

-son solo rumores, pero se dice que terminó con la hija menor de los Weasleys.

 

 

 

-¿terminó con Ginny Weasley?-preguntó incrédula sentándose interesada al lado del hombre calvo que cotilleaba.

 

 

 

-y los rumores se ponen todavía más jugosos…

 

 

 

-no me diga que se enamoró de otra ¿quien es la afortunada?

 

 

 

-oh esa es la parte más increíble de todo esto… no se trata de una chica sino de un chico jojojo y no de cualquier chico, no señor.

 

 

 

-¡¿qué?! ¿Harry Potter es Gay?…….¿cómo no me di cuenta antes? ¿quien es el chico?-preguntó desencajada, a esas alturas el viejo regordete estalló en carcajadas.

 

 

 

-Draco Malfoy…

 

 

 

-¿me está tomando el pelo? ¡Ellos son rivales! ¡enemigos jurados!

 

 

 

-eso está por verse… ¿sabe lo que significaría llegar a comprobar la veracidad de esos rumores?

 

 

 

-sería… la noticia del siglo.-decía la columnista con profunda ambición.

 

 

 

-usted lo ha dicho, así que ¿le gustaría ir personalmente a comprobarlo? Habrá un evento en Hogwarts esta noche para celebrar Yule, tal vez podría ir infiltrada.

 

 

 

-soy experta en eso, déjelo en mis manos.-le aseguró sonriente la perversa mujer.

 

 

 

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Harry se removió sutilmente sobre el sofá, sintiendo un peso agradable sobre su cuerpo y un delicioso aroma a manzanas verdes, con pesadez abrió los ojos, agradeciendo a todos los grandes magos del universo el hecho de que lo primero que viera al despertarse fuera la suave cabellera platinada del chico que amaba.

 

 

 

Con ternura besó su coronilla sabiendo que tardaría en despertar como siempre, recorrió sus hombros desnudos con la gema de sus dedos y suspiró profundo… “lo que más deseo en esta vida es que cada mañana sea tan perfecta como esta” pensaba Harry sonriendo enamorado, no pedía más.

 

 

 

Rato después y al ver que Draco no hacía señal de despertar…

 

 

 

-Despierta hermoso Dragón… ya amaneció…-Draco se removió ante el susurro en su oreja, haciendo un mohín de disgusto que le pareció muy gracioso a su novio.

 

 

 

-amor… nos perderemos el desayuno, vamos a dejar plantados a los chicos.-intentó nuevamente Harry y al ver que no sucedía nada, se mordió el labio inferior debatiéndose entre si continuar despertándolo o no.

 

 

 

-Dragón dormilón… me estás contagiando la pereza…-bostezó casi dándose por vencido, hasta que contempló el fino lóbulo de su oreja y sin poder resistirse lo lamió arrancándole un excitante gemido.

 

 

 

-hmm…

 

 

 

-Draco… te amo.-susurró de nuevo con cariño y volvió a juguetear con su oreja.

 

 

 

El joven rubio ante los estímulos continuos de su novio, comenzó a despertar de su sueño profundo.

 

 

 

-idiota… de… deja de hacer eso…-balbuceó adormilado mientras se tallaba los ojos, tenía mucha calor, las mejillas le ardían y la respiración se le hacía algo pesada.

 

 

 

-hasta que por fin despiertas ¿dormiste bien?.-preguntó travieso Harry mientras le envolvía la cintura con sus varoniles brazos.

 

 

 

-sinceramente… eres la mejor almohada que he tenido nunca.-dijo el joven rubio rosando su mejilla contra su pecho masculino.

 

 

 

-oh si, soy una almohada muy cómoda, de la más alta calidad.-le siguió el juego al rubio que sonreía divertido.

 

 

 

-con el mejor relleno de pluma de ganso.

 

 

 

-y además te despierta con besos, es una maravilla.-continuó Harry mientras besaba su frente.

 

 

 

-si, lo es… el único problema es que suele provocar ciertas… reacciones matutinas.-el rubio lo miró con picardía y después señaló con su dedo hacia abajo donde la dureza de su erección se frotaba con la suya.

 

 

 

-ah, pero puede solucionarse de una forma muy fácil.-contestó Harry apretándole una nalga.

 

 

 

-¿de veras?.-Draco gimió con excitación a centímetros de devorar su boca.

 

 

 

-¿que tal si te lo explico en la ducha?-ofreció Harry totalmente excitado.

 

 

 

-me parece… una idea excelente.-terminó de decir el joven a duras penas, para después besar a su novio con fogosidad.

 

 

 

Ambos se incorporaron del sofá abrazados y avanzando a tientas hacia el cuarto de baño, una vez allí, entraron a la ducha y dejaron que el agua caliente recorriera sus cuerpos mientras se ocupaban de satisfacerlos mutuamente entre lamidas, caricias, besos y embestidas. Draco apenas fue consciente del pequeño ardor que apareció en sus zonas bajas, no le importaba nada más en el mundo que volver a sentirse lleno de él.

 

 

 

Draco y Harry salieron de la sala de menesteres correctamente vestidos y aseados, sus mejillas estaban rojas por el reciente esfuerzo y sus ojos aún lucían vidriosos de placer… oh sí… Harry y Draco anhelaban que todas sus mañanas fueran tan perfectas como aquella.

 

 

 

Caminaron por los pasillos tomados de la mano, suspirando y dedicándose miradas llenas de cariño, sin importarles para nada que algunos estudiantes le llamaran estupideces o se burlaran a sus espaldas.

 

 

 

-Mira León, las hadas están decorando los arcos también.-señaló Draco a unas hadas luminiscentes, que tejían redes de oro para colgar hermosos adornos de cristal brillante en las guirnaldas de pino verde.

 

 

 

-si, han hecho un trabajo admirable.-decía Harry apreciando los increíbles detalles de las esferas luminosas, que parecían como si hubiesen sido cinceladas por la mano de un excelente artista.

 

 

 

-ahora que recuerdo… No he visto a nuestra amiga merodeando en el castillo.-dijo el rubio sacándolo de su ensoñación.

 

 

 

-no la hemos visto desde que se congeló el lago, me pregunto si estará bien.

 

 

 

- “está con la Damisela de cabellos de oro”.-dijo una de las hadas

 

 

 

-¿quien es ella?-preguntó Draco intrigado.

 

 

 

- “siempre lleva una sonrisa soñadora, un collar extraño y viste de azul”.-dijo otra Hada canturreando.

 

 

 

-¿quién podrá ser?-se cuestionó Harry pensativo y después agregó.-bueno, gracias de todas formas.

 

 

 

-“De nada, hijos de la magia suprema”

 

 

 

-se nos hace tarde leoncito es hora de marcharnos, adiós señoritas.-se despidió Draco galante con una reverencia, Harry lo imitó con la misma gracia.

 

 

 

-“adiós”- las hadas rieron coquetas entre ellas mientras seguían decorando animosas los arcos y columnas.

 

 

 

 

 

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-Apresurate Theo, León y Dragón ya deben estar en el Gran comedor esperándonos.-apresuró Pansy tomando sus libros de pociones.

 

 

 

-no, yo paso… no tengo hambre.-dijo Theo con semblante preocupado.

 

 

 

-te pone nervioso el hecho de que Nev vendrá a sentarse a nuestra mesa ¿verdad? ¿por eso quieres darte a la fuga?

 

 

 

-no sé de qué estas hablando.-soltó en un tono frío que hizo reír a la morena.

 

 

 

-jajaja no creas que puedes engañarme, te vi ayer hablando con él… ¿quieres que cuente las veces que te pasaste la lengua por los labios? ¿o las que te sonrojaste?

 

 

 

-Pansy… basta de meterte en lo que no te importa.

 

 

 

-pero si yo solo trato de ayudar.-contestó indignada.

 

 

 

-chicos, ya vámonos… Draco nos espera.-dijo serio Blaise, viendo que la mayoría de los compañeros de su casa los miraba con repudio.

 

 

 

Durante casi todo el camino permanecieron en silencio, tratando de ignorar las miradas de los alumnos de otras casas.

 

 

 

-Pansy ¿puedes adelantarte? Tengo que hablar algo con Theo.-pidió Blaise ante la mirada atónita de sus compañeros.

 

 

 

-pero… yo también podría…-quiso convencer la morena, pero fue cortada por el joven de cabello castaño.

 

 

 

-está bien Blaise, ve Pansy, te alcanzamos luego.-ante las palabras de Theo la morena se sintió ofendida y con su sola mirada se lo hizo entender, se dio la media vuelta caminando a grandes zancadas con enojo.

 

 

 

-habla Blaise.

 

 

 

-¿es verdad lo que dijo Pansy?

 

 

 

-¿tu también vas a empezar?

 

 

 

-me preocupa tu actitud, eso es todo… sabes que puedes confiar en mi, anda dime ¿de qué hablaron Neville y tu antes de despedirnos?-pidió Blaise con seriedad.

 

 

 

-… él… me preguntó… si quería… si quería que fuera su pareja en el baile de esta noche.-se sinceró algo nervioso dejando atónito al moreno.

 

 

 

-¿y qué le dijiste?-Blaise esperó pacientemente las palabras cautelosas de su amigo.

 

 

 

-todavía no le doy una respuesta, dije que se la daría en el desayuno.

 

 

 

-¿ya lo has decidido?

 

 

 

-por supuesto que no voy a ir, ni siquiera sé bailar bien, somos dos chicos y además…

 

 

 

-ademas qué...

 

 

 

-somos de casas rivales.

 

 

 

-permiteme corregirte Theo, ahora somos aliados.

 

 

 

-pero aún así…

 

 

 

-esta bien entonces ve, enfrentalo y dile que no irás al baile, seguro que lo entenderá, se ve que es un chico decente.

 

 

 

-es que hay un problema Blaise.

 

 

 

-¿cuál?

 

 

 

-… que no quiero que vaya al baile con alguien más.-el italiano se detuvo en el camino con la boca abierta de asombro, observando el semblante celoso en su amigo.

 

 

 

-no voy a preguntar desde cuando, no me interesa, solo quiero saber ¿a quién temes decepcionar? ¿a los Slytherin? ¿a los sangre pura? ¿a tus padres? ¿a nosotros? ¿a ti mismo? Creeme Theo, cuando Draco revivió, yo y Pansy cambiamos la perspectiva de nuestros ideales, la magia oscura, los mortífagos y el estatus de sangre dejó de tener importancia para nosotros, así que piensa en esto: no nos decepcionarás si decides cambiar el rumbo amigo.

 

 

 

-¿estas diciendo que cruce el río?-preguntó el joven con una expresión que oscilaba entre la incredulidad y la esperanza.

 

 

 

-solo así podrás ver que hay del otro lado ¿no? ¿o quieres quedarte toda la vida con la duda?

 

 

 

Blaise se alejó de Theo para que pudiera pensar con claridad su decisión antes de llegar a desayunar con los Leones.

 

 

 

-… voy a necesitar un traje nuevo…-susurró a la nada el muchacho, para después lanzar un suspiro y al final sonrió.

 

 

 

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En la casa común de Gryffindor…

 

 

 

-Ginny… ¿bajas con nosotros al salón comedor?-preguntó Hermione preocupada, al ver que su amiga no había comido bien en días.

 

 

 

-no, aguantar las burlas me quita el apetito.

 

 

 

-debes comer, al menos pídele a uno de los elfos domésticos que te prepare algo.

 

 

 

-hermana, mione tiene razón, debes alimentarte.-le decía Ron igual de preocupado.

 

 

 

-Ron, Hermione estaré bien, solo… no me siento preparada para enfrentarlos en este momento ¿pueden entender eso?

 

 

 

-si, lo entiendo y es doloroso, no creas que no sé como te sientes, aún así no debes descuidarte ni auto castigarte, porque sin importar lo que haya pasado con Harry, sigues siendo valiosa Ginny, trata tú de entender eso.-le dijo Hermione acariciándole la cabeza.

 

 

 

-lo intentaré…

 

 

 

-Ginny… ¿te molesta que nos sentemos con las serpientes y que ellos vengan a sentarse a nuestra mesa día por medio?-lanzó Ron como no queriendo la cosa.

 

 

 

-¡¿qué?! Bueno ahora tengo menos razones para aparecerme en el gran comedor.-dijo la muchacha enfadada, Hermione no sabía que hacer, de pronto recordó lo del baile.

 

 

 

-Ginny, ayer la directora informó que esta noche habrá un baile de navidad, el evento se llamará la danza de los centauros, todos pueden asistir ¿quieres ir con nosotros?

 

 

 

-¡no pienso ir a ningún baile! ¿te estas riendo de mi? ¿con quien crees que voy a bailar? Ellos estarán bailando juntos seguramente…-dijo la muchacha corriendo escaleras arriba mientras sollozaba.

 

 

 

-Ron, no tenías por qué decirle lo de las mesas…-regañó Hermione.

 

 

 

-¿de qué te quejas? Tú lo hiciste peor…-dijo Ron sin dejar de ver las escaleras por donde se había ido su hermana, Hermione se resignó apenada a aceptar que tampoco tendría que haberle dicho lo del baile.

 

 

 

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-esos Gryffindor impuntuales…-rezongó Pansy tamborileando los dedos en la mesa.

 

 

 

-ahí están, vienen hacia acá.-señaló Blaise observando de reojo a su nervioso compañero.

 

 

 

-Hola ¿podemos sentarnos?.-preguntó Neville con una sonrisa.

 

 

 

-sean bienvenidos.-dijo la morena haciendo un ademán para que pasaran a sentarse.

 

 

 

Los murmullos en el gran comedor no se hicieron esperar, ¿Gryffindors desayunando con Slytherins? ¿donde en la vida se había visto algo semejante antes?

 

 

 

-no me lo creo.-dijo incrédulo uno de los profesores y comenzaron a comentar entre si, Minerva más que orgullosa de sus alumnos sonreía radiante.

 

 

 

-¿y los chicos?.-preguntó Hermione.

 

 

 

-ese par de perezosos aun no llega.-dijo Blaise con cara aburrida.

 

 

 

-es que a lo mejor están muy ocupados haciendo…

 

 

 

-¡no sigas!.-exclamaron Ron, Blaise y Theo al mismo tiempo, cortando la frase de la morena que después comenzó a reírse.

 

 

 

-Hablando de nuestros príncipes de Hogwarts…-señaló Nev divertido a Harry y Draco.

 

 

 

Los jóvenes magos arcanos venían de la mano, bromeando y charlando animadamente, la risa de Harry se oyó refrescante lo que provocó que medio mundo se volteara a mirarlos, a saber de qué se estaría riendo, seguramente de algo que Draco le dijo… y eso si que era insólito.

 

 

 

-Hola, esperamos no haberlos hecho esperar demasiado.-dijo el rubio tomando asiento junto a Harry.

 

 

 

-no te preocupes Dragón, sabemos que tuvieron una mañana… muy ocupada.-se burló Pancy, haciendo que Harry se traspicara con su propia saliva.

 

 

 

-sí, no sabes cuanto… y todo por culpa de una traviesa almohada.-le contestó con el mismo sonsonete de burla, mientras Harry le miraba cómplice con una coqueta sonrisa ladina.

 

 

 

Ron producto de su ansiedad, comenzó a comer como un verdadero troglodita, los demás trataron incómodamente de ignorarlo mientras charlaban, pero hubo un momento en que una avergonzada Hermione tuvo que plantarle un codazo en las costillas.

 

 

 

-¡que…!-se quejó Ron sosteniendo un bizcocho en cada mano.

 

 

 

-¿podrías hacer el favor de controlar tu manera de comer? La comida no se irá corriendo…-le farfulló Hermione sonrojada.

 

 

 

-lo siento, pero es que hoy está más deliciosa que de costumbre.

 

 

 

-seguramente los elfos domésticos deben estar motivados por el evento de esta noche.-dijo Harry tratando de salvar la situación.

 

 

 

-sí, a todo esto ¿ya tienen con quien ir? Nosotros iremos juntos por supuesto.-agregó Draco ayudando a su novio.

 

 

 

-Ron y yo también vamos juntos.-dijo Hermione más tranquila.

 

 

 

-yo… tengo a alguien en mente, pero no sé si ya le invitaron.-se sinceró Blaise mirando la casa de los Ravenclaw con disimulo.

 

 

 

-pues pregúntale-ofreció Draco.

 

 

 

-claro Blaise, pregúntale.-dijo Theo medio burlándose de que no tuviera el suficiente valor para invitar a alguien al baile, siendo que él mismo le había dado consejos.

 

 

 

-sí, pero ella es bastante excéntrica, así que debo invitarla con ingenio y no se me ocurre.

 

 

 

-escribe la invitación en una hoja de papel y yo haré el resto.-pidió el rubio ante la curiosidad de sus camaradas y de su novio.

 

 

 

-¿que harás Dragón?

 

 

 

-una gruya como la que te envié en tercer año ¿recuerdas león?

 

 

 

-¿esa que pensé que era una carta de amor?-preguntó Harry divertido ganándose con ello una mirada desdeñosa y altanera.

 

 

 

-ohhh… ¿estás decepcionado porque pensaste que tenía palabras bonitas de mi parte?

 

 

 

-bueno, al menos tu caligrafía me pareció una verdadera obra de arte y debo admitir que hubiera sido lindo leer un “Potter, me gustas” o algo así.-confesó Harry halagándolo mientras le acomodaba un mechón de cabello tras de la oreja.

 

 

 

Draco sonrió nervioso intentando ocultar el abrumador torrente de emoción que estaba sintiendo, se sentía como arrastrado por una ola inmensa y poderosa de la que no tenía escapatoria, pero de la que tampoco tenía ganas de huir… Harry era como el océano, pensó de repente.

 

 

 

-¿estas bien?-le preguntó al verlo levemente agitado, él le contestó un ronroneante “sí” mientras se acomodaba junto a su brazo apoyando la cabeza en su hombro, Harry se sonrojó sintiendo las caricias de sus dedos en la palma de su mano.

 

 

 

“tú no tienes idea mi amor… de que en este momento me estoy derritiendo al sentir tus sentimientos como si fueran los míos, debo aprender a controlar… este extraño don antes de que sufra un paro cardíaco, lo antes posible”

 

 

 

-bu… bueno ¿alguien sabe a qué hora será el evento?-preguntó Pansy muriéndose de ternura al observarlos… Hermione y otras hufflepuf que se asomaban a verlos también suspiraban en secreto, no todos los días se veía a Draco Malfoy sonrojado y vulnerable.

 

 

 

-a las siete de la tarde en el Hall.-le contestó Ron.

 

 

 

-bueno, creo que alcanzaré a ajustar ciertos detalles…

 

 

 

-¿ya tienes tu vestido Pansy?-preguntó Hermione.

 

 

 

-usaré el del año pasado, no sabía que habría un baile este año así que no me dio tiempo para comprar uno nuevo.

 

 

 

-me siento de más en su charla de chicas y esos dos son más lentos que una tortuga-secreteó Blaise a Draco refiriéndose a Theo y a Nev, Draco sonrió burlón observando a la nueva pareja… la tensión sexual salía de sus poros intensamente.

 

 

 

-mira leoncito.-señaló disimuladamente Draco, haciendo que Harry arqueara una ceja divertido ante la situación.

 

 

 

Neville que estaba sentado junto a Theo suspiró algo nervioso y se atrevió a dirigirle la palabra…

 

 

 

-entonces… ¿cuál es tu respuesta?.-preguntó el joven, Theo tímidamente levantó la mirada y se quedaron mirando por segundos que parecieron horas, mientras el resto estaba muy atento a las acciones de ambos a pesar de su amena charla.

 

 

 

Theodore sabía que debía darle una respuesta decente, pero sin saber porqué se sintió incapaz de abrir la boca, estaba paralizado y no sabía la razón…

 

 

 

-yo…

 

 

 

-tranquilo, puedo esperar tu respuesta incluso hasta antes de que el evento comience, no quiero presionarte.-le dijo con su voz grave provocándole un cosquilleo en el fondo de las entrañas... tan placentero.

 

 

 

-descuida, de todas formas no tendrás que esperar tanto…- le dijo con una sonrisa leve asomándose en sus labios, Neville parpadeó curioso a la espera de sus siguientes palabras.

 

 

 

-esta bien… acepto.-dijo al fin y la sonrisa dichosa en el otro joven no se hizo esperar.

 

 

 

-no te preocupes por el baile, si quieres podemos pasear o simplemente charlar.

 

 

 

-si me guías los pasos, creo que podría bailar una o dos piezas contigo.-dijo Theo bajando la mirada con bochorno.

 

 

 

-confía en mi, nos divertiremos mucho, no te arrepentirás.-le aseguró entusiasmado el Gryffindor tomándolo de la mano, Theo sintió una correntiada que lo recorrió de la cabeza a los pies con solo sentir ese tacto.

 

 

 

-vaya, vaya-soltó Draco con gracia notando el sonrojo de su amigo.

 

 

 

Hermione y Pansy no pudieron evitar sonreír aliviadas de que todo haya resultado bien entre esos dos.

 

 

 

Después de la conmovedora escena, Blaise volvió a lo suyo y escribió la invitación sobre el papel para después pasársela a Draco, que comenzó a hacer una figura de origami semejante a una gruya y mientras lo hacía, iba explicándole al moreno cada doblez para que aprendiera a hacerlo por si mismo.

 

 

 

-doblas aquí y listo, ahora enviala con un hechizo levitante.

 

 

 

-de acuerdo.-le hizo caso Blaise.

 

 

 

La gruya de papel voló por sobre las cabezas del gran comedor como si tuviera vida propia y se posó sobre la mesa de Luna, ella desdobló cuidadosamente la figura sintiendo la misma curiosidad que sus compañeros de casa.

 

 

 

“¿quisieras ir al baile conmigo?”

 

Atte, Blaise.

 

 

 

Una sonrisa divertida decoró el rostro de la chica rubia y su mirada buscó disimuladamente a la serpiente italiana. Comenzó a hacer una figura de papel parecido a un conejo y lo animó con un hechizo para que pareciera que estuviera saltando de mesa en mesa hasta llegar al moreno.

 

 

 

-allí viene la respuesta.-dijo Theo atónito.

 

 

 

-leela, apuesto 60 galeones a que te rechazó.-soltó Pansy, Blaise rodó los ojos y abrió el mensaje.

 

 

 

“claro, creo que será divertido estar todos juntos, gracias por la invitación”

 

Atte, Luna.

 

 

 

-bueno, me debes 60 galeones, ya no tengo que preocuparme por mi pareja de baile ¿y tu Pansy con quien vas a ir?-presumió jactancioso molestando a su amiga que atinó a quedarse callada por su propio bien.

 

 

 

Blaise tratando de recrear la figura de la gruya, volvió a enviar un mensaje…

 

 

 

“ven a desayunar con nosotros”

 

 

 

La muchacha buscó la mirada de Blaise entre la multitud y vio que le hacía un gesto para ir con ellos, así que se levantó de su asiento con destino a la mesa de las serpientes.

 

 

 

-Buenos días muchachos-saludó ella amablemente recibiendo de vuelta el cordial saludo.

 

 

 

-Buenos días Luna-contestó alegre Hermione.

 

 

 

-bienvenida, sírvete lo que gustes.-ofreció Draco observando con curiosidad su collar de corchos.

 

 

 

-agradezco tu hospitalidad.-dijo la joven de Ravenclaw, el ojiplata en respuesta sonrió enigmáticamente como si hubiera encontrado algo interesante en ella.

 

 

 

-así que irás al baile con él… procura no aburrirte mucho-comentó Parkinson molestando al moreno.

 

 

 

-no le hagas caso a Pansy, lo que pasa es que no tiene con quien ir al baile.-rebatió el italiano.

 

 

 

-¿y a mi qué me importa? me colaré en secreto si es necesario.-dijo la Slytherin saliendose de sus casillas.

 

 

 

-tu cabeza debe estar llena de torposoplos.-señaló la rubia, la morena se sacudió el cabello frenéticamente.

 

 

 

-espera... ¿llena de qué?-cuestionó atónita ante las ocurrencias de la rubia.

 

 

 

-los torposoplos aparecen cuando la mente de alguien está muy confusa o atareada, debes tener cuidado porque provoca que se te olviden las cosas y que reacciones de maneras inesperadas.

 

 

 

-vale, tendré cuidado-le dijo mirándola con extrañeza.

 

 

 

-nosotros ya estamos acostumbrados a sus fantásticas teorías ¿cierto Harry?-mencionó Ron.

 

 

 

-lo siento Ron, pero estoy en un punto en que estoy comenzando a descartar que sean solo teorías, hay ramas de la magia que no han sido exploradas y la existencia de seres que no son visibles a nuestros ojos podría ser una de ellas ¿no crees?

 

 

 

-¡exacto!-decía Luna maravillada.

 

 

 

-bueno, la magia abarca muchos misterios y posibilidades… nosotros conocemos solo una parte.-acotó Hermione pensativa.

 

 

 

-no estarás hablando en serio.-volvió a intentar Ron para que Harry dejara de jugar con el tema.

 

 

 

-hablo muy en serio.-dijo el muchacho contemplando aquella cabeza pelirroja como si fuera lo más interesante del mundo.

 

 

 

-¿estás viendo también esos puntillos que se mueven?-le secreteó Draco al oído.

 

 

 

-si, pero será mejor que no digamos nada por ahora o si no...

 

 

 

- lo sé, nos llenarán de más preguntas, por cierto encontré a nuestra doncella de cabellos de oro.

 

 

 

-sí, es ella-coincidió Harry mirando a su amiga de Ravenclaw.

 

 

 

La profesora McGanogall se levantó de su asiento e hizo un llamado de atención para ser escuchada.

 

 

 

-Atención, tengo dos comunicados que hacerles: el primero es que no existe requisito alguno para asistir al baile, no es obligación ir en pareja, pero si deciden hacerlo déjenme decirles que no importa que sean de diferente casa o del mismo género.

 

 

 

Muchos de los alumnos suspiraron aliviados ante lo dicho por la directora, incluyendo Pansy.

 

 

 

-El segundo comunicado es, que como actual directora de Hogwarts, no voy a tolerar ninguna regla “no oficial” a las ya establecidas, el exilio de alumnos por parte de las casas está terminantemente prohibido, quien ose atreverse a lo contrario está expuesto a ser expulsado del colegio, eso es todo, pueden continuar con su desayuno.-terminó de decir y de inmediato todos se pusieron a comentar y charlar… Draco y Harry por su parte no dejaban de taladrar a Roy Savage con la mirada haciendo que el muchacho se retorciera incómodo en su asiento.

 

 

 

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Todos se levantaron para marcharse a sus clases, en el camino Luna detuvo a Harry.

 

 

 

-antes de que te vayas, toma Harry.-dijo la rubia entregándole un pañuelo con una semilla germinada en su interior.

 

 

 

-¿una semilla?-preguntó curioso Harry, Draco se le acercó.

 

 

 

-es un hada luminiscente-dijo ella con cariño acariciándola.

 

 

 

-¿que fue lo que ocurrió esa noche con ella?-preguntó preocupado el rubio buscando respuestas.

 

 

 

-si, por favor explícanos por qué terminó convirtiéndose en una semilla-quiso saber Harry.

 

 

 

-esa noche perdimos el paradero de Draco, no podíamos encontrarlo por ningún lugar, pero un Hada luminiscente se coló por la ventana de la biblioteca, venía muy débil y aún así se las arregló para llevarnos hasta él… después de eso Luna se quedó cuidándola-explicó Blaise.

 

 

 

-cuando ustedes estaban inconscientes ella se volvió polvo de hadas en mi mano y cuando sus cuerpos se iluminaron, ella también se cubrió de esa luz convirtiéndose en esta semilla ¿qué deberíamos hacer con ella?

 

 

 

León y Dragón se miraron y asintieron en común acuerdo.

 

 

 

-¿podrías seguir cuidándola?-pidió Harry notando como la magia de la semilla rodeaba a su amiga.

 

 

 

-si, lo haré con gusto, ella fue muy dulce conmigo cuando vimos que ustedes estaban... muriendo.-soltó la rubia con un deje triste en su voz que caló hondo en el corazón de sus compañeros, en especial de Blaise que no sabía que hacer para acercarse a ella y animarla.

 

 

 

-muchas gracias Luna-le dijo Harry sobando sus hombros con amabilidad.

 

 

 

-hay que ir a clases, nos vemos después-dijo Pansy rompiendo el silencio con el tono más jovial que pudo encontrar, el resto respondió despidiéndose también.

 

 

 

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Ginny no quiso asistir a clases, se sentía mal por haber puesto la vida de Harry en peligro y también por que él había encontrado un amor diferente al que ella podía entregarle.

 

 

 

Recostada boca abajo sobre su cama se preguntaba si no sería mejor abandonar Hogwarts e ir a casa para poder poner el corazón y la cabeza en frio, calmarse y reflexionar sobre lo que haría de ahí en adelante, tal vez tomarse un año sabático y ayudar a su hermano en la tienda de sortilegios le ayudaría a olvidar su apego con Harry… y las ilusiones de lo que no pudo ser.

 

 

 

Estaba en eso, cuando escuchó pasos y risas camino al dormitorio de chicos… con sigilo se levantó y caminó hasta allí, donde confundida veía que McLaggen intentaba forzar la puerta del cuarto donde dormía Neville, su hermano y Harry.

 

 

 

-¿qué están haciendo?-demandó saber con voz autoritaria.

 

 

 

-no te metas Ginny.-farfulló Cormac.

 

 

 

-tengo todo el derecho de meterme, allí es donde mi hermano y sus amigos duermen.

 

 

 

-nuestro asunto solo es con Potter, deberías quedarte quietecita ya que lo que estamos a punto de hacer te vendrá bastante bien por si quieres vengarte de su traición.

 

 

 

-¿que es lo que harán?

 

 

 

-quemar sus ropas de gala, para que no pueda asistir al baile de esta noche y si lo intenta será el hazme reír de toda la escuela, tal vez vaya con su uniforme o sus ropas muggles… ¿saben qué? deberíamos quemarlo todo así tendría que asistir al baile y a clases en calzoncillos.-dijo el muchacho burlándose y riendo con sus secuaces.

 

 

 

-no voy a permitirlo.

 

 

 

-oh! Ahora te haces la niña buena después de que lanzaste el brazalete de Potter al lago negro.

 

 

 

-¿como lo sabes?

 

 

 

-todos lo saben, ustedes son el principal chisme de Hogwarts… quédate fuera de esto y observa como dejo a tu ex novio en ridículo, sé que lo anhelas… te sientes despechada.

 

 

 

-sí me siento furiosa y traicionada, pero a pesar de todo no podría soportar ver como le hacen algo tan vil y cruel… porque… porque para mi él sigue siendo un miembro más de mi familia.-dijo ella con enojo.

 

 

 

-que tonta eres, ¿sabes? yo también me siento traicionado, pero no voy a ser benévolo en absoluto… no mientras él siga con esa escoria de serpiente asesina.

 

 

 

-¡quítate de en medio!-ordenó uno de los súbditos de McLaggen a la pelirroja.

 

 

 

-no me moveré de aquí.

 

 

 

-¿a no?-McLaggen le apuntó con su varita.-¡expulso!-conjuró empujando a Ginny.

 

 

 

Ella trató de levantarse rápidamente sacando su varita, pero cuando estuvo a punto de lanzar un hechizo para detenerlo uno de los chicos le quitó la suya y la inmovilizó con un hechizo de atadura.

 

 

 

-¡no, no lo hagan!-gritó intentando liberarse.

 

 

 

McLaggen forzó la puerta rompiendo el hechizo protector y entro rumbo al armario de Harry, en eso empezó a escuchar que sus compañeros se quejaban y gritaban, seguramente la pelirroja se había escapado y estaba atacándolos, nunca imaginaría que estaba a punto de ser víctima de la furia de unas muy encabronadas hadas luminiscentes.

 

 

 

-¡apúrate Cormac nos están atacando, son muchas!-gritó uno de sus compañeros, ante el descontrol de la situación y la prisa, el muchacho se enfocó solamente en buscar las ropas de gala que estaban colgadas ordenadamente en un gancho, con rapidez jaló el traje rompiendo las costuras en el proceso y trató de escapar con él, abriéndose paso entre el enjambre de luz que estaba arremetiendo a sus amigos.

 

 

 

-¡pero qué demonios! ¡salgamos de aquí!-ordenó y bajaron corriendo las escaleras dejando a una atónita pelirroja tirada en el suelo…

 

 

 

Ginny observó los puntos luminosos que se movían a su alrededor, había sido salvada por unas Hadas…

 

 

 

-no alcanzo mi varita… por favor, ayúdenme.-suplicó intentando zafarse de la cuerda que la aprisionaba, al instante el hechizo se desvaneció y pudo moverse.

 

 

 

-gracias-.susurró viéndolas arreglar su cabello. Trató de levantarse y caminó hacia la recamara de los muchachos, encontrándose con un colosal desorden de ropas tiradas sobre el suelo… a lo lejos vio una manga arrancada de cuajo, pertenecía al traje de gala que él se pondría esa noche, con pesar comenzó a ordenar las ropas poniéndolas en su lugar.

 

 

 

-no estoy contenta con todo esto… no lo estoy-habló la muchacha temblorosa, sosteniendo el trozo de tela.

 

 

 

-Ginny ¿que haces aquí?-dijo Harry aterrado viendo un trozo de la manga de su camisa entre sus manos, Ron y Neville también entraron contemplando las ropas que aún estaban tiradas en el suelo.

 

 

 

-¡no me miren así! ¡no fui yo!-dijo la pelirroja al borde de las lágrimas, el resto confundido comenzó a pedir explicaciones.

 

 

 

-entonces dinos que rayos pasó ¿por qué estas aquí en primer lugar y porqué sostienes un pedazo de la camisa de Harry?-pidió su hermano enfadado.

 

 

 

-no quise ir a clases, me sentía mal, de pronto escuché pasos, entonces vi que McLaggen y sus amigos estaban rompiendo el hechizo de protección, intenté detenerlos, pero me quitaron mi varita… unas hadas me ayudaron, los ahuyentaron, pero… ese canalla se escapó llevándose tu traje de gala, dijo… que quería impedir que fueras al baile.

 

 

 

Harry contempló a Ginny buscando muestras de que estuviera fingiendo, aún estaba conmocionado por lo de la pulsera lo que le hacía imposible confiar de buenas a primeras.

 

 

 

-“ella no os está mintiendo, le hemos defendido”-apoyó una de las hadas al ver su duda, Harry respiró aliviado y preocupado a la vez ¿ahora como diablos iba a ir vestido al baile?

 

 

 

-esta bien Ginny te creo, tranquila…-la calmó.

 

 

 

-¡ese idiota!-masculló Ron furioso.

 

 

 

-te juro Ron, la próxima vez que lo vea juro que no me voy a contener ni un solo poco, voy a reventarle la cara de un puñetazo a lo muggle y no me va a importar si es hijo de alguien del ministerio.-soltó con ira.

 

 

 

-yo también me sumo, me está hartando su actitud-dijo Nev tronando los puños.

 

 

 

-chicos no, eso es justo lo que está buscando, quiere expulsarlos… no caigan en su juego.-dijo Ginny preocupada.

 

 

 

-no vamos a seguir soportando tanto abuso, esto no se puede quedar así… nuestra privacidad fue arrebatada y tú fuiste atacada.-le reclamó Harry.

 

 

 

-él no solo odia a Malfoy… te odia a ti también, ten cuidado Harry, no hagas una locura.-pidió la pelirroja, el joven asintió y después la vio marcharse sin más.

 

 

 

-¿y ahora que vas a hacer?-preguntó Neville.

 

 

 

- “nosotras podemos ayudarte, déjalo en nuestras manos”-habló alegremente una de las criaturas.

 

 

 

- “pasaos por el salón de los menesteres unas horas antes del baile, les tendremos preparada una sorpresa”.

 

 

 

-de acuerdo.

 

 

 

-¿qué te dicen las hadas Harry?-preguntó Ron con curiosidad.

 

 

 

-que vayamos al salón de los menesteres unas horas antes del baile, hay que comunicárselos a los demás.

 

 

 

-vale.-asintieron ambos chicos.

 

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En tanto en la sala común de Slytherin…

 

 

 

-que bueno que los profesores nos hayan dejado salir antes de tiempo para prepararnos para el baile.-decía Pansy bostezando.

 

 

 

-considerando que el baile fue una idea de último momento para celebrar la boda de nuestro amigo es lo mínimo que pueden hacer.-se jactó el moreno.

 

 

 

-chicos ¿no huele a quemado?-preguntó Draco haciendo un mohín de disgusto, los demás asintieron y bajaron las escaleras encontrándose con un grupo de Slytherin riendo junto a la chimenea.

 

 

 

-tengo un mal presentimiento de todo esto.-expresó Theo temiendo que sus predicciones fueran ciertas.

 

 

 

Avanzaron entre la multitud y cuando llegaron se encontraron con un panorama bastante desalentador.

 

 

 

-¡mi vestido!-gritó Parkinson al borde de un colapso nervioso, viendo como los encajes y telas se retorcían chamuscándose entre las llamas.

 

 

 

-ya solo quedan dos trajes por quemar, ambos son de tus amigos, el tuyo ya se calcinó hace rato, esto fue lo único que se salvó-dijo Roy burlándose, mostrándole un guante blanco.

 

 

 

Draco miró el guante sintiendo un calor enervante que comenzó a bullir de lo más profundo de su ser, las luces comenzaron a tintinear…

 

 

 

-¿es que no aprendiste la lección Savage? realmente estas buscando morir con tanta desesperación.

 

 

 

-moriré feliz de saber que irás a parar a Azkaban a hacerle compañía a tu padre.

 

 

 

-¡cierra la puta boca!-advirtió en un tono peligroso… sus ojos platinos comenzaron a resplandecer poco a poco.

 

 

 

-eso es, enójate muéstrale a todos el fenómeno que eres.

 

 

 

-Dragón contrólate, vámonos de aquí.-le detuvo Blaise tratando de hacerlo entrar en razón.

 

 

 

-pero si no hago algo sus trajes…

 

 

 

-a mi no me importa, ya encontraremos la manera de solucionarlo a tiempo.-dijo Theo calmándolo.

 

 

 

-en serio Draco, no te rebajes a su nivel, Hermione y Luna pueden prestarme algún atuendo, son nuestros aliados ahora es su deber ayudarnos.

 

 

 

-chicos, no quiero que estén mendigando favores que…

 

 

 

-no vale la pena meternos en un lio por un poco de ropa.-Draco sonrió divertido ante lo dicho por Theodore.

 

 

 

-tienes razón, es una tontería… veré si pueden permitir que nos autoricen un traslado temporal… somos serpientes aladas en medio de un nido de víboras, esto no está a nuestro nivel-dijo el rubio mirando al resto del alumnado con desprecio y altivez.

 

 

 

-vámonos chicos.-dijeron y se fueron dejando avergonzados a Roy y las demás serpientes de mala calaña.

 

 

 

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Durante el almuerzo Draco, Pansy, Blaise y Theo se vieron obligados a sentarse en la mesa de los leones ante el claro rechazo de su propia casa… explicaron lo que sucedió con sus trajes y Harry también les explicó lo que había sucedido con el suyo.

 

 

 

-y eso fue lo que sucedió…-terminó de decir Draco con un humor de perros.

 

 

 

-ese maldito está cortado por la misma tijera que McLaggen, más vale que no vea su cara por que o si no... -gruñó Harry enfadado.

 

 

 

-lo mismo digo, le voy a arrancar la lengua.

 

 

 

-chicos cálmense por merlín, ni siquiera consideren buscarles pelea, no es el mejor momento para provocarlos.

 

 

 

-¿esperaremos a que ocurra algo aún más grave?-inquirió Draco mirando a Hermione con una mueca sarcástica, la castaña suspiró.

 

 

 

-solo estoy diciendo que los líos están a la vuelta de la esquina, hay que ser cautelosos.-aclaró.

 

 

 

-odio admitirlo pero ella tiene razón Dragón-habló Theo preocupado.

 

 

 

-bien, intentaremos pasar de ellos…-suspiró Harry derrotado, tomándole la mano a su chico y acariciándosela para calmarlo.

 

 

 

-¿y ahora como vamos a ir al baile?

 

 

 

-yo les prestaría el mio, pero es demasiado anticuado y el que va a enviarme mamá no da señas de llegar.-decía Ron incómodo.

 

 

 

-agradecemos tus buenas intenciones, pero… no, gracias.-dijo Blaise intentando por todos los medios que su tono de voz no sonara como si se estuviera burlando.

 

 

 

De pronto Nev se sintió impotente, hubiera querido darle su traje a Theo, pero sabía que no eran de la misma talla… se limitó a suspirar resignado mientras pensaba la manera de encontrar otro para el Slytherin.

 

 

 

-yo tengo algunos vestidos que tal vez podrían quedarte, aunque no sé si van a gustarte.-trató de animar Hermione.

 

 

 

-nunca pensé que diría esto, pero me alegraste el día.-dijo la morena tímidamente.

 

 

 

-Miren muchachos, creo que esto no va a ser necesario, las hadas dijeron que nos reuniéramos en la sala de los menesteres unas horas antes del baile porque nos tenían una sorpresa.

 

 

 

-¿a todos?-preguntó Hermione.

 

 

 

-¿en serio? No nos habías dicho nada acerca de una sorpresa ¿qué podrá ser?-preguntó Ron ansioso.

 

 

 

-no lo sé, pero vayamos a averiguarlo.-dijo y el grupo entero asintió.

 

 

 

Rato después, por la tarde ya todos estaban reunidos en el punto de encuentro con Luna que se había sumado también, al entrar contemplaron unos paquetes sobre el sofá, con el nombre de cada uno.

 

 

 

--¡vaya, son regalos!.-dijo Harry sonriente.

 

 

 

-¿y todo esto?-Blaise estaba anonadado.

 

 

 

-¿es lo que creo que es?-preguntó Draco sosteniendo el que le pertenecía.

 

 

 

-debo estar soñando-susurró Pansy incrédula y sacó del paquete un hermoso vestido purpura.-Por Salazar, la tela es preciosa, ¡voy a probármelo ya!-exclamó la chica emocionada dirigiéndose a uno de los vestidores dispuestos para la ocación.

 

 

 

-¡incluso hay un traje de mi talla, y es muy elegante!.-decía Ron asombrado lleno de júbilo.

 

 

 

-el mio es rojo granate, es precioso, además nunca había visto unos así ni en el mundo Muggle.-comentó maravillada la castaña, observando los brillantes zapatos que parecían hechos del más fino rubí.

 

 

 

Mientras todos seguían desenvolviendo como si fueran regalos de navidad adelantada, Harry y Draco contemplaban sonrojados sus elegantes trajes, eran de color blanco a juego con calados dorados en la camisa, estaban lleno de hermosos detalles como por ejemplo: joyas incrustadas en las mangas y en el cuello, rosas de plata en el bolsillo de la chaqueta, lustrosos zapatos finos.

 

 

 

-¿de donde habrán sacado todo esto…?-susurró Harry apreciando las terminaciones de oro en los botones y los encajes.

 

 

 

-espero que no sean robados, valdrían una fortuna si los vendieran en Inglaterra mágico.-se preocupó el rubio.

 

 

 

- “debéis estar tranquilos, estas creaciones fueron hechas por nosotras y los demás elfos domésticos del colegio, trabajamos muy duro fundiendo el oro que recolectamos de algunas cuchillerías que estaban arrumbadas y sin uso”-comunicó un Hada.

 

 

 

- “la tela fue tomada de cortinas y trozos de tela olvidados que nadie echará de menos”-aseguró otra devolviéndoles la calma al par de muchachos.

 

 

 

-pues las felicito, hicieron un trabajo increíbles señoritas, son los mejores trajes que he visto.-felicitó el platinado.

 

 

 

- en serio muchas gracias, no sabemos como compensarles todo esto-dijo Harry alucinado al ver a sus amigos tan felices.

 

 

 

- “no hace falta hijo de la suprema magia, nosotras lo hicimos porque esta es vuestra fiesta, nadie tiene el derecho de impedir que este sea su día, porque no solo estamos celebrando la magia de Yule, sino que también celebramos la sagrada unión de vuestros núcleos, es por ustedes que estamos aquí después de todo, somos nosotras quienes le estamos infinitamente agradecidas por despertarnos”.

 

 

 

Harry sentía que faltaban palabras para expresar tanta gratitud, así que sin más les dedicó una enorme sonrisa llena de alegría… Draco observaba el perfil de su amado mientras le tomaba la mano… tantas dulces emociones provocaron de pronto que se le humedecieran los ojos… rápidamente se alejó con la excusa de que tenía que cambiarse, pero Harry sabía que se había ido a secar las lágrimas… no podía culparlo, él mismo sentía tanta felicidad que le fue imposible contenerlas.

 

 

 

-creo que es hora de que vaya a cambiarme yo también.

 

 

 

- “por favor, no olvidéis agradecer a los elfos domésticos quienes también nos ayudaron con las costuras y los retoques usando magia élfica”.-dijo otra Hada revoloteando.

 

 

 

-lo tomaré en cuenta, lo haré.-le dijo a la pequeña hada, mientras se dirigía al vestidor que habían implementado con magia, para cambiarse de ropa.

 

 

 

En los vestidores separados con cortinas cada quien se ponía sus galantes ropas… y mientras se vestían, charlaban animosamente.

 

 

 

-las Hadas luminiscentes son una pasada-dijo Ron observando su atuendo frente al espejo más que satisfecho con el resultado, ya quería ver la cara de Hermione cuando le viera y por qué no, también quería ver como lucía ella.

 

 

 

-son increíbles, son como las hadas madrinas de los cuentos muggles.-comparó graciosamente Draco, Harry intentó no reírse del comentario de su chico, pero fue imposible con lo que dijo Pansy.

 

 

 

-somos ¡¿somos la cenicienta?!-lanzó indignada, Draco y Harry se echaron a reír más fuerte contagiando a los demás.

 

 

 

-amor, pasaste de ser la bella durmiente a ser la cenicienta…-dijo el león intentando acomodarse la corbata.

 

 

 

-pues, que buena noticia… voy subiendo mis habilidades, creo.-le siguió la corriente a su novio mientras se peinaba glamoroso frente al espejo.

 

 

 

-¿quien jodidos rayos es la cenicienta?-preguntó Ron.

 

 

 

-quien sabe…-dijo Blaise perplejo por el arranque de locura de sus amigos, luna les escuchaba divertida calzándose sus zapatos color zafiro, mientras Hermione con su vestido ya puesto intentaba maquillarse sin éxito, su grupo actual de amigos era un desmadre.

 

 

 

-¿alguien sabe como acomodar un albornoz?-preguntó Theo.

 

 

 

-¿no eras tu el intelectual?-preguntó de vuelta Blaise con tono socarrón.

 

 

 

-si, pero no de la moda, ni de la ropa.

 

 

 

-¡yo sé! ¿quieres que te ayude?-dijo Neville con entusiasmo haciendo que el castaño se paralizara de nerviosismo.

 

 

 

-¡no! No es necesario, ya lo arreglé.

 

 

 

-está mintiendo Nev, ayudalo a acomodarse el bendito albornoz o saldremos mañana cuando el baile haya terminado.-aconsejó Blaise.

 

 

 

Neville corrió la cortina de Theo apreciando lo condenadamente sexy que se veía en aquél traje gris… era un chico muy apuesto.

 

 

 

-te queda… te ves muy bien en ese traje.-se sinceró sonriente el valiente Gryffindor, Theo intentó mantener su frialdad lo más que pudo.

 

 

 

-igualmente-dijo sin despegarle la mirada.

 

 

 

-déjame ayudarte a ponerlo correctamente.-pidió Neville pasando sus brazos a los lados de su cintura para abrocharle las cintas por la espalda, Nott suspiró ahogadamente intentando no moverse, pero de todas formas sentía el roce de sus brazos que lo atraía como un imán poderoso… y si por dios, Neville se veía bastante bueno en ese traje ¿por qué negarlo? He ahí otra razón para sentir mariposas en el estómago.

 

 

 

-ya está, ahora pasamos esta banda por aquí y la otra… debajo del pantalón.-dijo Neville enseñándole a acomodarla con cierta pizca de coquetería, que no pasó desapercibida ni para Theo, ni para los atentos oyentes de los demás vestidores.

 

 

 

-¡menos besuqueo y más prisa, se nos hace tarde!-exclamó Blaise molestando al par.

 

 

 

-¡no nos estamos besando! ¡por morgana!-gritó enfurecido Theo, provocando la risa de sus compañeros.

 

 

 

-¡jajajaja no puedo con estos! ¡se me corre la máscara de pestañas!-se carcajeaba Pansy sosteniéndose el estómago.

 

 

 

-¡no me hagan reír, es la quinta vez que uso glamour por todos los cielos!.-dijo divertida Hermione intentando volver a maquillarse con magia.

 

 

 

-Disculpa, yo puedo continuar solo desde aquí, gracias por todo.-Neville se vio empujado fuera del vestidor por un abochornado Theo, que intentó terminar de ponerse la chaqueta y lo que restaba de su ropa.

 

 

 

-asegurate de abrochar el extremo de tu albornoz con los botones en la cintura de tu pantalón para dejarlo fijo.-dijo Neville con cara de haber metido la pata.

 

 

 

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Tras abrir las cortinas de los vestuarios, sus caras no podían contener tanta admiración y asombro… “perfectos”, era la palabra que se les venía a la cabeza en ese momento.

 

 

 

-¿nos vamos?-preguntó Harry caballerosamente, ofreciéndole el brazo a su amado que estaba perdido en su hipnótica mirada esmeralda.

 

 

 

-será un honor.-musitó hechizado con la visión del mago más sexy, el más varonil, el más hermoso que hubiera existido en su memoria… lo mejor de todo, era completamente suyo por voluntad propia, por amor sincero.

 

 

 

El resto los imitó, invitando a sus parejas a tomar su brazo con gracia y se encaminaron de esa manera hacia la pomposa fiesta.

 

 

 

Mientras caminaban, Ron no podía dejar de contemplar a su novia Hermione, se veía tan hermosa y elegante como una rosa roja floreciente, por su parte ella admiraba sorprendida a su novio el cual por primera vez tenía un toque refinado, tal vez era que se le habían pegado algunos modismos Slytherins, pensaba divertida.

 

 

 

Blaise maravillado apreció a la doncella de cabellos de oro, que lucía tan deslumbrante como una estrella bajando del cielo, su cuerpo fino parecía etéreo bajo ese hermoso vestido de tonalidades azules y detalles en plumas plateadas, llevaba su rubio y largo cabello suelto, decorado por una tiara de plata que caía sobre su frente… era hermosa. La muchacha de Ravenclaw alzó la mirada azul para encontrarse con sus felinos ojos verdes y le sonrió tímidamente, provocando el mismo gesto en el moreno. Luna tuvo que admitir para si misma que el italiano poseía una atractivo exótico que no le era para nada indiferente, haciéndole caso a su curiosidad se decidió a conocerlo mejor, además no se veía tan mala persona como los de su casa le advertían.

 

 

 

Neville contempló nuevamente a ese chico que no sabía desde cuando le había movido el piso, fue un flechazo que cupido dio en el momento que él estaba más desprevenido… vagamente recordaba como el día que llegaron a la estación y cruzaron miradas intentaron apartarla sin éxito, después durante el viaje cuando se encontraron en los pasillos del tren también se habían mirado a los ojos como si quisieran hablarse, mas no se dijeron cosa alguna y pasaron de largo. Durante tres largos meses intentaron ignorarse sin lograr romper el hielo, pero todo había cambiado a principios de esa última semana, el serio chico de Slytherin parecía estar más receptivo, más alegre también, más comunicativo incluso entre sus amigos y finalmente esa noche en las que creyeron que Harry y Draco morirían, pudo ver con total claridad cualidades que jamás imaginó que tendría y que terminaron cautivándolo… vio coraje, determinación, respeto, lealtad y astucia. En aquél momento también fue espectador de sus lágrimas silenciosas y su sonrisa tímida, fue testigo de un muchacho que se abría lleno de emociones tras la máscara resquebrajada. Los días pasaron y el joven continuó mostrando más de su esencia, descubrió en él: sus sonrojos, su nerviosismo, su buen humor, la respetable forma con la que trataba a sus amigos… y comenzó a gustarle aún mucho más… ahora que lo tenía junto a él tomado del brazo, comprendió que no le importaba que se tratara de un chico, que fuera de las serpientes o que haya tenido ideales equivocados antes… lo único que sabía era que necesitaba tenerlo cerca y Theodore Nott compartía el mismo sentimiento.

 

 

 

Pansy lejos de sentirse como si sobrara, tomó su cámara de movimiento continuo y mientras ellos caminaban comenzó a sacar fotografías.

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

¿que les pareció? dejenme review, el próximo capítulo estará para mañana por la noche, ¡un abrazo!


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