Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... En las miles de posibilidades existentes.
Capítulo 18: “La noticia del siglo viene con despedidas”
24 de Diciembre 1999, Callejón Diagon…
Aquella mañana de invierno habría sido tan normal como cualquier otra en el callejón Diagon, de no haber sido por la reciente llegada de los periódicos que los jóvenes vociferadores comenzaban a distribuir a viva voz, ¡se vendían como pan caliente!, la gente leía con ojos estampados en la primera plana la noticia que anunciaba:
“Romance en Hogwarts:Harry Potter y Draco Malfoy, rivales unidos por el amor ¡Confirmado!Leer más de este artículo en la página 9”
Y para variar de fondo la fotografía de los dos muchachos ¡besándose!
No pasó mucho tiempo hasta que todo mago transeúnte, comerciante y demás chusmas se pusieran a cotillear de los Malfoy, del joven que venció, de los Parkinson y de los Weasleys.
La noticia llegó al ministerio, al departamento donde trabajaba Arthur Weasley… el padre de familia leyó el periódico una y otra vez sin poder entender lo que estaba pasando: ¿Harry había terminado con su hija y estaba saliendo con el hijo de los Malfoy? ¿su hija estaba saliendo con la hija de los Parkinson? ¿en que momento las cosas cambiaron tanto? ¿por que estaban saliendo con Slytherins? Solo esperaba que no fuera una jugarreta de los mortífagos para convencer a Ginny y a Harry de unirseles, la verdad es que no podía confiar todavía en los que una vez estuvieron de parte del señor tenebroso.
Caminó rumbo a las chimeneas a pesar de las miradas y los murmullos escandalizados para dirigirse a su hogar, tenía que hablar con Molly cuanto antes.
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Draco se había removido en la cama durante toda la madrugada… se volteó hacia Harry percatándose de que él tampoco estaba teniendo un buen sueño, lo abrazó acunándolo en su pecho como queriendo protegerlo y se desveló viéndolo dormir, en cada minuto que transcurría apreciaba la belleza de su rostro, capturaba en su retina la ternura de sus gestos y escuchaba el acompasado ritmo de su respiración.
No podía conciliar el sueño sabiendo que en unas cuantas horas, Harry partiría a la madriguera para contarle la situación a los Weasleys, estarían separados por unos días y eso lo estresaba.
“todo estará bien” era el pensamiento que se le venía a la cabeza para contrarrestar aquellos que pretendían amargarle… y así pasaron las horas, hasta que amaneció.
-Señor León, es hora de despertarse… su esposo, el señor Dragón solicita de sus servicios.-anunció Draco sacándole una sonrisa divertida al moreno.
-¿qué clase de servicios?-balbuceó el Gryffindor tallándose los ojos adormilado.
-Hmmm… unos que no podrá rechazar…-ronroneó el joven rubio con voz excitada, montándose sobre las caderas de Harry, refregando su entrada contra la agraciada hombría.
-eres tan perfecto Dragón, es el mejor despertar que he tenido nunca.-jadeó ante las sensaciones sobre su miembro y la deliciosa imagen de ese cuerpo erguido sensualmente sobre el suyo.
-león… estás muy duro… ¿qué estabas soñando precisamente?-le preguntó sexy mientras le acariciaba el pecho, moviéndose candente e incitante.
-contigo, así gimiendo de placer sobre mi… ¿no sigo soñando cierto?
-es real amor, lubricuos.-dijo el muchacho a su oído y luego lo besó con fiebre mientras introducía el contundente miembro de Harry en su entrada ya preparada momentos antes.
Después de aquella placentera sesión, ambos se dirigieron a la ducha entre caricias y mimos para asearse el uno al otro.
A pesar de su felicidad, muy en el fondo sentían ese desasosiego molesto que te dice que las cosas podrían complicarse y luchaban con todas sus fuerzas para no sucumbir a la ansiedad, no permitirían que cosa alguna les afectara.
-tu decisión de ir con los Weasley sigue en pie ¿verdad?-le preguntó mientras iban de la mano hacia el gran comedor.
-¿quieres que me quede? Lo haré, me quedaré contigo…-le dijo Harry, Draco negó con la cabeza.
-ambos tenemos asuntos que sanjar de una vez por todas, tu con ellos y yo con madre… no es justo que ella se entere por otros medios antes que se lo diga.
-¿qué hay de tu padre?
-no es el momento, no todavía… además está en Azkaban es imposible que se entere a menos que alguien se lo informe.
Continuaron caminando por los enormes pasillos en silencio entrelazando sus manos aún más fuerte, sintiendo a través de su magia algunos atisbos de preocupación.
-Ginny estará ahí… en la madriguera.-dijo Harry de pronto, notando un pequeño gesto nervioso en su novio que pasó casi desapercibido, pero no para él.
-lo sé, pero confío en mi esposo, sé que no se atrevería a romperme el corazón.
-eso ni lo dudes, eres mi único, mi predestinado… mi Dragón, regresaré antes de año nuevo, no creo poder sobrevivir sin tenerte a mi lado por tanto tiempo.
-León, que cursi eres, me lo vas a contagiar-se quejó avergonzado el rubio.
-¡pero es que voy a extrañarte muchísimo!.-le hizo saber el moreno estrechándolo entre sus brazos con todo el amor que le fue posible.
-me rindo, yo también voy a echarte de menos, especialmente dormir contigo.-le susurró al oído.
-Dragón orgulloso, te amo tanto-terminó diciendo Harry mientras le besaba las mejillas sin importarle que medio mundo los estuviera viendo.
-sí soy orgulloso y muy celoso, así que procura tenerla alejada a muchos metros de ti ¿te ha quedado claro?-le advirtió.
-si Dragón, quédate tranquilo, mis sentimientos por ella murieron hace tiempo, cuando descubrí que eras el centro de mi universo.-Draco se sonrojó nerviosamente mientras lo miraba profundamente a los ojos con el ceño fruncido… a Harry le pareció tan adorable.
-te amo idiota…
-yo más…-susurró frente a sus labios antes de robarle un beso a esa boca malhumorada.
-no, yo aún más-contestó el rubio y volvió a apoderarse de sus labios mientras le rodeaba el cuello con los brazos, los fantasmas que pasaron cerca rehuyeron escandalizados al igual que algunos alumnos que transitaban por ese pasillo.
Ese día tocaba desayuno en la mesa de los leones, al llegar se encontraron con Theo, Blaise y una muy callada Pansy que al parecer tenía un severo dolor de cabeza, los tres estaban sentados junto a Ron, Hermione, Neville y Luna.
-hola chicos… les guardamos unos puestos-dijo Mione saludando, invitando al par a sentarse.
-gracias-dijeron al unisono contemplando las caras expectantes de sus amigos.
Draco sonrió de lado al ver a Theo tomado de la mano de Neville, al parecer las cosas habían salido bien durante la fiesta.
Mientras desayunaban Pansy se acercó disimuladamente a Hermione para cuchichear…
-¿y la princesa no bajó con ustedes?
-está dormida ¿como se te ocurrió darle whisky de fuego? ¡por todos los magos!-regañó entre susurros Hermione.
-no se me ocurrió a mi, la botella estaba al lado de un elfo doméstico que estaba dormido de borracho en uno de los pasillos… se la quitó.
-¿en serio? ¿No estarás mintiendo verdad?
-si quieres puedes preguntarle, quise quitársela pero no me dejó y la seguí hasta una de las aulas vacías… nunca había visto que alguien se bebiera el whisky como si fuera jugo de calabaza…
-¿y cómo es que tú terminaste ebria también?-continuaba Hermione el cuchicheo entre bocados.
-para que no terminara tomándosela completa y volviera a llenarla con magia, me terminé el resto que quedaba y desaparecí la botella con un hechizo evanescente.
-esta bien, por el momento te creeré…-le advirtió ganándose una mirada de lo más santa que puede haber.
-¿chicos ustedes pasaran navidad de Yule juntos?-preguntó de pronto Blaise llamando la atención del grupo.
Draco y Harry se miraron resignados...
-la verdad es que… no-dijo Harry.
-¿no?-preguntaron atónitos todos.
-yo por mi parte contactaré a madre, averiguaré si ya le dieron el alta y veré si puedo obtener un permiso especial para pasar las fiestas con ella, no quiero que esté sola.-explicó Draco preocupado, Hermione y los demás sinceramente pensaron que a pesar de ser muy Malfoy, tenía escondido un gran corazón.
-y supongo que vas a sincerarte con ella respecto a Harry.-agregó Hermione muy seria, Draco le dio la razón asintiendo.
-¿en serio estas preparado para esto Draco?-preguntó Pansy temerosa.
-sí Pansy, ya está decidido.
-entonces eso quiere decir que si Harry no se queda contigo ¿vendrá a la madriguera?.-tragó fuerte Ron temiéndose lo peor.
-sí, iré a la madriguera, tengo que poner a tus padres al tanto sobre Ginny y sobre mi naturaleza, son como mis segundos padres, creo que les debo una explicación.
-pero Harry, Ginny estará allí y…
-descuida Ron, solo me quedaré para la cena de navidad, si las cosas se ponen mal me iré antes.
-¡oh Harry! sé optimista, Molly siempre te ha tratado como su hijo, no creo que vaya a cambiar solo porque te has enlazado a Draco y has dejado a Ginny.-animó Hermione al ver el semblante triste de su amigo.
-sólo espero que no se lo tomen a mal y que…-en eso Harry fue interrumpido.
-viene una lechuza, trae algo.-decía Blaise observando como dejaba un paquete sobre la mesa de Harry.
-¿quién lo envía?-preguntó Hermione.
-no tiene remitente.
-ten cuidado Harry.-le dijo Draco mientras su novio abría el envoltorio.
-¿un periódico?-preguntó atónito Theo temiendo lo inevitable.
-sí, es el profeta… no… no puede ser, pero…-Harry sintió como automáticamente el alma se le iba a los pies al ver la portada, Draco frunció el ceño indignado mientras leía el encabezado.
-¿qué pasa Harry?
-… somos el chisme del siglo Nev, eso pasa.-dijo mostrándoles a todos el periódico.
-alguien tiene que haber soltado la lengua de seguro.-opinó Ron.
-con fotografías de ustedes dos.-dijo Neville.
Por acto reflejo todos terminaron mirando a Pansy que se sintió ofendida al notar lo que todos estaban pensando.
-¡no he sido yo! ¡culpen a su maldita tropa de Hufflepuf! Ellas son las únicas que podrían haber tenido esa foto, ni yo pude capturarlos en esa hermosa escena.
Draco y Harry no pudieron evitar alzar una ceja ante lo que escucharon.
-¡por morgana!, no le presten atención a eso último, el punto es que yo no fui.
-te creemos Pansy, no te sulfures, después tendremos tiempo para averiguar de donde el profeta sacó esta información.
-tal parece que no les queda de otra que enfrentar esto muchachos, nosotros los estaremos apoyando.
-Gracias Hermione.
-también nosotros.-apoyaron las serpientes.
-chicos…-Draco les dedicó una mirada comprensiva, a pesar de la ansiedad y el miedo que lo invadía al saber que pronto tendría que encarar a su madre.
En eso llegó hasta la mesa la Directora McGanogall...
-Buenos días jóvenes.
-Buenos días-contestaron al unísono.
-veo que a ustedes también les ha llegado un ejemplar.-dijo refiriéndose al periódico sobre el mueble.
-sí, desgraciadamente.-soltó Draco.
-Ayer por la noche Nick casi decapitado nos informó de que esa mujer indeseable de Rita Skeeter se infiltró en el baile, pero no pudimos detenerla a tiempo, les ofrezco mis disculpas.
-Skeeter, esa chismosa hace cualquier cosa con tal de conseguir información.-comentó Theodore con rencor.
-no se preocupe Directora, esto ya se veía venir-le dijo Harry tranquilizándola, pero no consiguió borrar su rostro de preocupación.
-Joven Malfoy quisiera acompañarme, tiene una visita.
-¿quién?
-su madre.-le dijo la bruja encaminándose hacia su despacho, los ojos de Draco se abrieron de par en par sintiendo su corazón golpeando fuertemente.
-¿quieres que te acompañe?-le preguntó Harry, el joven rubio movió negativamente la cabeza, miró los rostros preocupados de todos, respiró profundo un par de veces y reunió todo el valor que le fue posible para soltarse de la mano del moreno y seguir a McGanogall.
-espero que todo salga bien.-soltó Pansy sin dejar de ver la puerta del gran comedor por donde había salido su amigo.
-puedo sentirlo, está muy nervioso.-decía Harry llevándose la mano al pecho, casi sintiendo en su propia piel las sensaciones que compartía su núcleo mágico con el de Draco.
-relajate Harry, sé positivo… tal vez así puedas transmitirle la paz y valor que él necesita.-decía Hermione acariciando sus hombros en señal de apoyo.
-lo intentaré.-dijo él sentándose en la silla y cerró los ojos tratando de serenar su espíritu.
-nosotros, lo hemos estado pensando desde anoche y… ahora que sabemos que tú iras a resolver tus asuntos a la casa de los Weasleys, hemos decidido quedarnos con Dragón para acompañarlo, después de todo nuestra visión ha cambiado tanto que sentiríamos extrañeza de volver a casa.-dijo Blaise algo serio.
-¿no extrañan a sus familias?-preguntó Harry atónito.
-sí, pero no estamos a favor de unirnos a un nuevo desquiciado, no queremos inmiscuirnos en ninguna de esas estupideces y si vamos a casa es probable que no volvamos a pisar Hogwarts.-Habló Blaise.
-no te aflijas por que estemos lejos de nuestras familias.-pidió Blaise con gratitud.
-estaremos bien y así evitaremos también que Draco se sienta ansioso.-dijo Theo sorprendiendo a Harry.
-gracias… se los debo.-agradeció el joven que venció.
-no león, nosotros te lo debemos a ti, tú permitiste que volviéramos a ser sus amigos y que reforzáramos los lazos que creímos perdidos, gracias.-dijo la muchacha de cabello oscuro con sinceridad.
Ron, Hermione, Neville y Luna sonrieron con emoción, más que felices, los lazos se estaban estrechando en el grupo armoniosamente.
-además es extraño decir esto, pero nunca sentí a Hogwarts como un hogar, sino hasta ahora… no quiero volver a casa donde no siento absolutamente nada… quiero quedarme aquí el tiempo que pueda, graduarme y continuar mi camino como bruja digna.-acabó de decir la morena con orgullo.
Hermione miró a Harry con ternura, ahora había otra persona que sentía a Hogwarts como más que una simple escuela para magos.
-si tienen algún problema, si se sienten agobiados por algo, no duden en decírnoslo, no vamos a darles la espalda, encontraremos una solución juntos.-dijo Harry correspondiendo a los votos de lealtad de las serpientes.
-les pedimos lo mismo, donde nosotros seamos el escudo, ustedes sean nuestra espada.-estableció Theo.
-donde nosotros seamos la espada, ustedes sean nuestro escudo.-declaró Ron alegremente.
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Cuando Draco entró al despacho de la directora, barrió la sala con su mirada plateada y encontró lo que buscaba… a su madre de pie junto a la chimenea vestida con sus mejores ropas, se le veía algo demacrada, pero aún así conservaba su porte digno de los Malfoy.
-Madre…
Ella lo miró con los ojos cargados de ansiedad y soltó un suspiro de expectación, al verlo acercarse le tendió en las manos una edición del profeta.
-me retiraré para que tengan privacidad, por favor retratos acompáñenme afuera, si me disculpan-se excusó Minerva alejándose y cerrando la puerta del despacho mientras los retratos de todos los ex directores de Hogwarts se trasladaban de marco en marco, entre ellos Snape y Dumbledor que le hicieron una seña de asentimiento a Draco antes de partir.
Un silencio incómodo quedó en el lugar interrumpido por el crepitar de la chimenea…
La mirada del joven viajó desde los retratos al periódico que ahora sostenía en sus manos y de allí directo a los ojos profundos de su madre.
-hijo… creo… que tenemos bastante de que hablar.-le dijo Narcissa ofreciéndole su mano para que él la tomara.
-si madre, te lo contaré todo, no voy a guardarme nada.-le dijo con voz apagada.
Ambos se sentaron en unos cómodos sillones frente a la chimenea.
-¿es verdad lo que han publicado? ¿que estás saliendo con ese muchacho?
-……………. es como has leído.
-¿se trata de algo temporal?-quiso saber ella como temiendo la respuesta.
-no, yo de verdad lo amo.-se sinceró angustiado.
-hijo…-quiso interrumpir, pero Draco no la dejó.
-lamento que mi respuesta no sea la que esperabas.-soltó con frustración.
-no me mal interpretes, no te estoy juzgando, es sólo que… esto es inesperado, transformaste el odio que sentías durante siete años en amor ¿sólo en unas cuantas semanas?.
-no era odio lo que sentía, en el fondo yo lo admiraba, moví los hilos varias veces a su favor a sabiendas del peligro que había en que papá o el señor tenebroso me descubrieran, pero este año las cosas cambiaron, mis sentimientos se desbordaron y es que hizo tanto por mi, me acompañó todo el tiempo, lo abandonó todo para estar conmigo y no le importó para nada su reputación.
-¿no crees que la soledad provocó que confundieras tus sentimientos?
-¿confundido? No, te equivocas, aquella noche en la que iba a escaparme de Hogwarts para ver si estabas a salvo, él fue a impedirlo, luchamos y nos lastimamos, nos dijimos tantas cosas hirientes, tantas verdades… traté de negar mi sentir cuanto pude, pero cuando descubrí que él también me quería, no pude batallar más y lo dejé salir… no me arrepiento para nada de lo que ocurrió después, fue lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, no es un simple capricho si eso es lo que piensas, la magia suprema también nos respalda, estábamos destinados a estar juntos ¿lo entiendes?.
-¿magia suprema?-preguntó de pronto desconcertada.
-tú me conoces bien ¿verdad madre? Sabes que siempre he tratado de lucir como padre para que estuviera orgulloso de mí… he imitado con todo detalle sus modos, sus gustos y su repudio… ¿lo sabes cierto?-dijo Draco con voz taciturna, ella asintió con tristeza.
-pero… soy diferente a él aunque la misma sangre corra por nuestras venas, ustedes se dieron cuenta desde que yo era pequeño… que yo no era un Malfoy común y corriente, por eso cortaron aquél manzano que estaba en los jardines, por eso me hiciste un obliviate.
Narcissa contempló el río de lágrimas que rodaba por las mejillas de su hijo, sus fuertes emociones llegaban hasta su ser con intensidad y entonces pudo ser consciente del aura
luminosa que cubría al cuerpo de éste. Narcissa se llevó una mano a la boca intentando contener su asombro.
-lo has recordado...
-Madre, por favor necesito saber-suplicó Draco mirándola con sus penetrantes ojos plateados que emitían leves destellos en los bordes, su madre no cabía más en su estrépito, movió la cabeza negativamente sin poder creerlo.
-Draco… antes de que tú nacieras tuve un sueño extraño, eran dos serpientes entrelazadas que me rodeaban y se metían en mi vientre brillando y girando…
-...cuéntame más…-pidió él con determinación, secándose las lágrimas rebeldes que amenazaban con volver a asomarse a sus ojos.
-no le dí importancia en ese entonces, pero cuando naciste todo tu cuerpo brillaba y tuve que decirle a tu padre que se debía a una protección de la sangre de los Black, al final me creyó... luego fuiste creciendo y comenzaron a pasar cosas a tu alrededor, podías hacer florecer el césped con solo tocarlo, los animales y las criaturas mágicas se te acercaban, hablabas con los árboles, la magia era demasiado sofisticada para ser ejecutada por ti que eras un bebé de tan solo un año, tu padre y yo se lo ocultamos a todos y no llamamos a ningún medimago por miedo a las habladurías de la sociedad mágica, así que no teníamos manera de saber si había algo malo contigo, incluso pensábamos que habías sido encantado por alguna criatura cuando estuviste dentro de mi vientre, tu padre comenzó a asustarse cuando te obsesionaste con ese árbol… así que lo mandó a talar… como tu madre y conociéndote, sabía que sufrirías... por esa razón yo… ¡oh cariño! perdóname.
-no estaba en tus manos madre, hiciste lo que cualquier Malfoy hubiera hecho, tienes razón, no podrías haberlo sabido… que yo nací siendo un elegido por la magia suprema, para ser un mago arcano, tal como Harry.
-¿magos arcanos? ¿ustedes dos?-preguntó incrédula.
-si madre, tal parece ser que compartimos el mismo destino, estamos enlazados.-le dijo el muchacho mostrándole con cariño y orgullo el anillo de serpientes en su mano.
-no puedo creerlo ¡¿cómo es posible?!-exclamó alarmada sintiendo un vuelco en el corazón.
-no fue una casualidad que ambos hayamos nacido con este poder, tampoco fue una casualidad que me hayas borrado la memoria y que él haya tenido que ver a sus padres morir cuando fue un bebé, no fue una casualidad que viniera a Hogwarts y me rechazara, que nos peleáramos por siete años y que se haya acercado a mi este año librándome del juicio de Azkaban y del acoso de las casas, no fue una casualidad que termináramos queriéndonos tanto como para vencer a la oscuridad y volver de la muerte convertidos en lo que somos.
-¿de qué hablas Draco? ¿oscuridad, muerte? ¡¿a qué te refieres?!-exigió saber con urgencia.
-…Ambos esa noche, producto de nuestras turbulentas emociones, hicimos inconscientemente un ritual espontaneo llamado Anima Vitale vinculum, un requisito esencial para nuestro despertar, completamos las dos primeras fases, pero algo siniestro impedía que se llevara a cabo la última parte, tras caer inconscientes nuestros espíritus se separaron de nuestros cuerpos y fueron encerrados en una dimensión sumida en tinieblas, estábamos separados por una barrera de magia oscura y mientras tratábamos de encontrar una manera de liberarnos, una fuerza maligna nos asechó, era como si la misma oscuridad hubiera intentado tragarnos, pero a pesar del miedo que sentimos luchamos para romper la maldición y salimos victoriosos… al final conseguimos completar el ritual… ahora nada puede romper el vinculo que une nuestros núcleos… todo estaba destinado a pasar madre, esta unión desbloqueó una profecía con clausula de protección, muy importante para este y los demás mundos.
-hijo mio… esto es...
Narcissa no pudo más, se llevó las manos al rostro y lloró desconsolada, Draco se levantó del sofá y corrió a abrazarla.
-ya todo está bien mamá, no tengas miedo por favor cálmate.
-estuve a punto de perderte ¿y me pides que me calme? Draco lo que me acabas de contar es algo muy serio, no solamente por lo peligroso que es aceptar este poder que has adquirido, ¿no entiendes que estás definiendo todo tu futuro con lo que acabas de hacer? Un ritual ancestral es demasiado poderoso como para revertirlo, ya no habrá vuelta atrás.
-lo sé y estoy bien con ello, acepto mi naturaleza madre, acéptala tu también.
-eres tan joven y la magia suprema ha puesto una gran carga sobre tus hombros, temo que no puedas sobrellevarla… no quiero que sufras amor… ya han intentado borrar tu existencia a causa de este poder y es probable que vengan más enemigos a por tu vida y la de ese muchacho, tengo tanto miedo, he escuchado rumores acerca de los mortífagos siguiendo a un nuevo líder, si se enteran de esto… o si lo hace el ministerio… ¡OH Draco!…
-mamá… no te lo voy a negar, yo también sentí miedo y desesperanza, pero entonces recordé que no estoy sólo, el chico que venció al señor oscuro está de mi lado y los centauros vaticinan buenas nuevas para todos los que busquen paz… y yo quiero paz, no quiero una nueva guerra, incluso tengo la esperanza de poder sacar a Padre y convencerlo de iniciar una nueva vida, decirle que Harry es un mago digno de la familia…
-no te ilusiones tanto cariño, los aurores no tienen piedad y tu padre es tan necio-habló con amargura.
-que pesimista eres… ¿que hay de ti? ¿debo apartar la idea de ilusionarme contigo también?
Madre e hijo se miraron mutuamente por un largo tiempo…
-¿estás dispuesto a romper las tradiciones familiares que tanto te inculcamos?¿estás seguro de que este es el camino que deseas escoger? Puede que no haya fortuna ni grandezas ¿estás bien con ello?
-sí madre, quiero caminar con Harry tal como el destino lo ha predispuesto, estoy listo para atravesar todos los obstáculos y barreras que se crucen por delante.
-………………………...¿serás feliz?
-seré feliz estando a su lado, es una promesa… y un Malfoy siempre las cumple.-dijo el muchacho abrazando de nueva cuenta a su madre.
“por favor magia suprema, cuida bien de mi niño” pensaba Narcissa mientras acariciaba sus cabellos platinados.
-no esperes demasiado de tu padre, pero por mi parte tienes mi bendición hijo, acepto tu destino y espero fervientemente que sea maravilloso.-le dijo ella, provocando que Draco la abrazara con más fuerza mientras mojaba su abrigo con lagrimas de alegría.
-gracias por comprender mis sentimientos, te quiero mamá.
-también yo a ti hijo, como no tienes idea.
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-¿de verdad le quitaste una botella de whisky de fuego a un elfo doméstico?
-si, ya déjame dormir un poco más…-murmuró somnolienta la menor de los Weasleys.
-Si se entera nuestro padre te matará-alegó Ron indignado, Ginny se retorcía entre las sábanas intentando taparse los oídos con las almohadas.
-Ron, basta ¿no crees que ya es suficiente? Llevas regañándola casi una hora.-le dijo Hermione.
-¿y qué? Es poco comparado con lo que tendrá que aguantar en casa… anda levántate o nos dejará el tren.
-esta bien, pero deja de… ¡outch mi!… mi cabeza-se quejó la muchacha pelirroja.
-bien merecido te lo tienes, vamos Mione, despidámonos de los demás.
-¿Harry se quedará?-preguntó Ginny.
-no, dijo que vendría con nosotros para aclararles a mamá y papá lo del profeta… ¡esa chismosa de Skeeter estuvo anoche en la fiesta y ni siquiera nos dimos cuenta! Para variar publicó que eres novia de Pansy Parkinson, ahora si que estaremos en boca de toda Inglaterra mágico.
-¡¿qué?!-alcanzó a exclamar una sonrojada y aterrada Ginny antes de abandonar la cama finalmente.
-sí, es así como lo oyes Ginny, vas a tener que explicarle a tus padres todo desde el principio y vas a apoyar a Harry te guste o no.-agregó Hermione ayudando a Ginny a vestirse, la muchacha asintió con pesar, no sabía como iba a plantarle cara a sus padres después de las cosas que había hecho y dicho.
-¿no hay otra manera en la que lleguemos a la madriguera sin tener que abordar el tren?-preguntó Ron martirizado al pensar en la prensa esperándolos en la estación.
-por polvos flu… ¿está funcionando la chimenea de la madriguera Ron?
-sí, papá pudo repararla finalmente ¿por qué?
-tengo una idea, solo espero que la Directora McGanogall acceda a ayudarnos.
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-¡Harry!
-Hermione, Ron ¿qué ocurre?.
-no nos iremos en tren.-comunicó la muchacha.
-¿cómo?
-bajarse en la estación nueve tres cuartos será una completa locura.-decía Ron eufórico.
-hablamos con la directora y accedió a facilitarnos la chimenea que hay en su despacho, vamos a viajar con polvos flu.
-… pero.
-Harry estará toda la prensa, la gente nos devorará… ¡eres el chico que venció al señor oscuro, el héroe del mundo mágico por todos los cielos!-siguió farfullando Ron muy nervioso.
-cálmate Ron, ya todo está bajo control, las maletas están listas en el bolsillo reductor, solo tenemos que despedirnos de los chicos.
-¿Draco sigue con su madre?-preguntó ansioso el moreno.
-sí.
-bien, traigamos a los demás, nos despediremos en las afueras del despacho de McGanogall.
-de acuerdo-convino el trío dorado.
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-Lamento interrumpirlos, pero ha surgido un problema.-dijo la directora entrando a la sala donde Draco y su madre hablaban.
-¿qué problema Directora?-Draco la miró preocupado.
-sus amigos y su novio tendrán que usar la chimenea para poder viajar a ver a sus familias, la estación estará abarrotada de periodistas y chismosos.
-ya veo, sí, es mejor que se trasladen vía chimenea-decía Draco pensativo.
-¿va a despedirse del joven Potter? Lo está esperando allá afuera con sus demás amistades.
-Gracias Directora.
-cielo ¿él no se quedará contigo? ¿es porque estoy yo?-preguntó Narcissa algo descolocada.
-no madre, ya lo habíamos decidido de antes, él necesita finiquitar ciertos asuntos con los Weasley y yo necesito pasar más tiempo contigo.-le dijo él acariciándole la mejilla, ella sonrió, estaba tan orgullosa de su hijo a pesar de los abruptos cambios, su hijo había sido escogido por la suprema magia para ser un poderoso mago legendario, un cargo alto en el ministerio o amansar fortunas como todo un empresario no se comparaba en lo más mínimo a tal increíble destino.
La puerta del despacho se abrió dejando ver por completo al grupo de jóvenes magos vestidos con sus negras túnicas de invierno y portando en sus cuellos cálidas bufandas de los colores de sus casas.
La directora se quedó junto a la madre de Draco en un rincón de la estancia observando la despedida.
-supongo que ya está al tanto de toda la situación, Señora Malfoy.-le dijo en voz baja Minerva, Narcissa asintió.
-¿qué será exactamente lo que la magia quiere de ellos?
-en unos días más lo descubriremos, cuando vayan a conocer su profecía al ministerio.
-pero… si el ministerio se entera...
-nadie que vaya a conocer su profecía está obligado a hablar de ello ni comunicarlo, la profecía es personal y el único que puede tener acceso a él es la persona en cuestión, no se alarme Señora Malfoy, los protegeremos con nuestra vida de ser necesario, se dice que ellos traerán un nuevo orden, un equilibrio entre los mundos… tenga esperanza en que todo marchará bien.
-desde la guerra que me cuesta pensar con optimismo, pero lo intentaré.
En tanto…
Harry y Draco se quedaron frente a frente, mirándose con ansias mientras se tomaban de las manos en señal de apoyo.
-¿se lo has contado todo?-en respuesta el joven rubio asintió mudamente.
-¿cómo se lo tomó?-preguntó con gran expectación Harry.
-……………...mejor de lo que esperaba-dijo Draco esbozando una sonrisa tras hacer una gran pausa.
-entonces ¿acepta nuestra situación y lo que sentimos el uno por el otro?
-sí Leoncito, ella nos apoya.-Harry lanzó un suspiro de alivio liberando la tensión y sin poder contenerse lo abrazó con todas sus fuerzas.
-estoy tan feliz de que todo haya salido bien y que ahora puedas contar con tu madre, tal como yo con mis padres.
-lo sé amor, tu felicidad llena cada poro de mi ser, ahora solo me queda hablar con Padre, sin embargo, madre no me dio muchas esperanzas… será muy difícil obtener su aprobación.
-no te preocupes por eso ahora Dragón, no pierdas la esperanza.
-no sabes como voy a extrañarte.-le dijo rosando con cariño su frente con la suya.
-estaré aquí lo antes posible… ¡ha casi lo olvido!, Blaise, Theo y Pansy han decidido quedarse en el castillo también para hacerte compañía.
-¡¿qué?!
-sí Dragón, la verdad es que hemos quedado huérfanos y no tenemos hogar al que ir…-le dijo Pansy con una sonrisa triste, Draco sonrió de igual manera.
-¿les gustaría hacer una fogata conmigo y comer malvaviscos asados como aquella vez?-les invitó el rubio.
-suena bien.-dijo Theodore.
-sí, pero tendrás que enseñarnos la gran técnica.-sugirió Blaise.
-¿la técnica para asar malvaviscos? Pero si es muy fácil, no me digan que se les quemaban-dijo Hermione asombrada, todos se echaron a reír de pronto… bueno todos menos una pelirroja que veía a lo lejos la escena.
-cuando volvamos tenemos que ir en trineo y hacer carreras.-alentó Ron, obteniendo una muy buena respuesta de sus camaradas.
-eso sería divertido ¿no?-comentó Harry mirando con complicidad a Draco, que hizo un respingo.
-mientras no seas tú el que maneje el trineo…
-pero si te divertiste mucho, incluso querías repetir.
-¿quién dijo tal cosa? Casi salimos disparados cuando nos volteamos en una curva.
-te morías de risa Dragón.-se burló cariñoso Harry.
-era una risa nerviosa.-rebatió avergonzado, ganándose unas carcajadas de los presentes.
Narcissa trató de contener con emoción y disimulo una risilla ahogada con la palma de su mano, nunca había visto esa faceta tan refrescante en su hijo, sí que había cambiado… o tal vez la que había cambiado tras la guerra era ella misma.
-también podemos patinar y hacer ángeles de nieve mágicos-añadió Luna entusiasmada.
-o hacer guerra de bolas de nieve.-ofreció Neville.
-maravillosa idea Nev.-celebró Blaise.
Minerva miró a una asombrada Narcissa Malfoy, la cual contemplaba como todos esos muchachos se comportaban como si nunca hubieran peleado contra el otro, como si se conocieran de toda la vida.
-es maravilloso ¿no es así?
-¿cómo lograron convencerlos de llevarse bien?.-preguntaba atónita viendo como se daban la mano y se abrazaban amistosamente.
-se dice que la magia arcana está regida por el primer sentimiento existente en el universo…
-el amor…
-exacto, así que todo lo que gire en torno a ellos se verá afectado por esa magia poderosa, benigna y protectora, ejemplos de ello son: los centauros, que les han dado una gloriosa bienvenida con un evento en su honor ya que han visto en las estrellas prosperidad, también el espíritu del bosque les ha brindado su protección aceptándolos como parte de si y en el camino se les unirán muchos más… ¿puede entender lo que significa?
-tendrán enemigos también...
-Señora Malfoy lo que sea que ellos deban cumplir en este mundo… estoy completamente segura que traerá un nuevo orden de paz y armonía… el poder que ellos tienen es más fuerte y grande que el odio y el caos, así que no debemos temer.
En tanto...
-es hora de irnos, yo me voy adelantando.-dijo en tono frío Ginny acercándose a la chimenea.
-¡espera!.-la detuvo Pansy haciendo que se volteara.
-qué quieres.-soltó cortante la pelirroja.
-despedirme de ti, por supuesto.
-no tienes que obligarte a hacerlo.
-no lo hago por obligación, ¡por Salazar! eres la persona más borde que he conocido.
-y tu la más entrometida.
-deja de ser tan cabezota y ten el mínimo de educación como para enviarme una carta vía lechuza.
-para qué… ¿pretendes que seamos amigas? Has hecho mucho por mi, pero no lo merezco, así que no me busques, no necesito tu preocupación y mucho menos tu lástima.
-al menos espero que puedas sobrevivir en tu propia amargura, pero si no puedes con ello escríbeme.-le suplicó, Ginny se quedó trémula conteniendo el aliento… ¿qué era lo que estaba sintiendo? No lo sabía y eso la hacía sentirse perdida, se alejó nerviosamente hasta la chimenea sin mirar atrás, donde desapareció tras decir “a la madriguera”.
Harry y los demás contemplaron preocupados la escena, Pansy respiró profundo tratando de serenarse y poner su mejor sonrisa.
-nos vemos en unos días León.
-Gracias Pansy.-contestó Harry dándole palmaditas en el hombro.
-adiós chicos.-dijeron Neville Theo y Blaise.
-los estaremos esperando.-decía Luna amablemente.
-cuiden de él, nos vemos pasadas las fiestas, que tengan un feliz fin de año Yule.-habló Draco.
-feliz Yule para ti también y no te preocupes por Harry, aún si mis padres no lo apoyan Mione y yo seguiremos siendo sus amigos, no estará solo en esto.
-chicos…-el joven de ojos esmeralda de pronto se sintió inundado de gratificantes emociones, era como estar en una nueva y numerosa familia.-por favor, adelántense voy enseguida.-dijo a sus amigos.
-está bien, felices fiestas para todos.-se despidió Hermione acercándose con Ron a la chimenea para soplar los polvos flu.
Harry abrazó a su novio aspirando el aroma suave de sus cabellos platinados, cuanto iba a extrañarlo.
-vuelve pronto.
-lo haré… cuídate, no te metas en problemas.
-y me lo dice el experto en liarse…
-tengo muchas ganas de besarte, pero tu madre nos está viendo.
-puedes besarme, estamos casados y va a tener que acostumbrarse.
-p...pero…hnmm.-Harry ya no pudo decir nada pues tenía los labios de Draco sobre los suyos, simplemente se dejó llevar.
A lo lejos la madre de Draco se ruborizó e iba a decir algo, pero no sabía que … siempre pensó que Draco se sentía atraído por las chicas y no por los chicos… tal parecía que cuando se trataba de Harry Potter podía esperar hasta lo más increíble.
-creo que están en su derecho, son jóvenes, pero ya están enlazados por la suprema magia, no hay nada que hacer al respecto, además se ven muy felices.-dijo Minerva sonriente.
-es que nunca imaginé que ellos pudieran sentir tanto el uno por el otro…-dijo Narcissa observándolos abrazarse como si no hubiera un mañana.
Ambos chicos se separaron con lentitud, sus manos fueron lo último en dejar de tocarse… Harry se volteó a la chimenea y cogió los últimos polvos flu que quedaban en el cuenco, echó un último vistazo a sus amigos, a Draco, a su directora y a la Señora Malfoy quien parecía decirle “ve tranquilo” con la mirada.
- “a la madriguera”-dijo… y desapareció por la chimenea.
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24 de Diciembre 1999, Casa de los Weasley…
Cuando Harry entró a la casa de los Weasley por la chimenea, encontró a Ron y a Hermione sentados en el sofá mirándose las manos como si fuera lo más interesante del mundo, el hogar se veía calidamente decorado con motivos navideños, pero el ambiente de tensión era palpable.
-Hola.
-Hola Harry.
-¿dónde están todos?
-Bill y Fleur vendrán más tarde, Charlie viene en camino desde Rumania, Percy llegará para la cena junto con George.
-yo me refería a Ginny y a tus padres.-dijo el moreno intentando ocultar lo nervioso que se sentía.
-¡ah claro, que tonto soy! jaja… mamá está ayudando a Ginny a desempacar sus cosas.-dijo Ron tanto o más nervioso que su amigo.
-quisimos ayudar, pero nos dijo que… tenía que hablar de ciertas cosas entre madre e hija… a solas.-balbuceó Hermione con gesto desafortunado.
-papá dijo que cuando llegaras le ayudaras a cortar unos leños, te está esperando afuera.
-iré a cambiarme de ropa primero.
-suerte.-dijeron sus amigos con una sonrisa esperanzadora.
-gracias.
Rato después en las afueras…
El señor Weasley con un hacha en mano cortaba leños y los apilaba para llevarlos a la chimenea… lo que a Harry se le hacía extraño de todo esto era que él perfectamente podría haberlo hecho con magia, pero lo estaba haciendo al modo muggle.
-oh Harry ya estás aquí, déjame saludarte muchacho.
Harry se acercó tímidamente al hombre pelirrojo, que lo saludó jovialmente como si fuera uno más de sus hijos.
-Harry ayudame aquí, sólo me faltan esos troncos para terminar.-invitó el mago entregándole el hacha.-Harry se sintió confundido, pero aún así la tomó con manos temblorosas.
-Sr Weasley… ¿por qué no está usando magia para cortar los leños?
-Los Muggles tienen herramientas simples y muy interesantes, por ejemplo esta hacha corta la madera, pero a la vez nos quita la ansiedad y las malas vibraciones, prueba a intentarlo es muy efectiva.
-pero…
-Harry, primero vamos a calmar nuestros temples, solo así podremos charlar adecuadamente…
Harry sonrió con agradecimiento y se puso a cortar los leños sacando toda su preocupación, todo su miedo, sus ansias y su negatividad.
Cuando terminó, se sentaron en unas bancas de madera uno frente al otro.
-¿te sientes más tranquilo?
-sí.
-te dije que era efectiva.
Harry hizo un intento por sonreír ante el comentario, pero no lo consiguió del todo, después de minutos que parecieron horas, Arthur soltó un suspiro profundo y habló.
-hay tantas preguntas que quiero hacerte Harry, que no sé por donde comenzar, todos están comentando lo que se les antoja sobre ustedes, pero quisiera escuchar tu propia versión de los hechos.
-tengo miedo de ser demasiado honesto y que no comprenda la magnitud que implica lo que está a punto de escuchar Señor Weasley.
-Mantendré la calma muchacho, déjame escuchar tus razones.
-Verá… no quiero que piense que intenté burlarme de Ginny, pero no podía seguir estando con ella cuando mi corazón latía… por otra persona.
-por ese muchacho, el hijo de los Malfoy.
-sí.
-pero tu lo detestabas ¿cómo acabaste teniendo sentimientos por él?
-es difícil explicarlo, es cierto… lo detestaba, pero cuando me di cuenta que durante la guerra estaba sufriendo tanto o más que yo, comencé a preocuparme y cuando lo enjuiciaron en la corte no podía dejar de pensar en lo que iba a pasarle, así que yo testifiqué a su favor para que no tuviera el mismo destino que su padre.
-ese fue un gesto generoso, sin duda.-opinó Arthur.
-y este año en Hogwarts, cuando vi las crueldades que le hacían sus acosadores… no sé cuantas veces… lo acompañé en la enfermería, todavía me hierve la sangre cada vez que recuerdo como lo azotaban con varillas, cuando le tiraban maldiciones y cuando algunos alumnos hacían levitar su comida tirándola al suelo sin que nadie hiciera nada por evitarlo, no pude aguantarlo: lo defendí, lo cuidé, le dí mi amistad y él reticente la tomó en secreto, pues no quería que yo saliera perjudicado.-el jefe de la familia Weasley notó como a Harry se le quebraba la voz, era seguro que no estaba actuando, lo conocía bastante como para saber que él jamás le mentiría.
-continúa muchacho...
-descubrí facetas que nunca imaginé llegar a ver en él: es tan frágil y sensible, su risa genuina es muy contagiosa, se le pone roja la nariz cuando llora, es muy valiente a pesar de que todos piensen que es un cobarde y dice cosas graciosas e ingeniosas para aliviar los ánimos, creo que todos esos detalles me hicieron sentir un cosquilleo extraño en el pecho y ahora que lo pienso… ese cosquilleo siempre estuvo ahí… incluso cuando nos peleábamos en años anteriores.
-entonces ¿por qué salías con Ginny?
-……
-sé sincero por favor.
-yo… salí con ella porque pensé que eso era lo que todos esperaban de mi… no quería decepcionar a nadie, Ginny realmente es linda y fuerte, yo de verdad intenté sentirme enamorado de ella, pero me equivoque… el cariño que sentía era como el de un amigo a una amiga o como el de hermanos, en cambio con Draco es diferente, es como si una ola de sentimientos te golpeara, nunca había experimentado el amor de una forma tan estremecedora antes.
-está bien, entiendo tu punto, pero de todas formas la lastimaste Harry.-le recriminó el mayor.
-lo sé y me siento mal por eso, sin embargo, no podía seguir mintiéndole descaradamente, sonará muy cruel, pero tenía que terminar con ella… además…
-¿hay más?
-nuestro destino no era estar juntos… mi predestinado fue Draco todo el tiempo.
-¿como puedes estar tan seguro? ¿el destino? ¿que tiene que ver el destino en todo esto?
-Mucho más de lo que usted imagina.
Harry comenzó a contarle a Arthur todo desde el principio, empezó con la noche del ritual, le contó de las cosas extrañas y del poder que Draco y él estaban experimentando gradualmente, le habló de los centauros y sus predicciones, de su conexión con el espíritu del bosque, del termino de su relación con Ginny y su mala decisión de ir al lago congelado a rescatar la pulsera que ella había tirado, la reacción por parte del mayor no se hizo esperar, preocupado escuchó como el joven le contaba que habían sido encerrados en una dimensión completamente oscura donde algo sin forma en su interior quiso devorarlos, pero no lo consiguió debido a la luz que lo inundó todo cuando Draco tomó su mano para salvarlo… Harry le dijo también sobre lo que Dumbledor le había dicho sobre sus destinos, que estaban enlazados eternamente como magos arcanos para llevar a cabo un cometido que traería paz y armonía a todos, le contó también sobre la profecía que ellos recibirían dentro de poco y de la importancia de que no lo supiera el ministerio ni nadie de sus hijos que tuviera que ver en él…
Cuando Harry le mencionó que había estado en el más allá con Draco en una estación parecida a la de nueve tres cuartos, Arthur no pudo evitar preguntarle si había visto a Fred, Harry le contestó que sí y que estaba bien e igual de gracioso como lo estuvo en vida, el padre de familia emocionado dejó caer algunas lágrimas junto a Harry, recordando aquellos viejos tiempos.
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Mientras ellos hablaban, Hermione y Ron estaban asomados en la ventana observándolos con nerviosismo, sintieron pasos bajando la escalera, eran la Señora Molly y Ginny.
-¿todavía están hablando?-preguntó mamá Weasley.
-sí… parece que tienen para largo.-dijo Ron nervioso.
-se lo he contado todo a mamá, incluso lo del ritual… y que están enlazados.-dijo Ginny llorosa.
-Señora Weasley, esto no tiene que saberlo el ministerio, podrían haber infiltrados entre ellos que quieran controlar los nuevos poderes de Harry y Draco, sé que Percy trabaja allí y que no está en buenos términos con los Malfoy, así que por favor no toquemos este tema en la cena.
-no te preocupes querida, este tema es demasiado delicado como para ser expuesto tan abiertamente, puedes confiar en mi y en Arthur en que no diremos nada.
-sabíamos que podíamos contar con ustedes.
-¿mamá estas enfadada con Harry por dejar a Ginny?
-cuando leí lo de Skeeter no pude contener mi enojo lo admito, pero después de conocer los detalles… francamente pensé que no podemos elegir el camino que él desea tomar y menos el que la magia suprema ha dispuesto para él, estoy sumamente asombrada por lo que está pasando, pero creo que no puedo repudiar a Harry cuando lo veo como uno de mis niños.
Hermione no podía estar más orgullosa de Molly, el cariño de una madre aunque no fuera biológica superaba cualquier prejuicio.
-chicos yo tengo que decirles algo, voy a quedarme en la madriguera lo que resta del año y ayudaré a George con la tienda.
-¿qué has dicho? ¡¿no volverás con nosotros a Hogwarts?!-estalló Ron.
-¡Ron tranquilízate!-ordenó Hermione.
-deja a tu hermana en paz Ron, es muy difícil borrar los sentimientos por alguien de la noche a la mañana, no seas inflexible con ella.-le regañó Molly.
-lo siento Ginny, está bien si no quieres volver hasta el próximo año… al menos escríbeme para saber como te encuentras.
-Ron…-La pelirroja corrió a abrazar a su hermano y este le devolvió el abrazo fuertemente.
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En tanto...
-lo que le he dicho, prométame que no se lo dirá al ministerio… bien podría ocultárselo, pero estoy siendo completamente honesto como me lo pidió… creo en usted, en que no nos traicionará.-pidió Harry con determinación y seriedad, el padre de familia al ver la gravedad en su mirada lo tomó de los hombros intentando tranquilizarlo.
-fui un miembro de la orden del fénix Harry, estuve en la guerra donde perdí un hijo y amigos… te ayudé y le callé muchas cosas al ministerio también, no te traicionaría ni bajo amenaza.
-muchas gracias, no sabe cuanto vamos a necesitar de su ayuda para evadir algunas preguntas respecto a la profecía, por favor no le diga nada a Percy, tampoco a Bill, Charlie y George.
-te lo prometo Harry, no le diré nada a los chicos… lo que están viviendo ese joven y tú, es algo de suma importancia, fueron elegidos por la suprema magia y eso es algo que ni el ministerio puede controlar, cuenta con nosotros Harry.
-lamento lo de Ginny… con todo mi corazón, espero que encuentre a la persona que realmente le haga más feliz de lo que yo no pude.
-siempre he pensado que el amor debe darse de forma natural porque realmente lo sientes y no por estar obligado a sentirlo, tengo la seguridad de que ella estará bien Harry, mi hija es una joven fuerte, a todo esto sacame de duda ¿realmente está saliendo con la señorita Parkinson?
-creo que es todo un mal entendido de Rita Skeeter, pero hoy antes de cruzar la chimenea… vi como Pansy intentó despedirse de ella, creo que quiere ser su amiga, pero a Ginny aún le cuesta acostumbrarse al hecho de que las cosas han cambiado y que hay Slytherins buenos también… tal vez con el tiempo podrá entenderlo.
-¿en serio han cambiado tanto? ¿qué opina el joven Malfoy de los Muggles? ¿sigue despreciándolos?
-para nada, se ha hecho amigo de Hermione y le gustan algunas costumbres como asar malvaviscos, también le gusta la música que ellos tocan, si pudiera hablar con él podría convencerse de que lo que digo es cierto.
-si se presenta alguna oportunidad en el futuro házmelo saber Harry, yo aún dudo que él quiera venir a la madriguera.
-de acuerdo, le tomaré la palabra.-dijo sonriente imaginando como sería llevar a Draco hasta allí.
-vamos adentro, Molly debe estar esperándonos con una taza de chocolate caliente.
-¿cree que ella esté muy enojada conmigo por lo de Ginny?.
-ella lo entenderá… si ya lo ha asimilado, más bien podría estar atemorizada por lo que las fuerzas oscuras estén tramando con ustedes.
-se supone que la profecía traerá paz, así que con ello la amenaza debería ser erradicada ¿no lo cree?
-según las leyendas mágicas, los magos arcanos siempre optaron por la paz, pero no dudaron en proteger a los débiles cuando lo necesitaban.-le dijo el Señor Weasley.
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En la estación de Hogwarts…
-Adiós Nev, que tengas un buen viaje.-Se despidió Theodore sintiendo un vacío dentro al comprender que lo extrañaría.
-gracias Theo, cuidate.-le susurró el Gryffindor acariciándole la mejilla con cariño.
-quiero darte un regalo para cuando vuelvas, pero poco sé acerca de tus gustos.
-no te preocupes por el regalo, con que pasemos tiempo juntos es más que suficiente.-contestó Neville rodeándolo en un abrazo por la cintura, haciendo que al Slytherin se le acelerara el corazón.
Luna y Blaise también se despidieron a su manera… él acarició su cabeza desordenándole aún más los enmarañados cabellos rubios.
-Adiós Señorita, nos vemos en una semana.
-Hasta pronto Blaise, feliz Yule.-dijo ella plantándole un dulce beso en la mejilla, el moreno atónito abrió los ojos de par en par observando su sonrisa traviesa.
Draco y Pansy se despidieron también y después acompañaron a sus amigos a observar como el tren se perdía en la lejanía.
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En la madriguera...
Aquella tarde charlaron todos juntos en la sala acerca de lo ocurrido en Hogwarts, Molly terminó abrazando emocionada a Harry, haciéndole entender que seguiría siendo parte de su familia, pero que tendría que haber sido más claro con Ginny para no haberle ilusionado.
Más tarde se dispusieron a preparar la cena navideña ente todos, recibiendo a Bill y Fleur acompañados de Percy y George que también ayudaron a decorar todo.
El ambiente en la madriguera era cándido, ameno y hogareño, pero a pesar de eso Harry todavía tenía miedo de contestar aquellas preguntas que sabía no tardarían en venir.
Durante la cena...
-¿y es verdad lo que dice el profeta? ¿Draco Malfoy y tu en verdad son novios o es solo un invento?-preguntó Percy, Harry sintió que la sangre se le subía al rostro y le sudaban las manos al sentir todos los ojos expectantes sobre él.
-es verdad.-dijo Ginny.-yo y Harry terminamos porque eramos más amigos que novios, no iba a funcionar ¿verdad?-preguntó la muchacha sonriendo nerviosamente esperando que su ex novio le siguiera la corriente, Hermione le dio un codazo a Ron para que se callara cuando vio que iba a decir algo.
-sí… decidimos terminar.-dijo Harry al fin.
-¿y de pronto te enamoraste de Malfoy así sin más?-preguntó incrédulo Percy.
-yo… mis sentimientos por él fueron más fuertes este año y Ginny lo entendió-contestó nervioso Harry mirando los ojos azules de su ex novia, que asintió.
-sí, quedamos en buenos términos al final ¿por qué sacrificar nuestra amistad?.-dijo la muchacha sintiendo que los ojos le picaban.
-¿al menos Draco está siendo bueno contigo? No le perdonaremos si te hace daño o lastima tus sentimientos-advirtió Charlie.
-no sean prejuiciosos con él, no han llegado a conocer más que una máscara para mantener las apariencias, él no es una mala persona.-defendió el joven que venció.
Bill, George y Fleur se miraron con complicidad y asintieron dando a entender que estaban de acuerdo con lo que decía.
-nosotros somos sus amigos también, es algo orgulloso, pero amable.-apoyó Hermione.
-no tengo nada malo que decir, se ha ganado mi respeto, confío en que cuidará bien a Harry.-dijo Ron muy serio mirando a sus padres que ya sabían toda la historia.
-¿tu también Ron?-preguntaron Charlie y Percy al unísono.
-sí, ¿contentos?
-Hermana nunca imaginé que te gustaban las chicas-dijo George provocando un sonrojo en Ginny que furiosa contestó.
-¡esa es una mentira de Skeeter, Parkinson no es mi novia!.
-bueno, bueno dejémonos de charlas y vamos a abrir los regalos…-Dijo mamá Weasley para destensar el ambiente, haciendo un hechizo levitante que hizo flotar los regalos desde el árbol navideño hasta la mesa en los puestos de cada uno.
Los regalos habían sido de lo más variados, Ron recibió zapatillas nuevas muggles, Hermione un broche para el cabello, Ginny una caja musical con bailarinas de ballet, Percy, Bill y Charlie suéteres nuevos, Fleur una bufanda para el invierno, Arthur recibió un reproductor de audio Muggle, Molly un vestido nuevo y Harry una cámara de captura con movimiento, cortesía de George, esa noche sacaron muchas fotografías que añadieron al álbum familiar.
-noté que ya no usas tus anteojos y que tu cicatriz ya no está- dijo Charlie.
Por acto reflejo la mayoría se giró a mirar al muchacho que otra vez se había paralizado sin saber que decir… esta vez fue Hermione quien lo sacó de apuros.
-Este año descubrimos una nueva especie de Hadas en Hogwarts, mientras las estábamos investigando Harry tocó una y con su extraño poder se sanó de la miopía.
-¡sí! Y su cicatriz desapareció.-fingió asombro Ron.
-¡pero que buena noticia Harry!-celebró Molly uniéndose al montaje, ella también sabía a que se debía que Harry estuviera sin rasguños, enfermedades o cicatrices.
Charlie y los demás parecieron satisfechos con la explicación, aunque Harry percibió que seguían sospechando algo.
Fleur, George y Bill se llevaron a Harry a la cocina con la excusa que les ayudara a lavar los platos.
-Harry… dinos la verdad ¿eres un mago arcano?-cuchicheó Bill.
-¿de qué están hablando?
-Harry, Bill y yo tuvimos sueños repetitivos donde eras tragado por la oscuridad, días después el fantasma del profesor Resmus y Dora nos visitaron para informarnos de tu situación, la de Draco y la de Teddy, quiero que sepas que si esto que nos han dicho es cierto, cuentas con todo nuestro apoyo, debes ir y conocer tu profecía, tomate el tiempo que quieras.
-Fleur… yo… chicos… no quiero que Teddy sea una carga…
-no te preocupes, no lo será.-le dijo Bill abrazándolo.
-Fred también me visitó en sueños y me lo contó todo… así que al final el hurón y tú… terminaron casados.-atinó a decir George sacándole una pequeña risa a Harry y a los demás.
-sí y déjenme decirles que nunca he sido más feliz.-sollozó el joven que vivió.
-sigue siendo feliz hermano, te acompañaremos en ésta también… y esta vez si que no perderemos a nadie más.-dijo George abrazando también a Harry.
Continuará…