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Anima vitale vinculum por Karura

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Notas del capitulo:

Hola que tal!

 

Por fin después de una semana he podido subir el tercer capítulo, he estado enferma y no he podido usar el notebook por unos días, otro asunto que debo tocar es que debo admitir que tendré que modificar algunos rangos de edad para que puedan seguir leyendo la historia, si bien no son escenas tan fuertes como violación o daño sexual, son bastante eróticas y explicitas, no quiero ganarme algún baneo innecesario poniendo que la historia es para mayores de 13 cuando es para mayores de 15 o 18… espero que puedan entender que si van a seguir leyendo es bajo su responsabilidad, gracias desde ya por leer esta aclaración y bueno, ¡es hora de comenzar el capítulo 3! ¡que lo disfruten!

 

 Pistas de audio recomendadas: 

 

When you love someone (james TW)

Hero (family of the year)

Stay the night (zedd/haylei williams)

When we where young (adele)

 

Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... en las miles de posibilidades existentes.

Capítulo Tercero: “Enlazamiento de núcleos”

 

“Segunda parte del ritual:

 

 

II Enlazamiento de núcleos:

 

Una vez llevado a cabo la primera parte del ritual, y haber roto simbólicamente una pertenencia del contrario, los seres mágicos, podrán elegir la forma más adecuada de enlazamiento según les parezca, será una elección completamente libre y en la que consientes o no, ambas partes estarán de acuerdo.

El enlazamiento puede ir desde un simple toque o palabra conciliadora, hasta la fusión completa del ser.

Durante ese instante el aliento vital entrará por los canales de las almas y se propagará a través de ellos hacia el exterior, cualquier ser alcanzado por la magia canalizada experimentará progresivos cambios vitales de suma importancia y la sagrada luz de la luna en lo alto hará que todos puedan ser espectadores del aliento de vida materializándose para dejar testimonio sobre la faz de la tierra...”

El vínculo que unía sus núcleos, comenzaba a tomar forma y se fortalecía a medida que sus sentimientos también lo hacían, permitiendo con ello que el aliento vital pudiera ser canalizado desbordándose como manantial de agua pura y saliendo al exterior hacia todas las direcciones, más allá del bosque, mucho más allá del lago, mucho más allá del castillo, los estudiantes de Hogwarts que aun estaban despiertos, veían incrédulos como el bosque entero brillaba cual aurora boreal... y les pareció tan hermoso que se emocionaron olvidando el porque estaban tristes o enfadados.

Ron no había podido dormir, aunque le costara admitirlo estaba preocupado por Harry, sin poder permanecer más tiempo tumbado en la cama, se levantó sintiendo mariposas en el estomago y una desesperada necesidad de contacto, sin dudarlo bajó la escalera de piedra que daba a la sala común, sorprendiéndose de ver que casi todos sus compañeros de casa estaban parados frente a los ventanales, contemplando lo que a su parecer, era la más majestuosa aurora boreal que hubiera visto en su vida.

-es hermoso…-susurró Hermione contemplando el iluminado bosque.

-las auroras boreales contienen magia que proviene del universo-agregó Luna con una mirada soñadora.

-¿crees que Harry… y el hurón hayan podido... contemplarlo también?-preguntó Ron en un susurro que solo Hermione pudo escuchar.

Ron en el fondo deseaba que su amigo hubiera detenido a Malfoy a tiempo, algo le decía que Harry no se perdonaría nunca si no lo conseguía y francamente no quería verlo en ese estado, era su preciado amigo.

-ellos están bien… lo sé… no me preguntes cómo… solo… lo sé…-dijo la castaña con seguridad sin dejar de sonreír, mientras miraba hacia el horizonte y una lágrima sensible caía.

Ron respiró profundo dejando entrar en sus pulmones la magia y se sintió curiosamente en paz… como si todo estuviera en orden y no hubiera nada que temer.

 

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Ginny había despertado desorientada y exaltada, estaba sola en el cuarto de chicas. Con curiosidad se levantó a buscar de donde venía el resplandor que iluminaba la habitación desde afuera y se asomó a la ventana, impactada contempló el bosque lleno de estelas mágicas de colores, “Harry” fue el nombre que se le vino a la mente, de pronto, se encontró recordando el sueño que había tenido hace poco.

Soñaba que estaba dentro de alguien, escuchaba el acelerado ritmo del corazón de esa persona, cada vez más rápido y cada vez más violento, pero a la vez tan reconfortante y cálido, dentro de esa persona habían todo tipo de emociones, todo tipo de matices amables. Los sonidos parecían ahora disonantes, como si en vez de un corazón fueran dos, más emociones le llegaban de un lado a otro, cada vez más cautivantes y maravillosas, sin saber porque, se sintió tan pequeña, tan ajena que quiso llorar, pero la estela blanca de poder mágico que la atravesó al final, no la dejó sentir ningún tipo de dolor, lo único que podía tener permitido sentir, era un absoluto y profundo sentimiento de amor… y despertó.

“Estás tan lejos que no puedo alcanzarte Harry”- Pensaba Ginny con melancolía mientras estiraba su mano hacia un punto inexistente.

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La Directora McGanogal se encontraba en su despacho junto a Sybill Trewlaney, contemplando lo mismo que sus alumnos. Minerva no pudo evitar suspirar, en lo que llevaba de vida había visto algo tan maravilloso y se estremeció al recordar que quienes estaban provocando semejante estela de poder eran sus dos alumnos más problemáticos.

-Esta comenzando… la gran magia ancestral es poderosa-dijo la profesora de adivinación.

-ciertamente lo es- reafirmó Dumbledor desde su retrato comiéndose un caramelo de limón.

La verdad era que McGanogal necesitaba respuestas ante la profecía recién descubierta y qué mejor opción que preguntarle a los retratos de Albus Dumbledor y Severus Snape.

-¿porqué no nos había dicho nada de esto?-se quejó Snape mirando indignado al cuadro de su izquierda.

-no es que lo hubiera sabido con exactitud, pero había algo en el par de muchachos que llamó mi atención, incluso desde que nacieron, sus canales… estaban demasiado refinados, muy pulidos…

-¿que va a pasar con ellos?-preguntó Minerva preocupada.

-la magia los escogió para un fin, no sabemos cual, solo puedo decir que experimentarán una magia diferente, muy antigua y es posible que el ministerio se muestre interesado.

-… se vienen problemas ¿verdad Albus?

-Estamos hablando de Potter, los problemas lo siguen a él-masculló Snape masajeando el puente de su nariz.

-le recuerdo que su ahijado también está metido en esto Severus- siseó la Directora, obteniendo un bufido como respuesta.

-etjum…-carraspeó el retrato del anciano -Bueno, de seguro que habrá problemas, pero la magia ancestral es muy sabia y siempre logra su cometido… todo estará bien, no temas por ellos, por ahora debemos dejarles disfrutar su despertar-las palabras de Albus eran tranquilizadoras al igual que la magia atávica que envolvía el castillo… y olvidándose del incierto futuro de los chicos, Minerva decidió creer, que todo estaría bien.

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En un claro del bosque prohibido…

 

Ambos habían besado otros labios antes, pero nada se comparaba a lo que ahora estaban viviendo, ese beso dulce y tímido, se sentía tan mágico como estar besando el mismísimo cielo, tan reconfortante como un bálsamo curativo sanando sus heridas, tan lleno de sentimientos gratos y nobles.

 

Estaban tan sumergidos en la paz que transmitía ese beso que no se percataban en absoluto de lo que les estaba ocurriendo, simplemente continuaron disfrutando del particular hormigueo que se propagaba a través de ese beso. Lo que había pasado de ser solo un apretón de labios, se transformó en un ir y venir de caricias entre lenguas apasionadas que buscaban fusionarse una con la otra, el deseo de unirse se propagó a través de sus cuerpos con afán inevitable. Se buscaban con la mirada, se tocaban y volvían a fundirse en apasionados besos que sonaban deliciosamente cada vez que se separaban para tomar aire.

De pronto Draco se detuvo con exasperación, Harry lo miró sin comprender, pero al instante suspiró de alivio cuando notó que le retiraba las gafas... ver borroso no sería un impedimento, sin duda que lo valía, entonces se sorprendió de que podía verlo perfectamente, maravillado con el descubrimiento, decidió dejar las preocupaciones para más tarde, ahora lo importante era continuar atendiendo esos labios suaves que podría besar por siempre… ¿desde cuando había comenzado a gustarle? ¿en que momento se volvió su ser más preciado? ¿importaba eso ahora? No, claro que no… lo importante era lo que estaba pasando en ese mismo instante… y estaba sintiendo que lo amaba…

“así que era eso… ese sentimiento que tenía al protegerte y acompañarte… yo te amo… yo te amo”-pensaba asombrado como si la verdad lo hubiera iluminado.

 

El pensamiento de Harry viajó por el vínculo que se había formado entre los dos hasta llegar al núcleo del rubio, que impresionado no hizo más que esconder su rostro sonrojado en el pecho contrario. Draco no sabía cómo, pero podía asegurar que el chico de la cicatriz lo amaba desde el fondo de su corazón y saber eso lo ponía eufórico, respiró agitadamente intentando controlarse, pero tal tarea le era sumamente difícil, puesto que cada vez que daba una bocanada, sus pulmones se llenaban del magnético olor de su piel. Porque estar cerca de él era desesperadamente incitante, tanto que se le hacía agua la boca de volver a besarlo, de sentir su lengua caliente rosando contra la suya, si era verdadero el sentimiento que le llegaba de su ser, entonces era preciso que supiera que él también le correspondía, que no era cosa del momento, si no algo mucho más profundo.

Harry extrañado por su nerviosa reacción, tomó su rostro entre sus manos con cariño, haciendo que le mirase a los ojos y casi se va de espaldas al ver la tierna expresión que tenía al avergonzarse, se veía tan adorable, simplemente sonrióembobado acariciando sus mejillas ruborizadas con la gema de sus dedos…

-Harry…-una deliciosa sensación lo envolvió cuando escuchó su nombre en ese suspiro, vio su semblante y en esa mirada plateada cargada de ansia había un mensaje imposible de ignorar, el cual le gritaba que quería fusionarse con él, fue casi como si mudamente le preguntara ¿quieres hacer el amor conmigo? y él tenía ya la respuesta, la suerte estaba echada.

Harry capturó sus temblorosos labios, recibiendo sus intensos sentimientos escondidos que llegaban con apremiante fuerza a través del cauce de su magia, en ese momento y más seguro que nunca, tuvo la certeza de que Draco también le amaba, profundamente… como a nadie más en su vida.

Se besaban con necesidad, abrazándose fuertemente y acariciándose como si no hubiera un mañana, las pálidas manos de Draco se habían enredado entre los suaves cabellos oscuros, las de Harry estaban bajo la capa palpándole la espalda, haciéndolo temblar de deseo con cada apretón.

“Si esto es un sueño, no quiero despertar”-pensaron a la vez.

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Las estelas de colores brillantes habían llamado la atención de las hadas y las criaturas mágicas, algunos unicornios sintiéndose atraídos por el aliento de vida se fueron acercando hasta el claro, pero fueron advertidos por los centauros para impedir que entraran en el sello que estaba en aquél lugar…

-esos dos seres elegidos están en medio de un ritual sagrado, no vayáis a interrumpirlos, solo podrán acercarse cuando el sello se haya ido- los unicornios asintieron y se alejaron respetuosamente… lo mismo hicieron las demás criaturas.

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Malfoy sintió como esos carnosos labios abandonaban los suyos dejando un ligero hilo de saliva, continuó depositando suaves besos a lo largo de su mandíbula, para terminar besando tímidamente el lóbulo de su oreja nívea, al comienzo sus labios presionaron sutiles, pero después fueron ganando confianza, lamiendo y jugueteando, arrancándole suaves gemidos que trataba inútilmente de acallar, para el Gryffindor escucharlo era el paraíso.

Motivado por lo que podía provocar en su compañero, Harry bajó besando la curva de su cuello y la nuez de su garganta, haciendo que se agitara con cada cálido aliento que expulsaba de su boca afiebrada, no obstante, se sintió frustrado cuando fue llegando a su pecho cubierto de ropa, necesitaba más contacto de aquella piel tan blanca diferente a la suya.

Al ver que Harry parecía estar estancado entre si sacarle la ropa o no, Draco aprovechó ese momento para apoderarse de sus labios, chupándolos y mordisqueándolos con deseo, pasando sus brazos alrededor de su cuello, viendo de reojo esas pestañas trigueñas humedecidas por las lágrimas.

Cuando por fin el muchachode la cicatriz pudo reaccionar, envolvió la cintura del rubio con sus fuertes brazos, estrechándolo contra su cuerpo, haciendo que sus caderas y otras zonas se rozaran deliciosamente de vez en cuando. Ambos estaban sonrojados y sofocados por las incitantes provocaciones que se dedicaban, no podían dejar de hacerlo, no cuandoel aliento de vida volvía tan sensible cada hebra desus cuerpos.

-haa... -resolló excitado el albo tras liberarse de sus adictivos labios, el sonido que hizo su voz fue tan erótico que el moreno ni se molestó en reprimir uno igual cerca de su oído… ¿en qué momento sus pantalones les parecían una tortura?

La osada mano blanquecina del dragón se deslizó por el abdomen del otro joven, disfrutando de su piel caliente y sus músculos bien trabajados, fue bajando por el camino velloso de su vientre encontrándose con el botón de su pantalón, con destreza lo abrió y cegado por el lívido, acarició la punta de esa endurecida porción de piel sensible que se asomaba por sus calzoncillos.

-humm- lanzó el moreno excitado disfrutando de las intimas caricias que le proporcionaba.

Harry suspiraba fogoso contra su cuello y aunque estaba medio aturdido por las sensaciones, consiguió abrir presuroso los botones de su camisa, colando sus manos dentro de ella, rosando con sus temblorosos dedos la dureza de esos rosáceos pezones erectos y acariciando con devoción las cicatrices dejadas por su culpa y la guerra.

 Tragó dificultosamente antes de descender y meter sus dedos dentro de su pantalón, cuando finalmente lo hizo, tuvo que hacer uso de todo su auto control para evitar correrse en su mano… acababa de descubrir que Draco Malfoy era la sensualidad materializada, no le cabía duda después de ver como su guapo rostro sofocado se contraía de puro placer…

Draco inhaló pesado y profundo al sentir esos inquietos dedos acariciando la dureza de su miembro, no apartó la vista de sus hipnóticos ojos esmeralda brillando de deseo, de su boca carnosa que parecía estar esperándolo, sin demorar más se unió a ella y se sintió enloquecer.

De un momento a otro se encontraban gimiendo duro dentro de sus bocas haciendo que las sensaciones se dispararan, no había necesidad de hablar, en un mudo acuerdo decidieron que la ropa estaba de más y así con el corazón bombeando a mil por hora, sus manos vagaron desesperadas desnudándose el uno al otro.

 

En el suelo de hojas de otoño fueron quedando una a una las ropas de la casa Slytherin y la de Gryffindor, la noche era fría, pero la magia que salía de ellos era tan ardiente como el vaho de una tetera hirviendo, sus respiraciones se aceleraron cuando sintieron el contacto de piel contra piel, sin saber que hacer, solo fueron guiándose por instinto y por la única verdad de saberse correspondidos. Poco a poco se fueron dejando caer sobre el lecho improvisado de togas negras y ropas escolares,los cabellos rubios de Draco se desordenaron esparciéndose libremente sobre las hojas, dándole un aire divino que hizo a Harry relamerse los labios ansioso… esmeralda contra plateado se miraron intensamente como si se hablaran… y pasado un momento sus labios volvieron a encontrarse.

Mientras Harry seguía devorando la jugosa boca de Draco, iba deslizando sus varoniles manos a lo largo de su piel de porcelana, acariciando sus hombros bajando porsus delgados brazos que para él eran perfectos, aunque la marca del señor oscuro estuviera tatuado en uno de ellos; Con sus dedos delineó la hendidura de cada costilla y más abajo notó contra su palma, los huesos de sus finas caderas; excitado recorrió sus muslos lozanos, tentativamente se dirigió hasta sus nalgas y las presionó con fuerza, arrancándole un sonoro gemido y provocando que alzara las caderas buscando frotarse más duro, complaciéndolo gustosamente y sin demora, comenzó a rozarse contra el chico que estaba debajo suyo.

Las manos del rubio se aferraban con fuerza a sus hombros dejando blancas manchas por la presión de sus dedos, se arrastraban por sus vigorosos brazos delineando cada músculo trabajado y volvían a subir envolviéndolo en un posesivo abrazo… una vez ahí, exploró la curva de su atlética espalda y bajó encontrándose con su glorioso trasero que amasó con gusto, arrancándole gruñidos de éxtasis al niño que vivió.

La noche transcurría rápidamente, pero ellos seguían disfrutándose, amándose y descubriéndose, perdiendo completamente la noción del tiempo. Sus cuerpos comenzaron a perlarse de sudor, sus pechos subían y bajaban agitados mientras sus miembros chocaban resbaladizos por el semen que se les había escapado entre frotadas y se deslizaba por el surco de las pálidas nalgas del dragón. Sus gemidos subieron de tono cuando la necesidad de llegar hasta lo más profundo del otro se descarriló.

Draco gruño con fatigoso placer cuando la punta resbaladiza del miembro de Harry se deslizó “accidentalmente” entre sus nalgas, cada movimiento suyo parecía llevarlo al borde de la desesperación, así que él le haría sentir lo mismo; Se aferró a él gimiendo contra su cuello, moviendo su pelvis para lograr más alcance, rodeando sus caderas con sus esbeltas piernas e impulsándolo a adentrarse en él, Harry sintió que perdía el control, pero no se atrevía a hacer lo evidente… necesitaba su consentimiento pero ¿como pedirlo en un momento tan arrebatado como ese? ¿por qué todavía seguía siendo un virgen sin experiencia?…. Ni siquiera se atrevía a contestarse a si mismo…

Pasaron unos minutos que al rubio le parecieron horas y entonces éste no pudo más.

-¡Por todos los santos Dragones Harry, metela ya!-gritó exasperado y agitado con la cara ardiendo de vergüenza.

El aludido impactado, boqueó como un pez fuera del agua sin poder creerse lo que había escuchado, con su valor de Gryffindor se atrevió a preguntar, solo y por si acaso había escuchado mal.

-¿estás se… estás seguro que…?

-¡SI!-lo cortó perdiendo la paciencia.

-¿qué tan seguro?-Harry agudizó sus ojos con esa expresión desafiante que siempre le había dedicado en años anteriores y que al dragón se le hacía tan atractiva.

-tan seguro, como lo estoy de que te amo-había determinación y sinceridad en sus palabras, a él no le cabía ninguna duda, sus ojos verdes comenzaron a picar y sentía que el corazón se le saldría del pecho…

-bueno... pues… entonces… allá voy...-musitó Harry contra su boca, con el corazón desbocado, hecho un completo manojo de nervios.

Harry tanteó terreno moviéndose con cuidado, rosando esa entrada que palpitaba ante su toque, se sentía tan húmeda que fue inevitable impulsarse, primero suave hundiendo la punta y luego sacándola, acción que arrancó un gemido frustrante de la boca del rubio, continuó en ese intento de penetración varias veces, sintiendo que se hacía cada vez más estrecho conforme avanzaba, se mordió los labios con fuerza sintiendo la presión y se detuvo.

Draco al ver que se le estaba haciendo difícil, decidió colaborar un poco, no era que tuviera experiencia haciéndolo con chicos, aunque esa era otra historia con las chicas… concentrándose en olvidar las veces que se había ido de polvo con ellas para sacarse de la cabeza al moreno, vertió saliva lamiendo lascivamente su propia mano, sonrió travieso llevando sus dedos hasta el miembro bien dotado de su compañero, embadurnándolo a lo largo y ancho entre fricciones y caricias.

-no quiero lastimarte-susurró preocupado Harry.

-tonto, estaré bien-le dijo en un arrullo mientras besaba su frente.

-te amo Draco.

-lo sé…

Los labios de Harry capturaron con pasión los ansiosos de su amante, sus lenguas resbalando incitaban el movimiento de sus caderas. La punta de su miembro erecto goteaba presionando contra ese exquisito y suave anillo de músculos que increíblemente estaba comenzando a ceder, expandiéndose poco a poco cada vez que avanzaba, las respiraciones de ambos se volvieron erráticas y pesadas tratando de aguantar las agudas correntiadas de placer que nacían en sus entrañas.

El rubio se separó de su boca, mordiéndose los labios y cerrando fuertemente los ojos en una expresión de dolor, mientras se sostenía de sus brazos casi enterrándole las uñas.

-oye…-titubeó Harry alarmado.

-continúa… por favor… continúa...-suplicó él mientras una lágrima rodaba por su mejilla y Harry jadeando sentía que agonizaba de amor, su corazón y su cuerpo ardían dolorosamente pero de una contradictoria felicidad infinita que no podía explicarse con palabras, sin poder soportarlo más besó con ternura el surco que esa lágrima había dejado y acarició la piel excitada de ese ser que amaba mientras seguía avanzando por el cálido y estrecho camino que lo llevaría a su interior.

Draco sentía que le dolía como el infierno, ardía punzantemente y trataba de hacer lo posible para seguir aguantando aquél dolor que aplacaría si llegaba a calmarse, respiró profundo sintiendo las caricias de Harry que intentaban consolarlo de alguna forma, pero lo que definitivamente estaba ayudando era oír sus gemidos cuando impulsaba sus caderas cada vez más profundo… oh si, eso lo ponía jodidamente caliente… tanto que quería gritar. Parecía que el niño que vivió había escuchado sus pensamientos porque sus movimientos se habían vuelto más salvajes, sacando y volviendo a arremeter con más ímpetu, arrancándole quejidos fatigosos que salían cuando exhalaba.

Harry cogió la mano de Draco y la entrelazó fuertemente con la suya mientras seguía embistiéndolo firme y duro, se dio cuenta que él también se estaba moviendo, pero en sentido contrario como si quisiera que ambos chocaran entre si, no tardó mucho en seguirle el ritmo y descubrió que se acoplaban perfectamente como las piezas de un rompecabezas, tan delicioso que podría estar haciéndolo con él para siempre, pero sentía que no podría aguantar mucho más… ya estaba cerca y se lo hacía saber empujando más fuerte, rápido y profundo.

-Aaaahha!!-gritó el Slytherin sintiendo como si de pronto hubiera visto estrellas, el golpe de placer había sido tan certero que se le nubló la vista… quería que él diera con ese punto de nuevo, necesitaba sentir esa sensación jodidamente exquisita otra vez.

-¡más… dame… más adentro!”-suplicó en medio de arremetidas y Harry que se había excitado al escuchar su grito casi se corrió cuando le rogó por más placer, le abrió un poco más las piernas para tener mejor acceso y cuando volvió a embestirlo lo hizo tan profundo como pudo.

-¡Aahh Sí… ESE PUNTO… ALLÍ… Aahh!!-volvió a gemir orgásmicamente, sofocado y extasiado dándole un espectáculo al moreno que por todos los dioses muggles y del mundo mágico, recordaría incluso con un obliviate por el resto de su vida. Verlo retorcerse debajo suyo de esa manera lo estaba volviendo loco, ya casi estaba a las puertas del clímax, rápidamente tomó el miembro del rubio entre sus dedos frotándolo a prisa entre sus vientres mientras daba estocadas veloces y profundas.

Hubo un momento en que sus ojos vidriosos hicieron contacto acabando con la poca resistencia que les quedaba, una tortuosa descarga los sacudió violentamente haciéndolos gritar de ardor y de goce, provocando que se corrieran generosamente al mismo tiempo, Harry en su interior y Draco entre sus vientres… se estrecharon con fuerza en un abrazo, respirando a bocanadas mientras sentían que alcanzaban el infinito, se quedaron así en ese perfecto trance, acariciándose, besándose y disfrutando los espasmos de ese poderoso orgasmo.

Una sensación de paz los llenó… sonrieron mientras se mordisqueaban mutuamente los labios, sintiéndose gratamente acogidos entre sus brazos, los cuales parecían decirles “bienvenido a casa”

Draco sentía sus corazones latiendo desbocados por el exquisito orgasmo que habían experimentado y que aun hacía vibrar sus cuerpos, percibió algo aún más asombroso y era la sensación indescriptible de sus magias conectándose en un bucle perpetuo a través de sus núcleos… levantó la vista hacia el firmamento y alucinado contempló brillantes estelas de colores, una hermosa aurora boreal estaba sobre ellos en el bosque, una que salía de sus cuerpos ¿como no lo había notado antes? Estaban cubiertos de magia antigua... nunca imaginó que esa intima experiencia con Harry Potter pudiera llegar a ser tan intensa y poderosa… de pronto sospechó algo y sonrió ilusionado ante la posibilidad.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por los cuidadosos movimientos de Harry al salir de su interior y jadeó de molestia, sentía que algo le faltaba; después sintió que lo giraba hasta cambiar de posición dejándolo descansar sobre su cuerpo, haciéndolo escuchar sus latidos revoloteantes bajo su pecho y sintiendo como sus manos lo arrullaban acariciando los mojados cabellos de su cabeza platinada… no había nada más perfecto.

-una aurora boreal-susurró Harry sorprendido con sus vidriosos ojos esmeralda en el firmamento.

-mhm- asintió el joven ojos de plata mientras lo imitaba.

-Estamos brillando… será que… esa aurora boreal… ¿la… creamos nosotros?-preguntó atónito y Draco enternecido, lo miró de reojo con una sonrisa boba que se negaba a borrarse de su cara.

-parece que sin varita… nuestra magia se desbordó un poco-susurró despejando los mechones húmedos de su frente para después besarla.

-¿solo un poco? Se debe haber visto desde todo Hogwarts- bromeó Harry provocándole un pequeño gorjeo de risa que adoró y luego agregó-pero es maravilloso saber que nuestras emociones están ahí y que podemos...contemplarlas... jun… tos-se sonrojó violentamente al acabar la frase dándose cuenta que eso había sonado realmente cursi.

-¿estas consciente de lo hufflepuf que sonó eso?-preguntó despectivo el Slytherin, para después sonreír mientras se mordía los labios, no podía evitarlo… se sentía... enamorado.

-si… y... puede que tengas... que acostumbrarte-musitó a centímetros de su boca.

-a decir verdad… no me molestaría-Se miraron unos segundos con complicidad ante lo que significaban esas palabras y se besaron profundamente sintiendo una relajante calma.

Una vez que el beso acabó, Harry cogió parte de las capas en el suelo para cubrirlos a ambos y se acurrucaron entre respiraciones acompasadas y caricias.

El cansancio invadió sus saciados cuerpos, rendidos se dejaron adormecer poco a poco por el suave sonido de los arroyos a lo lejos y las ramas de los arboles agitándose con el viento… cerraron sus parpados dejándose caer en la tierra de los sueños, allí ya no estaban ni Voldemort, ni los mortífagos, no había escenas de muerte o de tristezas, solo estaban ellos dos tomados de la mano mientras veían el amanecer y las colinas de Hogwarts a lo lejos.

Continuará……...

Notas finales:

Bueno, hasta aquí dejo el tercer capítulo ¿les ha gustado? Espero a que sí, la verdad me pareció que ellos estaban siendo demasiado hufflepufs, pero hay que entenderlos, hay un trozo de historia que aún no he contado, ese amor viene desde hace mucho tiempo atrás ¿a que si? Bueno, eso lo veremos en otros capítulos, sin más me despido, tratare de actualizar lo más pronto posible abrazos mil!!! 


PD: si notan algun error es por culpa del editor de la página... lo odio ¬¬


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