Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hilo rojo del destino por Lanakawaii

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola a todos ;)


Soy nueva en todo esto de los fanfics. Espero que disfrutéis este fanfic como yo al hacerlo 


El resumen sé que no es el mejor u.u Pero si entrasteis, es porque al menos me puede sentir en paz xd

Notas del capitulo:

Hola preciosos y preciosas ^^


Aquí dejo el primer capítulo de mi fic, espero que sea de vuestro agrado.


Perdonad si hay faltas ortográficas, pero no soy hispanohablante.

JUAN POV.


Mi nombre es Juan Ramírez. Tengo 18 años y acabé de entrar en la universidad, específicamente en el programa de Literatura, debido a que siempre sentí un amor por la lectura y mi meta era convertirme en un famoso escritor.

Desde siempre he sido catalogado como el chico popular. Y no es lo de menos, puesto que durante toda mi vida he sido el capitán del equipo de fútbol. Y como consecuencia de lo anterior siempre estaba rodeado de chicas. No me molestaba la idea de tener a un grupo de fanáticas a mí alrededor. Es más, si no lo recuerdo mal, me he acostado con alguna de ellas. Pero no era nada oficial, solo era un ligue, para sacarlo a ÉL de mi cabeza.

Y sí, con ÉL me refiero a mi amigo de la infancia Erick Rey. Aquel castaño ojiverde que me robaba cada suspiro de pequeños. De críos, jugábamos al típico juego de la casa, donde él era la "mamá" y yo el "papá". Era una rutina diaria. Llegábamos del colegio e íbamos al parque a jugar. Y en uno de esos días le robé un beso. Mi primer beso para ser exactos. No era nada del otro mundo, apenas rozamos nuestros labios, más, dicha acción me confirmó que me sentía atraído por el castaño.

Todo parecía ser "color de rosa". Sin embargo, no todo puede ser perfecto. Y al entrar a la preparatoria. Sus padres decidieron mudarse a Francia. La despedida fue algo que me dolió demasiado. Sentí como mi corazón se despedazaba al verlo irse en el coche.

*FLASHBACK*


Como era de costumbre, Erick y yo jugábamos en el parque cerca de nuestra casa. Era algo que a pesar de considerarse monótono o de la simple rutina, era emocionante. 

-Ya llegaste cariño- actuó Erick mientras me daba un pequeño beso en la comisura de mis labios. El resultado de dicha acción, fue que me sonrojara como nunca antes. Me parecía demasiado tierno. Nunca llegamos a ser más que "amigos" si es que se puede considerar como tal. Yo lo veía a él, como mi "esposa". Jugar demasiado a ese juego, me hizo verle como mi pareja.

-Hola amor-dije. Intentaba simular los actos que solían hacer mis padres a diario. 

-Veo que llegaste con hambre, ¿quieres comer?-preguntó con una voz tierna.

-Claro que sí-afirmé. Nos dirigimos hacia unos asientos que estaban en la mitad del parque. Erick simulaba que cocinaba un plato. Al finalizar de "cocinar" me lo dio en una hoja de un árbol. El castaño se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.

-Te veo algo desanimado Erick, ¿pasa algo?-pregunté con un tono de preocupación. El ojiverde no se posaba en mi hombro, a menos de que estuviera triste.

-Me voy a Francia-dijo en susurro casi inentendible. Su expresión denotaba que tenía ganas de llorar. Hizo un puchero y bajó la cabeza.

-¿Te vas de vacaciones? Pero si las vacaciones aún no llegan-dije algo confundido.

-No Juan. Me voy a vivir allá. Mi padre consiguió un trabajo y pues me toca terminar mis estudios en París.-dijo sin dejar de mirar el piso. 

-TÚ NO TE PUEDES IR, ERES MI "ESPOSA"-dije con un tono alterado. 

-Yo no te quiero dejar, pero lastimosamente no tengo más familiares aquí-empezó a llorar. Las lágrimas caían de forma lenta, posándose en cada facción de su rostro. Sus mejillas estaban teñidas de un color carmesí. 

-Prométeme algo Erick-dije mientras secaba sus lágrimas. Me partía verlo en ese estado. Él era una persona alegre. Cada vez que me sentía triste, me levantaba el ánimo. Era un gesto dulce por parte de él. Por dicha razón, me sentía en la obligación de apoyarlo en ese momento.

-¿Qué sería?-preguntó algo confundido mientras tomaba mi mano de forma cariñosa.

-Cuando cumplamos dieciocho años, vendrás y volveremos a jugar como lo hacemos ahora.-agregué. Era un acto inocente, y más para un niño de trece años. 

-Te lo prometo-sonrió y me dio un beso en mi mejilla. Yo aproveché y volteé su cara para unir nuestros labios en un beso lleno de sentimientos. 

-Te echaré de menos-afirmé mientras que el menor se despedía con su mano.

-Yo igual-sentenció con una voz entrecortada.

-No olvides la promesa-añadí.

-Nunca la olvidaré, lo mismo va para ti-dijo

-Nunca podría olvidar a mi "esposa"-afirmé mientras veía cómo las mejillas de su cara tomaban un color carmesí. Al verlo en ese estado, solo pude sonreírle. 

*ACTUALIDAD*


Estaba a la entrada de una materia obligatoria que nos tocaba ver, "Textos científicos". Era una materia algo extraña de ver en el pensum de un estudiante de Literatura. Sin embargo, la universidad tenía la percepción de que un buen escritor debía tener conocimiento de todas las ramas. 

Ingresé al salón con algo de cansancio. Era la una de la tarde y no me apetecía conocer cómo influía la bioquímica en el cuerpo humano. 

Mi grupo de amigos estaba sentado cerca a la ventana del salón. En un movimiento algo rápido pude tomar el último puesto que se encontraba al lado de mis amigos. Quise mirar a mis nuevos compañeros, de seguro había alguno al que podía molestar.

Mi vista se centró en un castaño que estaba sentado cerca a la entrada del salón. Parecía emocionado por la clase. De seguro era el típico nerd que amaba las ciencias. Había encontrado una víctima de la cual podía burlarme.

La profesora llegó algo apurada al salón. De seguro se le había olvidado la clase. 

-Buenas tardes estudiantes, mi nombre es Cintia, y seré la docente de esta materia-afirmó con la voz algo entrecortada por el cansancio.

-Como ya sabréis, esta clase la comparte tanto estudiantes de Literatura, como los de una que otra ciencia exacta como biología o química-agregó la pelirroja.

-Joven, podría presentarse por favor-añadió la mayor sonriéndole a aquel castaño que antes había mirado.

-Mi nombre es Erick Rey, soy estudiante de Química y soy el monitor de la clase-dijo con un tono francés. Espera, ¿Erick Rey? ¿Podría ser el mismo de hace 5 años?

-Huy, veo que tenemos a un francesito en clase-dijo con un tono burlón uno de mis amigos, Andrés.

-¡COMPÓRTESE!-gritó la docente con rabia.

-Tranquila profesora. Sabe, me da igual lo que piense un idiota como él, ¿podría por favor continuar con su clase?-preguntó. Estaba sorprendido. Mi pequeño había contestado ante un insulto. Me acuerdo que de pequeños, siempre era yo el que le defendía, porque él no era capaz de contestar. Pero veo que esos cinco años lo han convertido en alguien diferente.

La clase pasó muy lenta. La temática del día de hoy era bioquímica. el único que se veía con interés era Erick. Mostraba una actitud de querer aprender cada detalle que decía la profesora. Al cabo de la hora, la clase culminó y el castaño salió de forma veloz. Por mi parte le seguí, tenía que hablar con él. 

-HEY, ESPERA-grité. Pero mis gritos fueron ignorados. Tal vez no me había escuchado o pensaba que era para otra persona. Corrí y le agarré el brazo de forma brusca.

-¿Pero qué carajo..?-le interrumpí.

-Erick, soy yo-afirmé viendo esas hermosas orbes.

-Ahh sí, el amigo de ese imbécil-afirmó con un tono algo molesto.-¿Acaso vienes a joderme como tu amigo?-preguntó con una ceja levantada.

-Joder no, soy yo Juan, Juan Ramírez-afirmé.

-¿Quién?-preguntó confundido.-Creo que me confundes con alguien-agregó.

-No es así, te lo voy a demostrar-afirmé tomando sus mejillas y acercándome a sus labios.  Pude sentir otra vez esa sensación de cuando era un puberto. Sentí el sabor a fresas de sus labios. Sin embargo, cuando quería adentrarme a su boca, este me empujó algo confundido.

-Pero qué crees que haces-preguntó.

-Vuelvo a besar a mi "esposa"-dije con un tono pícaro. El menor se quedó pensando un rato, y luego vi que sus orbes se iluminaban, tal vez ya recordaba.

-¿Juan?-preguntó temeroso.

-Así es pequeño-afirmé mientras me acercaba de nuevo a sus labios. Pero su mano interrumpió que  siguiera con el acto.

-¿Qué pasa?-pregunté confundido.-Pensaba que extrañabas verme-agregué algo triste. Me molestaba ser evadido por él. Quería conquistarle

-Te extrañé y mucho. Pero esto está mal-afirmó cabizbajo.

-¿Por qué está mal?-pregunté confundido- ¿Acaso no piensas cumplir tu promesa¡-añadí algo molesto.

-No es por eso. Lo que pasa es que yo tengo pareja-afirmó mirando al piso

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Gracias por leer


 ^ ^


Espero que os haya gustado el capítulo. Me haría muy feliz si dejáis vuestras reviews.


No sé exactamente cuando vuelva a actualizar. Lo que tengo seguro es que será lo más pronto posible.


Nos vemos dentro de poco


Besos <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).