Capítulo 36
Al borde del abismo
Alejarse de todo lo que conocía, alejarse de su hogar de toda la vida para irse de gira… De gira con Debrah… Miró por la ventana del auto mientras se estacionaban en el aeropuerto, si planeaba arrepentirse esa era su última oportunidad, sin embargo no lo haría… Ya había llegado hasta ese punto así que echarse para atrás no sería más que un acto de cobardía… Soportar a Debrah unos meses no sería nada, solo tenía que tener cuidado suficiente de no caer en alguna de sus extrañas trampas, solo tenía que concentrarse en Nath… El rubio probablemente sería lo único que le permitiría mantenerse relativamente cuerdo durante la gira
Además ¿Qué tanto podían cambiar las cosas realmente en unos meses…? Unos meses no serían nada luego de todo lo que le había sucedido al rubio ambos podían soportar la separación temporal… No era como si fuera a hacer algo indebido… No era tan estúpido como para dejarse envolver de nuevo por la castaña, bajaron del auto y ayudo al representante de la contraria a bajar las maletas para encaminarse al interior.
Registrar las maletas… Esperar a que fuera el momento de abordar… Estaba ansioso… Nervioso y revisaba su celular constantemente, esperar era la peor tortura, era como si su voluntad fluctuará… Un momento se sentía decidido a avanzar y cumplir sus sueños como ya se había propuesto y al siguiente tenía unas ganas impresionantes de pegar la media vuelta y salir corriendo de regreso a su departamento… De regreso a su vida común de siempre… A sus ensayos en el sótano… En su departamento… A las quejas ocasionales de los vecinos…
Su vida no era tan mala… El altavoz del aeropuerto anunció el número de su vuelo y que comenzaran a abordar… Las piernas le temblaron un poco cuando se levantó y sujeto su equipaje de mano, solo era un hasta luego… La castaña lo tomo de la mano aprovechando su distracción y tiró de él para arrastrarlo a la fila, se dejó llevar por reflejo, estaba demasiado ido para resistirse, estaba un poco ausente… Cuando quiso darse cuenta la azafata ya estaba revisando sus boletos y les estaba dando acceso.
Abordar… Hora de irse… El corazón le martilleaba el pecho… avanzó hasta estar en el avión… En su asiento… Miro por la ventana redonda del avión, que realidad tan abrumadora… Miró de reojo a Debrah que se estaba estirando perezosamente en el asiento de a lado, parecía que la chica estaba más que lista para irse de ahí… Abandonar Francia… La chica notó la mirada pues lo miró de vuelta y esbozó una de sus sonrisas clásicas… Esa sonrisa que mientras más veía más lo incomodaba, era burlona, hipócrita… Suspiro un poco…
-¿Pasa algo gatito? Ya estamos a punto de irnos… Deberías relajarte… Estamos en primera clase a punto de irnos de gira… Sonríe un poco gatito… Verás lo pequeño que era tu mundo antes de esto…- se mordió el labio inferior, en eso probablemente tenía algo de razón
-Si… Supongo que debería relajarme un poco…- respondió de forma casi mecánica, disfrutaría el viaje lo mejor que pudiera, se sacudió en su lugar un poco para liberar tensión de su cuerpo
-Quien sabe gatito… Tal vez descubras cosas interesante en este viaje…- eso le sonó casi a amenaza por un momento y más aún al sentir la mano de la chica acariciando leve su antebrazo, se zafó con el mayor cuidado posible de ella, todavía ni dejaban el país y ya se estaba comportando de ese modo…
-Te agradecería que mantuvieras tu distancia Debrah…- pintaría una línea lo más definida posible tratando de no llegar a ser grosero con ella –Es molesto…- eso último le había salido algo más seco de lo que había querido.
-Cuanta tensión gatito… Aquí no está el delegado… Ojos que no ven corazón que no siente…- eso definitivamente había sido una indirecta bastante directa, pero por supuesto que no… Ni a palos se metería con esa chica en ese momento.
-Deja de decir locuras…- gruño con clara molestia sin poder evitarlo, el piloto anunció que estaban por despegar y las azafatas empezaron con su explicación de cómo estaba organizado el avión, las salidas de emergencias y todas esas cosas que fastidiaban a la mayoría de los pasajeros pero que en ese momento le supieron a gloria, ahora tenía una excusa para evitar prestarle atención a la chica, una vez que despegaran se podría los audífonos y fingiría dormir.
Si podía mantener una distancia sana, para sí mismo, durante todo la gira podría volver realizado y cuerdo… No quería caer en las trampas de Debrah y para eso no podía comportarse como “Castiel” o al menos no como el Castiel de siempre, tenía que ser un Castiel más maduro… Un Castiel más parecido a Nathaniel… Por raro que sonará tenía que alcanzar una actitud similar a la del delegado para poder lidiar con la chica, o al menos esa había sido la conclusión a la que había logrado llegar en el poco tiempo que había tenido para prepararse para la “aventura” que se le venía encima.
El que Debrah fuera su acompañante si era algo que lo molestaba, estresaba y preocupaba a partes iguales, pero sería mentir si dijera que no sentía también el cosquilleo de la emoción de enfrentarse a lo desconocido para alcanzar su objetivo, la cúspide de sus sueños, así que ahí estaba con el alma dividida en dos, por un lado sentía que lo correcto era alcanzar una calma madura para enfrentarse a lo que venía y por otro seguía siendo Castiel, impulsivo y arrebatado… A fin de cuentas, a su edad ¿quién no lo era?
El anuncio de que iban a despegar y el insistente pitido que anunciaba que debían ponerse los cinturones de seguridad lo hizo volver en sí, al menos había conseguido el objetivo de ignorar a la castaña aunque no había escuchado ni una palabra de lo que habían dicho las asistentes de vuelo, miró de reojo a la castaña que tenía una mueca de fastidio en los labios, tomo los audífonos que estaban conectados a la pantalla frente a él, se los colocó y subió el volumen a tope, solo así podría dormir un poco tal vez.
Al parecer la chica había desistido temporalmente de hablarle al notar los audífonos, eligió una película al azar y cerró los ojos levemente solo escuchando los diálogos, en sí no le importaba el metraje como tal, solo quería ruido que lo arrullará mientras comenzaban a ascender en el aire, las lees turbulencias lo ponían nervioso suspiró moviendo los dedos inquietamente en el reposabrazos, poco a poco el avión dejo de moverse, al parecer habían terminado con el despegue, sintió que había dejado una parte de sí en tierra.
El viaje estaba iniciando, eso lo cambiaría definitivamente y solo esperaba que fuera para bien, solo esperaba, por primera vez en su vida, ser los suficientemente inteligente para elegir un buen camino que no arruinará lo que ya había logrado construir con el rubio… Aprender a querer a distancia… Sentía que caminaba en la cuerda floja con eso, como si estuviera al borde de un abismo… Sentía que estando a distancia un paso en falso podía ser cien veces pero que cometer un error estando junto a su pareja.
Poco a poco el sueño lo fue venciendo, un sueño inestable, un sueño que más que descanso solo era un martillo incesante de todo lo que había en su cabeza, Debrah… Nathaniel… La música… Sí todo eso lo acosaba solamente durante el vuelo… ¿Qué sería de su cordura durante 5 meses seguidos en esa situación?