Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Esto es..." por Reiga

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola pequeñas!

 

Vengo con un  Shot que me quedo larguito así que lo dividiré en dos partes. Es el primer escrito No Aokaga en el que me explayo tanto, pero Ellie-chibi-chan lo merece!.

 

 Espero les guste lindas y me lo hagan saber así como también si no, alguna queja y o sugerencia siempre son bien aceptadas!

 

Que tengan buena lectura!!

 

Vamos con la primera parte!

 

Declaimer: Los personajes no me pertenecen u.u

 


~*~


—¿Qué es lo que pasa kagami-kun? — su tranquila mirada se posó en su amigo de cabellos rojizos. El más alto se habia detenido de improviso, ocasionando que chocara con su espalda. Lo vio tan absorto mirando hacia el bosque  detrás de la universidad. Que no evito buscar que fue lo que habia llamado su atención. —¿Kagami-kun?


El pelirrojo miro a su amigo y luego miro en la misma dirección aquello que le habia alertado ya no lo sentía pero aun así se quedó pensativo.


—Lo lamento kuroko solo me distraje. Adelántate dile a Aomine que en un momento estaré con ustedes —los libros que traía los dejo en manos del menor en tamaño y se fue corriendo.


Kuroko le vio irse asombrado. El mismo pelirrojo se habia ofrecido ayudarle con los libros y ahora se largaba. Indignado retomo su camino. Al llegar junto al moreno. Este le vio amurrado y sonrió con cariño.


—¿Que pasa tetsu?


—Tu novio, eso pasa.


—¿Que te hiso esta ves? —pregunto divertido al ver su mofletes inflados.


—Primero me va ayudar, luego me ignora completamente y después me deja tirado.


—Seguramente tuvo que ir al baño —le dijo pensando en la urgencia de irse —anda deja de estar amurrado y hagamos el trabajo.


—Hai Hai.


Aomine desordeno sus cabellos con cariño y empezaron a ver lo libros que utilizarían.


 


Los tres se habían hecho muy amigos durante este último tiempo. Kuroko habia llegado hace poco a la universidad y al ser alguien callado inteligente y responsable se habia ganado el odio injustificado de varios de sus compañeros. En unos de los incidentes que se les habia escapado de la manos, la pareja lo habia defendido y posteriormente casi adoptado como los molestaban algunos de sus demás amigos. Ya que Aomine y kagami lo consentían demasiado. Sin quererlo entre los tres habían encontrado una bonita amistad que solo se fortalecía día con día.


Llegada la tarde Aomine se encontraba preocupado pero trataba de no demostrarlo, kagami no habia vuelto.


—¿Kagami no te contesta aun? —preguntaba mientras tomaba sus cosas


—Ya aparecerá y me dará una buena justificación. Mañana seguiremos con el trabajo tetsu por ahora es mejor que nos vallamos  a nuestras habitaciones.


Salieron de la biblioteca y empezaron a andar, al llegar al límite que les permitía ir juntos ya que sus habitaciones quedaban en edificios diferentes el moreno le recordó:


—No andes deambulando por ahí recuerda la restricción de horario.


Kuroko solo sonrió y asintió empezando a caminar en la dirección contraria. Kuroko estaba por entrar al edificio pero la brisa era tan agradable que sus pies siguieron andando rodeando las habitaciones.


Estaba oscureciendo. El viento comenzaba hacerse presente ondeando su cabello y sintiéndolo en la piel. La sensación era de alguna manera cálida. Por su mente paso la idea de sentarse y dedicarle un tiempo a no hacer nada mientras disfrutaba de la soledad y el silencio que le otorgaba el lugar. Si seguía caminando pronto llegaría al bosque.


A pesar de que la vista era un tanto lúgubre se le hiso también hermosa e incitante. Sabía que solo se les tenia permitido ingresar unos cuantos metros, pues más allá habían rejas de  púas que impedían el paso con una gran letrero de prohibido.


Aspiro profundamente al cerrar sus ojos. El olor a madera y hojas le recordó cosas agradables de niñez, sonrió en la soledad quizá pensando en las tonterías que hacía y suspiro. Lo mejor era volver.


 Al darse vuelta escuchó el sonido de hojas quebrarse detrás de él. Inmediatamente se dio vuelta y miro hacia todos lados asustado no notaba nada pero aun así su cuerpo parecía congelado e imposibilitado de hacer algo más. El sonido habia llegado muy claro a sus oídos. Iba a moverse pero el sonido volvía.


—¿Qui…quien anda ahí? — su vos sonó quebrada  y trago seco. Su mirada viajaba a una velocidad impresionante buscando. Hasta que sus ojos dieron de lleno en unos ojos dorados que relucían en la oscuridad.


No lo podía notar con claridad pues la sombra al lado de aquello se lo impedía, aun así estaba seguro que allí habia algo que le miraba, volvió a tragar duro.


Los sonidos de hojas quebrarse ahora eran acompañadas de gruñidos que le helaron la sangre y algunos sentidos. Un Zorro de pelaje rojizo le acechaba desde el otro lado de las rejas que ahora creía que no eran para nada seguras. El tamaño del animal era demasiado para la poca protección que le brindaban esas penosas púas. Bien lo comprobó cuando el zorro salto sin problemas y sin quitarle la mirada.


Su tamaño era impresionante demasiado grande para ser un Zorro normal. Tenía miedo. Mucho, mucho miedo. Correr no estaba en sus opciones no era tan idiota para hacer eso. Sabía que le daría alcance. Pero el que el Zorro solo le mirara como con rabia pero sin hacer nada  le indicaba que era eso lo que él quería que hiciera. Estaba seguro de que alguna vez escucho que los animales disfrutaban de su caza y él era un plato servido que habia llegado solito y sin invitación.


No sabía que hacer realmente quería largarse a llorar hasta que vio un palo que podía usar como arma. Pero el solo hecho de mirarla fue suficiente para alarmar al Zorro y hacer que este saltara encima de él golpeándolo con sus patas. Las mismas fueron a parar dolorosamente a su pecho tirándolo al suelo. Las piedras se enterraron en sus manos y con desesperación quiso tomar el palo a su lado arrastrándose, estuvo por tomarlo cuando sintió al Zorro pisar su espalda e incrustar sus colmillos en su cuello. Su grito habia sido colosal y la mordida dolorosa.


Se quedó inmóvil. Los dientes con cada segundo parecían atravesar más su piel. Haciéndole perder la  noción.


De pronto lo sintió alejarse, pero no por gusto otro Zorro lo habia atacado. Su mano la llevo a su cuello y como dolía. Miro a los dos animales pelear con fiereza. En su atontamiento noto que también era rojo. Los fieros gruñidos por fin terminaron por volverlo a la realidad ese era su momento. Como pudo salió corriendo, casi podía sentirlo persiguiéndole. Pero no se molestó en mirarlos.


 


~*~


 


Aomine se encontraba en su habitación ya casi con un tic en la pierna esperando a kagami cuando su puerta casi es echada abajo por unos incesantes golpes. Al abrirla noto que su pequeño amigo le mira con horror y cae sobre su cuerpo.


—¡Kuroko! —gritó horrorizado al ver su ropa manchada de sangre proveniente de su cuello dañado.


Lo entro acostándolo en su cama. Corriendo luego por trapos mojados al baño.


—¿Qué diablos paso? —preguntó preocupado mientras le limpiaba. A medida iba notando las marcas y se preocupó aún más al parecerles familiares.


—Fui al bosque, me ataco un Zorro. No sabía que habría por estos lugares, esto fue peligroso hay que avisar en la universidad. —decía con dificultad


—¿Un Zorro? —preguntó sorprendido


—Si era rojo y gigante. Pude escapar gracias a otro que aprecio para pelear con él y aproveche para salir corriendo. Tuve mucho miedo Daiki.


—Ya ya tranquilo —su pequeño cuerpo temblaba y no parecía dejar pronto de hacerlo. Aomine puso parches en su cuello y con delicadeza acaricio sus cabellos mientras el peli celeste cerraba paulatinamente sus ojos. Le quito la ropa manchada y le tapo. Para que descansara.


No paso mucho tiempo cuando la puerta se abría dejando ver a un kagami preocupado y con unos rasguños en sus brazos.


—¿Como esta? —Iba a acercarse pero Aomine se interpuso encarándolo.


—¿Fuiste tú? —su mirada parecía demostrar cierta tristeza


—¿Qué? ¡Claro que no! —Respondió dolido —yo no les haría daño.


Aomine al ver a su pareja se sintió mal por decir algo que ni siquiera el creía. Lo abraso con fuerza.


—Perdona es que mira como esta ¿Qué fue lo que paso?


Kagami suspiro con pesadez


—Mi manada ha vuelto por estos territorios —contestó con gran pesar. El moreno se tensó.


Kagami camino hasta situarse al lado de su amigo, acaricio su pálida mejilla y se levantó decidido nuevamente.


—Solo vine ver cómo está, la herida no es severa así que sanara.


—¿Adónde vas? —Le detuvo del brazo preocupado —no me digas que…


—Tengo que hablar con Akashi. Nosotros no solemos atacar a humanos—decía pensativo


—¿Él fue? ¿Quién es?


—Mi hermano. Por favor si aún no he llegado cuando kuroko despierte no den aviso del incidente hasta que sepa que fue lo que paso.


—¿Porque te sigues preocupando por ellos?


—Son mi familia después de todo —y con un leve casto beso se despidió.


Aomine se quedó tragándose su rabia. Su novio era un cambia formas, su manada habia llegado hace tres años a esos terrenos. Por aquel bello tiempo lo habia conocido hasta un punto que fue necesario saber la verdad. Por bastante tuvieron que pasar y sobre todo kagami que fue desterrado de su manada al escoger a un humano como su pareja y para empeorar las cosas hombre. Motivo clave por el que habían decidido irse a otros territorios.


 


~*~


 


Kagami corrió rápidamente sin cambiar lo sentía cerca. Su aroma le llegaba a cada paso con más claridad. Cuando lo encontró este yacía sentado afirmado a un árbol.


Su rostro era tan sereno como siempre. Sonrió con calidez al verle así. Hace mucho tiempo que no lo veía y no negaría que le habia extrañado.


—¿Estas solo?


—Si la manada está lejos aún.


—¿Ha que has venido?. ¿En que estabas pensando? ¿Porque atacaste a kuroko?


—¿kuroko? — Pregunto de repente abriendo sus ojos y mirando por primera vez a su hermano —yo lo lamento mucho kagami no sé qué fue lo que paso. Solo vine de paso hace unos días para verte a ti pero cuando lo vi a él llamó mi atención que tuviera tu olor pero no era algo territorial. Así que me causo curiosidad.


Kagami le escuchaba atento se notaba arrepentido.


—Cuando se apareció frente a mí su olor llego de golpe y me descontrole no sé porque lo hice, lamento haberlo dañado. Quizá fue porque fue el quien te aparto de la manada


Kagami lo pensó detenidamente y recordó que Akashi no conoció a Aomine, pues el día que echaron de la manada su hermano se encontraba fuera—Bueno no te preocupes él se encuentra bien. ¿Entonces vienes a visitarme? — Le vio asentir— ven vamos


Ambos nunca habían sido de palabras pero si cada uno sabia del cariño que le tenía el otro.


—¿Saben que estas aquí?


—Sí, no les agrado la idea. Pero tampoco estaba pidiendo permiso.


Kagami rio en su interior.


El pelirrojo mayor sabía que no podía ingresar con el así como así,  así que hiso todo el papeleo. Su hermano venía desde muy lejos así que lo dejarían quedarse con él durante los días que durara su “visita”


La noticia no le habia caído nada de bien al moreno, menos sabiendo que habia sido ese chico el que habia dejado malherido a kuroko. Aun así no le quedo de otra.


Al siguiente día  convencieron a kuroko de no decir nada para no alarmar a los alumnos ni los profesores. E incluso tuvieron la desfachatez de echarle la culpa a él por haber ingresado de noche al bosque sabiendo que estaba prohibido.


Suponiendo que tenían algo de razón acepto además su herida ya no se notaba mucho pero si dolía, le ardía por dentro como si aún tuviera los colmillos del Zorro incrustados en su cuello. Aun así trato de ignorarlo.


Con gran sorpresa y agrado conoció al hermano de su amigo y admitió en ese mismo instante que el chico le habia gustado. No algo como el cursi pensamiento del amor a primera vista. Pero él no esa santo y el chico era hermoso.


Una piel condenadamente blanca como la suya, unos cabellos de  un rojo peculiar y bastante delicado. Sus ojos eran dos esferas penetrantes que le taladraron hasta su interior. El choque de sus manos hiso que una corriente viajara desde las yemas de sus dedos hasta situarse en cada parte de su recóndito cuerpo. La sonrisa seductora que le habia mostrado ese chico habia sido el golpe definitivo para acabarlo al darse cuenta que ese chico enfrente suyo se diera cuenta también de todo lo que le habia  provocado en menos de treinta segundos.


—¡y-yo… será mejor que vaya a cambiarme! —dijo titubeante y muerto de los nervios  soltó su manos y salió corriendo de ahí.


—¡¿Qué?! —Pregunto Akashi a kagami que le miraba ceñudo. Se habia dado cuenta de lo que habia hecho


—¿Dime la verdad que estás haciendo aquí?


La mirada de Akashi se volvió seria e indiferente, sabía que su hermano no era tonto y él tampoco estaba para andar jugando a las mentiras. Solo esperaba que no interfiriera, no quería pelear con él.


—Es verdad que vine hace unos días para verte a ti y comprobar si aun seguías con el —apunto despectivamente al moreno que tampoco le miraba mejor —y en caso contrario pedirte que volvieras con nosotros, pero en cuanto  vi a ese chico mi objetivo cambio llevo días observándolo y supongo que ya sabes que no es por mera curiosidad.


Kagami se cruzó de brazos y suspiro.


—Entiendo eso… ¿pero entonces porque demonios le atacaste?


—Ya te dije que no quería, pero cuando se acercó demasiado pude sentir el olor de otra persona que no era el tuyo y me descontrole ¿acaso tiene pareja? — pregunto con un deje de dolor que kagami creyó jamás ver en el hijo  prodigio de la familia.


—No… pero si hay un chico que anda a la siga de él y es bastante… de piel —trato de explicarle lo más suave que podía ya que sabía que podía ser bastante doloroso para su hermano.


—Entiendo…


—Akashi —dijo en un severo tono de advertencia.


—No te preocupes no le are daño ni a él ni a nadie ahora ya estoy sobre aviso y sé a qué atenerme, y me las voy a jugar por el…


—Has lo que quieras —dijo rindiéndose  y levantando ambas manos — a nuestros padres no les agradara nada la idea — mencionó para que luego los dos rieran.


Kagami le habia explicado a Aomine y los dos optaron por no interferir siempre y cuando todo estuviera bien.


 


~*~


 


Tres días pasaron y Akashi no tenía logros pero se notaba conforme. Kuroko le evitaba y cada vez que le miraba se ponía rojo hasta las orejas. Aguantaba un momento junto a él y luego salía corriendo excusándose con alguna tontera.


Ahora mismo se encontraba en las duchas más alejadas del campus educacional bajo las frías aguas que caían por su cabello mojando su ropa y enfriando su piel pero no logrando el cometido que quería esa acción hiciera.


—Maldición esto es…— decía afirmando sus manos en la pared — está bien que lo encuentre atractivo pero que te levantes con solo mirarlo es ridículo — regañaba a su parte baja por estar duro como una roca. Aquello iba más allá de su autocontrol.


Apretaba sus labios al sentir la dureza rozar con su ropa interior. No era un amante de la masturbación pero su cuerpo hace un tiempo se lo habia exigido. Tampoco nunca habia sentido atracción ni por chicas ni mucho menos por chicos así que nunca lo habia hecho con alguna imagen en su mente.


Y el que ahora se le levantara  con la sola presencia de una persona le tenía levemente asustado y lo hacía sentirse casi sucio por pensar así.


Volvió a mirarse y con vergüenza desabrocho sus pantalones dejando libre su erección que parecía no querer aplacarse, un gemido gutural salió de sus labios al tocarse y sentir el respingo de su pene.


Cerro la llave y se sentó en el suelo, ya no habia vuelta atrás por más que quiso tener su mente en blanco no lo habia conseguido. Su manos se movían frenéticas en un sube y baja glorioso teniendo la imagen de Akashi en su mente.


—ah~ — gemía una y otras ves. Casi sin aire tocándose la punta mientras apretaba la base— a… Akashi nhg~ —jadeo sumergido en su propio placer ignorante a un par de ojos que miraban complacido la escena.


Con la dignidad por el suelo  y un sonrojo hasta en las partes más recónditas de su cuerpo salió de ese baño.


Habia tenido la descarga más gloriosa que ha su corta edad habia experimentado y no sabía si sentirse a gusto o aterrado.


—Buenas noches kuroko —le saludo ese ser que le atormentaba en las  los noches y por si fuera poco cada maldito segundo luego de dos días. Su vos la sentía como melodías entrar y posarse  en su cuerpo frio calentándolo como si de una caldera hirviendo se tratara. ¿Qué rayos le pasaba a su cuerpo?.


—Aka…shi —dijo entrecortadamente a falta respiración, su cuerpo ya no lo soportaba más  y se desplomo.


El pelirrojo lo sintió en su límite y lo tomo en sus brazos antes de que este cayera.


—Lo lamento yo tampoco aguanto más.


Llego con el peli celeste inconsciente a su habitación. Agradecido de que el pequeño tuviera habitación individual.


Era consciente de lo que su cuerpo provocaba en el más pequeño, su insaciable deseo por reclamar su cuerpo y todo su ser lo hacía liberar feromonas que llegaban en toda su potencia al más pequeño. Al ser correspondido el daño era mayor era consciente de ello por lo que  habia tratado de reprimirse pero no habia sido suficiente y lo lamentaba bastante. Ahora lo habia liberado con el fin de que el menor callera en la conciencia y pudiera relajarse.


Lo recostó en la cama y le miro con extremo cariño era demasiado lindo, sus confusiones llegaban a Akashi haciéndole sentir una ternura que le impedía tomarlo a la fuerza como en su raza era costumbre. Ese pensamiento se esfumaba y le hacía preguntarse si era solo sexo lo que quería de él cómo inicialmente habia pensado.


Sí, porque a su hermano le habia mentido. No tenía pensado renunciar a su manada y solo tenía pensado tener una buena sesión de sexo con ese pequeño que le habia encendido a razón de dios sabe qué.


Una especie de rabia y rencor hacia el peli celeste por hacerle dudar le hiso levantarse de su lado y mirarlo con sus ojos encendido de lujuria insana.


Desde cuando Akashi esperaba algo, desde cuando se sentía tan débil al pensar en otra persona que no fuera su familia. No, ese no era él.


Una pierna se posó en la cama y en la oscuridad de la habitación se situó sobre el cuerpo durmiente.


Su mano de manera brusca quito la ropa que solo estorbaba. Sabia de sobra que no despertaría ni aunque el suelo se cayera debajo de él. Su vista nocturna era excelente y ahora se deleitaba con su cuerpo completamente desnudo.


Era tan pequeño, frágil y lleno de una inocencia que le incitaban a arrebatársela. Sus manos viajaron prestas por su torso y pecho mientras se inclinaba para besar todo a su paso. El sabor de su piel era tan dulce como el mismo. Como cada sonrisa nerviosa y avergonzada que le regalaba en su inocencia de no saber lo que le pasaba. Aún tenía en la mente esa sonrisa alegre que le dedico cuando lo vio por primera vez.


¿Sería capaz de arrebatar aquella sonrisa que lo habia cautivado con un hecho tan bajo como el que estaba a punto de cometer?.


—No —dijo deteniendo sus manos en la cama y apoyando su frente en el blanquecino pecho. No, no le habia mentido a su hermano si no a el mismo pensando que solo tomaría su cuerpo y luego se iría. Lo cual era una total mentira.


 


~*~


 


Kuroko sentía el cuerpo pesado. Abrió sus ojos con pesar. Miro hacia todos lados reconociendo su habitación. Bostezo, quiso llevar una mano a su boca pero algo se lo impidió notando que el chico de lindos cabellos se la tenía agarrada mientras dormía sentado en el suelo. Abrió los ojos ahora si de golpe soltando la mano con brusquedad. Despertando al chico a su lado.


—¿Cómo te sientes?


—¿eh? ¿Q-qué paso?


—Ayer te desmayaste y te traje aquí.


—oh —decía nervioso, estaba aterrado porque su cuerpo reaccionara y él se diera cuenta, hasta que noto que su ropa era diferente.


—Tu… ¿me cambiaste?


—Sí, estaba húmeda así que encontré que era lo mejor.


—Ahh —dijo rojo de la vergüenza, “Me quiero morir” pensaba interiormente ya no sabía que podía ser peor. —Gracias —luego se sintió infinitamente más tranquilo al darse cuenta de que su cuerpo se encontraba tranquilo y más relajado.


—Kuroko —levantó su rostro para mirarle encontrándose con ese par de ojos demasiado cerca, su cálido aliento le choco un segundo para luego sentirlo ingresando en su boca. Habia sido un beso demandante que lo dejo sin poder hacer nada. A duras penas respondió pero lo habia hecho.


Cuando se separó le dio un casto beso y se fue.


Kuroko le vio irse en silencio, su alma se habia ido en el sorpresivo beso sin razón aparente. Pero que fue suficiente para sonrojarlo y hacer que  tapase completo acurrucándose en su cama. Sus manos fueron a su ardiente boca y sonrió ante eso.


La tarde le siguió tranquila y ahora los cuatro se encontraban en la sala de almuerzo, kuroko evitaba a toda costa al pelirrojo que solo se reía en su interior. Estaba haciendo esfuerzo estratosférico para que el menor estuviera tranquilo en su presencia sin levantar bandera con solo mirarle. Le costaba pero lo estaba logrando.


—kuroko-chhi porqué no me esperaste? — apareció un rubio de ojos seductores colgándose del cuello de su chico. kuroko no le aparto pero si le dijo que no lo hiciera.


Y hasta ahí llego su autocontrol, no podía controlar sus deseos por kuroko y al mismo tiempo las ganas de matar al chico rubio.


Kuroko le miro y con disimulo quito las manos de Kise, los nervios volvían apoderarse de su cuerpo mientras se perdía en aquella penetrante mirada y lo único que le quedaba era salir corriendo hacia su cuarto que era lo que quedaba más cerca.


—¿Que le paso?


—Ah urgencia por ir al baño quizás  — respondió distraídamente el moreno sin enterarse de nada, kagami miro reprobatoriamente a su hermano. Quien solo se levantó no sin antes fulminar con la mirada al rubio.


—Kagami-chi creo que no le agrado tu hermano.


—Ahh no te preocupes Kise, él no es muy agraciado no lo tomes personal —rio nervioso.


 


~*~


 


Akashillego a la habitación del  de ojos cielo y no se molestó en tocar.


—¿Estas bien?  —kuroko estaba de espaldas. Al darse vuelta su mirada era diferente. Casi pérdida.


—Aléjate de mí


—¿Porque?


—No me siento bien cuando estoy cerca de ti —rio y se tapó la cara. Se sentía un maldito pervertido y de primera elite.


—Yo me siento demasiado bien cerca de ti


—Ese no es el problema, estoy confundido — Akashi vio su carita compungirse y una lagrima caer por sus celestiales ojos.


—Ven aquí —el pelirrojo lo tomo de la mano. Se acomodó en la cama afirmando su espalda en la pared y acomodo al peli celeste en su pecho.


—Yo… apenas y te conozco y cuando te tengo cerca me pasan co… cosas


—¿Te gusto?


—Creo que sí, pero si solo fuera eso no me asustaría, ahora mismo creo que estoy a punto de desfallecer — decía con la respiración agitada


—y eso que estoy tratando de controlarme todo lo que puedo —susurro con pesar. Kuroko puso atención y recién ahí se dio cuenta de la dureza en su espalda. Iba apartarse pero Akashi le detuvo.


—Sé que no lo entiendes por eso te lo explicare, pero prométeme que me creerás y no te asustaras—la advertencia hiso que su cuerpo se tensara —por ahora déjame ayudarte


—mmm —gimió al sentir la mano ajena sobre su duro miembro no tenía más defensas así que solo encogió sus piernas y estiro su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos —ah~ —jadeo despacio al sentir la piel directa masajeando con delicadeza su carne.


Sus manos se aferraron con fuerza a los firmes brazos de su amante


Las manos de Akashi subían y bajaban a un ritmo tortuosamente lento, su dedo pulgar tocaba la punta de su miembro de manera obscena pero exquisita, su otra mano viajo a sus testículos apretándolos con fuerza y masajeándolos una y otra vez.


Kuroko volvió a gemir sonoramente cuándo la lengua del pelirrojo comenzó a dejar un camino de saliva por su oreja recorriendo cada pedazo de su cuello al alcance. Una mordida le hiso gritar al momento mismo en que eyaculaba en las manos de su compañero.


Estaba mareado, miro a Akashi y sonrió antes de guiar una de sus manos a su cabello y guiar  su cabeza hasta rosar sus labios con los de él. Su lengua salió al encuentro sumergiéndose en un apasionado beso que les robo el aliento  a ambos.


Al mirarse y sonreír, ambos confirmaron el inicio de algo nuevo.


Y antes de que cualquier otra cosa pasara Akashi le dijo que tenía que hablar con él, así que ahora ambos salían a las afueras de la universidad.


Cuando llegaron al límite kuroko se detuvo al ver el boque.


—No podemos entrar ahí, es peligroso


—Confía en mí no iremos tan adentro tengo que mostrarte algo —kuroko percibió el tono suplicante y tomo esa mano ofrecida con algo de temor y mirando hacia todos lados  a cada paso que daba.—Supongo que aquí estará bien. Escúchame bien sé que esto te parecerá ilógico he irreal, por lo mismo necesito que lo entiendas.


—¿De qué hablas? —preguntó inseguro y con algo de miedo.


—Dijiste que no sabías nada de mí y es verdad, por lo mismo ahora te digo, mi nombre es Akashi Seijuro hermano de kagami, ambos pertenecemos a una raza que los humanos creen que  no existe


—¿De que estas hablando?  —rio incrédulo.


—Sé que si no te lo muestro no vas a creerme, pero antes déjame preguntarte, ¿recuerdas al Zorro que te ataco hace tres noches? — Kuroko asintió —fui yo


No sabía que decir ni muchos menos que pensar, le vio alejarse unos pasos para luego mostrarse como una de sus formas. Cayó al suelo de la impresión para que luego la sensación fuera remplazada por el puro miedo al recordar lo de noches anteriores.


Akashi se acercó a su cuerpo y lamio su cara con cierto temor para no asustarle más de lo que estaba.


Kuroko se encontraba absorto en esos ojos dorados  muy diferentes a los fieros de aquella noche. Su mano la levanto llevándola hasta acariciar su fino pelaje rojo.


—¿Akashi? —kuroko casi podía jurar haber visto el interior de ese Zorro y haber visto al mismo chico al que hace  momentos atrás  habia besado.


—¡Akashi! —grito kagami llegando al lado de su hermano y amigo, detrás también apareció Aomine con la respiración agitada.


Recién ahí el Zorro se dio cuenta de que más de una decenas de Zorros salían de entre los árboles, no habia agresión ni signos de lucha por su parte. Solo habían venido a buscar a un miembro de su manada.


 


Continuara…


 

Notas finales:

Hola!!

Muy buenas noches espero le haya gustado! nos vemos pronto con la segunda parte si es que esto les gusto >///<!

 ya esta lista.¬w¬

Ya saldra del horno!

Que tengan muy bonita semana <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).