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Confesión. por Fujoshi_de_closet

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Notas del fanfic:

Hola, bueno la verdad es que esta es mi primera vez escribiendo yaoi, aunque no es mi primera vez escribiendo Lemon, me gusta mucho esta pareja entra muchas otras, pero solo busco mejorar, espero les guste y lo disfruten, dejen sus comentarios, siempre que sean con buena onda y respeto :)

 

Los personajes de este fanfic no me pertenecen, son parte de la obra del mangaka Tadatoshi Fujimaki.

Notas del capitulo:

Disfrutenlo, este es mi debut XD :3

  Había pasado media hora desde el término del entrenamiento y como era habitual la temperamental pero a la vez confiable entrenadora, Aida Riko, decidía quién debía quedarse tiempo extra limpiando y organizando las cosas del gimnasio, una tarea que la mayoría de las veces era encargada a las personas que dependiendo del día tuvieran mejor disponibilidad horaria, pero aquel frio y lluvioso jueves de agosto ese no fue el  caso, en ese momento los dardos de la castaña fueron apuntados a dos alumnos de primer año, algo problemáticos en ocasiones, pero que siempre daban el ciento por ciento en las practicas... hasta ese día, su incoordinación fue tal aquella tarde, que habían conseguido detonar la ira del capitán y la chica, ganándose ese merecido castigo, pero, ¿que sucedía entre el pelirrojo y el peli celeste que alterada a tal punto su conexión en el básquet?, para el equipo era un verdadero enigma.

  Pasaron los minutos luego de la asignación de tareas y el resto de los miembros del club de básquet de Seirin se retiraban paulatinamente del lugar, hasta que como se esperaba solo quedaron la luz y la sombra, limpiando cada uno por su lado sin si quiera compartir una mirada o una corta conversación, el frio del clima era tan palpable como el que existía entre ambos, ese silencio solo acrecentaba la incomodidad, mientras se podía escuchar la lluvia chocar bruscamente contra las ventanas del gimnasio, consiguiendo un pequeño eco en él.

- Sigues molesto conmigo, ¿verdad? - Soltó nervioso el muchacho con ascendencia estadounidense, rompiendo abruptamente el gélido ambiente y sacando a su pequeño compañero de los depresivos pensamientos que lo atormentaban.

- Si la situación fuera a la inversa, ¿Tú ya lo habrías superado?... No soy tan fuerte como tú, lamento decepcionarte - Lanzó sus palabras como balde de agua fría, volteándose a ver a su acompañante, quien aún le daba la espalda.

- No me malinterpretes las cosas, no fue lo que quise decir - Dejó escapar el número diez del equipo en un tono más bajo de lo habitual, sintiendo un dolor en el pecho ante tan incómoda situación, no sabía qué hacer para arreglar las cosas entre él y su querida sombra.

- Ya fue suficiente, continuemos limpiando para poder irnos de una vez - Trató de terminar rápidamente con el tema, mientras caminaba lejos de Kagami arrastrando el carro con balones, como quien trata de evitar sus problemas, no estaba listo para hablar del tema por ahora, aun dolía y punzaba en su pecho.

- No tienes derecho a estar molesto, no me diste el tiempo de explicar nada - Dejó escapar casi involuntariamente las palabras que toda esa tarde había querido compartir con su sombra, aunque se podía distinguir grado de tristeza en su voz, odiaba verlo triste, eso era un hecho, pero odiaba aun mas ser la razón de las lagrimas del hermoso peli celeste.

- Luego de esa reacción ante mi confesión no había mucho más que decir, ¿verdad?, me quedo todo muy claro Kagami-Kun, no necesito explicaciones - Dijo con un tono de voz mas bajo de lo habitual, parando en seco su andar, mientras direccionaba su melancólica mirada hacia el piso y forzaba un leve sonrisa.

- ¡¡Si al menos me dieras el tiempo de expl...!! - Vociferó alterado hasta que se vio interrumpido.

- ¡¡DEJALO YA!!... - Gritó Tetsuya, tan fuerte como jamás se le había escuchado en aquel gimnasio, dejando al As del equipo impactado y mirándolo fijo, para luego continuar diciendo: - ... No quiero sentirme más humillado de lo que ya me siento, me disculpo por mi actuar, éste castigo es mi culpa, deje que mis sentimientos se interpusieran en el trabajo del equipo, no volverá a pasar, solo no hables más de esto, ya me quedo claro que no soy correspondido, terminemos con todo esto y vámonos de aquí, por favor - Terminó por decir, con una voz quebrada, derramando dolorosas lagrimas y alejándose rápidamente en dirección opuesta a su acompañante, quien oprimía los puños furioso y frustrado, por lo que en pocos segundos corrió hacia él, deteniéndolo exitosamente.

- ¡Escucha de una vez!, si ya dijiste todo lo que tenias que decir es mi turno ahora, ¡y no quiero protesta alguna!... - Exclamó fuerte y determinado, conectando su mirada con esos bellos y cristalizados ojos color cielo, luego de detener el andar de su frágil compañero de equipo jalándolo del brazo sutilmente, tomando su cintura con propiedad y acercándolo a su cuerpo tanto como podía, para luego continuar diciendo ante el notorio y tierno sonrojo ajeno: - ...Lamento mucho mi reacción esta mañana, pero me tomaste por sorpresa, no sabía que decir y huiste antes de que pudiera hacer algo, sin mencionar que me evitaste todo el resto del día, hasta te sentaste al otro lado del salón...  - soltó una pequeña risita que ruborizó mucho más al otro, esa amplia sonrisa dejaba en las nubes al chico de los pases, como la mejor droga a cualquier adicto, aunque las palabras del más alto lo sacaron de su estado de atontamiento mas rápido de lo que hubiera querido: - ... Pero ahora tengo una respuesta a tu confesión, ¿Quieres oírla? - Sentenció, dejando en jaque la curiosidad del número once del equipo.

- S-Sí - Susurró nervioso a modo de respuesta, mientras ocultaba su rostro en el pecho del mayor, tratando inútilmente de disimular su sonrojo, en tanto se embriagaba con el adictivo aroma de Kagami.

- Muy bien... - Tomó aire para decirlo fuerte y claro: - ...¡Tambien me gustas, Kuroko!, ¿Te gustaría salir conmigo? - Logró articular el As del equipo mientras el sonrojo se hacía presente en su rostro por primera vez desde que aquella conversación había dado inicio.

- Eres cruel, Kagami-Kun... - Dijo con una tierna voz el más pequeño sin abandonar su posición, dejando al pelirrojo expectante por sus palabras: - ...Pensé que me odiarías, pero todo resulto bien al final, ¿verdad? - Sentenció levantado la mirada, mientras las lagrimas corrían por sus mejillas y su rubor solo conseguía que se viera mas adorable ante los ojos de Taiga.

- Lamento haberte hecho llorar...- Susurró mientras acariciaba el suave cabello de Kuroko: - ...Pero tienes razón, todo resulto bien, pero... siempre puede ponerse mejor - Exclamó el chico de la rojiza mirada, para luego sorpresivamente tomar el mentón del peli celeste, alzar su rostro delicadamente y compartir su primer beso justo a la mitad del gimnasio donde siempre podían ser ellos mismos si se trataba de básquet, ahora esas cuatro paredes eran testigos del comienzo de su amor.

  Aquel beso duró sorpresivos minutos, no parecía importarles la falta de aire, o el hecho de que se hacía tarde, esa embriagadora unión estaba llena de pasión, era un beso tierno, pero a la vez salvaje; atrevido, pero a la vez tímido; sensual y a la vez recatado. Era difícil de explicar, pero aquella batalla campal que vivían sus lenguas estaba provocando sensaciones nuevas e inimaginables en los novatos del equipo, ya que en vez de saciar sus deseos, parecía que solo habían incrementado, y ¿para qué negarlo? si hasta el ser más inocente es capaz de caer rendido ante la adicción adecuada.

   Como era de esperarse instantes después la unión fue deshecha con delicadeza por el mismo Kagami, dejando sentir el jadeo en sus entrecortadas respiraciones y notando el marcado rubor el uno en el otro, aquello solo podía definirse como una imagen excitante y exclusiva.

- E-Eso F-fue in-Increíble, Kagami-kun - Exclamó tan claro como se lo permitían sus traicioneros pulmones, tentando los límites del pelirrojo con su lasciva mirada.

- Ti-Tienes razón... ¡Pe-pero no es suficiente! - Dijo con fiera mirada y una sensual voz grave antes de abalanzarse sobre su correspondido amado, tomándolo por sorpresa ante el nuevo contacto de sus labios, en una unión mucho más salvaje que la anterior, explorando cada rincón de sus bocas.

- Sabes delicioso, Kuroko - Susurró sobre los labios ajenos al terminar ese ardido beso, mientras se encontraban en el suelo, con Taiga sobre Tetsuya, quien no oponía resistencia alguna a la desatada salvajedad ajena, aunque estaba bastante seguro de que la bestia aún se estaba conteniendo.

- ¡Ka-Kagami-Kun!, m-me gustas tanto~ - Susurró él tambien, casi como un ronroneo, provocándolo, mientras abrazaba territorialmente a su tigre y hundía su rostro en su cuello, besándolo dulcemente, en tanto un escalofrió recorría la espalda del más alto de principio a fin, si las cosas seguían así no iba a ser capaz de controlarse.

- Ku-Kuroko, de-detente... - Trataba de articular Taiga mientras su cuerpo comenzaba a reaccionar ante los suaves mordiscos y los húmedos besos en su cuello y la parte superior de su pecho por parte de su juguetón peli celeste, quien solo quería ver el despertar del libido ajeno: - ... Si seguimos así no podre con-controlarme - Sentenció, esperando pronta respuesta.

-Es tarde para eso, ya no tienes permitido detenerte, quiero llegar hasta el final contigo, Kagami-Kun - Exclamó sin titubear, conectando su mirada con la de su acompañante abruptamente, dejando atónito a Kagami, quien jamás había visto una expresión tan erótica como esa, mucho menos en él, quien siempre se mostraba inexpresivo, ahora estaba frente a sus ojos mostrándose despeinado, ruborizado, con los ojos cristalizados, jadeante y con un pequeño hilo de saliva cayendo hacia su mentón. Aquella imagen solo termino por encender su ya tentado deseo sexual, como una chispa logra hacer estallar la pólvora.

- ¡¡Kuroko!! - Gruño el nombre ajeno mientras tomaba su cuello territorialmente con sus húmedos labios, quizás y de cierta forma devolviéndole el favor, dejando un camino de besos y lujuriosas lamidas desde su mentón hasta su clavícula, provocando jadeos mucho más largos y sensuales desde la boca del Ex-Teiko.

- ¡¡Ahhh!!¡¡Mmhg!!¡Ka-Kagami-Kun! - Era todo lo que lograba decir, el éxtasis era tal que su mente estaba en blanco.

- Es tu culpa Kuroko, ¡eres tan sensual que no puedo parar! - Susurró al oído del peli celeste enardeciéndolo aún más, tanto así que lucharía por su minuto de dominancia, lograría tener a merced a ese tigre, por lo menos por un rato.

   Pasaron pocos segundos luego de eso y el más bajo de Seirin llevo a cabo su movimiento, haciendo uso de todas sus fuerzas, forzó al cuerpo de Kagami hacia atrás de un certero empujón, no por nada sus pases tenían esa potencia y reputación, era más fuerte de lo que parecía y el pelirrojo lo había comprobado en carne propia en ese momento, al verse a sí mismo de espaldas al piso, con el peli celeste sobre él, los papeles habían cambiado a favor del número once.

- Creo que es mi turno de jugar mis cartas, Kagami-Kun - Exclamó viéndolo directamente a los ojos, como un cazador observando a su presa antes de atraparla, el rubor de las mejillas en el muchacho de ascendencia americana solo se acrecentaba, mientras su amante acercaba su rostro peligrosamente a su entrepierna, que dicho sea de paso estaba muy animada por tan impúdicos mimos.

- ¡¿Ku-Kuroko?!- Se atrevió a preguntar algo alterado e impaciente ante el osado movimiento del peli celeste.

- ¿Si? - Contra preguntó sorpresivamente seguro mientras acercaba sus manos a su objetivo.

- ¡¿Qu-Que planeas ha-hacer?!... ¡¡Ahhhh!! - Gimió inesperadamente ante el contacto en su sexo.

- Creo que es obvio lo que planeo hacer... - Sonrió maliciosamente, mientras sacaba aquella dura erección del pantalón del pelirrojo, quedando algo atónito ante lo que sus ojos veían, simplemente paso por su cabeza lo mucho que le costaría caminar con normalidad al otro día, pero eso estaba lejos de detenerlo, por lo que continuó diciendo: - ...Haré que mi tigre se venga con mi boca - Sentenció con esa erótica frase, que provocó el exagerado sonrojo de ambos, ya que él mismo jamás se había si quiera imaginado diciendo algo así.

- Jamás creí que fueras así de obsceno... - Sonrió con malicia y deseo, al ver como su sombra dejando de lado toda vergüenza observaba anhelante su sexo: - ...Veamos que eres capaz de hacer - Terminó por decir, a modo de autorización, aunque no era para nada necesaria, el pequeño chico de los pases estaba decidido y rápidamente ataco.

   Como si fuera un experto en el arte del sexo oral daba lamidas prolongadas y lentas por toda la extensión del miembro del pelirrojo, manejaba los cambios de ritmo, mientras su lengua hacia lo propio cuando se aventuraba a meter parte de ese gran falo en su boca, simulando una perfecta penetración, Taiga simplemente estaba encantado y no podía contener sus masculinos gemidos, los cuales hacían eco en el vacio gimnasio.

- ¡¡Oh Dios mío, Ku-Kuroko!!, eso se siente ge-genial... - Gruñó mientras tomaba la cabeza del Ex-Teiko y lo ayudaba mostrándole como era la manera en que más le gustaba, sin obtener quejas ni replicas continuo hablando: - ...Ku-Kuroko, e-estoy por venirme... ¡¡Ahhhh!! - Vociferó en forma de gemido fuertemente mientras llenaba la boca de Tetsuya con su abundante semilla, quien a pesar de dejar caer un poco, tragó gustoso lo que pudo.

- El sabor es extraño, pero me agrada - Exclamó luego de tragar y recuperar el aliento, mientras observaba la palma de su mano, que aun tenía un poco de la blanca secreción, la cual lamió mientras miraba fijo a los rojizos ojos del As del equipo, esos ojos que ahora ardían de pasión y desenfreno por él.

   Kagami estaba tan excitado que no lo pensó y se lanzo a sobre el Ex-Teiko nuevamente, aunque quizás se terminaría convirtiendo en una costumbre desde ahora.

   Retiro su ropa con brusquedad, como un animal desatado y se dedico a contemplar el tentador escenario, mientras lamía dos de sus dedos.

- ¿Estás listo?, ahora viene la mejor parte - Soltó sin más con una fiera mirada, parecía que se lo comería entero, y no había vuelta atrás.

- Ka-Kagam....¡¡¡Ahhhhhhhh!!!¡¡Mmhg!!... E-Eso se sient... ¡¡Mmhg!! - No era capaz de unir sus palabras, ya que los dedos de su tigre habían conseguido entrar sin problemas en su cavidad trasera, tratando de dilatarlo simulando estocadas, mientras los quejidos de placer que soltaba estimulaban el ya muy despierto sexo del numero diez, quien no podía esperar por sentir el interior de Kuroko con su falo.

- Te ves tan erótico ahora, creo que ya no puedo contenerme - Le susurró al oído con una voz tan sensual que derretiría un chocolate, sin dejar de hacer el trabajo con sus dedos.

- E-Entra...t-te qui...ero... de-dentro - Gimoteó el ya dilatado pasivo mientras rodeaba el cuello del mayor con sus brazos, rogando por que le traigan el plato principal, su entrada rogaba por que aquella erección se abriera paso, necesitaba que fueran uno, había soñado con eso por ya mucho tiempo, casi no podía creer que estuviera pasando.

- Lo haré, solo relájate, no quiero lastimarte...Tetsuya - Le rogó Kagami a su pequeño tesoro, en tanto le besaba la frente y hacia énfasis en su nombre, ronroneándolo con una tierna voz, era la primera vez que lo llamaba así, ni si quiera se había atrevido a susurrarlo para sí mismo antes, pero el momento de hacerlo había llegado y con ello solo quiso conseguir que Kuroko se sintiera en casa, tranquilo y protegido. Misión cumplida.

- Ha-Hazme tuyo, no te detengas, Taiga - Contestó excitado tomando firmemente sus piernas, como si le mostrara el camino, la confianza era mutua y el deseo imparable.

- Lo haré lentamente - Terminó el dialogo al decir eso, mientras el falo era acomodado en la entrada de la sombra de Seirin, para sin más comenzar a entrar en él, costando mucho al principio, lagrimas caían por parte de Kuroko, las cuales Kagami seco con sus pulgares, tratando de confortarlo, pero su mirada le pedía, no, más bien le advertía que si se detenía jamás lo perdonaría, hasta que por fin estuvo dentro de él por completo.

- ¿E-Estas bien? - Preguntó preocupado, mientras eliminaba las últimas gotas de dolor del rostro de su amado.

- S-Si... - Tomó el rostro ajeno con sutileza, atrayéndolo hacia sí para poder besar sus labios lentamente y con una dulzura monumental, al acabar la necesaria unión continuó hablando: - ...Comienza a moverte, ya no puedo esperar más, Taiga - Solicitó impaciente, casi a modo de orden inquebrantable.

- ¡No sabes cómo amo que me llames por mi nombre! - Gritó emocionado mientras comenzaba un enérgico pero a la vez suave vaivén con sus caderas, en tanto el emocionado peli celeste dejaba atrás la sensación de dolor aventurándose a la de absoluto placer.

- ¡¡Ahhhh!! Ta-Taiga, ¡¡Mmhg!! - Repetía una y otra vez, su cabeza, su cuerpo, sus sentidos, en ese momento todo se trataba de ellos dos, como si estuvieran solos en el mundo.

- Sigue diciéndolo, ¡repite mi nombre, Tetsuya!  - Ordenó el pelirrojo quien había intensificado los movimientos, siendo cada vez mas brusco y preciso, ante la respuesta positiva de Kuroko, quien con la mirada solo pedía que continuara.

- Ay Dios, Ta-Taiga, Ma...s, más rá-rápido - Pidió y le fue concedido inmediatamente, sintiendo el miembro palpitante de su amado a punto de correrse, mientras el propio estaba en la misma situación.

- Como ordenes mi pequeña sombra... Eres tan estrecho, ¡t-tu interior es lo me-mejor!... - Exclamó con el libido por las nubes, mientras sentía que el final se acercaba, por lo que lo informo oportunamente: - Me vengo Kuroko, ¡de verdad me vendré! - Sentencio casi al límite.

- Ha-Hazlo dentro, Ka-Kagami-Kun... ¡¡I-inunda mi interior!! - Fue todo lo que pudo decir antes de que ambos alcanzaran el clímax máximo, un orgasmo tan maravilloso que los dejo jadeantes y sin poder hablar por varios minutos, luego de que un largo y fuerte gemido unisonó alcanzara hasta el ultimo rincón de ese espacioso gimnasio.

   El pelirrojo salió de él con cuidado luego de unos instantes y comenzó a buscar pañuelos para poder limpiarlo, pasados unos minutos el silencio entre ambos se quebrantó.

- ¡Kagami-Kun! - Llamo la atención del otro con el aliento ya recobrado.

- ¿Sí? - Pregunto sin verlo a la cara aun, la vergüenza se había apoderado de él tardíamente.

   Al notar esto el Ex-Teiko se acerco al muchacho que no estaba muy lejos de él, tomó su mentón suavemente, giro su rostro y lo beso dulcemente para sorpresa del más alto, quien a pesar de todo correspondió al tierno mimo, una vez deshecha ésta, Kuroko lo miro directo a los ojos y soltó las palabras exactas: - ¡Te amo!, eso fue increíble - Para posteriormente regalarle una de las sonrisas más sinceras y pronunciadas que nunca antes nadie había visto en el peli celeste. Consiguiendo en consecuencia un sonrojo hasta las orejas en el semi americano.

- Ta-tambien te amo, creo que desde hace mucho tiempo lo hago, pero no fui capaz de darme cuenta antes - Dijo mientras sus brazos comenzaban a rodear al más bajo con propiedad, para no soltarlo por unos varios minutos.

- Creo que debemos terminar e irnos rápido de aquí, o la entrenadora nos matará, además ya es tarde y la cadera comienza a doler - Advirtió Tetsuya, a pesar de que no era lo que deseaba hacer en ese momento, quería quedarse así por mucho más tiempo, pero era necesario terminar con lo ordenado.

- ¡Oh! es cierto, yo terminare de organizar todo, tu solo límpiate correctamente y no te muevas, será doloroso si lo haces, cúbrete con esto hace frío - Vocifero apresurado mientras se levantaba de su lugar para terminar con los deberes del club, no sin antes dejar su cálido jersey sobre los hombros de su amor correspondido, gesto que ruborizo a éste ampliamente.

... 

 Una vez terminado todo y ya vestidos, cerraron el gimnasio correctamente y comenzaron a caminar hacia sus hogares, ya que para su suerte la lluvia a esas alturas había cesado, aunque por todo lo sucedido el As del equipo tuvo que llevar gustoso al mas pequeño a cuestas, ya que por razones obvias su movilidad era reducida. Minutos más tarde desde que la caminata había comenzado a Kuroko lo asalto una inquietud.

- ¿Ka-Kagami-Kun? - Exclamó buscando llamar su atención.

- Dime - Contestó curioso, ante la repentina timidez del más bajo.

- To-Todo esto que hi-hicimos... - Comenzó a decir tratando de formular su pregunta muy nervioso: - ...Nos convierte e-en novios, ¿Ve-Verdad? - Soltó dificultosamente.

- ¿Ah?, pues claro que si, creí que había quedado claro cuando te pedí que saliéramos - Contestó muy seguro sin entender por qué su ahora pareja lo preguntaba.

- Mi-Mi novio - Susurró Kuroko para sí mismo, para luego alzar la voz y volver a preguntar una vez más, pero esta vez expectante y seguro: - ¿Me dejarías tu jersey esta noche? - Solicitó como si nada.

- Claro, pero... - Trataba de articular algo confundido: - ...¿Para qué lo necesitas? - Consultó seriamente pues de verdad no lo entendía.

- E-Es que...ti-tiene el aroma de Kagami-Kun - Respondió cohibido.

- ¡Tengo una idea mejor! - Vociferó eufórico pero con una maliciosa sonrisa dibujada en sus labios.

-¿Y cuál sería? - Consultó ingenuo sin saber lo que se le venía.

- Vamos a mi casa, si es por aroma, dormir juntos será más efectivo, ¿verdad? - Le propuso con una sonrisa de victoria en su rostro mientras el peli celeste se sonrojaba de sobremanera.

- Kagami-Kun solo esta pensando en cosas pervertidas, ¿Verdad? - Cuestionó el más bajo muy avergonzado, pero sin negarse a la idea.

- Me conoces muy bien mi pequeño tesoro, ahora aceleraré el paso, ¡¡nos espera una larga noche!! - Dijo emocionado y con una amplia sonrisa mientras el más pequeño solo escondía su rostro en su espalda.

- Pervertido - Susurró para sí mismo Tetsuya, esperado llegar pronto al mencionado hogar.

 

Extra:

   Al otro día por la mañana los miembros del equipo observaban una extraña escena mientras cuchicheaban.

- ¿No creen que esos dos se están comportando más extraño de lo usual? - Pregunto la entrenadora sin entender lo que veía.

- Completamente, ¿cómo pueden cambiar tanto las cosas de un día para otro? ayer ni si quiera se hablaban - Complemento Hyuga igual de confundido.

- ¿No creen que es obvio lo que sucede? - Planteó Teppei quien como siempre era muy observador y asertivo.

- ¿Ah?¿A qué te refieres? - Consultó Izuki sin entender  que se refería su compañero.

- Al fin aceptaron sus sentimientos - Contestó Kiyoshi sin inmutarse siquiera, mientras en las mentes de todos las cosas comenzaban a cobrar sentido.

- Pues ya era hora, aunque jamás creí verlos así de acaramelados, solo miren como Kagami recibe bocadillos en la boca, son una verdadera pareja - Dijo Koga contemplando junto a los demás la bella escena, donde el más bajo alimentaba tiernamente al mayor.

- ¡¡Nuestros pequeños están creciendo!! - Dijeron todos al unisonó, muy conmovidos por el gran paso que había dado su dúo estrella.... aunque pensándolo bien a nadie le sorprendió realmente.

 

Notas finales:

Bien, espero les haya gustado, como les dije es la prumera vez que me aventuro con yaoi, reitero, espero sus comentarios, siempre que sean en buena onda y con respeto, saludos lectoras hermosas, nos leemos pronto, bye~


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