“En un mundo cruel, lleno de villanos y personas que no respetan los señalamientos…”
—Bakao, esa narración es patética —interrumpe Midorima con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
—Calla Shin-chan, es mi historia. ¿En dónde me quedé? Ah, sí
“En un mundo cruel, lleno de villanos y programación basura de paga; hay un hombre diferente a los demás. Alguien que respeta los señalamientos y paga un programa basura de horóscopos…”
—¿Es en serio? Por favor, termina ya —bufa sobándose la frente.
—Si dejaras de interrumpirme iría más rápido —carraspea
“Ese hombre, llamado por su nombre de súper héroe ‘La Zanahoria Humana’…”
—Santa Oha Asa
“…es uno de los mejores basquetbolistas sobre la faz de la tierra, derrota a sus enemigos con sus tiros de tres puntos, hechos con bolos de fuego. Junto a su compañero (y novio) derrotan a las personas malvadas y a las horribles enfermedades creadas para destruir a la humanidad.
Ambos pertenecen a la agrupación de súper héroes llamada ‘La Liga de las Gomitas de Colores’. Todos ellos van por el mundo haciendo el bien, regalando sonrisas y dibujando arcoíris con unicornios voladores.”
—Yyy… Fin —junta las palmas en un aplauso, sonriendo y mirando a los presentes
—Pero Kazu-niichan queremos saber más— suplica una de las pequeñas
—Siii, ¿Quiénes son ‘La Liga de las Gomitas de colores’?
—Por favor nii-chan, un poco más —pide uno de los niños presionando el conejo de trapo contra su pecho.
—Perdón chicos pero es hora de dormir. Además, si me quedo más tiempo ‘La Zanahoria Humana’ se podría convertir en un súper villano. Y no queremos eso ¿cierto? —Susurra ganándose un asentimiento de complicidad por parte de los niños.
—Si se portan bien y toman todos sus medicamentos traeré a Takao para que les cuente más historias —propone Midorima mirando la hora y haciendo una anotaciones en su block.
—¡Yei! —Gritan los niños
—Entonces a dormir —va y deposita un beso en cada frente de los ochos niños de aquella habitación, arromándoles y deseándoles dulces sueños.
—Midorima-san —llama una de las niñas
—¿Te sientes mal Misti? —Se acerca preocupado revisando el tanque de oxigeno. Parecía estar bien.
—Estoy bien, sólo le quería entregar esto —de debajo de su almohada saca una hoja un tanto arrugada —. Lo dibuje para usted
Midorima observa la imagen. Su corazón de estruja en un sentimiento de ternura, aquellos garabatos eran lindos.
—Gracias Misti, es muy lindo —muestra una pequeña sonrisa.
—Sí. Mire, son Takao y usted tomados de la mano bajo un árbol de cerezo y todos nosotros estamos ahí —señala feliz, orgullosa de su trabajo —. Todos queremos que se quede con Kazu-niichan —susurra a mono de secreto.
Midorima se ruboriza ante aquello, a veces los niños podían ser inocentemente directos.
—Um, sí. Es mejor que duermas —acaricia su cabeza y le arropa.
.
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—Gracias por invitarme a venir. No es la cita que uno normalmente espera, pero sin duda me ha gustado —comenta sonriente esperando a que Midorima guarde sus cosas en la maleta para partir.
—Esto no ha sido una cita, Bakao —se acomoda los anteojos antes de cerrar el cierre y erguirse —. Los niños querían verte.
—Ajá, los niños —sonríe de forma traviesa —. ¿Por qué no sólo puedes decir ‘quería que fueses a mi departamento porque te extrañaba y necesitaba sexo’?
—¡Eso no es verdad!
—Sé sincero contigo mismo Shin-chan
—¡Vete a la mierda! —Grita aventándole su equipaje a la cara y saliendo del lugar
—¡Yo también te amo! —sonriendo cual niño travieso sigue los pasos del más alto pero al atravesar la puerta se encuentra con el pasillo desierto.
—Um
Gira asustado pero al encontrar a Midorima recargado en la pared al lado de la puerta, todo sonrojado y con la vista puesta en el piso, se relaja. ¡Por todos los cachorros si era tierno!
—E-es un tanto tarde así que… bueno... um… yo…
—¿Me estas invitando a tu departamento? —Pregunta con fingida inocencia dando un paso hacia Midorima, observándole con ojos enormes; brillantes por la emoción.
—Si no quieres puedo llevarte al tuyo —murmura por la cercanía del contrario
—Quiero ir a tu departamento —acepta seguro acortando la distancia, estirando el cuello para atrapar los labios de Midorima en un cariñoso beso.
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…
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—Me gusta este dibujo, ¿puedo quedármelo?
—Olvídalo, me lo regalaron a mí —le arrebata la hoja para colocarlo de nuevo en el refrigerador, junto a otro montón de obras de arte hechas por los niños a su cuidado.
—Eres un envidioso —le saca la lengua antes de beber de su tasa humeante de café.
—¿No deberías irte ya? —Regaña observando cómo Takao se adueña de un paquete de mini panques y se sienta en el sofá más grande, con las piernas estiradas a todo lo largo.
—No-oh. Tengo el día libre en la guardería, además de que ALGUIEN me dejó con dolor de cadera y no puedo andar mucho —hace un puchero.
Sonrojado frunce el ceño. Con tasa en mano se acerca al sofá donde se encuentra Takao.
—Hazme espacio
El azabache sonríe, encoge las piernas y cuando el sueño de casa toma asiento las coloca sobre su regazo. Midorima trata de no mirar aquellas largas extremidades un tanto pálidas y bien trabajadas, adornadas con unos cuantos vellitos delgados, marcadas por culpa de sus dedos. Debería dejar de apretarle tanto a la hora del sexo.
—¿Traes ropa interior?
—No. ¿Quieres ver? —Abre las piernas dejando ver su desnudes por debajo de la camisa de Midorima que está usando.
—¡No he dicho que sí, enano pervertido! —Gruñe juntándole las piernas, más abochornado de lo que debería de estar.
—Me he adelantado a tu respuesta —se carcajea apretando su estomago —. ¡Tu cara! ¡Por dios tú cara!
—¡¿Quieres dejar de reírte, Takao idiota?!
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…
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Midorima frunce el ceño al ver la pantalla de su celular.
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Era extraño no haber recibido a primera hora de la madrugada una llamada de aquel azabache deseándole ‘Feliz Cumpleaños’.
Por el Rey David, si hasta Aomine le había llamado (obligado por Kise) y eso que no se llevaban lo que se dice bien. ¿Qué sucedía con ese enano idiota?
—Tsk —chasquea la lengua y cierra la tapa de su teléfono, reprimiendo sus ganas de llamarle.
Era su cumpleaños, no tenía porqué llamarle él. Igual, ¿qué importa si no le desea feliz cumpleaños? No por eso iba a morirse. Tendría un excelente día, mirando el canal de paga de los horóscopos, leyendo algunos libros… yendo a comprar despensa… tal vez compraría una tarta. De esa de chocolate que tanto le gustan a… Ese enano descerebrado ¡que no se digna ni a mandarle un maldito mensaje con un simple ‘HBD’!
Ya, se puso de malas, sería un pésimo día. ¡¿Por qué tenían qué descánsalo precisamente hoy?! Al menos los niños sí se habrían acordado y lo hubiesen distraído de aquella aflicción por no recibir un mensaje de Takao.
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La mañana y la tarde se le van entre libro y libro y programas de comida. Algunas personas le han felicitado, como los vecinos, el casero, unos familiares (que no sabía que tenía) y los chicos de la GoM. Sí, las personas esenciales.
A eso de las 10 ya quiere irse a dormir, aunque aún no pierde la esperanza de una llamada o mensaje por parte de Kazunari. Frustrado se dirige a su habitación, ya con todas las luces apagadas se prepara para dormir.
Maldice al escuchar su celular sonar, si era ese imbécil de Takao lo mandaría a la mierda. Tenía dignidad.
—¿Si?... ¿Ahora?... ¿Es una emergencia?... Bien, voy para allá —corta y se dirige al closet para poder vestirse.
Han llamado del hospital solicitando su presencia por alguna razón. Demasiado sospechoso… Sacude la cabeza y termina de vestirse, sube a su auto y conduce hasta el hospital.
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—¡SORPRESA!
Queda paralizado al entrar a su sala asignada. El lugar se encuentra lleno de doctores y pacientes, adornado con dibujos de los pequeños, recortes y un enorme cartel de colores, hecho también por los niños.
—¡Feliz cumpleaños Midorima-sama!
En grupos los presentes se acercan a felicitar al cumpleañero, primero los niños y después sus compañeros de trabajo; sorpresivamente los chicos de la GoM también se encuentran ahí. Al final Takao se acerca, sonriente y emocionado.
—Feliz cumpleaños Midorima-jiji*
—Gracias —frunce el ceño y desvía la mirada. Aún estaba molesto con aquel idiota.
—Ey, ¿estas enojado? Perdón si no te llamé pero, debía planear tu fiesta sorpresa de cumpleaños. Tuve qué contactar a un montón de gente. En especial a la Liga de las Gomas —susurra juguetón.
—¿Cómo conseguiste sus números?
—Bueno, ¿recuerdas aquel día que me quedé en tu departamento y quedaste exhausto después de nuestro juego de twister**?
Midorima abochornado asiente
—Pues cuando te dormiste tomé tu celular y pasé todos tus contactos a mi teléfono. Por cierto, gracias por el corazón al lado de mi nombre, es un gesto muy tierno —sonríe acortando la distancia entre ambos.
—Nadie te dio permiso de revisar mi teléfono
—Lo siento, pero era necesario —rodeando el cuello del doctor se coloca en puntitas para poder atrapar sus labios y besarle de forma lenta y cariñosa.
Los niños gritan y aplauden, encantados con la imagen que la pareja les regala.
Después de las once deben recoger todo pues los pacientes deben dormir. Se trasladan al pequeño salón de eventos del hospital donde sigue la celebración hasta pasadas las dos de la mañana.
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…
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“En un mundo cruel, repleto de villanos y verduras que saben mal, hay un doctor genial que cuida de los más pequeños. El Doctor Midorima es un súper héroe.”
“Yo sé que Shin-niichan es un súper héroe. Por eso lleva anteojos. Es como Súperman”
“El súper poder del Doctor Midorima es curar a los niños cuando se sienten mal. Ha usado su súper poder conmigo un montón de veces.”
—Bakao, has causado una idea errónea de mí a los niños —frunce el ceño al observar todas las cartas y los dibujos de sus pacientes, la mayoría plasmaba aquella fantasía de que él es un Súper Héroe.
—¿Idea errónea? —se extraña. Camina hacia Midorima y recarga su barbilla en la cabeza de esté para observar las hojas dispersas en la mesa del comedor.
—Todos dicen que soy un ‘Súper Héroe’
—Y lo eres —asegura sin titubear
—Takao…
—¿No has dicho tú que hay muchas clases de Héroes? No necesariamente deber tener un poder fuera de este mundo para ser un héroe. Shin-chan, tú salvas vidas, eso es más que suficiente para considerarte un Súper Héroe —sonríe acariciando los cabellos verdes de Midorima con cariño; con devoción. Amaba a ese hombre.
—Eres… un idiota —murmura sonrojado.
Takao sonríe, se acerca al rostro del contrario para besarle con amor.
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…
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“En un mundo lleno de caos, sufrimiento, maldad y personas sin sentido del humor, habita una pareja de Súper Héroes; no esos Súper Héroes ficticios de los cómics, Súper Héroes de carne y hueso que ayudan a los más pequeños a superar sus enfermedades; que les cuidan incondicionalmente y les dan cariño a pesar de que o es su obligación.
Cuando están juntos, su mundo no es más que ellos, no hay más que amor, no hay maldad, no hay sufrimiento ni caos; sólo felicidad.
El mundo debe aprende que no hay mayor poder que el amor, que no existen mejores Súper Héroes que aquellas personas que hacen el bien. El mundo necesita personas que sepan amar; como un Súper Héroe.”
*Según Yahoo respuestas: Viejo
**Aquel juego donde te retuerces todo sobre un tapete con círculos de colores.