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BFF por sakuralipotter

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Notas del capitulo:

Personajes e historia original, propiedad de su servidora, Eve Kampz. 

Capítulo 1: Friendzone

Dicen que no hay dolor más grande que ser rechazado por la persona que amas, nada más alejado de la realidad, el dolor más grande es ver sufrir a la persona que amas porque fue rechazada. Sí, ya sé que esto de la “friendzone” está muy de moda, y que hay quien dice que la culpa es nuestra porque en el fondo sabemos que nuestra mejor amiga nunca nos hará caso, y sé bien que es uno de los tópicos más populares en cuanto a la vida lésbica respecta “Estoy enamorada de mi mejor amiga ¿Qué hago?” Cientos de artículos que hablan del tema circulan por doquier, pero ¿Saben? Ninguno es acertado porque cada quien lo vive a su manera. No hay dos amores iguales, dicen, tampoco hay dos “friendzone” iguales. Y es que cada uno de nosotros entra en el temido lugar por razones kilométricamente distintas. Yo, por ejemplo, me enamoré a primera vista de ella…

TRES A—OS ATRÁS

─ ¿Me puedo sentar aquí? ─ una voz interrumpía mi lectura, terminé de leer el párrafo, coloqué el separador y levanté la mirada, unos brillantes ojos cafés me observaban acompañados de una media sonrisa, eché una mirada al salón de clases, todos los asientos, salvo el que se situaba a lado mío, estaban ocupados. Asentí con la cabeza y bajé mi mochila de la silla ─ Soy Daniela, mucho gusto. ¿Tú cómo te llamas?
─ Soy Amanda, mis amigos me dicen Amy ─ sonreí para disimular que la observaba detenidamente. Ella sacó una libreta de su mochila, después un bolígrafo, y se puso a escribir. Su cabello era castaño y largo, sus ojos cafés, su piel morena, y su sonrisa… era la de un ángel.
─ Escribo una carta para mi novia ─ me dijo sonriendo, ¡Vaya! Mi gaydar no andaba tan averiado, pero tiene novia… ─ ella consiguió un trabajo en nuestro pueblo y yo solicité entrada en esta Universidad, así que tuvimos que separarnos… por primera vez en 3 años, pero soy optimista ¿Sabes? ─ ¿Por qué me contaba todo eso? Apenas y nos conocíamos ─ es decir, nos queremos, así que todo estará bien, aunque nos separen varios kilómetros.
─ Bueno, ya sabes lo que dicen “amor de lejos… felices los cuatro” ─ dije sin pensar, ahí estaba otra vez, yo arruinándolo todo por no saber ponerle un filtro a mis palabras.
─ Jajaja, eso no pasará, cuando el amor es verdadero nada puede detenerlo ─ lo dijo con tal sinceridad, que en sus labios parecía la verdad más absoluta.
─ Entonces no eres de por aquí ¿Qué tal te sienta la ciudad? ─ Eso había sonado mejor en mi mente…
─ Es maravillosa, muy grande, con tanto por conocer, lo único malo es que no tengo ningún amigo aquí ─ me respondió con esa sonrisa de lado, cuyo recuerdo me acompañaría el resto de mi vida.
─ Pues ahora tienes una… ─ respondí sonriendo justo cuando el profesor entraba al salón.

AHORA

Y fue así como yo misma me metí a la friendzone. Ridículo, ¿no? Y aquí estaba yo, con un enorme bote de helado, una botella de vodka, dos cartones de jugo de arándanos, y una tarjeta de prepago de Netflix, lista para un fin de semana de lo que Dani llamaba “maratón repara-corazones”. Sin embargo, algo me decía que esta vez no surtiría efecto. Y es que su corazón no había sido roto como otras veces, esta vez la herida había sido más profunda, el modo más cruel, y sus sentimientos, maldición, sus sentimientos habían sido los más intensos, nunca la había visto tan enamorada.
Silbé al pie de su ventana como siempre lo hacía, la ventaba se abrió y Dani, aún con pijama pese a pasar del mediodía, se asomó, sonrió y bajó a abrir la puerta, menos mal que eran vacaciones o habría tenido que ir a sacarla de su cama para ir a clases.
─ Gracias por venir, Amy ─ dijo abrazándome fuerte ─ y gracias por esto ─ agregó quitándome la bolsa de compras de las manos.
La seguí por las escaleras que daban a su departamento, el cual, debo mencionar, era un completo desastre, una pila de platos sucios se acumulaba en el fregadero, la ropa sucia encima de la caminadora que ya nunca usaba, y un desagradable olor provenía del baño.
─ Tu casa es un asco ¿lo sabías? ─ dije tomando los guantes de hule para lavar de una vez por todas esos platos.
─ Lo sé, pero no necesitas hacer eso, los lavaré después ─ dijo quitándome los guantes de las manos y arrojándolos al suelo ─ este día es para disfrutar.
─ No lo creo, aquí sigue la taza en la que bebí café la semana pasada, además no hay vasos para el vodka y no pienso beber vodka en una taza en forma de pene que dice “despedida de soltera de Alexia” ─ tomé los guantes y puse manos a la obra, mientras Dani metía el helado al congelador, los jugos al refrigerador, e ingresaba saldo a la cuenta de Netflix.
Casi una hora después los platos estaban limpios, el baño olía a lavanda, la ropa daba vueltas en la lavadora y el nuevo CD de Adele tocaba la última canción.
─ ¿Y bien? ¿Ya me contarás que fue lo que pasó? ─ pregunté sirviéndome un poco de vodka en un vaso limpio, Dani me miró detenidamente, pero no dijo nada, llevé la botella y el jugo al sillón, me senté y encendí la televisión. Al ver que no respondía, di un par de golpes con la palma al asiento junto al mío en el sillón para que se sentara a mi lado.
─ Me mandó esto… ─ se sentó junto a mí, y me dio su celular, era un mensaje de texto.
“Lamento mucho decirte esto por mensaje, pero no tengo el valor de ir y decírtelo a la cara, estos tres meses han sido maravillosos, realmente me la pasé muy bien contigo, eres una chica muy dulce, encantadora y maravillosa, pero no puedo corresponder a tus sentimientos en este momento. Yo sé que alimenté en ti esperanzas de que algo podía suceder, de veras lo siento. Estoy en un momento muy complicado de mi vida, no he podido superar los fantasmas de mi pasado y necesito tiempo para mí misma. Eres la chica perfecta, pero no eres MI chica perfecta, y mientras siga enamorada de ella no puedo sentir lo que tú sientes, de verdad que lo lamento. Te deseo lo mejor en la vida, y por favor no hagas nada estúpido.”
─ ¡Vaya! ¿Acaso existe una plantilla con el texto ya listo para mandar a alguien al demonio intentando no parecer una imbécil? ─ dije devolviéndole el teléfono, tenía tan mala suerte, no era la primera vez que le pasaba algo así, yo también había vivido eso el año pasado, pero claro, a mí no me había dolido tanto, porque en el fondo yo sabía que era mi manera de escapar, de intentar no estar enamorada de ella.
─ Pues sí, es una imbécil, pero no pasa nada, da igual ─ su voz empezaba a quebrarse, quería aparentar ser fuerte, positiva, convencerse de que era lo mejor, pero no podía ocultar lo que realmente sentía ─ se supone que esta vez funcionaría, que ella era la indicada…
Y rompió en llanto, un llanto que partía en dos mi corazón. La tomé en mis brazos y dejé que llorara tanto como quisiera. Todas las veces era igual, cada vez que le rompían el corazón, o se peleaba con su novia, o tenía algún problema, ahí estaba yo, dispuesta a secar todas sus lágrimas, conteniendo las ganas de ir y golpear a quien las causaba, y anhelado el día en que se diera cuenta que soy justo lo que busca.
─ Bueno, basta ya, pongamos una película ─ me dijo después de varios minutos de llanto. Tomó el control de la TV y eligió una de mis películas favoritas “Made of Honor”, esa en la que el chico mujeriego se da cuenta que está enamorado de su mejor amiga justo cuando ella hace un viaje a Escocia y se enamora de un duque.
─ A que eso es más común de lo que parece… ─ soltó Dani en medio de la escena donde el chico se da cuenta de sus sentimientos, me le quedé mirando intrigada ─ es decir, debe ser muy común que te des cuenta de lo que sientes por alguien justo cuando esa persona está lejos, cuando de verdad tienes oportunidad de echarle de menos.
─ Supongo que sí, aunque no funciona igual para todos ─ le dije dejando de poner atención a la película ─ algunos se dan cuenta hasta que esa persona está lejos, otros en cambio lo saben de inmediato, pero no lo dicen, porque, a veces, tenemos muy claro que nuestro papel en la vida de esa persona es distinto al que nos gustaría.
─ ¿Cómo la vez que pasé todo el verano enamorada de la vecina, pero no dije nada porque sabía que a ella le gustan los chicos? ─ me preguntó dando un enorme sorbo a su vaso.
─ Sí, justo así… a veces sabemos que no importa cuánto nos esforcemos, o qué hagamos, esa persona nunca nos verá de la misma manera, siempre estaremos a la sombra de su verdadero amor.
─ Verdadero amor… es una estupidez ¿No? No sé ni por qué sigo creyendo, la vida no es una de estas películas ─ dijo señalando la TV ─ en la vida real sólo puedes aspirar a encontrar alguien que al menos quiera estar contigo, pero no es un verdadero amor, siempre hay uno que ama más, y sólo te queda esperar que te quieran y dejarte querer, porque querer es más doloroso.
Me le quedé mirando sin saber qué decir. Tenía un buen punto, cuando no te corresponden es más doloroso querer. Yo la quería de verdad, con amor verdadero como el de las películas. Y era de lo más doloroso escucharla decir tanta palabrería anti romántica, sabiendo que, si yo no fuera una cobarde sin remedio que teme perder a su mejor amiga, podría decirle que ese amor sí existe, y puede encontrarlo en mí.
“Debes decirle lo que sientes, tienes que hacerlo”. Los cientos de veces que me lo habían dicho mis amigos resonaban en mi mente.
─ Yo… ─empecé a hablar, era ahora o nunca ─ hay algo que debo decirte…
─ ¿Qué ocurre? ─ me dijo poniendo pausa a la película al ver la seriedad en mi rostro.
─ Yo… yo… ─ empezaba a mirarme con preocupación ─ Yo creo que te equivocas, creo que el verdadero amor sí existe, creo que vale la pena seguirlo intentando, que vale la pena creer, porque algún día lo vas a encontrar, tal vez ya lo hiciste y no te has dado cuenta, tal vez está frente a ti y no lo ves…
─ Tan optimista como siempre, Amy ─ me miró condescendientemente ─ Que bonito que pienses así, me gustaría que tuvieras razón, en serio, pero hay que ser realista, no puedes seguir pensando así, debes abrir los ojos y ser realista. Esas cosas tan románticas sólo pasan en los libros que lees, en las películas, en las canciones, no en la vida real.
Hui al baño antes de ponerme a llorar o alguna tontería. Si le decía en ese momento creería que lo decía sólo para probar mi punto.
─ ¿Amy? Mira, sé que lo que dije… no debí decirlo así… ─ Dani trataba de abrir la puerta, pero yo no estaba lista para salir. Suspiré con fuerza. ─ Vale, ya entendí, no quieres hablar ahora… cuando estés lista para salir, aquí estaré.
Me quedé encerrada en el baño unos cinco minutos, pensando. ¿Qué hubiera pasado si en primer lugar yo no me hubiera encasillado en el papel de mejor amiga? ¿Y si le hubiera dicho lo que siento unos meses después de conocerla, cuando terminó con su primera novia? ¿Por qué dejé que siguieran llegando chicas a su vida que sólo la lastimaban? ¿Por qué no tuve el valor de decirle la verdad? Es fácil escribir acerca del amor, del valor, de luchar por lo que amas, pero no hay peor enemigo que el miedo, nada te limita tanto como el conformismo de preferir ser la mejor amiga que no ser nada. Yo prefería seguir ahí, a su lado, secando sus lágrimas y escuchando sus males de amor, porque la idea de que se apartara de mí me resultaba francamente insoportable.
Salí del baño, Dani estuvo a punto de preguntarme qué pasó, pero algo en mi expresión debió persuadirla. Volví al sofá, saqué el helado del congelador y continuamos con el “maratón repara-corazones”.
A “Made of Honor” le siguió “The Notebook”, terminamos llorando las dos en el sofá, abrazadas a los cojines. Para relajar un poco el ambiente, dramático y hetero, pusimos “D.E.B.S.”
Las películas cedieron su lugar a la música, el helado se acabó y llegó el vodka a nuestro rescate. Empezamos con Adele y Demi Lovato… y terminamos con La Arrolladora y El Recodo, coreando canciones de desamor.
Dieron las 2:00 am y nuestro alcohol se había terminado.
─ Te adoro, eres la mejor amiga que he tenido ─ me dijo Dani barriendo las letras al hablar, se notaba que la mayoría del vodka se lo había bebido ella ─ en serio, no sé qué haría sin ti.
─ No tendrás que averiguarlo, siempre estaré aquí para ti ─ le respondí, ella sonrió y me envolvió en un fuerte abrazo. Era verdad, siempre estaría ahí para ella, siempre sería su mejor amiga… sólo su mejor amiga.
Notas finales:

Muchas gracias por leer, espero este primer capitulo haya sido de su agrado, espero sus comentarios, nos leemos el siguiente capitulo. 


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