Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sobreviviremos? por Karen-Kusama

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Yay!! segundo capitulo que logre recuperar :'D

 

ya saben, si estuvieron esperando el capitulo 8 de este fic, se los pasare soy Kgbunn Kusama en Facebook o en DeviantART como KGBunn ;v;

 

yo solo queia editar un capitulo y termine borrando todo TT-TT

- No me parece una sorpresa que vinieras directamente hacia el. - Escupió con mucho veneno al referirse a Onodera. Verlos de esa manera, abrazados, Takano dignándose a morir de esa manera, dejándose comer por esas cosas.

- Yoko...zawa... - Lo miro sorprendido, con esa gran arma entre sus manos, una hacha.

 

- Mira que morirías enseguida, solo ahí, acurrucándote débilmente, con ese... tsk...

Apretó fuertemente sus puños. Se dio media vuelta sin antes dar una pequeña mirada a tal patética escena.

 

- dense prisa, o esas cosas nos alcanzaran y nos comerán vivos, Kirishima nos espera abajo

 

Pasaron el montón de cadáveres que yacían en el suelo. fueron difícil a Onodera y a Takano pasar por ellos. Ya saben, la moral, el aplastar cadáveres no iban con ellos. Pero al contrario de Yokozawa, le era sencillo, pasar sobre la pequeña montaña que se hizo de cadáveres.

 

- A donde nos llevas Yokozawa? - haciendo una mueca de asco hacia los cadáveres que pisaban

 

- Como que a donde - le da una mirada disgustada - Crees que en este lugar estarían seguros? Solo echa un vistazo a esta... pocilga. - Miro a Onodera por unos segundos y cambio su mirada hacia donde se encontraban las escaleras de emergencia.

 

Cuando llegaron al estacionamiento, se encontraron con Kirishima haciendo guarda en la entrada del edificio.

El estacionamiento se convirtió en un gran y tenebroso cementerio. Las luces se apagaban por unos cuantos segundos, el asqueroso olor que despedían algunos cuerpos que se encontraban cerca, parecía que llevaba varios días. Algo que realmente le llamo la atención a Onodera.

 

- Que esperas!? Súbete rápido. Aunque en realidad no tengo ningún problema en dejarte aquí - sonrió sínicamente.

 

Un escalofrió recorrió su espalda y se apuro a entrar, definitivamente, no quería quedarse solo en ahora aquel tenebroso lugar.

 

Pasaron por las calles viendo cientos de muertos vivientes, y uno que otro sobreviviente que se acercaba a la camioneta con intenciones de subirse y rescatar a su familia. Lo que pasaba allá fuera, era tan irreal para Onodera. Como de un día para otro se convirtió en una total pesadilla. De un día tan bello y soleado, se convirtió todo en gris y lleno de horror por las calles.

Miro a un sujeto con una niña en brazos, por un segundo pensó que pararían para ayudarlos. Pero la respuesta fue otra. pasaron de largo al sujeto junto con la niña. Miro a Kirishima, puesto que el era el que conducía. Su mirada era indiferente, y luego vio a Yokozawa, este ultimo solo le dirigió la mirada con mucho disgusto.

Desde en ese momento se dio cuenta que no había remedio. Miro hacia atrás y observo como el sujeto que anteriormente intento pedir ayuda, ahora era devorado junto a su familia por una hornada de esas cosas.

 

- Este mundo ya no es como lo era antes, y no hay que confiar en nadie - Yokozawa rompió el silencio que se había formado durante el transcurso del viaje - En esta nueva era, el mas fuerte es el que sobrevive.

 

Onodera se acomodo nuevamente en el asiento mirando por la ventana, viendo como salían de la ciudad para adentrarse al campo, cerro sus ojos recordando un poco de esos viejos tiempos que pasaba con su familia. Que suerte tienen ellos ahora. No tendrían que estar este infierno, ni de que preocuparse. Abrió sus ojos y miro a Takano, su mirada estaba vagando por el pastoso paisaje que se apreciaba desde la ventana.

 

- Takano... - le tomo la mano, y casi inmediatamente este salió de su trance y vivió su mirada a el - estas bien? - Claro que no estaba bien, esos ojos dorados, habían perdido algo de brillo, su piel se veía pálida.

El pelinegro apretó con fuerza la mano de Onodera mientras lo atraía hacia el.

- Lo siento Onodera, yo... yo no fui capaz de salvarte. Solo me quede como un vil niño pequeño, llorando. - abraza con fuerza a Onodera.

El sonrojo del menor no se hizo esperar al ser abrazado de esa manera, parecía sincero lo que declaraba el pelinegro.

 

Yokozawa rompió esa atmosfera tan empalagante para su gusto – Llegamos – Se quito su cinturón de seguridad y prosiguió en acomodarse su traje manchado de sangre y con algunas rasgaduras en la espalda.

 

- Este es tu lugar seguro - Takano lo miro con algo de incredulidad.

 

-Si – dijo con un tono algo seco - Aquí estaremos a salvo por mientras – Salió del auto e imito a Yokozawa, se acomodo sus ropas y saco una pequeña bolsa de una pastelería muy conocida.

Al entrar Onodera y Takano se percataron de una pequeña puerta de metal que conducía a un sótano.

 

Kirishima se adelanto y la abrió – Entren – Les señalo el lugar.

 

La puerta del sótano, en realidad dirija a un gran túnel, y al fina de este se encontraba una puerta de metal.

 

 

"..."

 

- Wooooooo!!!! Jajajajajajajajaja mueran! MUERAN!!!! - Si de algo estaba seguro Yukina, era de nunca volver a soltarle un arma a su novio.

 

- Kisa! KISA!!! BASTA! - Lo tomo del brazo haciendo que cesara el tiroteo que inicio el pequeño pelinegro – Ya están mas que muertos – lo miro con algo de ternura.

 

- L- Lo siento... Me deje llevar por el momento. - Baja lentamente el arma un poco apenado por lo sucedido.

 

- Vallamos a un lugar seguro – Dicho esto por el mas alto, no pudo evitar revolver un poco el cabello del menor.

 

Quien lo diría, parecía tan dulce y débil a la vista, pero verlo de esa manera, lo enamoraba aun mas. "Seria un buen Yandere" esa loca idea paso por su mente y automáticamente en su rostro se formo una sonrisa algo boba.

 

- Hola? Hola~!? - Le llamo la atención el pequeño que estaba enfrente de el – Tierra llamando a Yukina, me escuchas? - le chasqueo los dedos dando como resultado la atención del mas alto. - démonos prisa, no tardaran en llegar otra hornada de Zombies. Los disparos se escucharon por toda la calle – Y efectivamente estaba en lo correcto, desde lo lejos se alcanzaba a ver un pequeño grupo de Zombie que se aproximaban con una gran rapidez hacia ellos.

 

Yukina se subió a la motocicleta seguido esto, le extendió un casco a Kisa.

 

Kisa solo se limito a rodar los ojos, a el no le gustaba sentirse encerrado.

Yukina al ver la pequeña mueca que hizo el pelinegro al recordarle que se pusiera el casco, frunció el ceño y le acerco el casco una vez mas – sabes que no me gusta que estés sin esto, y sabes perfectamente las reglas – era irónico, hablar de reglas en un mundo en el que ya no importaban mas, solo la única que existía era sobrevivir.

El malhumor se desvaneció cuando el chico se dio por vencido, y se puso de mala gana el dichoso casco. Subió a la parte trasera de la motocicleta y abrazo fuertemente a Yukina por la cintura. Si había algo que le gustara mas a Yukina cuando salía a pasear en motocicleta por la ciudad, era cuando llevaba como acompañante a Kisa. Lo abrazaba tan fuerte, de alguna u otra manera, se sentía seguro, podría tratarse de su ángel guardián.

Se pusieron en marcha, dejando atrás a la horrible multitud de zombies.

 

A unos kilometros mas adelante encontraron una pequeña tienda de souvenir, el estacionamiento se veía que alguien mas ya había estado en ese lugar. Una fogata recién apagada, huellas de llantas y de lo que parecía ser caballos también.

 

Vagaron por un rato alrededor de la tienda asegurándose de que no hubiera peligro alguno o que alguien atentara contra sus vidas. Se adentraron a la pequeña tienda . No era de esperarse que el lugar luciera desordenado, como si hubiera pasado un tornado por el lugar. Cosas tiradas por doquier, pedazos de botellas rotas, comida, etc.

El pelinegro tomo una de sus mochilas y empaco algunas latas de comida que estaban en buen estado, botellas de agua y demás cosas que le fueran útiles.

 

- Nos faltara esto – Yukina tomo una caja de condones y se la mostro al menor. Un sonrojo apareció en el rostro de Kisa.

 

- I-idiota, no hay tiempo para hacer "eso" - Se volteo hacia otra dirección prestándole atención a otras cosas que tenia a su alcance.

Al ver que Yukina se había ido, tomo unas 4 cajas de condones junto con unas botellas pequeñas de lubricantes, y las escondió en otra mochila.

 

Al terminar de abastecerse de comida y de gasolina para la motocicleta, se marcharon.

 

- y? A donde nos dirigimos? - Pregunto el menor cuando observo que se dirigían a la carretera principal.

 

- A un lugar seguro, esta un poco retirado, pero, podremos hacer paradas en algunos pueblos, si es que no hay peligro alguno. - Dicho esto acelero un poco mas.

 

Lo peor estaba por venir, de un momento todo se oscureció para Kisa. Lo ultimo que logro recordar fue de como un camión en alta velocidad se les atravesó sin tener oportunidad alguna de frenar, se llevo a ambos chicos de encuentro dejándolos tirados en medio de la calle.

 

- Por el amor de... Estas bien? Cariño! CARIÑO!! - Escucho la voz de una mujer, queriendo distinguir mejor aquella persona, no pudo, todo se veía borroso.

 

- "Yukina" - volteo a ver en donde estaba el piloto de la motocicleta. Para el horror de Kisa, el chico que lo acompañaba estaba alrededor de charco de sangre que provenía de su cabeza. - Y-Yukina... Yuuu...ki... - se desvaneció, el golpe que tuvo fue demasiado fuerte y este no podía estar mas tiempo consiente.

 

Como esto se convirtió en una pesadilla, como es que terminaron huyendo de gente que no estaban en sus 5 sentidos que intentaron matarlos y de muertos vivientes. Como a casi 9 días de su boda, no llegaron al altar dándose el "Si". Y tal como parece, la muerte los separo mucho antes de prometerse cuidar en la salud y en la enfermedad.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).