Mañana por la noche llegará Takahiro y querrá llevarse a Misaki de mi lado. A él solo pude decirle cosas de las que no estoy seguro, y hasta le hice una promesa que no se si podre cumplir.
Estaba sentado en uno de los sillones, pensando en alguna buena excusa para que Misaki se quedara al menos un poco mas conmigo, y así poder pensar en una forma de decirle a su hermano sobre nosotros. Tomaba un trago de mi café y Suzuki-San estaba a mi lado. Misaki había ido a la universidad, luego debía ir a su trabajo, asique iba a estar solo por un largo rato.
Pensé en un par de cosas, pero ninguna me convencía del todo, siempre encontraba algún hueco en cada idea, pero tenía opciones limitadas y tampoco tenía todo el tiempo del mundo para pensar.
Tuve en cuenta una cosa; Takahiro ya había escuchado la confesión que me hizo Misaki, si le hubiese molestado no me habría pedido que Misaki se quedara conmigo, pero sí lo hizo, eso quiere decir… ¿Qué no le molesta?
Luego de un rato, cuando ya creí haber encontrado la mejor opción estaba a punto de mandarle un mensaje a Misaki, pero algo me interrumpió. El teléfono estaba sonando, fui a atender, tome el aparato y lo puse cerca de mi oído.
-¿Hola?
- Hola ¿Usagi? –Parece que la suerte estaba de mi lado, era Takahiro. Una buena oportunidad para usar mi “ingeniosa” excusa.
-Takahiro… De cuánto tiempo ¿Cómo estás? – Le respondí tratando de sonar lo más tranquilo posible.
-Muy bien Usagi ¿Cómo están ustedes?
-Estamos muy bien.
-Que bueno… Verás, se que llame hoy en la mañana, pero quería hacerlo de nuevo ahora que Misaki está en la universidad. Tengo que pedirte un favor.- Me intriga.
-¿Un favor? Claro, lo que quieras, puedes contar conmigo.
-Me alegra saber eso… Escucha, ¿Tendrías algún problema si Misaki se queda contigo durante un tiempo más?
-Claro que no, Misaki es muy bueno en las tareas del hogar y una gran influencia en mis libros. Tendría problemas si no está aquí – Nunca podría molestarme mi niño.
-Eso es bueno… Entonces ¿Puede quedarse contigo un poco más?
-Claro que sí…. –Bien. Después de todo no tendré que usar ninguna excusa, Takahiro quiere que Misaki se quede aquí un poco más, aunque… -Pero ¿Por qué?
-Bueno, acabo de recibir un correo de mi jefe, dice que cuando vuelva a Tokio seré transferido a otra ciudad para un mejor trabajo. Y Misaki ya está en Mitsuhashi, por eso…
-Ya veo… Yo no tengo ningún problema, y creo que Misaki tampoco lo tendrá, aunque yo preferiría que se quede a vivir conmigo por siempre, es muy buena compañía.
-Jajaja no bromees Usagi, muchas gracias. Mañana iré de visita y le contaremos todo a Misaki.
-Cuando quieras.
-Ah! Y dime, ¿Cómo está tu relación con Misaki? – Takahiro… ¿Sabe sobre nosotros?
-… -Me quede callado, y dude sobre que responderle. ¿Misaki le había dicho algo? ¿Cómo es que no me había mencionado nada a mí? No sé si esto va a facilitar las cosas o que pasara.- ¿Q-que?
-Ah… ¿Misaki no te dijo que yo sabía? Ahaja… creo que metí la pata. Lo siento -… Ahora que recuerdo… El había escuchado cuando Misaki se me confesó en su casa.
-Takahiro… ¿El te dijo? –Le dije, debe existir alguna posibilidad de que acepte. Misaki no menciono nada sobre esto y Takahiro parece muy tranquilo.- ¿No te molesta?
-Jaja En realidad no me molesta, seguro te diste cuenta cuando yo escuche la confesión de Misaki jeje… Y si mi hermanito quiere estar contigo no se lo voy a prohibir. –Debía saber que Takahiro quiere demasiado a Misaki como para prohibirle salir con alguien inesperado. Eso debe ser el amor entre hermanos…
-Eso me alegra mucho, gracias. ¿Desde hace cuanto sabes de esto? – Le dije y luego pregunté.
-Emmm… Desde hace dos meses más o menos. Cuando regrese a Tokio hablaremos mas sobre esto, solo prométeme que cuidaras a Misaki.
-No te preocupes por eso, lo cuidare con mi vida y esperaremos tu llegada muy ansiosos.
Luego de eso nos despedimos. Ya estaba comenzado a pensar en una forma para encarar a Misaki por no haberme dicho nada de esto dos meses atrás. En realidad no me molestaba tanto, solo quería regañarlo un poco para conseguir algo más, porque aunque no lo haya dicho, el resultado de cualquier forma al final iba a ser beneficioso para nosotros.
Y debo admitir que fue un gran peso de encima. Caminaba hacia mi oficina en el piso superior, iba tranquilo, cuando llegue Takahiro íbamos a poder hablar sobre Misaki y yo, y si todo salía bien podíamos seguir saliendo como hasta ahora con la ventaja de que no tendremos que ocultarle nada a Takahiro. Pero ya suponía que todo estaba yendo demasiado bien.
Entre a la oficina y segundos antes de cerrar la puerta por completo el teléfono volvió a sonar, me daba flojera bajar y atender asique decidí ignorarlo, pero estaba siendo insistente, volvía y volvía a sonar el molesto tono, cuando ya me cansé baje apurado y molesto para saber quien era el que llamaba con tanta urgencia.
-¿Quién es? –Dije con notoria molestia.
-Disculpe Señor Usami-San, necesitábamos informarle que Takahashi-Kun acaba de desmayarse en la clase de Literatura. Por favor le pedimos que venga a la universidad. El se encuentra en la enfermería.
-¡Enseguida voy! –Dije y corrí adentro para buscar mi abrigo, estaba alterado, no sabía qué era lo que le pasaba a mi niño, últimamente mencionaba que se sentía mareado y con nauseas.
Me subí rápido a mi deportivo rojo, y apreté el acelerador a fondo, quería estar con Misaki lo más pronto posible, con cada semáforo en rojo solo podía angustiarme más y algo me decía que esto podría traer unos problemas más adelante.
Tarde unos pocos minutos en llegar hasta Mitsuhashi, evadí muchas señales de tránsito y hasta me salte algunos semáforos, pero no me importaban en absoluto.
Cuando llegué entre rápido al edificio, adentro me esperaba Hiroki para llevarme hasta la enfermería.
-Hiroki ¿Dónde está Misaki?
-Tranquilo, solo se desmayo, está en la enfermería, vamos.
Lo seguí hasta el segundo piso, entramos a la sala y ahí estaba Misaki durmiendo en la camilla. Me acerqué a él y me senté a su lado, lo miraba, aunque estaba un poco preocupado no podía evitar pensar que él se veía tan lindo.
Pasaron unos minutos y entró a la habitación una enfermera de cabellos rubios y ojos color miel… Se me hacia conocida, pero lo ignoré y enseguida le pregunte sobre la condición de mi castaño.
-Disculpe ¿Cómo está Misaki? –Le dije preocupado y parándome al mismo tiempo.
-El se encuentra bien, pero por si acaso es mejor que lo lleve con este doctor. –Me entregó una tarjeta con una dirección y nombre, Kusama Nowaki – Es un muy buen médico-pediatra y “conocido” del profesor Hiroki. –Ante eso Hiroki se sonrojo solo un poco.
Sentí unos ruidos y voltee hacia atrás, mi castaño ya estaba despertando, se movía y frotaba sus ojos con sus manos, le sonreí y esperé a que pudiera abrir un poco más los ojos.
-¿Usagi-San? –Me dijo soñoliento y con la vista un poco entrecerrada.
-Misaki ¿Estás bien? ¿Qué paso?
-Estaba caminando con Shinobu por el pasillo, después comencé a sentirme mareado… y luego solo me desmayé. Pero estoy bien, no tienes que preocuparte. –Me dijo tratando de sonreír.
-No digas eso, ahora mismo iremos donde este médico… -Le dije volviéndome a sentar en la silla de antes.
-Enserio estoy bien, no necesi… -No termino de hablar porque de repente comenzó a tener arcadas y a pararse para ir al baño, allí devolvió el almuerzo de ese día. Volvió caminando despacio y un poco cansado.
-¿Ves? Ahora iremos con ese médico. –Le dije.
-Yo los acompañare, soy su maestro después de todo- Dijo Hiroki.
Los tres salimos del edificio, nos subimos a mi auto y esta vez más tranquilos fuimos hasta la dirección del hospital que decía la tarjeta.
Llegamos a un edificio grande de tres pisos, entramos y preguntamos en la recepción por el médico Kusama Nowaki, enseguida la recepcionista mandó a una enfermera para que nos guiara hasta la oficina del hombre, pero Hiroki la rechazó y dijo que él nos llevaría allí.
Caminamos por un largo pasillo, subimos por el ascensor y caminamos un poco más hasta llegar a una puerta de madera con una placa con el nombre del médico. Hiroki abrió la puerta como si nada y nosotros solo lo seguimos, ahí estaba el pediatra que nos estaba esperando.
-Hola Nowaki, venimos desde la universidad- Dijo Hiroki.
-Hola Hiro-San, si, la enfermera me aviso de que vendrían por Takahashi-Kun –Respondió con una amplia sonrisa –Bueno, Takahashi-Kun ¿Te desmayaste de la nada? Y dices que sientes nauseas desde hace un tiempo ¿verdad?
-Así es, también me siento mareado a veces.
-Vamos a la sala y ahí te realizare unos estudios ¿De acuerdo?
-Está bien.
Todos salimos de la oficina, Misaki y Kusama-San entraron a una sala donde le realizarían unos estudios. Quise entrar y estar con él, pero no me dejaron, es que no me agrada la idea de que Misaki esté en un espacio cerrado con otro hombre que no sea yo.
Esperé con Hiroki sentados en unas sillas para visitas, hablamos de los diferentes libros que estábamos leyendo y escuché como mi amigo se quejaba de lo incompetente que es Misaki en la clase de Literatura, según él. Pero no sabe cómo Misaki se esfuerza para estudiar, hasta me rechazo un par de veces para seguir estudiando, diciendo que su profesor era muy estricto y que si no hacía la tarea volvería a arrojarle cosas a la cabeza… Debería golpear a Hiroki por presionar tanto a mi castaño.
Luego de más o menos una hora y media, Kusama-San salió de la sala donde estaba con Misaki.
-Disculpen… -Dijo con una sonrisa, para luego cambiarla por una expresión más seria. –Necesito hablar con Usami-San y Takahashi-Kuna solas.
-Solo di que no quieres que escuche y listo, bobo. –Dijo Hiroki quien ya estaba parado a mí lado. –Ve, yo los esperaré aquí. –Me dijo
Entré a la sala seguido del médico, y mi castaño estaba sentado en la camilla con una sonrisa, aunque algo pálido. Fui y me para a su lado.
-¿Estás bien? –Le dije tomando su rostro con mis dos manos, él las quitó suavemente.
-Eso espero. –Me dijo sonriendo.
-¿El se encuentra bien doctor? –Le pregunte, mientras tomaba la mano de mi castaño y miraba de frente a Kusama-San.
-El se encuentra bien, pero tiene algo un poco inusual…-Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro, cosa que solo podía preocuparme más.
-¿Qué es? –Esta vez fue Misaki quien pregunto.
-Bueno… -Hizo una pausa un poco larga, se sentó en una silla que estaba cerca y siguió con sus palabras. –Existen casos en los que un hombre es capaz, al igual que la mujer, de generar una vida en su cuerpo.
-¿Qué? –Dijimos Misaki y yo al mismo tiempo.
-Hay hombres que tienen una célula con la misma capacidad de un ovulo, luego de ser fecundado, se forma el embrión que en 9 meses será un bebe- Dijo con una amplia sonrisa.
-Ya vaya al grano doctor- Dijo Misaki que no entendía nada de lo que decía Kusama-San, aunque yo ya tenía una idea.
-En otras palabras…
-¿Qué?
-Takahashi-Kun está esperando en su vientre a un bebe de tres semanas…
CONTINUARA...