Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me destruyes por UkloveY

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 Intentando ocultar el miedo que empezó a crecer de pronto en él, se esforzó por no demostrar debilidad alguna, cada vez que veía al rubio algo no tan favorable ocurría, incluso si ahora no lo golpeaba, el sinfín de terribles memorias se disparaban en los corredores de su mente.

     Como si éste pudiera revivir mentalmente todo aquello ocurrido en aquel apartamento, todo aquello causado con esas manos. De inmediato, en forma instintiva el peliverde bajó la vista, no sabía muy bien que hacer. 

     Primero que todo ¿qué hacía él ahí?, ¿acaso había venido al propio?, ¿o tan solo fue una casualidad?. Estas preguntas le molestaban, ya que en realidad era algo extraño ver al rubio en un restaurante familiar.

     No sabía si seguir atendiéndolo, o si irse y pedirle a otro mesero que le ayudara. Solamente sabía que no quería verlo. Pero como el ambiente se estaba empezando a tornar difícil, decidió continuar.

    Levantó de nuevo su mirada, e intentó observarlo sin titubear. Para cuando pudo posar sus ojos en él, se llevó una gran sorpresa.

     Bakugou estaba notoriamente delgado, se veía como si jamás descansara, como si estuviera más muerto que vivo, no había luz en sus ojos. Parecía como si el lado agresivo que le caracterizaba se hubiera ido por siempre. 

     Su corazón dolió, "...Kacchan" dijo mirándolo esperando que el contrario realizara algún tipo de gesto con su rostro, a lo que los carmesí ojos se dirigieron hacia él y simplemente arqueó las cejas en una extraña expresión de dolor.

     "Ven siéntate en esta mesa, te voy a atender" le dijo mientras le llevaba hasta su asiento. "¿Qué vas a comer?", preguntó intentando aguantar la preocupación. El contrario parecía querer hablar, pero es como si no lo hiciera para no entrar en llanto.

     El peliverde se quedó observándolo sin entender bien que es lo que Bakugou quería. "...¿Podrías traerme un té?" preguntó concisamente. "...y ¿también podrías sentarte y estar conmigo un rato?...".

     Sorprendiéndose un poco, el de pecas habló "Está bien... lo que sea que ocupes decirme te escucharé, ya regreso". Yendo por el té y por el permiso de su jefe para sentarse un rato con el rubio, regresó y se sentó.

     Puso el vaso sobre la mesa, además de eso, puso un sándwich "Ten, yo invito" dijo acercándole la comida, y posteriormente sentándose frente a él. 

     "¿Por qué haces esto?" preguntó el más alto. "¿Qué cosa?", el contrario no entendía bien a que se refería. "Si... ¿por qué eres tan bueno conmigo, después de que yo fui una mierda contigo?" preguntó torciendo sus facciones en dolor.

     "...Eso ya es pasado, creo que no vale la pena estar sufriendo por esas cosas...,yo realmente nunca te he tenido rencor, sin importar que tantas cosas me hiciste. No puedo decirte que no me afectaron, porque sí lo hicieron, pero en este momento ni tampoco en un futuro voy a reprocharte nada, me basta con que ahora estemos bien..., así que no preocupes por eso, si yo estoy bien, tú también" dijo el de pecas.

     "Izuku, te pido perdón de nuevo... yo no merezco ni siquiera estar en libertad, mucho menos poder hablarte, y todavía merezco mucho menos vivir. Y aunque digas que no me preocupe, no puedo dejar de hacerlo, te torturé cientos de veces, cuando no querías tener sexo te forcé, te humillé y te insulté... soy la peor mierda de este mundo" las palabras del rubio eran demasiado funestas.

     "He pasado por estas calles varias veces, y en una de esas ocasiones te vi. Pensé en venir a verte, no sabía si ibas a querer hablar conmigo, estabas en todo tu derecho de no hacerlo, de mandarme a la mierda. Pero sé que no eres ese tipo de persona, tienes un corazón tan noble que a veces te envidio. Durante todo este tiempo que he estado solo, he pensado en muchas cosas que antes no meditaba y  no sabes cuanto me arrepiento de haberte perdido... tampoco creas que vine hasta aquí a decirte que vuelvas conmigo...porque aunque me gustaría hacerlo, realmente no es bueno para ti, y creo que tampoco para mí".

     El pecho del más bajo se estrechaba en dolor, las palabras que salían de la boca del rubio eran como lanzas que se clavaban por todo su cuerpo. Y aunque se sintiera de esa forma, también pensaba igual que él. Que no sería para nada bueno volver a estar juntos.

     "Kacchan... te quiero mucho, lo digo en serio, así que vive pensado en que puedes hablar conmigo cuando lo necesites, incluso tengo un amigo que es psicólogo, y sé que te ayudaría, porque él es de las personas más amables que he conocido", mientras decía esto sonreía intentado dar confianza al contrario.

     "El tiempo que vivimos juntos, aunque no lo creas, fui feliz... Y por cierto ¿cómo has estado con tu tratamiento?" preguntó, ya en realidad hace tiempo estaba pensando en cómo le estaría yendo a Bakugou con su terapia.

     "...No te mentiré, sé que mi apariencia física es terrible. No como mucho, pero últimamente me he esforzado por hacerlo, siento que ya estoy poco a poco saliendo del agujero donde caí, las pastillas realmente me enferman, me provocan nauseas, así que las dejé. Pero creo que ya no dependo de ellas, si te soy sincero. He llorado probablemente todas las noches, mientras las memorias vienen a mí, pero ya no lo voy a hacer más, creo que ese tipo de cosas te hacen deprimirte más, ya no me siento agresivo, o al menos no como antes, no siento que necesite golpear a alguien para sentirme bien".

     El rubio hablaba con dolor y entusiasmo combinados, lo más seguro nunca tenía con quien charlar. Así que eso estaba bien. "Después de tantos meses, he decidido irme un tiempo donde mis padres, les he comentado que no me he encontrado muy bien, que necesito compañía, así que los voy a visitar", dijo intentando poner un rostro menos doloroso.

     "Eso está muy bien Kacchan, cuando vuelvas de esa visita me cuentas como te fue" dijo felizmente el peliverde, quien de verdad ansiaba ver recuperado a su ex pareja. "Y créeme que en parte te comprendo, es una situación difícil de afrontar, pero eres muy valiente, no cualquiera lo hubiera hecho solo, te felicito".

     Agarrando el té, y tomando un poco de él, Bakugou dejó por un momento su orgullo y se dispuso a comer de lo que el peliverde le había traído, estaba muy feliz de que no hubiera ningún tipo de rencor, ni de odio entre ellos, de hecho estaba agradecido de que a pesar de todo, lo siguiera tratando como un amigo.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

     Después de un rato de charlar, era ya hora de despedirse, decidieron no tocar más temas que pudieran lastimarlos, así que salieron a las afueras del restaurante y Bakugou lo miró con un rostro relativamente pacífico y satisfecho.

     Realmente no había curado su trastorno, pero hoy había podido controlarlo, el miedo de causarle algún otro daño al de pecas, le molestaba, y por esa misma razón no podía volver a estar junto a él. Aún era peligroso.

     "Bueno, ya me voy. Gracias por prestarme atención y por invitarme a la comida. Prometo que hablaremos de vez en cuando, y si quieres podemos hacerlo en algún lugar público para que no tengas ningún temor" dijo el más alto, con un tono ligeramente triste.

     "No tengo miedo de ti Kacchan, y sí por favor cuéntame de como te fue visitando a tus padres. No fue nada, espero que comas, y estés bien" dijo sonriendo. Esa sonrisa era tan encantadora.

     "Hasta pronto Izuku" dijo el rubio volteándose y empezando a caminar hacia el otro lado. En esta ocasión no lo besaría, ni abrazaría. No tenía ni porque hacerlo.

     "¡Que te vaya bien! Kacchan..." gritó el más bajo, sintiendo como si todas las cosas de su vida se fueran acomodando de poco a poco. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).