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La Deidad de Tierra, El humano y El demonio. por lalis_torao18

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Notas del capitulo:

HOLAA~~ AQUI LES TRAIGO UN MATSUFIC, JAJAJA ESPERO Y LES GUSTE ES OSOCHORO Y SI ACASO SE ME OCURRE ALGUNA QUE OTRA PAREJA~,JAJAJAJAJA, BUENO ESPERO Y LO DISFRUTEN

ESTE ANIME Y MANGA NO ES DE MI PROPIEDAD SINO DE SU RESPECTIVO MANGAKA Y CREADOR~~

BUENO ESPERO Y LES GUSTE~~ 

En lo más profundo de un bosque, que para muchos su interior era un lugar desconocido para todos, pero en un lado, un pueblo necesitaban cruzar todo aquel frondoso bosque para intercambiar mercancía con otros pueblos vecinos, así que había un camino por  un lado de este, el cual le pertenecía el nombre de: “El bosque de Shimogamo Jinja”, en este bosque, vivían animales de todo tipo, pequeños como los conejos, pájaros, ratones, etc.; hasta animales de gran tamaño como Alces, linces, tigres, venados, etc. Todos convivían de manera natural, seguían el ciclo de la vida, la cadena alimenticia, los arboles crecían, daban frutos, los frutos los comían los animales pequeños que sobrevivían de estos, los animales pequeños eran comidos por animales más grandes y estos por más grandes, hasta que estos morían por causas naturales y alimentaban a los arboles que comenzaban a  crecer.

 

Pero algo mágico se encontraba ahí, todo ser vivo que estaba en ese bosque, respetaba a alguien, alguien que sus palabras eran leyes y ordenes absolutas, era: “La deidad de Tierra”. La deidad de Tierra es un dios respectivo que se encarga de cuidar  la naturaleza, como los arboles, animales, el área de cultivo y diversidades de cosas, era venerado,  alabado y honrado con alguno que otro festival al año, tenia su propio templo al pie del bosque, la cual iban a rezar y a pedir que cada año siempre hubiese buenas cosechas para poder vivir cómodamente, y no tener ningún problema, muchos pedían que no hubiera: Sequias, plagas, ni inundaciones.

 

Pero habían muchas historias sobre ese bosque, los ancianos del pueblo le contaban a los mas jóvenes, que tuvieran cuidado con dañar el ecosistema de ese bosque, sino la Deidad castigaría al pueblo. Contaban el origen de la Deidad de la tierra, en la  que hace muchos años atrás sus ancestros sentían curiosidad por ese bosque, y se aventuraban a  adentrarse en él, y contaban que todo estaba limpio, fresco, natural, era muy puro ese lugar, sentían que hasta que se adentraban a pocos pasos de ese bosque sentían que su alma era purificada y limpiada completamente de todos sus pecados.

 

Y que una vez, uno de aquellos curiosos ancestros que ansiaban con explorar más aquella zona tan maravillosa y llena de vida, que se atrevió a adentrarse más a aquel frondoso bosque, que comenzaba a ser mas complicado de caminar; miro algo que le sorprendió demasiado, era: Un joven, de cabello castaño, con ojos de color verde, de piel blanca, que portaba una túnica de color blanco, se veía tan pura y blanca que hasta parecía transparente, tenia una corona de hierva en la cabeza, y tenia un cuerpo delgado y delicado, rasgos un tanto femeninos y finos, estaba descalzo y que sorprendentemente flotaba en el aire, no llegaba a tocar el suelo terroso y pedregoso. Su simple presencia era tan pura, tan angelical, que sentía que había muerto y estaba en el cielo, era algo bastante extraño, sentía que estaba en un sueño, no lo creía de verdad, fue entonces, cuando aquel joven que vio flotar, le miro y sonrió muy cálidamente, después se dispuso a seguir su camino, pero aquel hombre le había gritado: “¡Espera, por favor, no te vayas!”, aquel chico se detuvo, volteo a mirarlo nuevamente, se quedo quieto, colocando sus brazos atrás y mostrando una sonrisa amable, en esos finos labios.

 

El hombre se quedo sorprendido, realmente esperaba a que el chico aquel se fuera y lo dejara solo en aquel oscuro, frondoso y majestuoso bosque, se acercó lentamente, lo observo sorprendido, aquel chico no decía ninguna palabra, solamente le miraba atento y un tanto curioso, pero en cuanto se acercaba se alejaba, el otro poco y le pregunto: “¿Quién eres?, ¿Cuál es tu nombre?”- ese chico desprendía una cierta luz verde a su alrededor, este solo se le quedo mirando aun curioso y sonrió nuevamente, abrió su pequeña boca y como la mas hermosa melodía se escuchaba sus suaves palabras: “Mi nombre es Choromatsu, soy La Deidad de la Tierra, protector de este bosque y de todo ser vivo de todo este lugar…”; después de decirle eso a aquel hombre, este solo se quedo sorprendido a más no poder, no podía creerlo, en verdad que aquel muchacho parecía ser un dios, fue entonces cuando de un momento a otro, el hombre sintió su mirada borrosa y comenzó a caer dormido lentamente, hasta perder la consciencia, desde ahí no sabia de si mismo.

 

El hombre despertó, se levanto lentamente, se encontraba en las afueras del bosque, se tallo los ojos y se percato de lo que había pasado, lo que había vivido; realmente no podía creérselo, conoció en persona a un dios, un simple mortal hablo con un dios inmortal, poderoso, e invencible, le había dirigido la palabra, no le ignoro, no le maldijo, no huyo de él; mas bien, le respondió muy amablemente, y le trato bastante educado, de ahí el hombre aquel, decidió regresar a su pueblo y contarles a todos lo que había visto, al principio nadie le creyó lo tomaban como un simple loco, pero aquel hombre, no le importo que lo tacharan de esa manera, es más para seguirles diciendo la contraria, empezó a construir a las afueras del bosque un templo, dedicado solo a la deidad de tierra, al principio era muy pequeño, todos los días aquel hombre rezaba por sus tierras, todos lo miraban con temor e indiferentes, realmente aquel hombre era muy devoto a aquella deidad.

 

Pero sus tierras estaban mas que secas y podridas, todas las personas se burlaban de él porque tanta devoción, tanta dedicación, tanta adoración a una “Deidad” que ni siquiera a sus ojos existía, terminaba con las peores tierras del pueblo, pero el seguía rezando y rezando, hasta que un día, aquel hombre despertó, se levanto temprano, se arregló para comenzar el día, arrancar todos sus cultivos secos y podridos, y comenzar otra vez de nuevo, cuando ya estaba dispuesto a comenzar, pero algo lo sorprendió, miro su campo de cultivo, y este estaba: los tubérculos sobresalían de la tierra estaban sanos y bastante maduros, las frutas como las manzanas y fresas, estaban frescas, rojas y brillantes; los arboles estaban verdes, fuertes, saludables; se habían acabado las plagas, la tierra estaba rica en nutrientes y era el campo con mas frutas, verduras, tubérculos y arboles con la más alta calidad que se podía tener en todo el pueblo.

 

Todos sus vecinos, ex-amigos, conocidos, y todos los del pueblo, estaban sorprendidos, aquel hombre celebraba de felicidad al tener una gran cantidad de comida, no tenia que estar sufriendo, después de tantos días sin comer; ya que si no tenía frutas, verduras ni tubérculos, no podía comercializar o no podía vender en el pueblo, no tenia dinero, no podía comprar víveres, no podía hacer nada, la agricultura en su pueblo lo era todo para su pueblo, era su modus vivendi,  ahora ya podía vender, comer, y vivir la buena vida; todos en el pueblo dejaron de tacharlo como loco, y comenzaron a venerar todos los días, a aquella deidad que le había dado todo aquel hombre.

 

Y fue así como todo comenzó, pero démosle la vuelta a la página; en la actualidad aquella Deidad seguía presente en los corazones de los aldeanos, a pesar de haber pasado tantos años y décadas, la Deidad seguía siendo venerada, aunque ahora solamente se lo dedicaban en dos festivales al año. Uno cuando era cambio de estación de verano a otoño, que era cuando comenzaban a ver bajas en los campos y el otro era el inicio del año nuevo.

 

En otro punto, la Deidad del bosque estaba bastante complacida, se encontraba en el profundo bosque, recostado en las raíces de uno de los más grandes arboles de todo el bosque, miraba a todos los animalitos, quienes le rodeaban y le alababan de igual manera, pero había unos muy especiales, esos animales eran sagrados, y muy importantes para la deidad los cuales eran: Un conejo de un extraño pelaje blanco con un brillo rosado, y unos ojos de color negro, bastante curioso el pequeño animalito, cuyo nombre era Todomatsu, o para los más cercanos “Totty”; también había otro animal que estaba al lado de aquella deidad, era: un grande lobo, con pelaje azulado, y con el hocico y pecho blanco, con unos ojos azules, bastante imponente aquel animal, siempre adulando su belleza, del cual su nombre era “Karamatsu”; y otro de los animales que le acompañaba era un tierno y pequeño tigre de pelaje un poco más amarillo de lo normal, con unos hermosos ojos ambarinos, era tierno y muy revoltoso, pero era bastante noble, del cual su nombre era “Jyushimatsu”.

 

Esos eran los tres animales que siempre cuidaban de la deidad, nunca le quitaban la vista, y en esos momentos se encontraban a su lado recostados alrededor de él. Siempre hablaban sobre las cosas que los animales cercanos a la frontera del bosque veían que realizaban los humanos.

 

Todomatsu: Eso escuche que dijo la Sra. Chiaki… -dijo mientras comía una grande zanahoria-

Karamatsu: Un juego llamado “Kagome, Kagome”… suena bastante extraño-miro al conejo un tanto extrañado-

Jyushimatsu: ¿Y como se juega?- dijo  mientras jugaba con una hierba que movía lentamente la deidad, mientras escuchaba con atención lo que decía el conejo-

Todomatsu: A lo que me dijo la Sra. Chiaki, es un juego bastante aterrador, dicen que un niño se coloca en el centro de una rueda formada por niños, que le vendan los ojos y que ese niño se convierte en un “Oni” *demonio*, y que los niños comienzan a cantar una canción que dice:

Kagome, Kagome, el pájaro se encuentra en la jaula,

¿Cuándo la abandonará?

En la noche o el amanecer, la grulla y la tortuga se deslizan

¿Quién se encuentra detrás de ti?

Y cuando paran la canción, adivina el nombre del niño o niña que esta detrás de él y si ha acertado el niño toma el lugar del antiguo “Oni”, no creen que suena un tanto raro…-dijo temblando mientras sujetaba fuertemente la zanahoria-

Karamatsu: ¡Eso es solamente lo realizan los demonios!- dijo asustado un poco, al escuchar  esa “aterradora” historia-

Choromatsu: Suena bastante interesante…

Todomatsu: ¡¿Pero que dice, Choromatsu-sama?!- le dijo sorprendido- ¡Eso claramente es obra de un acto maligno!

Karamatsu: ¡¿Le parece interesante?!

Choromatsu: B-Bueno… s-si… los humanos siempre han sido interesantes para mí… - dijo mirando el cielo y dejando de mover la hierba que entretenía al tigre, atrapando por fin la hierva- además no creo que ellos estén con algo maligno, ellos son amables, gentiles y misteriosos…- miro a sus compañeros que le miraban un tanto preocupados-

Todomatsu: Si me permite decirlo, Choromatsu-sama…- se acercó y aun tenia esa expresión de preocupación en su rostro- Esa vez que se topo con ese humano, nunca debió pasar…

Choromatsu: ¿Uh?, ¿Por qué lo dices?- le miro con el ceño fruncido y con una expresión decaída-

 

Todomatsu, Jyushimatsu y Karamatsu se voltearon a ver, a ninguno le gustaba ver esa expresión en la hermosa cara de su amo, pero tenían que decirle algo que realmente les tenia intranquilos, ya que ellos sabían que su amo sentía una cierta fascinación  hacia los humanos, se le hacían fascinantes, bastante, quería conocer alguno otra vez y platicar con él.

 

Todomatsu: Choromatsu-sama, como sus animales guardianes, no podemos permitir que vuelva a tener contacto con algún humano…

Choromatsu: ¿Eh? ¿Por qué?- les miro sorprendido no podía creer que sus fieles animales les dijeran algo así-

Karamatsu: Una deidad no puede tener contacto con un humano, dicen que si los más altos dioses descubren que tiene contacto con él, lo destituyen de su puesto y se vuelve un mortal…

Choromatsu: P-Pero… e-eso es muy injusto, no puedo creer que todavía sigan pensando de esa manera esos viejos cascarrabias…- miraba el cielo con una expresión molesta-

Todomatsu: ¡Choromatsu-sama, no se dirija de esa manera a sus padres!- le miro sorprendido al escuchar la manera en la que Choromatsu le hablaba a los mas altos dioses-

Choromatsu: ¡Es la verdad, que sigan teniendo esa mentalidad tan arcaica y retrograda, iré a hablar con ellos!- dijo molesto comenzando a volar por los cielos-

Todomatsu: ¡CHOROMATSU-SAMA!- se sujeto por un lado de la toga que llevaba aquella deidad, seguido del lobo y por ultimo el tigre que colgaba de la cola del lobo-

Karamatsu: ¡ESPERE, POR FAVOR!- se sostenía fuertemente, el conejo comenzó a resbalarse y lo sujeto con el hocico-

Continuará...

Notas finales:

ESPERO Y LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO~~, NOS VEMOS MUY PRONTO ACTUALZACION CASI DIARIA~~ 

GRACIAS POR LEER Y NOS VEMOS, DEJEN SUS HERMOSOS COMENTARIOS~~ 


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