En la Habana quien ya no conoce, ¿A quien?
A un magnífico bailarín
anda siempre muy bien vestidito
que parece un maniquí"
Phil resopló esperando a que sus hermanos salieran de clase, tomó un cigarrillo de la cajetilla en su pantalón y lo encendió colocándolo en sus labios, guardo el paquete de nicotina y empezó a caminar.
Una música llamo su a atención, noto que provenía de un salón, el club de danza tal vez, sonrió de lado y se dirigió a el. Will quería entrar más dijo que el nuevo líder le asustaba, que era Lucifer; Recordó que tanto el como Bill rieron a carcajadas ante el miedo de su hermanito menor.
Al acercarse al aula unos gritos llamaron su atención, aparentemente dos bailarines discutían acaloradamente.
—¡Eres una inútil!—
—tu eres un engreído—
—tu eres una mocosa que no tiene talento—
—¡Pues yo podré mejorar pero tu seguirás siendo Lucifer!—el pelirrojo sonrió, al parecer Will no era el único que llamaba así al jóven líder de Danza.
—tu no podrías mejorar aunque practiques toda una vida. Jamás lograras futuro en el baile, yo me voy a encargar de ello—se escucho como la chica ahogaba un sollozo—me retiró pequeña perdedora, disfruta tu último día en el salón de danza, no volverás a pararte en el siquiera, y por lo que se no cuentas con dinero para una clase privada que te ayude a cumplir tu sueño de ser bailarina, una pena que sólo se quede en eso, un sueño—escucho como la chica se soltaba a llorar, y los pasos suaves del chico al salir, el pequeño castaño buscaba algo en su mochila, más al estar distraído chocó contra el Cipher, cayendo, el Pines, al suelo.
—deberías fijarte donde caminas pequeño—le ofreció su mano para ayudarle a levantarse, cuando estubo en pie, el chico le sonrió tímido y batió sus pestañas de manera angelical.
—lo siento fue mi culpa, soy un poco distraído—el chico rió con dulzura. Si Phil no hubiese presenciado el despliegue de crueldad anterior seguramente hubiera creido que el castaño frente a él era un pequeño angel, un niño bien portado, incapaz de matar a una mosca, cuando en realidad era un pequeño lobo con de cordero, un gavilán vestido de Quetzal, una flor atractiva pero venenosa.
—mi hermano y tu compañera tenían razón—el de ojos azules le miro arqueando una ceja, su pequeña y timida sonrisa reemplazada por una mueca curiosa—mi hermano dijo que el nuevo líder de danza, es decir tu, es Lucifer—
—¿Que les hace creer que soy un pequeño hombrecillo rojo con cola y cuernos?—Phil río levemente, el chico no parecía sorprendido al ser descrito como una entidad demoníaca, al contrario se veía curioso e interesado.
—no querido, Lucifer no es así, el solía ser el ángel favorito de Dios; el es hermoso y seductor. Engañoso, tu eres así. Tienes carita de ángel, pero por dentro eres una víbora—el chico sonrió, mientras se acercaba un poco más al pelirrojo.
—¿Eso es un halago?—el Cipher le sonrió pícaro, más el sonido de un mensaje de texto saliendo del teléfono del chico le interrumpió estando a punto de contestar—debo irme, hay alguien a quien debo sacar del equipo y tres idiotas con quienes debo reunirme—
—¿Me dirías tu nombre?—
—Reverse Pines—
—que original—el Pines rio—soy Phil, Phil Cipher—
—fue un placer, para ti no para mi—el Cipher rio—nos vemos, quizá—Reverse se dio media vuelta y se alejo de la posición del pelirrojo quien sonreía mientras veía al Pines irse.
Tirando su cigarrillo al suelo caminó hacia la entrada principal del colegio, esperando que el día de sus hermanos fuese igual de prometedor.