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Concédeme tu Corazón por Momoka Yuuki

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Notas del capitulo:

¡Holi! He aquí con un nuevo capítulo :D

Espero y les guste y sea de su agrado,  sin mas que decir los dejo leer. 

Notas:

Los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. 

Posibles faltas de ortografía y redacción. 

Cap.04 Las dudas del sentimiento

Lo último que hubiese querido escuchar en ese momento habría sido una disculpa, él lo había dicho en son de broma para que ambas mujeres se marcharan de su hogar, uno del cual ya planeaba deshacerse, tomo una gran bocanada de aire, endureciendo su mirada y mirándolas como si tuvieran peste volvió a hablar.

— Si no planean retirarse por las buenas, me van a obligar a hacerlo por las malas— amenazó con una voz grave— tienen diez segundos para desaparecer de mi vista, uno, dos, tres…

— Necesito hablar contigo— dijo Hinata con la voz un poco más firme— por favor— susurró suplicante, el rubio negó varias veces con la cabeza mientras seguía su conteo con los dedos de su mano derecha, la morena sin pensarlo demasiado y sin ser consciente de sus actos, tomo aquella mano entre las suyas y levanto su cabeza para mirarlo fijamente a los ojos.

La máscara que había tratado de mantener frente a ellas, en donde fingía desinterés a lo que le pudiera decir la mujer que siempre ha amado, se desbarato frente a sus ojos, revelando el dolor y todavía el amor que sentía. En vez de apartar las pequeñas manos de la Hyuga, poso su mano libre sobre las mismas y las acarició con el pulgar tiernamente, una melancólica sonrisa dibujo su rostro y sus ojos se cristalizaron un poco. Sakura inmediatamente fue invadida por los celos, pero al ver como el varón soltaba delicada y lentamente a su pareja le hizo guardar silencio y quedar simplemente como una espectadora.

— Adelante— se hizo a un lado el rubio dejando pasar a ambas mujeres— tomen asiento, solamente tengo ramen en esta casa, ¿gustan un poco?— el tono de voz utilizado era bajo y serio pero no descortés, la peli-rosa asintió siendo secundada por su pareja, Naruto desapareció una vez ingresó a la cocina.

Las chicas observaban a su alrededor, notando todos los muebles y decoraciones que conformaban el interior de la vivienda, Sakura quedó maravillada por tal decoración, era justamente como le gustaba a su amada, volteó a verla para darle su punto de vista y posible nuevas ideas sobre la decoración de su propio apartamento, quedando confundida por la expresión de la oji-perla, que tenía ambas manos cubriendo su boca y una que otra lágrima escapando de sus ojos.

— Cariño, ¿qué sucede?— la zarandeo un poco, colocando su mano en el hombro, esta reacciono y se acurruco en el pecho de sus amada.

— No ha cambiado nada— susurró— todo sigue igual a como el último día que pase aquí— su voz salió un poco quebrada— ¿por qué sigue manteniendo todo igual?— estrujo entre sus manos la tela de su pantalón.

Sakura apretó más el cuerpo de su mujer contra el suyo tratando de darle ánimos de manera silenciosa, esa situación era más de lo que podía manejar, no comprendía la obsesión del rubio con la morena, si ella hubiese estado en su lugar le hubiera odiado por haberla abandonado frente al altar y no volver a querer saber nada de ella, deshaciéndose de todo lo que pudo haberle pertenecido y que lograra recordarle. Sin querer soltó un resoplido y contrajo sus cejas, las extrañas obsesiones del Namikaze con su esposa ya era ir demasiado lejos.

Hinata se removió incomoda ante el asfixiante abrazo que le estaba dando su pareja, la peli-rosa entendió el mensaje y la soltó. La chica Hyuga se levantó de su lugar con una mirada sombría y con los puños apretados, la mayor no entendía las reacciones de su mujer y menos aun cuando se dirigió hacia las escaleras con toda la intención de ir a la planta alta, iba a decir algo cuando oyó como la puerta de la cocina fue abierta dejando ver a un rubio que llevaba un par de vasos de ramen. Se levantó de su asiento para ayudarle con el resto y dirigirse hacia el comedor.

— ¿Dónde está Hinata?— preguntó el blondo mientras acomodaba algunos cubiertos y sin mirar a la chica de llamativo color de cabello.

— No sé— levanto los hombros— quiero suponer que fue al baño, aunque ya demoro bastante— la expresión preocupada no pasó desapercibida por el varón.

— ¿Realmente no sabes dónde está?— su voz sonó un poco más grave, logrando sobresaltar a Haruno, viendo solo como esta negaba nerviosamente—  toma asiento, creo saber dónde está.

Naruto salió del comedor con paso firme, Sakura le siguió muy de cerca dándose cuenta que efectivamente el rubio sabía en dónde podía estar la morena, ya que ambos estaban subiendo hacia la segunda planta. Quedó sorprendida al ver una puerta de cristal que daba al parecer hacia una pequeña terraza, misma que tenía una considerable cantidad de pequeñas macetas cada una con una diversidad de pequeñas plantas y flores. El rubio fue el primero en cruzar aquella puerta, dejando muy atrás a la chica que venía detrás de él, y efectivamente Hinata estaba sentada en una de las sillas que estaban ahí, mirando el paisaje.

— ¿Qué haces aquí?— pregunto tosco, causando que la cuestionada diera un pequeño saltito por la impresión.

— Na… Naruto-kun— tartamudeo la chica, con las mejillas evidentemente sonrosadas y los ojos algo acuosos— yo… yo pensé que nada de esto existía— miro a su alrededor, todo seguía casi igual, lo que hacia la diferencia era que las plantas y flores ya eran más abundantes y hacían que aquel lugar adquiriera un tono verdusco y lleno de vida.

— Es hermoso, ¿verdad?— tomo asiento en la silla continua y fijo su azulina mirada hacia el paisaje de casas que quedaba enfrente— siempre quise que se vieran hermosas cuando volvieras— guardo silencio un rato, la joven solo le miraba tratando de descifrar que era lo que estaba pensando en esos momentos el blondo. Estaba a punto de hablar ya que él no le daba señal de seguir continuando pero al ver como este formaba una tétrica sonrisa, cerro la boca de nuevo— dirás que soy estúpido y probablemente muy terco, pero siempre espere que volvieras a mi lado, guardando la esperanza de que tú realmente me amabas. Seguí conservando cada una de nuestras cosas, planeaba perdonarte la humillación por la que me hiciste pasar y todo el escándalo que se generó después de tu partida, restándole importancia a todo cuando supiera que aceptabas que todo esto era un error— una seca carcajada emergió de su garganta— pero tienes razón, ya es hora de que te vaya superando.

Pudo sentir como algo se rompía dentro de ella, sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas y sus manos empezaron a temblar, no entendía porque al escuchar como el rubio le decía que debía dejar a un lado sus sentimientos hacia ella le había causado tanto dolor. Estaba segura y recontra-segura que su amor hacia Sakura era puro y sincero, entonces porque una parte de ella le decía que no era cierto.

— Yo, yo realmente lo siento Naruto-kun— expreso de repente la Hyuga— sé que tú me amas demasiado, tanto que a pesar de todos estos años no has andado con nadie— el rubio levanto una ceja incrédulo, como es que la joven sabía eso— lamento hacerte daño y darte falsas esperanzas en el pasado, realmente nunca creí que mis sentimientos fueran finalmente correspondidos, me cegué de felicidad que olvide la tuya— gruesas lágrimas empezaron a deslizarse a través de sus rosadas mejillas— pero por favor no me odies, si no me quieres perdonar estas en todo tu derecho, no te voy a obligar a nada— su llanto empezó a hacerse más intenso— te quiero tanto Naruto y quiero que seas feliz, así que ya no estés triste.

Sakura miraba todo a la distancia, esa era la oportunidad que buscaba la peli-azul para disculparse con el rubio, hubiese querido escuchar de qué hablaban, pero se encontraba del otro lado de la puerta, solo veía la espalda de ambos, una pequeña ola de celos se apodero de ella, ambos se veían demasiado bien estando juntos, si realmente se hubieran casado hubieran sido una pareja envidiable. Estaba literalmente jalándose los cabellos, cuando volteo nuevamente a mirar a través de la puerta y lo que vio le dejo helada, su querida y amada esposa se había abalanzado al rubio y le había depositado un beso en los labios, dejando a este pasmado y empujándola suavemente rechazando el contacto. Le tranquilizo saber que el blondo no haría nada, pero ver nuevamente como Hinata le volvía a besar y ahora este le correspondía fue lo que la saco de sus casillas.

No recordaba aquel dulce y reconfortante sabor de su boca, las dulces sensaciones que le generaban aquellos suaves movimientos y aquel perfume natural que le volvía loca. No supo que fue lo que le orillo a hacer eso, aun sabiendo que sus acciones le podrían dar falsas esperanzas al joven Namikaze, pero no pudo evitar reprimirse por más tiempo y aunque su razonamiento le dijera que estaba mal besando a su expareja, su ser más interno era lo que más anhelaba. Envolvió con sus brazos el cuello del varón para evitar que se alejara de ella, empezó a delinear con su lengua los labios ajenos para profundizar más el beso, el rubio poco a poco estaba cediendo, cuando sintió como era halada bruscamente.

— ¿Pero qué diablos crees que estás haciendo?— le gritó Sakura una vez que la volteo para que se vieran a la cara, la joven Hyuga no sabía que decir, solo abría y cerraba la boca nerviosamente— ¿no me habías dicho que no sentías nada por él?

El rubio mientras tanto ignoraba la discusión que había entre la pareja, paso sus dedos sobre sus húmedos labios recordando el tacto de hace apenas unos momentos, quedando un poco desconcertado, no sintió lo que llegó a sentir en antaño. Cuantas veces no había deseado por probar nuevamente los labios de la que fue su prometida, sentir que ella le necesitaba y deseaba, fue por ello que le espero por un largo tiempo, pero al parecer ese tiempo había concluido, desde aquel día en el restaurant en el que había decidido darle un final a aquellos sentimientos, que ya más que amor se habían vuelto obsesión. Todavía se sentía confundido, su pecho llegó a dolerle un poco y unas cuantas gotas salinas se acumularon en sus ojos, aunque no se sentía triste ni decepcionado ni nada, solo no lo podía identificar. Con su brazo limpio aquellas gotas y entró a la casa, se dirigió a la cocina, no por tener un remolino de emociones pululando en su mente iba a dejar de comer y mucho menos si se trataba de su preciado ramen.

Termino de comer, dejando solamente un bote de fideos intacto de los tres que había, limpio el poco desorden y se dirigió a la sala para hacer lo que siempre hacia cuando iba a hacer su visita mensual, checar los recibos de cuentas a pagar. Concluyo esa tarea, miró su reloj, llegaría con un ligero retraso a la casa de sus padres, soltó un suspiro largo y pesado, las mujeres todavía no bajaban. Subió nuevamente, miro todas las habitaciones por si acaso se habían reconciliado y habían hecho uso de uno de los cuartos, pero nada. Así que salió nuevamente a la terraza, viendo como la chica de cabello corto y rosado estaba sentada y llorando, mientras que la morena estaba de cuclillas delante de ella dándole disculpas. Ese tipo de escenas no le generaban emoción alguna, se acercó un poco más al lugar en donde estaban ambas mujeres y por última vez miro detalladamente la escena, sin querer una casi imperceptible sonrisa se dibujaron en sus labios.

— Hinata, me tengo que ir, ya sabes cómo cerrar— habló captando la atención de la nombrada y que la otra joven se quedara inmóvil— adiós.

Se dio la vuelta dejado a ambas señoritas que siguieran resolviendo sus asuntos, él ya no era participe de aquel problema y honestamente no le interesaba ver como se resolvía aquello. Una vez estando afuera se giró un poco para ver la casa, esa vivienda le seguía gustando y ya sabía quién era la persona adecuada para que habitara en ella teniendo la seguridad de que la cuidaría como él lo hizo por esos largos seis años.

*********

— ¿Dónde has estado metido Namikaze Naruto?— expreso algo eufórica una dama de larga cabellera color rojo, que por su estado de ánimo actual pareciera que esos cabellos cobraban vida propia— ¿Qué no vez la hora que es?

—Lo siento madre, tuve asuntos de los cuales ocuparme y no estaban dentro de mis planes— contestó serio y con la mirada viendo el piso, seguía sin comprender su malestar— ¿puedo irme a mi habitación?

— No cariño, tenemos unas inesperadas pero gratas visitas, si quieres ve a tomar un cambio de ropa, nosotros te esperamos— sonrió la señora Namikaze, mirando preocupada a su hijo, el semblante que demostraba era similar al día en que ocurrió el incidente de su boda, su instinto le decía que no  debería dejarlo solo ahora que había vuelto con ellos, pero por el momento se mostraría indiferente para no arruinar la cena y alterar a su retoño que al parecer no se había dado cuenta de lo que el mismo sentía.

El rubio llegó a su habitación y se lanzó sobre el colchón, sus ojos empezaron a escocer y el dolor de su pecho empezó a intensificarse, no entendía que pasaba con él, meneó su cabeza tratando de disipar su confusión y darle alguna explicación a sus emociones. Se miró en el espejo, su cara se veía decaída y parecía que el tiempo lo había consumido rápidamente, se dirigió al baño para cambiar esa expresión, se echó un poco de agua y peino sus cabellos, trato de componer una sonrisa y bajó al gran comedor.

— Hola, buenas noches— saludo cordialmente a todos los presentes dando una leve reverencia antes de tomar asiento a un lado de su madre— lamento la demora familia Uchiha.

— Basta de tantos formalismos Naruto-kun— soltó una leve y armoniosa risilla la matriarca de aquella familia de azabaches, la señora Uchiha Mikoto— sabes que te consideramos parte de nuestra familia.

— Es cierto muchacho, eres casi un hijo para mí y un hermano para mis hijos— siguió el líder de aquella familia— además los que deberían estar avergonzados de todavía no llegar son los irresponsables e impuntuales de mis hijos— resoplo Uchiha Fugaku.

— Entonces hay que esperar que lleguen, una cena sin toda la familia completa no se disfruta de la misma manera— dijo Kushina sonriendo alegremente— sirve que por lo tanto nos ponemos al corriente  de lo ocurrido estos últimos días.

La señora Uchiha asintió ante lo dicho por su amiga, ambas se levantaron de sus lugares y se dirigieron a la sala para platicar más amenamente, el señor Fugaku se acercó al señor Minato sentándose en una de las sillas del costado y empezaron a charlar de todo y nada a la vez, mientras que Naruto no se había movido de su lugar y estaba sumergido en sus más profundos pensamientos, tratando de darle una explicación a su malestar, no supo cuánto tiempo había transcurrido hasta que sintió como alguien lo abrazaba por detrás. Giró su cabeza para poder ver bien quien era, notando que era su prima quien le estaba abrazando por la espalda, tomo ambas brazos y los separo de su persona delicadamente.

— Karin, ¿cuántas veces te he dicho que no me gustan los abrazos?— giró un poco la silla para verla mejor, esta solamente le regalo una triste sonrisa, misma que notó pero no quiso decir nada, su prima ya conocía su carácter.

— No tienes que ser así de cortante, dobe— expresó Sasuke con el ceño levemente fruncido— Karin solamente trataba de levantarte los ánimos.

 El rubio inmediatamente reflejo la duda en su rostro, ¿él desanimado?, sí no se sentía de aquel modo, su azabache amigo se dio cuenta de la expresión contrariada de su amigo, le gustaría acercársele y preguntarle el porqué de su reacción y de su estado de ánimo, pero si el Namikaze todavía no se había dado cuenta de su malestar era porque nadie se lo había dado a relucir.

— Je, je, lamento mi actitud, pero Karin ya sabe cómo soy y no sería la primera vez que le trato así— dijo el rubio rascándose una mejilla nerviosamente ya que el moreno le había fulminado con la mirada y a su esposa le había mirado pidiéndole explicaciones— no te alteres, nunca le he faltado al respeto, lo juro— la pelirroja solamente asintió de acuerdo.

Levantándose de su silla y por voluntad propia abrazo a su prima estrujándola entre sus brazos, la joven Karin se había sonrosado por aquel gesto, su primo nunca le había mostrado algún tipo de afecto. Sasuke miraba satisfecho la conclusión de su charla. El trío de jóvenes adultos empezaron a platicar de algunos de sus recuerdos de la niñez,  estando ahí parados sin molestarse en tomar asiento, Minato miraba atentamente a su hijo, él también se había dado cuenta del estado emocional con el que había llegado el menor, pero verlo platicando y riendo le generaba una cierta paz y tranquilidad que no había sentido desde aquel entonces.

Las mujeres ingresaron nuevamente al comedor igual de animadas a como habían salido, ordenaron a los ahí presentes que tomaran asiento adecuadamente ya que la cena estaba por comenzar, todos miraban extrañados la actitud de ambas damas.

— ¿No vamos a esperar a mi hermano, mamá?— preguntó Sasuke, confundido por la animosidad de su progenitora.

— Sí cariño, no tarda en llegar— una traviesa sonrisa dibujaron sus labios— pero sabes que a Itachi nunca le ha gustado llegar tarde a sus compromisos y mucho menos sí son familiares, así que tanto Kushina como yo planeamos servir toda la cena y fingir que estamos comiendo cuando él llegue, ese será su castigo por hacernos esperar— la pelirroja movía su cabeza de arriba abajo estando completamente de acuerdo con el plan de su amiga, los esposos de ambas solo se cruzaron de brazos y movían la cabeza reprobatoriamente, sus mujeres parecían y actuaban como unas niñas cunado estaban juntas.

— Usted lo ha dicho señora Uchiha— empezó a hablar la pelirroja menor— a mi cuñado no le gusta llegar tarde a sus compromisos familiares, será que no le dijeron la hora exacta, ¿cierto?

Sasuke asintió de acuerdo a lo que había dicho su esposa, su hermano era una persona exageradamente puntual y ese “ligero” retraso en el que estaba no era muy común en él si todavía no se comunicaba, aunque no le debería de extrañar las bromas que hacía su madre al respecto, ya que al perecer él también había llegado tarde. Así que para sacarse de la duda se dirigió hacia su blondo amigo — Naruto, ¿a qué hora era la cena?

— A las siete dattebayo, pero no te apures yo también llegué tarde— le sonrió mostrándole todos sus dientes, cambiando después a una mueca de dolor, su madre por debajo de la mesa le había pellizcado la pierna.

— A nosotros nos había dicho que era a las ocho, cariño— expreso Karin inocentemente mirando a su esposo, que a su vez miraba a su madre, misma que tenía una divertida expresión en su rostro.

— Bien, bien eso no tiene importancia, mejor vamos a empezar con nuestro plan— dijo la mujer de larga cabellera negra, sin borrar la sonrisa que decoraba su rostro mientras la cena era servida.

Todos estaban esperando a que la mesa terminara de ser servida, cuando el grito emocionado al parecer de una niña retumbo por casi toda la mansión al ser abiertas las puertas del comedor, una chiquilla de aparentemente cinco años de larga cabellera lacia color castaño oscuro  y de expresivos ojos color negro, ingreso corriendo y se lanzó directamente al regazo de la señora Uchiha llamando la atención de todos.

— ¡Abuelita!— dijo la pequeña tratando de rodear a Mikoto con sus pequeños brazos, para después separarse y saludar a todos con una leve reverencia y por consiguiente volver a ocultarse en el regazo de la señora. Naruto miraba extrañado a la pequeña, ya que nunca la había visto.

— Oe, Sasuke ¿por qué no me habías dicho que tenías una hija?— le dijo el blondo en un ligero murmullo tratando de sonar indiferente.

— Serás dobe, Lina es mi sobrina— le dio un pequeño zape— aunque siempre es así, siempre se va directamente a los brazos de mi madre porque cada vez que la ve le obsequia dulces.

— Entonces si no es tu hija, eso quiere decir que es de… — no pudo continuar, le costaba creer que el hermano mayor de su mejor amigo tuviera descendencia si nunca se supo de una posible pareja, Sasuke solo asentía ligeramente siendo secundado por Karin.

— Buenas noches familia— saludo Itachi mirando a todos los presentes y dirigiendo su atención hacia donde estaba su madre con su hija— madre, no le des dulces hasta que concluya la cena y Lina ¿ya saludaste a todos?

— Si, papá— se separó del regazo de su abuela y corrió directamente a abrazarse a las largas piernas de su padre, metiendo en el saco negro de este los dulces que le había obsequiado Mikoto.

— Eso no es verdad Lina, no has venido a saludar a tus tíos favoritos— dijo Karin en tono meloso y acusador, la niña solo hizo una ligera mueca con sus labios y fue a saludar a ambos, siendo cargada por Sasuke que le regalo un beso en la mejilla, Naruto veía aquella escena demasiado tierna y a la vez alejada de su realidad.

Itachi tomó asiento a un lado de su padre observando que la mesa ya estaba servida, miró reprobatoriamente a su progenitora que solo le dedico una resplandeciente y traviesa sonrisa, volviendo mejor a fijar la vista en su pequeña que estaba saludando a cada uno de los integrantes de la mesa.

— Hola, mi nombre es Lina, Uchiha Lina— saludo la niña a un muy pensativo rubio que no se había dado cuenta de su presencia hasta que ella le hablo.

— Oh, mucho gusto Namikaze Naruto— dijo rápidamente sin detenerse a verla completamente y haciendo una leve reverencia, lo que no se espero es que la niña le abrazara y tratara de rodearle con sus bracitos, el solo se limitó a palmearle suavemente la espalda sin entender la reacción de la infante. Esta solo se separó del rubio en cuanto su padre le llamo para que empezara a cenar.

Todos empezaron la cena en completo silencio, de vez en cuando surgía una que otra platica dándola por terminada prontamente para seguir degustando sus alimentos. Cuando llegaron a la hora del postre fue cuando todos ya más tranquilos empezaron a sacar más temas de conversación. El ambiente dentro de la residencia Namikaze era agradable y demasiado reconfortante, ya había transcurrido bastante tiempo desde que ambas familias no convivían solo como los amigos que eran.

Carraspeando ligeramente la garganta y llamando así la atención de todos, Sasuke se levantó de su asiento y respiro profundo antes de hablar— familia, aprovechando que estamos todos aquí reunidos me gustaría comunicarles una importante noticia— todos esperaban ansiosos lo que pudiera decir el peli-negro, por excepción de la pelirroja que se había encogido un poco en su lugar y tomado la mano de su esposo— después de cumplir ya tres años de casados, Karin y yo estamos esperando a nuestro primer hijo.

Los señores Uchiha y la pareja Namikaze no tardaron en expresar su emoción y dar las precisas felicitaciones ante tan magnífica noticia, por otro lado Naruto no pudo evitar sentir que no cuadraba dentro de aquel cálido entorno familiar, si no hubiese encontrado hoy a su ex prometida y no hubiese ocurrido lo ocurrido, probablemente estaría disfrutando con ellos. Se levantó para darle un fuerte abrazo a su prima y una felicitación a su amigo para después salirse de aquella habitación dirigiéndose directamente al jardín.

— Hola— escucho que le hablaron una vez que tomo asiento en unas de las bancas del amplio jardín, volteo a su derecha viendo que la más pequeña de la familia Uchiha estaba sentada a su lado, regresándole el mismo saludo volvió a cerrase en sus pensamientos— no estés triste— expreso la infante abrazando el brazo del mayor, este solo se limitó a sonreírle y dejar que la niña recargara su cabecita en su hombro.

— Parece ser que le agradas— dijo flemático el azabache mientras se acercaba a su hija— es muy raro que se encariñe con alguien que apenas acaba de conocer— le acaricio los cabellos y se sentó a un lado de ella— Lina, mi madre te anda buscando, ¿por qué no vas con ella?

— Si papá— la niña se separó del rubio y de un salto bajó de su asiento, yéndose corriendo nuevamente hacia la entrada de la mansión.

— Es muy linda y dulce— habló el blondo para eliminar el silencio que se había formado entre ambos— ¿Cuántos años tiene?

— Cinco— fue todo lo que dijo, quedándose en silencio por un considerable lapso de tiempo antes de volver a hablar— ¿me puedes decir que es lo que sucedió?

— ¿A qué te refieres?— preguntó sin entender a qué se refería— mi día ha sido de lo más normal— mostró una sonrisa forzada.

— Esa sonrisa me dice lo contrario— acortó la pequeña distancia que había entre ellos—  algo sucedió en la tarde, ¿cierto?

Odiaba cuando Itachi era capaz de leer a las personas tan fácilmente, aunque no lo culpaba del todo, siempre le habían dicho que él era como un libro abierto y que por lo tanto era demasiado fácil saber que era lo que le incomodaba o alegraba. Soltó un corto suspiro, volteo a verlo por unos instantes y regresó su mirada al piso.

— Hoy la volví a ver, en mi casa— habló bajo y casi en un susurro— iba acompañada de su esposa, ambas fueron a hablar conmigo, a pedirme disculpas— sonrió un poco y ahogo una pequeña risa, le causaba gracia la intención de ambas mujeres— no quería aceptarlas, casi corriéndolas de mi casa hasta que desistí, invitándolas a pasar. Ella desapareció, Sakura no sabía dónde estaba, la fui a buscar, la encontré, platicamos un rato y luego me beso— inconscientemente llevó su mano hacia su boca, acariciando con la yema de sus dedos los labios— la rechacé al principio pero volvió a insistir hasta que cedí.

Cerró los ojos y aspiro el aire suficiente dentro de sus pulmones, sacándolo pausadamente para empezar a relajarse, sus ojos empezaron a llenarse de agua, tratando que ninguna de aquellas lágrimas se deslizara por sus mejillas, Itachi observaba atentamente cada uno de los gestos del Namikaze, estiro su brazo y lo rodeo con el mismo sorprendiendo a su compañero  obligándolo a que recargara la cabeza sobre su hombro— ¿Qué sucedió después?— dijo algo molesto, no podía sentir simpatía por aquella mujer que se atrevía a confundir el destrozado corazón de Naruto.

— Empezaron a discutir, se quedaron solas en la casa, que hagan lo que les venga en gana, después de todo aquella casa también es de Hinata— se alejó del hombro del otro hombre, le incomodaba aquel contacto aunque no le había desagradado en absoluto— solamente que emocionalmente me encuentro demasiado confundido, pensé que volver a sentir sus labios sobre los míos iba asentir lo que anteriormente había sentido pero no, al contrario me dolió— volvió a recargar sus codos sobre sus pierna y sostuvo su cabeza con la palma de sus manos— ¿por qué tuvo que hacer eso?

Y se derrumbó, gruesas lágrimas empezaron a salir de su ojos ¿hace cuánto tiempo que no lloraba por ella? No lo recordaba, ya habían pasado algunos años desde que dejo de hacerlo. Trataba de mantener una compostura más serena pero le fue imposible, pequeños hipidos empezaron a brotar de su garganta, apenado se cubrió con ambos brazos la cabeza tratando de ocultarse entre sus piernas, no había permitido que nadie le viera en ese estado.

Itachi por otro lado no daba crédito a lo que estaba viendo, el muchacho siempre alegre, el que siempre tenía una sonrisa tan brillante para todos, o el joven maduro que mostraba a través de una mirada tranquila la seguridad y la confianza que sus colegas siempre necesitan, ahora mostraba una parte de sí mismo que no cuadraba para nada con su animada personalidad. Sin mediar demasiado se acercó a aquel tembloroso cuerpo y lo aprisiono entre sus brazos, logrando que este se quedara inmóvil por tan inesperado contacto. Quedaron así por un gran lapso de tiempo, en donde el rubio Namikaze se permitió llorar hasta sentir que ya era suficiente, moviéndose suavemente de un lado a otro fue solo así que el Uchiha se separó de él y miraba en silencio lo que fuera hacer o decir el blondo.

— Creo que ya no la amo— levanto su mirada para dirigirse correctamente al peli-negro— pero aun la sigo queriendo, irónico ¿verdad?

Itachi tragó duro ante lo que veía y escuchaba.

 

Notas finales:

Si han llegado hasta aquí, muchas gracias. 

A partir del siguiente capítulo va a haber más acercamientos con la pareja principal,  no desesperen. 

Cualquier duda o sugerencia es bienvenida ;)

Había escrito un "choro"  acerca de un review mal intencionado que dejaron, pero  "x" se me hace aburrido volver a escribirlo.  Lo único que pido es de la manera mas seria y menos ofensiva posible, es que si no les gusta como,  el porque y lo que escribo, simplemente no lo lean y ya,  pero si quieren dejar su punto de vista, como ya anteriormente he mencionado,  que sean críticas constructivas para que me ayuden a mejorar,  no soy cerrada ni nada por el estilo, al contrario estoy abierta a toda posibilidad. 

Dije que no me quería extender, así que nos vemos en lapróxima actualización. 

De nuevo muchas gracias a todos los que siguen esta loca historia. 

Nos vemos :)

Les quiero :3


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