Faltaban cinco minutos para que sean las ocho de la noche y un peliplateado muy bien vestido con su jean color negro al igual que su camisa y zapatos, estaba sentado en la mesa de un lujoso restaurante que había reservado horas antes.
Mientras degustaba un poco de vino, esperaba pacientemente a Jiyong quien seguramente estaría enojado ya que Seung decidió salir de su departamento sin esperar al menor.
No pudo evitar sonreír de lado al imaginarle al castaño furioso. Siempre le gustó esa faceta en él ya que lo hacía ver adorable ante sus ojos.
Pero por si Jiyong le llegara a hacer un escándalo delante de toda la gente del restaurante, él tenía una manera de justificarse.
De pronto, una deliciosa fragancia inundó sus fosas nasales. Tan dulce y tentador que no pudo evitar mirar hacia la puerta de entrada logrando ver a su Yongie.
Pero se sorprendió al verlo ingresar debido a que Ji no era castaño, si no pelirrojo…
Mientras el menor le preguntaba de manera amable pero con una sonrisa seductora al hombre de la entrada sobre la reservación que Seung había hecho, el peliplateado no le quitaba la mirada de encima.
Jiyong vestía un pantalón de cuero negro ajustado a su cuerpo logrando que sus delgadas y delicadas piernas se marquen a la perfección, zapatos del mismo color y una holgada pero levemente transparente camisa color rojo como su cabello.
-Maldición- susurró bajo Seung Hyun mordiéndose su labio inferior debido a que comenzaba a sentirse caliente.
Un sonriente pelirrojo se dirigió hacia donde Seung estaba caminando de una manera tan sensual que lograba acaparar las miradas de casi todos los comensales.
-Buenas noches, Seung. Luces tan jodidamente sexy, como siempre- se sienta frente al peliplateado.
-Buenas noches, Ji. Gracias y tú te vez demasiado sexual que atraes a todos con sólo mover un dedo- su voz sonaba más ronca de lo normal y le extendió una rosa roja que irónicamente combinaba con su atuendo.
-Lo sé, gracias. Y gracias por la bella rosa, Hyunnie- ronronea mirando de manera hambrienta al mayor mientras tomaba la flor, acariciándola con delicadeza.
-¿Tú cabello no era castaño? ¿No tendrás problema en tu trabajo?- no pudo evitar preguntar.
-Es peluca. La uso siempre que debo ir a trabajar. Sabes que amo vestir y lucir distinto a los demás- sonríe de lado dejando la rosa a un lado para no estropearla.
-Sí, lo sé perfectamente- no pudo evitar mirar qué tan abierta estaba la camisa de Jiyong y al notar que el pelirrojo se mordía los labios, bebió un sorbo largo de su copa de vino.
-Vaya que estás sediento. ¿Te caliento, Seung?-
El peliplateado no pudo evitar sorprenderse al notar que Jiyong deslizó su pie entre sus piernas, ascendiendo hacia la zona de su entrepierna para jugar suavemente sobre su semiduro miembro.
-Compórtate Ji. Estamos en un restaurante- susurra ronco quitando el pie de su entrepierna.
-Es que muero de hambre, Seung- hace un puchero.
-Ahora vendrá el mesero y pediremos comida-
-Pero tengo hambre de otra cosa mmh- jadea al acomodarse su camisa y acariciar sus sensibles pezones.
Seung lo miró y pudo notar sobre la camisa del pelirrojo, sus pezones perforados. Suspiró profundo para intentar calmarse.
-Hyunnie- ronronea nuevamente mientras retomaba sus caricias con su pie.
-Detente porque juro que te castigaré cuando salgamos de aquí- intentaba hablar lo más calmado posible para no llamar la atención de las demás personas que cenaban tranquilamente.
-Deseo tanto ser castigado por ti. Además ansío que me perfores donde siempre deseé- sonríe travieso.
Seung iba a decir algo pero el mesero apareció con la carta para que puedan ordenar qué comer.
Intentando tranquilizarse, el peliplateado leía los platos de comida mientras que Jiyong pidió un plato de pastas con salsa blanca.
Pero su forma de hablar y expresarse tan provocador hacia un sonrojado mesero, logró que el mayor frunciera el ceño y rápidamente pidiera lo mismo del pelirrojo con una nueva botella de vino.
Al notar la mirada fría de Seung, el mesero tomó las órdenes y se retiró rápidamente.
-Ve preparando tu trasero porque no caminarás por días, bebé- lo mira completamente serio a un sonriente Jiyong.
**
-Aaah Seung mmmh- jadeaba el pelirrojo al sentir su cuerpo chocar contra la fría pared de la habitación de un lujoso hotel que el mayor se encargó de pagar.
-Espera, Jiyong. Cálmate- lo sostiene de sus hombros debido a que el menor había bebido demasiado y estaba ebrio provocándolo desde que salieron del restaurante.
-Pero te deseo, Hyunnie- intentó besar al peliplateado pero lo detuvo.
-Te has portado muy mal hace un momento mientras cenábamos- lo mira serio.
-Lo siento… es que recordé que cuando éramos jóvenes, eras celoso y muy posesivo. Eso me excitaba y me excita demasiado- sonríe de lado.
-Pero a mí me enoja. No sé si te perforaré esta noche-
-¿Eh? ¡No!, hazlo. Por favor, Seung-
Seung Hyun lo examina con la mirada y una sonrisa lasciva se formó en su rostro logrando sonrojar al menor.
-Está bien, lo haré-
Jiyong sonrió e iba a abrazarlo pero el peliplateado lo detuvo.
-Pero a cambio, dejarás que haga todo lo que deseo a tu apetecible trasero-
El pelirrojo mordió su labio inferior al imaginar un sinfín de perversidades y asintió.
-Ahora ve a la cama, desnúdate y abre bien tus piernas para que pueda perforarte- susurra ronco sobre su oído provocando una excitante sensación en Jiyong quien obedientemente caminó hacia un lado de la cama comenzando a quitarse su ajustado pantalón.
Una vez quitado el pantalón junto a su ropa interior, se sentó en el medio de la amplia cama bajo la atenta y penetrante mirada de Seung Hyun quien al verlo, caminó hacia él con el catéter, algodón, alcohol y un arete pequeño.
-Aún te falta la camisa, Ji- deja sus herramientas a un lado mientras se colocaba unos guantes descartables oscuros sonriendo de lado.
-¿Para qué?, sólo me perforarás aquí- acaricia sobre sus testículos elevando un poco su pelvis.
Al ver lo provocativo que estaba el pelirrojo, acercó su mano acariciando su pecho por encima de la rojiza tela. Jiyong mordió su labio inferior al sentir sus pezones siendo acariciados logrando que una risa traviesa se escaba en los labios de Seung Hyun quien rápidamente desabotonó los pocos botones en la camisa del menor y una vez terminado, besó y lamió una de sus marcadas clavículas.
-Ahora sí, comencemos- susurra sobre los labios entreabiertos de Jiyong y endereza su cuerpo para sentarse a su lado.
Ji lo observada atento y sin poder evitarlo, acarició su ahora erecto miembro.
-Seung mmh- no pudo evitar reprimir un gemido ya que el peliplateado limpió el área a perforar.
-Tranquilo bebé, relájate- acaricia con suavidad la parte de piel donde colocaría el catéter.
-Pero mmh aah- gime nuevamente elevando su pelvis y tomar la mano de Seung.
-¿Qué sucede?- lo mira serio.
-Colócate entre mis piernas- susurra.
Al principio Seung no entendió hasta que sintió la mano del menor jalar la suya para que caiga sobre él y automáticamente Jiyong movió su cadera para que la pelvis del peliplateado quedara debajo de él.
Desesperado, el pelirrojo logró liberar el pene de Seung de su oscuro jean y masturbándolo rápidamente hasta sentirlo completamente erecto, lo llevó hacia su entrada.
-Fóllame, Hyunnie- lo mira con deseo.
-No creo poder trabajar bien de esta manera, Ji-
-Claro que puedes, mira- sin sentir el miembro de Seung dentro, tomó su pene tapándolo con su mano para que el peliplateado observara parte de la extensión y sus testículos.
El mayor al ver la excitante expresión en Jiyong, jadeó.
-Entra en mí y coloca el arete allí-
-No me des órdenes. El experto aquí soy yo, Jiyong- lo mira serio sin mover ni un solo dedo.
Ji lo observaba, sabía que Seung no estaba enojado. Su penetrante mirada transmitía lujuria pura, por lo que jadeó e iba a decir algo pero el peliplateado masajeó sus testículos.
-Eres tan sensitivo, Yongie- sonríe de lado.
-Seung mmh aah- gime cuando Seung Hyun colocó rápidamente el catéter pero a la vez, sintió su gran pene entrar en él.
El mayor comenzó a pensar que el penetrar a Jiyong mientras perforaba aquella zona era demasiado difícil ya que el interior del pelirrojo se sentía tan caliente que lo motivaba a moverse pero primero debía terminar de colocarle el arete, de lo contrario, podría lastimarlo.
-Aguanta unos segundos más, Ji. No intentes moverte porque haré mal mi trabajo mmh- jadeó ronco debido a que el menor apretó su ano al propósito.
-A-Apúrate Seung aah mmh- muerde su labio inferior mientras se aferraba a la almohada con fuerza.
Seung maldijo mentalmente ante la provocación del pelirrojo y quitó la aguja dentro del catéter. Sus manos por primera vez temblaban, debía calmarse. Suspiró y colocó con cuidado el arete para luego quitar el catéter.
Su cuerpo sudaba y tuvo un poco de complejidad para terminar de ajustar el piercing pero una vez que pudo terminar con su trabajo, observó a Jiyong quien estaba con sus ojos cerrados jadeando.
Rápidamente limpió con cuidado aquella sensible zona y pudo notar que el pelirrojo gimió, abriendo sus ojos llorosos.
-¿Te arde?, es por el alcohol etílico. Ya pasará-
Jiyong negó y sin poder aguantar por más tiempo, comenzó a mover su pelvis.
-¡Fóllame ya, Seung! Aaah aah mmh- deshizo el agarre a la almohada para arrojar al suelo todo lo que el peliplateado había utilizado.
El mayor sonrió de lado y sin moverse aún, se quitó lentamente sus guantes descartables logrando que Jiyong frunciera el ceño.
-Es una pequeña venganza por lo mal que te has portado en el restaurante. Prepárate que no te dejaré descansar ni un minuto, Jiyong- acerca su rostro a los labios del pelirrojo quien creyó que lo besaría, pero negó y mordió sin cuidado el cuello de un excitado menor.
-Aaah mmh estoy p-preparado mmh AAAH- gimió más alto al sentir las grandes manos de Seung sujetarlo de su cintura con fuerza para embestirlo rudo, tocando constantemente su punto G.
Jiyong gritaba de placer, se sentía tan excitado que comenzaba a ver nublado. Su hombre lo hacía tan bien, tan único que lo volvía loco.
Miró al peliplateado y pudo notar que aún faltaba algo que hacer, por lo que deslizó sus manos hacia su oscura camisa y hábilmente se la quitó en cuestiones de segundos. Lamiéndose sus labios, acarició los duros pectorales de Seung Hyun.
El peliplateado al sentir esas calientes caricias, elevó el cuerpo de Jiyong para sentarlo sobre su regazo y abrazarlo posesivamente.
-Eres mío- gruñe en un jadeo y muerde la zona de su clavícula.
-Aaah sí, soy tuyo mmh S-Seung- gimió sobre el oído del mayor lamiendo alrededor de su oreja mientras comenzaba a subir y bajar su pelvis de manera contraria a las embestidas de Seung Hyun.
-Estas marcas son de mi propiedad- toca los perforados pezones de Jiyong.
-Aaaah mmmh mmmh-
-Esta es fundamental porque es en una zona íntima que solo yo podré tocar- acarició con su pulgar el nuevo piercing del pelirrojo.
-MMMH S-SEUNG AAAAAH- al sentir una mezcla de dolor con placer se corrió ensuciando el abdomen del peliplateado.
-Y por último, te haré sentir que eres mío porque te llenaré de mi esencia, bebé mmh- jadeó ronco y embistió con dificultad el interior de Jiyong debido a que el pelirrojo contraída su interior.
Con desesperación y salvajismo, Seung capturó con fuerza los glúteos de un extasiado pelirrojo para embestirlo con rudeza hasta que finalmente liberó todo su semen dentro.
Ambos cayeron sobre el gran colchón. Jiyong jadeando para recuperar el aliento mientras que el peliplateado cayó sobre él pero sin poner todo su peso en el menor.
Pero Seung Hyun quería más, por lo que comenzó una nueva ronda de besos y lamidas por todo el pecho de Jiyong quien comenzaba a sentir su cuerpo nuevamente caliente.
-Mmh Hyunnie espera- deslizó su mano sobre los platinados cabellos del mayor para que se detenga.
-Te dije que no iba a detenerme, Ji- susurra sobre su oído mientras acariciaba cada parte del cuerpo del pelirrojo que tenía a su alcance.
-Lo sé, sólo que quería preguntarte algo-
-Dime- detuvo sus caricias para elevar su rostro y mirarlo curioso.
-Deseo perforarte, ¿me dejarías?-
-¿Por qué debería?- entrecierra sus ojos.
-Porque sería una manera de demostrarnos nuestro amor. Tengo tres marcas tuyas y yo deseo marcarte como mío con una perforación ya que tú no tienes ninguna-
-Pero tú tienes en tres zonas distintas que yo no he hecho. Fueron otros- frunce el ceño.
-Tengo pensado quitarlos, no quiero esas marcas de otros que no me importaron jamás- suspira.
-¿Estás seguro?, tardarán mucho tiempo en cerrarse esos lugares perforados-
-Sí. Sólo quiero tener piercings hechos por ti. Mientras esas marcas se cierren, podrás hacerme más perforaciones, Hyunnie- sonríe acariciando suavemente los cabellos de un pensativo mayor.
Seung finalmente sonríe de lado y Jiyong lo besó.
-Te amo- dijeron al unísono y sonrieron cómplices.
-¿Me dejarás?- vuelve a preguntar el pelirrojo.
-¿Qué cosa?- finge no entender.
-¡Perforarte!, no te hagas el idiota. Quiero que tengas una perforación hecha por mí para que sepas que eres de mi propiedad- hace un puchero logrando que Seung riera.
-Déjame pensarlo-
-¡Eres un tramposo!, no pued…-
No terminó de hablar debido a que el peliplateado lo calló con un hambriento beso.
-Mmmh Seung, por favor- lame su labio inferior.
-No puedo pensar con claridad estando dentro de ti. Primero tengamos sexo hasta que nuestros cuerpos no puedan más y luego te daré mi respuesta- sonríe de lado y al notar que Jiyong iba a quejarse de nuevo, retomó sus caricias logrando que su pelirrojo comenzara a gemir del placer…
**
Luego de recuperar tiempo perdido y tener sexo cinco veces la primera noche que pasaron juntos, han pasado tres meses desde que Jiyong y Seung Hyun son novios oficialmente.
Todo iba de maravilla, ambos se demostraban que se amaban con pequeñas muestras de amor y a la vez, el sexo era algo que debía realizarse diariamente. Por lo menos tres veces por noche ya que la combinación de un rudo Seung y un insaciable Jiyong era insuficiente si sólo tenían sexo una sola vez pese a que el menor tenía sus días en donde ser abogado le consumía largas horas de trabajo.
Aunque en estos momentos había un problema o más bien dos. La primera era que el pelirrojo cada vez que le preguntaba al mayor si lo podía perforar, Seung cambiaba el tema o tenían sexo tan agotador que lograba olvidar de volver a insistirle.
Y el segundo problema era que el peliplateado hacía ya un mes que desapareció de un momento a otro.
-¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS? ¡CONTESTA MIS LLAMADAS, IDIOTA!- grita Jiyong completamente enojado, dejándole ya su vigésimo quinto mensaje de voz del día.
El pelirrojo comenzaba a desesperarse. No sabía nada de su novio. Ni siquiera le dejó una nota. Tampoco fue a trabajar a su local.
Llamó a uno de sus contactos que lograba hallar cualquier cosa que le pidieran pero no tuvo éxito por primera vez en su profesional trabajo.
Después de que aceptaran ser novios, prácticamente Jiyong vivía en el departamento de Seung Hyun. Sólo iba al suyo para trabajar ya que necesitaba espacio para su área de trabajo debido a la cantidad de documentos y libros que poseía.
Y ahora estaba solo, sin saber nada de su novio. No podía dejar de pensar si algo malo le sucedió o tal vez…
-¿Huyó porque le dije que quería perforarlo?- niega ya que no creería que Seung Hyun se iría por algo tan simple.
Suspiró profundo y decidió ir a tomar una ducha para relajarse un poco.
Se desnudó y caminó hacia el baño. Una vez dentro, preparó la bañera con sales que Seung había comprado para él. Se sumergió dentro y no pudo evitar jadear ante lo reconfortable que se sentía el agua gracias a la ayuda de las sales.
Cerró sus ojos comenzando a pensar en alguna posibilidad de dónde podría estar su novio. Pero no se le ocurrían otros lugares de los que ya investigó… a menos que…
Se exaltó al escuchar una llamada entrante de su celular.
Maldijo ya que lo había dejado en el living y como pudo, salió de la bañera con cuidado de no resbalar.
Al llegar a donde su celular no dejaba de sonar, atendió pero la llamada había finalizado.
Refunfuñando, volvió a la bañera pero con su celular que lo dejó sobre un pequeño banquito que había en el baño.
Esperó a que su celular volviera a sonar pero nada. Lo único que pudo notar era que la llamada era de Seung Hyun. Suspiró enojado y cerró sus ojos para intentar relajarse nuevamente dentro de la bañera…
**
-Ji-
-¿Mmh?-
-¡Yongie!- grita fuerte logrando hacer eco por todo el baño.
-¿Eh?- abre sus ojos perdido y logra a ver al peliplateado.
-Sal de la bañera, te hará mal- preocupado intenta sacarlo pero Jiyong frunció el ceño.
-¿Dónde mierda estabas?- intentó ponerse de pie y al estar enojado se patinó pero gracias a un atento mayor que lo sostuvo de su cintura, logró evitar un fuerte golpe.
-¿Estás bien?-
-¡No me cambies de tema y responde!, maldito me dejaste solo un mes entero…- muerde su labio inferior para evitar llorar.
Seung suspiró y abrazó al menor quien rápidamente se aferró a su cuerpo escondiendo su rostro sobre su pecho.
Sonriendo tierno y con cuidado, el peliplateado logró sacar a Jiyong de la bañera. Poco le importó ser mojado, quería consolar a su novio.
Estuvieron unos largos segundos abrazados hasta que Seung tomó una toalla para secar a un serio pelirrojo quien trataba de secar unas lágrimas traicioneras de su rostro.
-Perdóname, Ji. He ido a ver a mi madre- susurra mientras comenzaba a secar cada parte del cuerpo de su novio.
-¿Viajaste hasta Hong Kong? ¿Y por qué no me dijiste?- lo mira serio.
-Te dejé una nota, ¿no lo has visto?-
-No, de lo contrario no hubiera estado tan preocupado por ti, idiota- hace un puchero.
-Tal vez se voló ya que lo dejé sobre la pequeña mesa que da a la ventana. Lo siento, Yongie- besa su frente mientras secaba los rojizos cabellos.
-Te he llamado-
-No tenía señal por donde mi madre vive-
Suspiraron al unísono.
-¿Y para qué fuiste?-
-Verás… ella sabe sobre lo nuestro y estuvo aconsejándome por una duda que vengo teniendo en mente- al terminar de secarlo, lo envolvió con la toalla mientras salían del baño.
-¿Qué duda? ¿Acaso me dejarás?- no pudo evitar preguntar con miedo.
Seung Hyun rió y tomó la mano del pelirrojo llevándolo hacia la habitación.
Jiyong iba a volver a preguntar pero el mayor lo arrojó sobre la cama mientras él se colocaba arriba de él.
-He visto una casa a buen precio y es lo suficientemente grande como para que vivamos cómodamente los dos. Quiero mudarme contigo, Yongie… ¿aceptarí…-
El pelirrojo se abrazó a él para besarlo con intensidad, necesitaba sentir su calor. Sus lenguas se encontraron dentro de la boca de Seung Hyun danzando de manera exquisita.
Por falta de aire debieron separarse y Jiyong deshizo el beso logrando que un hilo de saliva se formara entra ambas bocas y luego se escabullera sobre la comisura de sus labios.
-Acepto, amor- sonríe Jiyong logrando ver lo que tanto adoraba en el peliplateado… su preciosa sonrisa con sus adorables hoyuelos.
-Tan ansioso. Pero me alegra que aceptaras vivir conmigo, Ji- acaricia sus rojizos cabellos.
-Por supuesto que aceptaría, ¿acaso no quedó claro que soy completamente tuyo?-
Ambos sonríe y Seung deslizó sus manos por el cuerpo del menor logrando quitarle la toalla.
-¿Te los has quitado?- mira los lugares donde Jiyong tenía los piercings en su ombligo y pelvis.
-Te dije que lo haría-
-¿El de la nuca también?-
Jiyong asiente y el peliplateado lo besó de manera dulce.
-Gracias, bebé-
-Pero a cambio, necesito tres favores- sonríe pícaro.
-¿Tres?, ¿no serán muchos?- ríe el mayor.
-No y serán fáciles de hacer-
-Dime lo que tu sucia mente piensa-
Los dos sonríen de lado.
-Primero quiero que perfores donde tuve mis antiguos piercings. No se cerraron del todo, pero deseo que me marques tú-
-De acuerdo, iré por mis herramientas. Mientras tanto, dime tus otros dos favores- se levanta de la cama y se dirige hacia un mueble donde tenía todo su material de trabajo.
-Y el segundo con el tercero se complementan, así que… quiero perforarte mientras tenemos sexo rudo por este mes que me has dejado- hace un adorable puchero.
Seung Hyun ríe mientras camina nuevamente hacia el pelirrojo.
-¿Sabes perforara correctamente?-
-Si me guío por lo que me has hecho y harás en estos momentos, podré hacerlo, ¿me dejarás?- lo mira esperanzado.
-¿Dónde quieres perforarme?- se sienta a su lado mientras acaricia el ombligo de Jiyong donde se encontraba el antiguo piercing para corroborar que pueda perforarlo sin aplicar tanta presión.
-Arriba de tus clavículas mmh- jadea al sentir el algodón con alcohol limpiar su ombligo, seguido de una rápida perforación donde tenía su antiguo piercing.
-¿En ambos lados?- pregunta sonriendo de lado mientras que con rapidez perforaba ambos lados de la pelvis del pelirrojo ya que ambos agujeros estaban levemente cerrados y era más fácil de perforar.
-Mmmh sí, tus hombros son perfectos y de sólo imaginarte con un par de piercings allí, me calientan aah- gime debido a que Seung succionó uno de sus pezones y tironeó levemente con sus dientes el arete de esa zona.
-Está bien- endereza su cuerpo mientras terminaba de ajustar el piercing del ombligo en Jiyong.
-¿De verdad?-
-Sí, quiero que me marques como tuyo, Yongie-
-¡Gracias, Hyunnie! ¡Te amo!- se sienta en la cama y abraza al peliplateado.
Iba a besarlo pero Seung lo detuvo ya que una idea se le cruzó por la mente.
-Saca tu lengua- ordena.
-¿Me la perforarás?- pregunta sin comprender.
-No, sólo sácala- ríe bajo.
Con un leve sonrojo, Jiyong obedece.
Seung sonrió de lado y sacó su lengua para jugar con la del pelirrojo fuera de sus bocas y luego la capturó con sus labios, succionándolo ruidosamente y separándose lentamente.
Jiyong lamió sus propios labios y sonrió travieso. Ambos conectaron miradas y el menor atacó los labios de Seung Hyun de manera necesitada.
De un momento a otro, ambos estaban desnudos. Jiyong estaba en cuatro mientras que el peliplateado lo penetraba y a la vez, terminaba de colocarle el piercing en la nuca donde el pelirrojo anteriormente había tenido.
Una vez que terminó, lamió esa zona y le dio una ruda embestida.
-Mmh más aaah- elevó un poco su cadera logrando que Seung clavara sus uñas alrededor de su cintura para comenzar a penetrarlo sin detenerse.
-Tan caliente mmh extrañaba esto- susurra ronco sobre su nuca.
-Yo t-también aaah- desesperado, llevó su mano hacia su pene para masturbarse rápidamente.
Seung Hyun lo hacía tan bien que estaba a punto de llegar al clímax, por lo que decidió apretar el pene de su novio para que también se venga.
-Yongie- muerde detrás de su hombro mientras tironeaba de los aretes de sus pezones.
-M-Me vengo mmh aaah H-Hyunnie aaah-
Sin poder evitarlo, se corrió sobre las sábanas gimiendo sin parar y a la vez, sintió la esencia caliente de Seung llenar su interior.
El mayor iba a salir de él para darle un descanso pero se sorprendió al sentir una leve fuerza lograr sentarlo, seguido de Jiyong quien quedó sentado sobre su regazo sin que su miembro saliera de él.
Como pudo, el pelirrojo se giró para quedar frente a un asombrado Seung Hyun.
-Llegó tu turno, mi amor- ronronea y desliza una de sus manos hacia un costado del colchón donde se encontraban las herramientas de Seung.
Iba a colocarse un par de guantes pero ya no había. Frunció el ceño pero el peliplateado rió.
-Hazlo sin los guantes, no pasará nada- le dedica un beso esquimal haciéndolo sonrojar.
Jiyong asiente y hace el mismo procedimiento que Seung cuando lo perforó. Una vez limpiado el área de las clavículas, sonrió nervioso y se dispuso a colocar el catéter. Iba a hacerlo con cuidado pero el mayor lo detuvo con un corto beso en sus labios.
-Colócalo rápido y sin miedo. Lo harás bien, bebé- susurra tranquilo.
El pelirrojo asiente y sonríe de la manera más hermosa logrando sonrojar levemente a Seung,
Al mentalizarse que lo colocaría rápido, movió su pelvis lentamente para incitar al mayor quien lo observaba atentamente. Y en un rápido movimiento, logró colocar el primer catéter mientras que un jadeo ronco provino de la tentadora boca del peliplateado.
Jiyong deseaba tanto marcar a su hombre que siguió todos los pasos con cuidado para finalmente colocarle el tan ansiado piercing.
Lo observó y sonrió para luego besar su trabajo. Miró a Seung quien lo miraba con ternura y le depositó un beso rápido.
Retomó su concentración y comenzó a acariciar la zona donde iría el segundo piercing.
Gimió al sentir que Seung lo embistió mientras se disponía a colocarle el catéter.
Esta vez fue más rápido que el anterior y en menos de quince segundos, logró perforarlo exitosamente. Volvió a pasarle un algodón con alcohol y admiró ambos piercings.
-Es tal cual lo imaginé. No, mucho mejor- sonríe satisfecho y acaricia con suavidad ambas clavículas.
Seung comenzó a masajear sus nalgas y lamió su mentón.
-Gracias, Yongie- susurra ronco.
-Ahora eres completamente mío, jamás nos separaremos mmh- jadea al sentir una mordida en su cuello.
-Nunca he pensado en dejarte, mucho menos ahora que has vuelto a mí. Viviremos juntos y seremos felices para siempre- sonríe mientras deposita tiernos besos sobre su cuello, subiendo hacia su mentón.
-Para siempre mmh te amo, Seung-
-También te amo, Jiyong-
Ambos conectaron miradas mientras sus cuerpos se unían moviéndose de manera ruidosa y de repente el pelirrojo rió travieso.
-¿Y ahora en qué piensa mi pervertido novio?-
-En filmarnos mientras me perforas y tenemos sexo- sonríe de lado mordiéndose el labio inferior al imaginarlo.
-¿Un nuevo fetiche?- ríe.
-Sí, pero ahora hazme el amor como sólo tú sabes hacerlo- se abraza al mayor devorando sus labios mientras que Seung Hyun lo recuesta sobre la cama para embestirlo salvajemente, tocando y tironeando constantemente los lugares donde el pelirrojo poseía sus piercings logrando que Jiyong gimiera como un animal en celo…
Jiyong era un hombre lleno de sorpresas y su novio Seung Hyun estaba dispuesto a cumplir con cada nueva y retorcida idea que al pelirrojo se le cruzara por su mente.
Fin.