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Entre tus brazos por Sotton

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Notas del capitulo: Hola! Max de nuevo!
Después de tanto tiempo decidí compartirles este one-shot, nunca había escrito algo tan cursi así que no me juzguen.
Mi inspiración nació de la canción "Sabes" de Reik
Espero que les guste!
No tengo idea de cuando comenzó todo esto, toda esta locura, todos estos sentimientos, todas estas emociones. Lo único que sé es que un día estando lejos de ti, lejos de mi país, me di cuenta al llegar a casa que necesitaba de tu presencia, solo quería llegar, ver tu sonrisa, escuchar tu voz, deleitarme con tu mirada, pero sobre todo, quería encerrarme en esos brazos que son mi hogar, que me reciben siempre llenos de cariño, amor, ternura, me protegen como si fuera un niño y el sonido rítmico y apacible de tu corazón marca el ritmo de mis sueños. Quiero sentir como apoyas tu barbilla en mi cabeza, me susurras que cierre los ojos y tus manos hacen un delicado masaje en mis mejillas, mi cuello y mi cabeza, encerrándonos en nuestro mundo, en nuestra burbuja, en ese lugar mágico en donde solo existimos tú y yo y en donde quisiera quedarme siempre. Renunciaría a todo solo por quedarme allí, a salvo, huyendo de todo mal, a tu lado. No pido nada más.

* * *

Despues de estar lejos tanto tiempo, regresando a casa miro por las ventanas del auto aquellas calles que conozco de memoria, esos pensamientos sobre mis sentimientos hacia ti me siguen dando vuelta en la cabeza. Siempre supe que había caído enamorado de ti desde la primera vez que nos miramos, aún recuerdo aquel bello rostro, que solo fue mejorando con el pasar del tiempo, al igual que los mejores vinos, esos que me gustan tanto pero que ni se acercan a lo mucho que me gustas tú.

“Estas enamorado”, pensé al sentir como mi corazón quería saltar de mi pecho y correr hacia ti, él siempre supo que ibas a cuidarlo mejor de lo que yo lo he hecho, y tenía razón, te pertenece por completo.
Eres mi eje, mi fuerza, mi inspiración y motivación. Me falta el aire estando lejos de tu presencia. Soy un esclavo que no sabe vivir sin ti.

Solo bastó con tus palabras de motivación para encender la luz en mi eterna oscuridad, me llenaste de fe. Y de nuevo pensé, “Busque tanto tiempo, y al fin te encontré”. Eres perfecto, justo como te imaginé.

Todos sabemos lo difícil que es encontrar a alguien en quien confiar, las muchas veces que el amor, en todas sus formas, se pone a prueba y a veces fracasa por diversas razones. Los corazones rotos son difíciles de arreglar, pero de eso se trata amar, entregar todo. El amor es aterrador, nuevo, misterioso y difícil de encontrar. Puedo decir con la frente en alto que soy el tipo más afortunado del mundo, te encontré, te entregue mi tiempo, confianza y amor, me diste lo mismo a cambio. Eres mío y yo soy tuyo, solo tuyo.

* * *

Al fin llego a la casa, nuestra casa, enseguida mi cuerpo reacciona al saber que estará cerca del tuyo después de tanto tiempo, después de tantos meses.
Entro y enciendo la luz, es tarde debes estar dormido sin saber que pronto tendré que despertarte porque no aguantare hasta que salga el sol, me disculpo de antemano por eso, pero no aguanto más.

Dejo mis maletas en la entrada, ya mañana me encargare de ordenar todo. Subo las escaleras y mi pulso se acelera ante la cercanía. Entro y lo único que me ayuda a ver es la luz de la luna que entra por el ventanal, me acerco a la cama y ahí estas, labios rojos, piel blanca, cabello negro, pestañas largas y su respiración acompasada, un sueño hecho realidad.

Me arrodillo frente a ti y no puedo evitar que mis labios se curveen en una sonrisa de felicidad pura, porque estás aquí, tan inocente y tan bello como siempre, tan mío.

Mis ojos se detienen en tus labios, de ahí viajan hacia tu cuello y me entran ganas de llenarte de besos, caricias y pequeñas mordidas. Mi lengua recorre mi labio inferior en un intento por recoger al menos un atisbo de tu sabor que debería haber quedado de nuestro último beso, pero no lo encuentro y eso aumenta mis ganas de llenarme de ti, de tu aroma, de tu sabor para así siempre tener un pequeño recuerdo.

Con una ultima mirada a tus labios rojos decido acercarme un poco a tu mejilla, le regalo apenas una caricia con mis labios, sin presión, solo un pequeño roce, pero mi cuerpo me reclama más. Ahora levanto mi mano derecha y acomodo unos mechones de cabello rebeldes que caen sobre tu frente como si tuvieran derecho de esconder tan bello rostro, el dedo índice de mi mano izquierda recorre tu mejilla de forma suave un par de veces, mis labios se pegan a tu frente regalándote un beso cariñoso, travieso, que solo desea despertarte para que yo pueda ver ese hermoso par de luceros de color caramelo que ahora tus parpados y pestañas esconden tan celosamente.

Ahora mi mano deja tu mejilla y se dirige a tu cuello, te remueves ante el primer toque, sé lo sensible que eres en esa zona y lo utilizo a mi favor.
Funciona, te remueves y la magia sucede, abres tus ojos de a poco y para mí el tiempo se detiene, te regalo una sonrisa y de nuevo mis dedos recorren tu mejilla, tu mano sube hasta tus ojos refregándolos un poco de forma adorable y vuelves a mirarme pero ahora se nota que estas sorprendido, no te mueves, solo me miras y me sonríes haciendo que solo un pensamiento venga a mi mente, “al fin estoy en casa”

-Hola- te digo en un susurro que teme romper la armonía del momento.

Rodeas mi cuello con tus brazos y yo te pego a mi cuerpo en un intento silencioso de fundirme en ti, escucho una leve risa en mi oído e inmediatamente sonrió, a la misma vez siento una leve humedad en mi hombro y tomo tu rostro en mis manos, acunándolo.

-No, bebé, no llores- sonríes con algunas pequeñas lagrimas cayendo e intentas quitarlas con las mangas de tu camiseta.

-Estas en casa, por fin- Hablas como si no te lo creyeras y solo sonrío más para volver a acunarte en mis brazos, me acomodo en la cama contigo enredado a mi cuerpo sin señal alguna de que vayas a soltarme pronto, y siendo sincero, no quiero que lo hagas.

Pronto nuestras manos se entrelazan, nuestras respiraciones se sincronizan, nuestras miradas se chocan y sin palabra alguna sabemos lo que el otro necesita.

Primero nuestros labios se funden en un beso tierno, suave casi inocente, y si, digo casi porque tenía pequeños toques de deseo, no podemos evitarlo, después de tanto tiempo separados necesitamos ser uno, sentirnos cerca, demostrarnos amor piel a piel.

Pronto la habitación se llena de gemidos, suspiros y palabras de amor. Mis labios vuelven a llenarse de tu sabor, mis manos recuerdan la textura suave de tu piel. De nuevo veo esos hermosos gestos que me dicen que disfrutas de esto tanto como yo, que eres mi cómplice en este crimen, que iras al mismísimo infierno si es a mi lado, lo sé porque yo te digo lo mismo.

Cuando todo culmina, nuestros cuerpos brillan por la combinación de sudor y luz de luna que cae sobre nuestra piel, nuestra respiración agitada solo es la prueba del mucho deseo que entregamos, nuestras manos aun entrelazadas son la prueba de una unión infinita e inquebrantable que compartimos.

Me robo un beso de tus labios y reposo mi cabeza en tu pecho, me acomodo sobre tu cuerpo y como siempre tu mano libre se pierde en mi cabello desordenándolo aún más. Por fin aquellas sensaciones tan anheladas se hacen presentes, tu barbilla en mi cabeza, tu susurro en mi oído junto a tu aliento cálido y el ritmo ahora más calmado de tu corazón, todo eso comienza a afectarme, siento como nuestra burbuja nos protege. Un pequeño beso en mi cabeza me roba una pequeña y somnolienta sonrisa.

-Te amo, Ji- Digo, y me deleito con aquel golpeteo rítmico bajo mi oreja que se sigue alterando al oír esas palabras que salen de mi boca.

-Te amo, Seung- Con solo escuchar eso ya estoy cien por ciento convencido. “He llegado a casa”.


“Sabes?, no pido nada más que estar entre tus brazos”
Notas finales: Que les pareció?
Me sigo dedicando al terror? XD
Nos vemos
Cualquier sugerencia puedes dejarmela en los reviews.

Max

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