Era la segunda vez que KyuHyun estaba así de nervioso y no entendía porque, había hablado un millón de veces con SungMin en ese lugar. Era el lugar favorito de SungMin, iban siempre que necesitaban alejarse de todo y de todos, cuando querían liberarse del estrés, pasar un buen rato o siempre que querían estar solos. Pero en ese momento la tranquila música de fondo, la humeante taza café en sus manos y el buen ambiente de su alrededor no lograban tranquilizarlo como en el pasado.
Estaba aterrado.
Comenzaba a creer que en verdad SungMin lo había dejado. No le contestaba sus llamadas, no lo veía en clase, no lo veía en los pasillos, no lo veía en la cafetería. Estadísticamente tenía que haberlo visto al menos una vez, al menos solo por coincidencia, pero no lo había visto ni una vez en cuatro semanas, era claro que SungMin estaba teniendo mucho cuidado en evitarlo. Y eso le dolía.
Cuando finalmente logro convencer a RyeoWook que le prestara su celular (que en realidad le robo a escondidas y luego obligo a Yesung a que se echara la culpa) le mando un mensaje, deseando que no contestara, que el motivo por el que no contestaba sus llamadas fuera porque le habrían robado el celular o que lo perdiera….
Sintió romperse cuando le contesto de inmediato. Lo cito en ese lugar. SungMin iría porque pensaba que se encontraría con RyeoWook, no con él.
Se escuchó como la pequeña campana dorada resonó en la habitación, un ruido tan ligero que apenas y cumplía con el requerimiento de avisar que una nueva persona entraba al local, Kyuhyun no entendía esas cosas, nadie les prestaba atención y en circunstancias normales él ni siquiera las escuchaba, pero esta vez era diferente. El ligero sonido que al parecer solo él había escuchado activo sus sentidos, su corazón se aceleró y cuando levanto la mirada sintió su sangre helarse.
SungMin estaba allí, paseando su mirada por cada una de las mesas, KyuHyun siguió su mirada en todo momento, desde la parte izquierda del local hasta el centro, donde se encontraba él sentado, hasta la parte derecha esperando encontrar a una persona que no estaba allí. Volvió a repetir su recorrido y esta vez sus miradas se cruzaron, por un momento creyó que algún tipo enorme y rudo lo golpeo en el pecho solo para demostrar que era un hombre fuerte capaz de meterse con quien quisiera y no tendría consecuencias porque era un tipo muy rudo.
Pero KyuHyun sabía que ese dolor no fue por un golpe, fue por la expresión que SungMin hizo al verlo, porque esta vez no le sonrió, no intento controlar el impulso de correr para abrazarlo, porque no puedes controlar algo que no tienes intención de hacer, tampoco lo saludo.
No, esta vez se quedó allí, con una mirada que solo le vio una vez, cuando en una cita se encontró con su hermanastro, una mirada de que no demostraba nada. KyuHyun hizo un ademan con su cabeza para que se acercara, indeciso SungMin lo hizo y viéndolo caminar KyuHyun mantuvo la esperanza de que allí, en ese lugar con olor a café todo volvería a la normalidad. Que las coloridas paredes, los cuadros motivacionales que colgaban de estas, el agradable ambiente y los viejos recuerdos harían que SungMin volviera con él.
-Hola Kyu…KyuHyun. –saludo cuando finalmente estuvo sentado frente él. Que SungMin lo llamara por ese apodo cariñoso que solo él le decía le hizo tener más esperanzas, a pesar de que se retractara, eso solo significaba que él aún pensaba en él como algo más.
-SungMin ¿Cómo has estado?- Fue lo primero que creyó que era bueno preguntar. Era eso o decir directamente ¿Por qué me dejaste?
-Bien. –Directo y sin detalles. Estaba claro que SungMin no tenía intención de mantener una conversación normal, como siempre lo hacían. KyuHyun no permitió que eso lo arruinara.
-¿Quieres algo de beber? ¿Lo de siempre tal vez?- Pregunto.
-Ya no bebo café, gracias. – Respondió. KyuHyun sabía que Lee SungMin era una persona incapaz de sobrevivir sin el café, el café era la droga de él, un día sin cafeína y SungMin parecía que había salido de una institución mental, y si, Salir. Porque incluso una Institución Mental no podría con un SungMin sin cafeína en su interior. KyuHyun se preguntó si lo dijo solo para pasar menos tiempo del necesario con él o era porque realmente había dejado su habitó, pero decidió que no era momento de preguntar.
-¿Un Té? O tal vez….
-KyuHyun no quiero beber nada.- lo interrumpió- al menos no contigo.
Eso dejaba las cosas muy claras, pero KyuHyun no se dejaría vencer tan fácil.
-¿Qué es lo que pasa SungMin?- Finalmente pregunto.
-¿Qué es lo que pasa de qué?-Contesto un tanto irritado e incómodo.
-¿Por qué me estas evitando?-Fue directamente al grano, sintió como su corazón se aligeraba pero la tormenta dentro de él continuaba cada vez más fuerte.
-Eso es común cuando terminas con alguien ¿No?- Pregunto ahora el rubio, con su sonrisa sarcástica de un lado.
- Tú y yo no hemos terminado.-Afirmo.
-Estoy seguro que sí. Y si no lo recuerdas, te lo volveré dejar claro ahora. Tú y yo ya no somos nada KyuHyun y si sigues sin entenderme, te estoy diciendo que nuestra relación termino. No me busques, no me llames, aléjate de mí. No quiero volver a verte. – El SungMin que le estaba diciendo eso no se parecía al SungMin con quien compartió cinco años de su vida. Demasiado frio, no era el hombre que había conocido al principio, el hombre parado enfrente de él no era quien se había enamorado.
KyuHyun recordó una de las miles de películas que vio con su hermana, recordó como la chica terminaba una relación porque la obligaron o por un chantaje, o algo por el estilo, KyuHyun no recordaba los detalles, pero sabía que cuando eran por motivos de obligación, la mujer lloraba, terminaba con él mientras lloraba decía cosas como «Ya no te Amo Ian, no quiero volver a verte» mientras lloraba y lloraba porque no quería hacerlo, porque quería estar con ese tal Ian, quien era lo suficientemente idiota para no darse cuenta de que ella no quería hacerlo.
SungMin no estaba llorando, de hecho, se veía demasiado tranquilo, como si decir aquellas palabras no le causara nada, como si lo estuviera diciendo en serio.
Como si en verdad ya no sintiera nada por él.
-No puedo entenderlo….- Fue lo único que logro decir, ni siquiera supo porque lo dijo, una parte de su cerebro trataba de entender lo que SungMin le había dicho y la otra parte de su cerebro estaba recodando él porque Lili había terminado con Ian. Y en como la media hora siguiente trataba de la tristeza de Lili, hasta la escena en donde Ian iba a buscarla.
“Ian era un Idiota y Lili una Perra” Concluyo.
-¿Qué no puedes entender? –Sungmin lo saco de su análisis rápido. - ¿Comprendes Calculo Diferencial pero no puedes comprender que he terminado contigo?- KyuHyun reacciono y volvió a recordar otra película y sabía que una cosa era una ruptura y otra era una burla. Esta vez, dejo que la ira floreciera dentro él, las cosas debían dejarse claras ahora. Lo hizo sentir estúpido y confundido a la vez pero sobre todo enojado.
-Maldita sea SungMin, no soy uno de esos imbéciles que conoces, al menos yo entiendo el puto calculo diferencial y también tengo la capacidad de afrontar las cosas. ¿Crees que puedes un día aparecer y decirme “se acabó” sin decir nada más? Porque si ese fuera el caso, voy a ir a darle una silla de ruedas a una persona que la necesite y después se la quitare así, sin darle una explicación. Solo por el placer de verle confuso y desamparado.
- Escúchame, yo…-Por primera vez desde que entro su expresión facial cambio, lo cual solo hizo que se ilusionara más.
-No, tú escucha. No puedes llegar un día y decir que se acabó sin una explicación y tampoco puedes desparecer y fingir que nada paso. No puedes hacer eso SungMin, mucho menos a una persona que siempre estuvo contigo, no comprendo tus fines egoístas para hacer eso, pero tienes que dejarlo claro ahora. No puedes decirme que me aleje de ti así sin ninguna razón y luego volver a irte para fingir de nuevo que nada paso. No merezco eso SungMin. –Bueno, al menos estaba manteniendo su dignidad. O eso creía él. Sintió su rostro cálido por el enojo, incluso noto que tenía el ceño un tanto fruncido, debía de relajarse, pero en esta circunstancia no podía.
-Ya no te amo KyuHyun. –Su expresión fue tan dura y tan fría; Fue lo último que dijo luego de irse del lugar.
Dejando a KyuHyun con más Preguntas que respuestas.
-¿Cómo ha ido?- Le pregunto Yesung al otro lado de la línea.
-Nada bien. –Contesto.
No quería llamar a Yesung. Después de todo, KyuHyun había citado a SungMin desde el celular de RyeoWook, cuando este no le quiso decir nada, KyuHyun opto por lo que según él era la mejor opción en aquellos momentos de desesperación: Robar su Celular.
O como KyuHyun le dijo, “Tomar prestado” porque bueno, eso era una emergencia. ¿No?
Yesung lo regaño y también lo amenazo cuando se enteró, pero al final, cuando SungMin le contesto el bendito mensaje y KyuHyun estuvo seguro de que lo había estado evitando, Yesung se apiado de él y ofreció echarse la culpa por él.
Primero tenían planeado volver a meterlo en su mochila o casillero, pero sus planes se vieron frustrados cuando un RyeoWook entro en desesperación gritando que lo había buscado en todas partes.
Al final Yesung se lo devolvió diciéndole que lo tomo de su mochila para conseguir su numeró y de alguna manera Yesung termino siendo rechazado en una cita que no pidió y eso enfrente de todos.
Eso fue lo que animo su día.
-¿Quieres salir a tomar algo y hablar? –Le dijo su amigo con una voz esperanzadora, lo cual lo único que causo en KyuHyun fue culpa.
Yesung sabía cómo animarlo, pero no quería que su amigo se esforzar en hacerlo reír o en animarlo, KyuHyun estaba demasiado triste incluso para apreciarlo.
-Hoy no amigo, necesito volver a casa. O mi hermana podría intentar cocinar. Te veo mañana.- Colgó antes de recibir alguna protesta, miro su celular con tristeza intentando ignorar el dolor en su pecho.
Volvería a su casa, con su hermana, a comer y ver películas de amor, recordar porque Lili y Ian habían terminado.
Solo quería volver a casa, recordar la nostalgia de ser completamente “feliz”, el regreso al segundo lugar de paz ya que el primero había decidido irse fríamente.