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Extraño • || ChanBaek || por MillenAry

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Notas del fanfic:

• Autora: MillenAry.

• Pareja: ChanBaek (ChanYeol top + BaekHyun bottom).

• Extensión: One-shot || 2k

• Género: Romance || Fluff || Slash || Smut || Soulmate!Au

• 01.01.16

 

|| No se permite la copia o adaptación de esta obra. Traducciones solo con mi permiso. ||

BaekHyun salió del trabajo con mala cara y una mueca de asco entre sus labios. Estaba a solo un día de Navidad y le dejaron más trabajo de lo normal. ¡No se lo merecía! Siempre fue un buen empleado y todos sus deberes los entregaba como se debería.


Era horrible; la lluvia estaba por caer y él continuaba de pie a un costado de la acera mientras levantaba la mano y esperaba que algún taxi se detuviera, pero ninguno fue al rescate del pequeño chico que estaba enterrado en su abrigo.


La Navidad prácticamente estaba a la vuelta de la esquina, por lo que la gente corría y se empujaba entre ella por regalos, especialmente por los duendes mágicos. Las tiendas estaban hasta el tope y las filas eran extensas, especialmente las del transporte público.


Nuevamente se dijo a sí mismo que no merecía eso. Hizo los regalos a tiempo y estaban todos envueltos y metidos en la maleta de su auto, listos para emprender un viaje en dirección a la casa de sus padres y así pasar la Navidad junto a ellos.


Metió las manos en los bolsillos de su gran abrigo para soportar el frío. Sintió que a pesar de tener grandes cantidades de ropa la baja temperatura llegaba hasta los huesos.


Cuando por fin vio el vehículo gris acercarse en su dirección fue como un destello de luz que le daba la esperanza de llegar a su casa para abrigarse y comer.


Levantó la mano emocionado y el auto se detuvo justo en frente. Baekhyun abrió la puerta y con rapidez entró al vehículo. En ese mismo momento la lluvia empezó a caer.


—Disculpa, yo lo tomé primero. —Miró a su costado con el ceño fruncido y se encontró con un hombre alto que se sentó junto a él.


—Se detuvo a recogerme a mí —argumentó BaekHyun, dándole una rápida mirada al conductor que los observaba por el retrovisor.


—Yo fui quien lo hizo parar —contraatacó el desconocido mientras fruncía el ceño.


—Yo fui quien subió primero. ¿Cierto, señor? —preguntó Baekhyun con convicción. No tenía tiempo para pelear por el taxi con un hombre de piernas largas.


—Creo que subieron los dos al mismo tiempo —contestó el chofer con una sonrisa, como si todo eso le hiciera gracia—. Pensé que venían juntos.


Baekhyun frunció el ceño porque fue extraño. No era precisamente común que dos desconocidos se subiese al mismo taxi, después de todo el vehículo se acercaba a la acera y por el lado de la calle nadie se subía. No obstante, podía pasar y si pasaba generalmente el conductor lograba diferenciar entre cuál de los pasajeros llamó su atención, pero no era el caso, por supuesto.


—Lo lamento, pero ¿podrías bajarte por favor? Voy apurado —dijo a la vez que se encogía más dentro de su abrigo con frío.


—Lo siento, pero no tienes ningún derecho de quedarte con el taxi. Estuve casi una hora esperando uno y no voy a esperar más. Además, está lloviendo.


Baekhyun crispó los labios porque no estaba para nada contento con la respuesta que le dio el sujeto, pero no tuvo ni la más mínima posibilidad de responder porque el conductor se le adelantó—: ¿Qué tal si comparten el taxi?


La vista de ambos se fue hacia el hombre detrás del volante.


Él definitivamente no quería compartir el mismo vehículo con ese tipo que estaba robando su tiempo.


—Está bien. Solo vámonos —soltó el contrario a su lado sin siquiera tomar en cuenta su opinión.


Baekhyun se apegó a la ventana con molestia y vio como las gotas empezaban a caer por el vidrio. Tenía frío, hambre y sueño. Quería llegar a su casa y descansar, pero de seguro no podría ni darse una ducha antes de tener que subirse a su auto para viajar.


Solo pasaron unos diez minutos para que el vehículo se detuviera. Para su extrañes, se dio cuenta que su odioso compañero se bajaría solo a unas cuadras de su hogar.


El hombre alto fue el primero que salió después de pagar y despedirse del chofer. BaekHyun con rapidez lo siguió e imitó sus movimientos, después de todo ahí solía bajarse cada vez que llegaba a su hogar en taxi. Apenas salió del vehículo sintió como las gotas de agua le golpeaban la cima de la cabeza con fuerza, casi como si le tiraran pequeñas piedritas.


Para su sorpresa, el extraño se detuvo a su lado, aunque no tuvo claro si fue porque le quería decir algo o porque esperaba el semáforo en verde para cruzar la calle.


Entonces, después en un momento casi crucial, Baekhyun dejó de sentir frío para empezar a sentir un intenso calor en el pecho. Sin embargo, no tuvo tiempo para reparar en ello porque alguien le propinó un fuerte empujón que lo hizo trastabillar.


Se molestó, por supuesto. Estuvo dispuesto a voltearse para enfrentar a quien fuera que deseó empujarlo, pero al hacerlo se encontró de frente con el hombre que lo acompañó durante el viaje. Para su sorpresa, no solo se percató de lo extremadamente alto al tenerlo de pie frente a él, sino que también notó unas orejas muy pronunciadas y características, las cuales solo se dieron a notar porque su compañero se sacó el gorro del abrigo junto a la gorra para pasarse las manos por la cara. En ese momento Baekhyun se percató de otra cosa: estaba completamente mojado y... fue el otro quien lo empujó.


—¿Por qué estás mojado? —se atrevió a preguntar mientras achinaba los ojos, ya que las gotas de lluvia le molestaban cuando caían sobre su rostro a pesar de que intentaba evitarlo con la mano.


—¿No te diste cuenta que venía un auto? Ahora por tu culpa estoy mojado.


Baekhyun se quedó mirándolo por unos segundos. Solo en ese momento se percató de su voz gruesa y cautivante.


—¿Vives cerca? —preguntó sin apartar la mirada del contrario, quien sacudió sus manos para botar el agua que se acumulaba.


—Solo venía aquí a comprar algo.


Aquella respuesta extrañó más a Baekhyun porque ese lugar no era precisamente demasiado conocido por sus tiendas o sedes.


—¿Entonces comprarás aún estando mojado? —Elevó las cejas hacia el hombre con cierta preocupación porque, muy dentro de sí, se sintió un poquito mal por el otro.


Fue su culpa no darse cuenta de la locomoción ni de los charcos de agua que parecían querer inundar la calle. Su acompañante fue lo suficientemente amigable como para ayudarlo aún cuando la probabilidad de continuar seco no era mucha.


—Puedes venir a mi casa. Te prestaré algo de ropa hasta que la tuya esté seca. —Hizo una mueca con los labios, ligeramente preocupado—. Después de todo fue mi culpa.


Y en ese mismo momento se arrepintió de decir todo eso porque el más alto mostró una gran sonrisa divertida y casi burlesca. BaekHyun prefirió dejarlo pasar y se acercó a los edificios para hacerle una seña al contrario. Su inusual compañero lo siguió de cerca y los dos caminaron hacia uno de los bloques de departamentos.


—¿Cuál es tu nombre? —preguntó BaekHyun mientras metía las manos dentro de los bolsillos de su abrigo y se sintió bastante asqueado al darse cuenta que la prenda estaba húmeda.


—ChanYeol —respondió el contrario de manera casual y BaekHyun frunció el ceño.


Trabajaba en una empresa grande de renombre con buenos ingresos. Se podría decir que acostumbraba a ver varios perfiles de trabajadores y el hecho de que ChanYeol no le dijera más que su nombre, sin siquiera incluir el apellido, lo hizo sentir más molesto que incómodo.


De igual forma, antes de que se dieran cuenta ya estaban ahí, caminando por los pasillos del edificio para llegar hasta la puerta de su departamento y meter la llave en la cerradura. Se sacó el abrigo apenas ingresó al inmueble, pero no lo dejó donde siempre lo hacía porque la prenda estaba empapada. En vez de eso se puso las pantuflas después de dejar los zapatos mojados en la entrada y se adentró a su hogar, pasando directo a la pequeña habitación donde tenía sus implementos de limpieza, dejando la prenda en el cesto de la ropa sucia.


Cuando volvió a la sala frunció el ceño al ver a ChanYeol todavía parado en la puerta. Aún ni siquiera se sacaba los zapatos.


—Estoy mojado —respondió como si en verdad BaekHyun formulara alguna pregunta.


Él se apresuró en voltearse y dirigirse al baño para sacar algunas toallas y llevárselas al chico que estaba parado en su puerta, quien recibió todo con una agradecimiento por lo bajo, al parecer más preocupado de quitarse la ropa sin inundar su departamento.


—Prepararé café —avisó y pasó a la cocina.


En ese momento recordó la festividad, sus regalos dentro del auto y a sus padres que estaban esperándolo a unos cuantos kilómetros para cenar. Se sintió entrar en pánico por ello, pero aún su madre no lo llamaba, así que supuso que estaría dentro del tiempo presupuestado.


Decidió darse un respiro respecto al tema y puso el agua caliente dentro de las tazas. Razonó que no habría mucho problema si llegaba con unas horas de diferencia.


—Tu nombre es BaekHyun, ¿no?


El recién nombrado se volteó asustado para encontrarse con el hombre parado a un costado de la puerta de su cocina con una toalla alrededor de la cintura, al parecer sin nada más puesto.


—¿Cómo lo sabes? —preguntó, evitando que su voz sonara titubeante.


—Tienes un diploma colgado en la sala. —Baekhyun asintió con rapidez. De verdad se asustó por unos segundos.


Se volteó junto con las dos tazas de café en las manos y, para su sorpresa, se encontró a ChanYeol justo delante de él, tan cerca que incluso pudo oler su fragancia masculina.


—¿Qué...? —El desconocido no lo dejó continuar, en vez de eso quitó las dos tazas de sus manos y luego lo miró por unos segundos que sintió eternos.


Sin embargo, la situación se volvió aún más extraña cuando notó los labios ajenos apegarse a los suyos. Ante ello BaekHyun sintió como se le erizaba el pelo de la nuca. Sabía que tenía que hacer algo, que debería, pero no se dio la oportunidad de flaquear, en vez de eso pasó las manos por los hombros del otro con una confianza digna de quien lo conociera de toda la vida.


Como era de esperarse, todo se volvió difuso, ya no era del todo un extraño, se confió de él, dejó que se apegase a su cuerpo y lo besara como si hubiesen estado coqueteando minutos antes cuando realmente no fue así, o al menos BaekHyun no se dio cuenta de ello. De igual forma no le importó y prefirió concentrarse en como las manos de ambos viajaban de un lado a otro por el cuerpo ajeno.


De imprevisto Baekhyun se encontró a sí mismo en su habitación, sobre la cama que hizo perfectamente ese día en la mañana. No tenía camisa y sobre él estaba ChanYeol con sus hombros desnudos mientras besaba su cuello, eso lo hizo estremecerse y hacerse consciente de la situación, pero de repente todo dejó de ser difuso al darse cuenta de algo: Ya lo conocía, ya lo sintió antes, esas manos grandes sobre su cuerpo y aquel olor afrodisíaco que envolvía el ambiente. Se cuestionó entonces quién era Chanyeol y por qué los dos se estaban desnudando mientras se besaban.


Pensó en muchas cosas, rebuscó en su mente en un intento de encontrar a alguien que se asemejara al hombre que estaba sobre él, pero no se le vino nadie a la cabeza. Y era aún más extraño porque a BaekHyun no se le olvidaban las personas fácilmente, lo que le daba a entender que nunca lo había visto antes, pero un así sintió que lo conocía.


Después todo se nubló ante los ojos de BaekHyun. Ni siquiera se percató cómo pasó tan rápido, ya que en ese instante el contrario estaba entre sus piernas mientras mordía con suavidad su clavícula. No supo absolutamente nada y se desorientó por completo, pero aun así se dejó estar porque quería que ChanYeol continuará con sus acciones. A BaekHyun le gustó lo que hacía.


Le extrañó bastante cuando el sujeto por fin estuvo dentro de él. No le dolió, para nada, incluso a pesar de no haber tenido ninguna interacción sexual hace un tiempo. De hecho, la situación le gustó hasta un punto desbordante y por un momento se le pasó por la cabeza que estaría drogado o algo porque el placer que estaba sintiendo no debía de ser normal.


Suspiró con dificultad cuando el más alto empezó a moverse y él rasguñó las caderas de ChanYeol con codicia, deseoso de que se moviera con más ímpetu contra él.


Entonces, por insólito que pareciera, lo supo en ese momento. No conocía a ChanYeol de ninguna parte y nunca lo vio en su vida, pero Baekhyun tenía la creencia de que no solo existía una vida. Así que se permitió soñar y concluyó que ya se conocían de antes, en un mundo paralelo o en otra vida, donde ambos tenían una relación romántica, por lo que no tenían otra opción más que verse después una y otra vez porque estaban destinados a encontrarse.


BaekHyun pestañeó, saliendo de su ensoñación y se dio cuenta recién entonces que estuvo todo ese tiempo gritando el nombre de ChanYeol mientras que el contrario golpeaba con fuerza contra sus caderas.


Se relajó cuando todo terminó, dejando un suave suspiro en el aire mientras el cuerpo ajeno caía sobre el suyo con pesadez para luego rodar y quedar a su lado, dejando a BaekHyun totalmente satisfecho, con el cuerpo relajado y la sonrisa entre los labios.


En ese momento no importó nada. No importó que el café se enfriara en la cocina, que estuviera lloviendo afuera o que ya debería estar en la casa de sus padres. A BaekHyun no le fue relevante porque solo estaba concentrado en los bazos que lo envolvían y en ese tibio y singular calor que desprendía el cuerpo de su misterioso amante, a quien sentía conocer de toda una vida.


Se recostó sobre el pecho del más alto cuando este lo acomodó en el sitio, embriagado por el rico olor y la sensación reconfortante que le daba el otro. Se durmió ahí y soñó que ese hombre ya lo había visto antes. Soñó con sus momentos de otras vidas y luego de otras y otras más. Solo fue al el día siguiente cuando despertó que dejó de soñar, dándose cuenta que hacía mucho frío y estaba lloviendo afuera, que no fue a la casa de sus padres y por sobre todo que no estaba ese deslumbrante cuerpo a su lado, sin embargo, BaekHyun ni siquiera se permitió desilusionase por eso. A pesar de que buscó por su hogar algún rastro de ChanYeol y no encontró nada no se sintió mal o triste porque sabía que su destino era volver a encontrarse con aquel hombre, ya sea ahí o en alguna de sus otras vidas.



Extraño



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