Me lleve el cigarro hacia mi boca seguido di un suspiro sonoro. Menuda tontería, fumaba por hobby, por costumbre. Claro que las costumbres no son otra cosa que adicciones. Probé uno por curiosidad luego otro más para confirmar el sentimiento después uno tras otro para recordarlo como si de una relación inmadura y juvenil se tratase.
Yo que era tratado como un estudiante dócil, educado, incluso maduro. Tenía este pequeño pasatiempo secreto. Podría decir que era vergonzoso pero no lo consideraba del todo así. No al menos hasta que alguien me confirmase que le hacía daño a otro.
Resultaba hasta divertido, más bien emocionante, parecía el prota gamberro de una película. En ese caso sería un actor mal escogido.
Agosto y todo lo que implicaba él junto a recuperaciones de mates y física me hacían perderme en temas donde normalmente no me atrevería ni a acercarme. Al menos el cigarro me entretenía. Me gusta el denso humo que suelta cuando acaba el recorrido por mis pulmones.
Ah
¿ Aquel gígolo estará con otra mujer hoy? Hmmm....
Con algo de aburrimiento mezclado con curiosidad me seguí acordando de él, aun frente los libros olvidados en mi escritorio llenos de números que siempre hacían que me tirase de los pelos y me golpease de vez en cuando la cabeza... él estaba presente con un desinterés casi incrédulo.
¿Qué será lo que más lame? Esas fracciones de niños me pregunto a cuántas excitarán... ¿ Cuántas ? ¿Eh? ¿Se habrá vendido a hombres?.
Con la mente aun vagabunda el sol empezó a irse. Era enternecedor como mi sencilla habitación se iba coloreando de matices anaranjados mientras mi gato jugueteaba a mi pies. Le cogí y le miré cara a cara.
- ¿ Salimos con la bici ?- Susurré pero el gato no dió respuesta excepto una mirada soñolienta. Lo que decía, jodidamente tierno.
El calor de Kyoto era bastante agonizante, sin embargo, oí que el de Tokyo era un infierno debido a la humedad. ( Voy a dejar de lado a mi gato dormido en la cesta )
''Desearía verlo'' Eran dos palabras que se repetían constantemente desde que salí. Parecía una polilla atraída por la luz, una mariposa encantada por el brillo de una telaraña. Fue desde ese momento en que empecé a caer en un trampa hecha por mi mismo, un acto suicida del que no me daría cuenta hasta mucho después.
Llegué al mismo callejón de ayer, a la misma hora y acabé paralizado, quizás hipnotizado por aquel chico de rasgos infantiles y una estatura descomunal, solo que esta vez estaba vestido con un traje de etiqueta. La mujer de los cicuenta y tantos le cogió del brazo sonriente llevándole en dirección contraria a la mía. Les seguí casi desesperado, no sé si era una peligrosa curiosidad o si simplemente era un gilipollas siguiendo a un prostituto menor y surrealista.
Para mi disgusto cuando llegué al final del callejón las dos siluetas habían desaparecido en unos de aquellos coches de ricos.
Os preguntaréis qué hice, pues como no podía ser de otro modo esperé, sí, espere cual acosador adolescente. Creo que pasaron cerca de cuatro horas hasta que volvieron, también creo que el chico se despidió bastante antes de llegar al callejón y encontrarme dormido junto la bici (con un gato en la cesta). No sé como hizo para encontrarme en esa oscuridad ni el porqué de que se tomase la molestia de levantarme y preguntarme si estaba bien.
-¿ Quién eres?- Frunció el ceño, seguramente se sorprendió de la pregunta debido a la situación, acto seguido se sentó a cuclillas en frente mía. Solo quería saber quien era.
- Eso debería preguntar, por dios, ¿sabes siquiera lo peligroso que es este callejón?- Su voz era más grave de lo que me esperaba, tenía un tono molesto, muy a pesar de ello yo solo me dejé impregnar por su respiración que se mezclaba con la mía y me perdí mirando su camisa ahora arrugada, su corbata medio deshecha y finalmente su pelo despeinado.
-Soy Baekhyun y tengo dieciseis años-
-Señor vagabundo Baekhyun, no tengo ganas de perder mi tiempo contigo,tengo que irme pronto, así que vuelve donde tengas que volver-
-¿Y si no tengo donde volver?- Se levantó y conecto su mirada con la mía.
- Ese no es mi problema- Soltó con un grave suspiro y subió unas escaleras que tenía delante.
¿ Vivía aquí? ¿ Tan cerca? Era bastante pobre en ese caso, me sorprendió ese hecho debido a la gran cantidad de dinero que podía ganar. ¿ Habrá alguien que se lo quite? ¿ Eh? La cosa se ponía interesante. También era bastante más borde de lo que me imaginé en un principio.Decidí volver otra vez mañana.
Sin embargo no le volví a ver, no importaba cuando esperase, llegué a espera todo un día,incluso me atreví a tocar el timbre de la puerta donde entró la última vez. Como era de esperarse no hubo respuesta. Mi espera, mi incesante desesperación quedaron en la nada tras tres semanas. No volví a aquella estrecha calle y tampoco volví a verle.