∞ Título: " La última farsa"
∞ Autor:YUKI-NII.
∞ Género: Hurt/Confort
∞Rating K
∞ Advertencia: Peter Parker Gender fluid. Toque de temas sensibles en la relación entre adulto y menor de edad.
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What if...
What if we run away?
What if we left today?
What if we said goodbye to safe and sound?
What if we're hard to find?
What if we lost our minds?
What if we left them fall behind
And they're never found?
…
…
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Actualizaciones siendo instaldas.
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Stephen fue el primero en sentirlo. La pequeña flama azul apareciendo frente a él, obligándole a salir de su meditación daría y a buscar el punto de fluencia sobre las líneas ley que habían convergido estrepitosas. La sistematización con la que el mundo funcionaba ya había sido alterada por Logan y su propia misión de supervivencia mutante, mientras él sostenía las bases con las que la física y los teoremas mantenían en órbita su propio universo. El holograma cuántico no era solo ciencia sino que estaba plagado por simbología de trasmutación, de alquimia antigua, el “Rukh” lo llamaban los monjes de Tíbet, este es el flujo de las almas y el destino, la evolución constante de vida y muerte. Una de las fuentes de la magia y los poderes que él portaba.
El circulo bajo él, ese que Wong ha hecho con una mezcla de cerval y polvo de oro, se activa. Suenan entonces las pequeñas campanas, como una alarma que se escucha por todo el Sanctum Sanctorum, y que le indican a Wong, bajar para fungir como el guardián de lo que será el cuerpo vacío de su amo.
Stephen se concentra entonces, levitando sobre su capa, murmurando palabras bajas en un cántico con tintes de plegaria, hace la proyección astral que habían planeado Tony y él, por si “eso” sucedía. No era falta de confianza, había dicho Stark, sino inocente curiosidad lo que desataría el fin de una realidad tal como la conocían, Strange no pudo evitar que sus labios formaran una línea recta cuando al primero que pudo contactar fue a Steve Rogers y compañía.
En la tierra 616, -nombre que Reed Richard había acuñado para uno de los tantos multi universos que existían- la guerra civil había terminado en relativa calma, un drama de batallas que no habían dejado secuelas más grande que moretones y trajes descompuestos. El Steve y Tony de esa Tierra habían sabido cuando parar, porque ambos estaban perdiendo demasiado, no existía el retorno ante los ideales que chocaban, dos grandes fuerzas sobre poniéndose una a la otra. Tony fue el primero en dar el banderazo para el alto al fuego, Steve se había resistido otro poco, la presión social había terminado replanteándole los esquemas, evitando así, la destrucción total de los Avengers.
Ser héroes era solo la mitad de lo que les componía, ambas partes luchando no solo por la justicia y bienestar de la nación, sino para protegerse de un futuro donde los ataques serían a nivel personal y difíciles de ignorar.
Stephen admiro esa determinación, de abrir la mente y deja el temor atrás, nunca era tarde para aprender sobre puntos de vistas y tolerancia. Interiormente, él deseó que el Steve que pertenecía a su mundo, fuese un poquito parecido al de 616, para que tuviera la apertura de escuchar antes de tomar una acción impulsiva y culpar a los demás.
Sin embargo han pasado meses desde la última reunión de los illumínati y Doctor Strange siente que Steve ha envejecido años enteros, con la sombra de una barba descuidada y ojeras bajo los azules ojos. El cabello ha perdido su corte recto y pulcro junto a la falta de su característico traje de batalla y casco, suplantándolos por ropa deportiva que Rogers se ha obligado a usar para mantener un perfil bajo al ser un fugitivo de la justicia que antes él solía representar.
Las ironías han sido una constante para todos desde el fracaso de Sokovia.
Stephen llamó la atención del Capitán deslizándose a través de los gruesos vidrios que separan el exterior de la casa y caminando como si no fuera solo un holograma de partículas y magia conjurada. Natasha fue la primera en percatarse de su presencia, Stephen no pretendía atraer las miradas de extraños a ese caso en particular.
—Doctor Strange —. Murmuró Steve poniéndose de pie, había estado comiendo su almuerzo antes de salir a dar la ronda de inspección y seguridad a la nueva área en la que se había instalado el cuartel. Stephen movió la cabeza hacia un lado, pidiendo con ese gesto privacidad ante lo que tenía que decirle. Steve asintió lentamente, pasando su mirada por cada uno de sus compañeros —. Podrían darnos unos minutos.
— ¿Es sobre ese grupo secreto al cual perteneces y que se supone no conocemos? — Pregunto Barton, mientras sacaba la lechuga y tomate de su emparedado, dando un respingo ante el golpe recibido por debajo de la mesa —. Hey, eso ha dolido Nat
Natasha rodo los ojos, halándole de la camisa para que se levantara. Sam y Scott le imitaron.
—Estaremos en la sala de entrenamiento esperando la salida a la zona —. Dijo la pelirroja, dándole un último vistazo a la imagen del doctor, este calmo, les ignoraba.
Steve hizo a un lado su plato de comida, su hambre se había esfumado, su rostro dejó la sutil sonrisa que la conversación con sus amigos había dibujado, sus hombros cuadrándose y su espalda poniéndose rígida, Stephen que por lo general era un signo de paz y guardia, había mutado a un ave negra que estaba sobre su cabeza siendo incapaz de comprender como es que unos acuerdos habían destruido a uno de los grupos más grandes y fuertes de súper héroes del país.
Llamándoles inmaduros y tercos durante la ultima sesión de los Illumínati en donde, el Capitán había dado la propuesta de dar de baja temporal a Tony ante su incapacidad emocional que había entrado en juego por el suceso de Siberia, todos los miembros le había apoyado, no por que Steve tuviese la razón de calificar de incompetente en emergencias a Iron Man, sino que fue una forma de tenerles separados hasta que sus cabezas se enfriaran lo suficiente para volver a ser miembros íntegros y competentes para actuar en la organización.
Stephen no esperaba que eso fuese pronto, no con la depresión que Tony pretendía esconder y la obstinación de Steve sobre creer que hizo lo correcto. Le miro unos segundos, sospesando la posibilidad de mentir, de decir que esto era un error de malas noticias y que en realidad se trataba solo de una revisión practica sobre su bienestar y lo que implicaba para los Illumínati. Sin embargo las leyes del Universo eran claras, decir la verdad se recompensaba, ocultarla se castigaba. Suspiro interiormente, esperaba que el plan de Tony funcionase.
—Deadpool ha secuestrado a Peter Parker.
Steve elevo una ceja ante un nombre de civil que no le decía nada.
—Deadpool es un mercenario, así que supongo que Parker es su objetivo, ¿alguien ha pagado mucho dinero por él? —. Teorizo Steve, Stephen frunció el ceño.
—Peter Parker es el chico que peleo contra ti en el aeropuerto, y el protegido de Tony.
Steve arrugo la nariz inconsciente ante el nombre de Iron Man, que parecía ser un tabú entre sus compañeros y él mismo. Nadie lo mencionaba, Steve había optado en referirse a él por su apellido cuando la conversación lo obligaba a ello. Su comportamiento era infantil, nadie le reprendía por ello.
— ¿Parker es el chico que lanza telarañas?
—SpiderMan —Corroboro Stephen. Steve sacudió su cabeza confuso.
— ¿De qué forma el secuestro de Parker afecta a nuestro mundo? —. Steve no podía concebir que un pequeño niño tuviese tal alcance como para ser catalogado como una amenaza para su dimensión.
—El Deadpool de nuestro mundo ha adquirido conocimiento de otros universos, igual que Logan y el Profesor Xavier. Al parecer SpiderMan es su pareja o lo era, el Peter de esta Tierra tiene solo 14 años y apenas ha comenzado su carrera como héroe. Wade tiene más de treinta, una novia, trabaja para el mejor postor y ha luchado con una de las organizaciones fantasmas de Hydra. El profesor tiene la teoría de que comparte el síndrome de Logan, una mente que ha viajado a través del holograma cuántico y ha terminado aquí. Aun nos abemos que fue lo que lo provoco, o si podrá volver, dudo siquiera que él tenga noción de que no pertenece aquí, lo cual eleva la probabilidad que comparta información que no debe con el joven Peter y eso alterando la línea temporal de nosotros y provocando una rasgadura a la realidad. Hay cosas, Capitán que no estamos listos aun para enfrentar. Para evitar eso, le di una variante del ojo de aggamotto, para que le ocultara de Deadpool, él se lo ha quitado. Tony ha previsto esto y ha instalado nano robots en las fibras de su ropa. La misión que tenemos que llevar a cabo es la extracción y aislamiento del joven Peter, evitando un enfrentamiento directo con Deadpool, nuestras posibilidades de ganar están por debajo del 5.3% debido a la auto regeneración y mente inestable de Wade, el profesor Charles ha dicho que ni siquiera Gambito tendría una pelea con él.
Steve le mira, tratado de recordar las pláticas sobre multi universos que iban siempre a una velocidad diferente entre Tony y cualquier otro genio de laboratorio –Bruce y la doctora Cho incluidos- y la razón primordial por la que se ha creado a los Illumínati, catalogándolos de guardianes contra amenazas de otras dimensiones. Stephen lo siente, erizándole la piel, como es que el semblante de Steve abandona su estado de civil para convertirse en el Capitán.
—Si estás aquí, eso quiere decir que hay un plan para la misión —. Dice Steve bajando el cierre de su campera mientras habla, moviéndose a través del comedor y la sala para sacar su viejo traje, ese que uso la primera vez que lucho en Nueva York contra los chitauris y que fue enviado por paquetería por industrias Stark hasta su antigua base en África. Steve sabe que ha sido Tony, porque siempre lo es. Tony que no ha usado ni una vez el teléfono, Tony que ha regresado su carta como correo equivocado. Tony que no quiere nada ni de él ni de ninguno de los antiguos miembros de los Avengers, quien se había refugiado en la mansión de Long Island en un retiro sabático anunciado en una conferencia de prensa. Y es él mismo Tony quien está ahí, tratando de salvar a Peter, lo único intacto que le queda de la guerra civil, y que ha sido lo suficientemente grande y valioso para regresar a escena, eso por alguna extraña razón le quema en las entrañas.
—Lo hay —Concede Stephen, sintiendo como es que la capa vibra, ha encontrado a Reed Richards. Su mirada vuelve a enfocar a Steve, ropa deportiva tirada sobre un sofá, traje a medio vestir, tiene un inter comunicador cerca, Stephen vuela, interponiéndose entre ambos, Steve hace una mueca de confusión ante el repentino movimiento —. Sin embrago, esto no les compete a tu grupo Steve. Este es un caso de los illumínati y los X-Men, entra en la categoría de extremada confidencialidad. Friday te enviara las coordenadas del punto de reunión, tengo que seguir contactado a los demás miembros.
Steve asiente, con las venas resaltando en su cuello ante una orden que sabe no viene de Stephen, pero que no discute. El sonido de las voces de Natasha y Scott le hace girar hacia el pasillo. Ambos aparecen agitados y eso le acelera los sentidos.
—Capitán, mis frecuencias radiales han sido interrumpidas por tecnología Stark, creo que debemos movernos, el general Ross pronto estará sobre nuestras cabezas sino nos apresuramos. —Scott apenas si respira, sacudiendo su tableta, y con sudor acumulándose en su frente. Natasha se cruza de brazos ante el silencio de Steve, porque sabe que esto no es una casualidad.
—Ross no nos ha encontrado, la tecnología Stark debe ser Friday que te ha mandado una serie de números —. Dice Steve, terminando de enfundarse el traje y con la presencia de Stephen desapareando tras su espalda para ir al siguiente encuentro.
Scott deja caer su mirada sobre la pantalla, cuando los números saltan desordenadamente, gira su cabeza hacia la pelirroja y después a Steve que se revuelve el cabello hacia atrás, Natasha camina hacia él para recogérselo con horquillas.
—“Buen día Capitán”
La voz monocorde nace desde la tableta y Scott tiene el acto reflejo de tirarla lejos. Steve lo detiene, rodeando su muñeca con suavidad y tomando el aparato como si lo esperara.
—Friday —Contesta a modo de saludo el rubio, caminando lejos de Natasha y Scott que tienen la intención de seguirle — Esto…—Comienza con un titubeo, porque él nunca les ha negado nada, y realmente no quiere comenzar con secretos e información clasificada. Porque ellos le siguieron hasta las últimas consecuencias. Les mira un momento, respirando profundo —. Esto no es algo para nosotros como equipo, pertenece a los illumínati.
—Es sobre alguna amenaza hacia el universo ¿cierto? Fury ha dicho que ustedes son los guardianes de esta dimensión, Tony y tu son miembros fundadores —. La voz de Natasha no lleva ninguna segunda intención, Steve lo sabe, pero a sus oídos eso suena a reproche y él está cansado de eso, de las mentiras, los reproches, y el arrepentimiento. Asiente. Ella comienza negar antes de hablar —. Tony y tú no están en condiciones para trabajar juntos, sin contar que debes mantener un perfil bajo tras el escape del arca. Ya no estamos en territorio de T´challa.
—Lo se
—Va a traicionarte — Dice Scott, cuando entiende la razón por la que ese extraño ha contactado a Steve y la intervención de Stark que ha sido capaz de rastreles. —. Los acuerdos fracasaron pero puede haber otra cosa siendo aprobada en el consejo de los 5 en la ONU de la que aún no sabemos nada, esto puede ser una trampa.
—No, no lo es. Es una misión para los illumínati y como miembro de ella debo responder ante su llamado.
—Estas respondiendo a Tony, no a los illumínati —. Dice Natasha, estirando su mano para que le regrese la tableta —. Puedo ir en tu lugar para verificar la información sobre las condenas.
—Si eso, podemos formar un escuadrón que revise el lugar y la veracidad de lo que te han dicho —. Secunda Scott.
Steve les mira. Esto es tan difícil, porque él quiere decirlo, que no se trata de Tony, sino de la seguridad universal. Pero la confianza yace rota. Él mintió, escondió información sobre Howard y María Stark que no sabía seria el inicio del fin. La tensión cae sobre sus hombros, miradas reteniéndole en ese punto entre el pasillo y la puerta principal.
—“Capitán” —La voz de Friday rompe el silencio.
Steve da el primer paso hacia la salida sin mirar atrás. Nadie intenta detenerle.
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Han viajado en tren desde Salem, porque Piotr es demasiado pesado para abordar el autobús y no pasa las pruebas de seguridad del aeropuerto, el ruso se ha disculpado más veces de las que Vanessa ha podido contar. El enorme hombre con corazón de polluelo recién nacido le despierta el sentido de hermana mayor que nunca supo existía en alguien como ella. Su primer encuentro, con locos asesinos y todo cayéndose a pedazos no le hizo prestar mucha atención, ni a Coloso o Negasonic, demasiado concentrada en descubrir que es lo que se escondía bajo el traje y por lo que Wade lucia tan preocupado en mostrar. Sus sentidos retenidos por su novio recién aparecido, con el humor intacto y el amor fluyéndole en cada movimiento nervioso cuando ella estuvo lo bastante cerca para respirarle a centímetros de la cara.
Pero ahora, que Wade estaba perdido a demasiados kilómetros de ella, los ojos de Vanessa se habían centrado en su único acompañante, quien había dejado todo en la mansión para tomar la responsabilidad del errático comportamiento de Deadpool como algo más que solo interés profesional, Vanessa podía reconocer cuando a alguien le importabas de verdad, y Piotr sin duda alguna se consideraba amigo de Wade para cruzar medio país e ir en su búsqueda.
Es curioso, piensa cuando tiene la enorme mano de Coloso sobre su espalda baja, guindola con mucho cuidado, porque él teme romperla tal figurita de porcelana de la abuela, que él crea que debe tomar el lugar de hombre protector ante la falta de Wade, tal vez si fuese cualquier otro, con ideas de supremacía de género y segundas intenciones, ella ya se hubiese desecho de él, pero no es así, Piotr le hace sentir segura cuando no tienen ni más de 24 horas de conocerle-de manera formal- y eso le asusta un poco.
El tren les deja en la estación más concurrida de la ciudad, esa que tiene extrañas gárgolas y un reloj al que aún le tienen que dar cuerda cada doce horas para que siga funcionado, ella se mueve con fluidez, Coloso va adelante abriéndole el paso, su voz ronca y con su mala conjugación de verbos que aún no termina de dominar. Un auto se detiene tras el tercer taxi que les abandona frente a la estación, Vanessa ha aprendido en tan solo 5 minutos que si quieres algo en Nueva York tienes que pelear por ello, pero se contiene, porque Coloso sigue pidiéndolo todo amablemente e interrumpirlo para cambiar las tornas le hace sentir como si comiera un crimen contra un gatito bebé.
Así que cuando el Volvo negro abre sus puertas para ellos. Ella enarca una ceja, hasta que la voz de lo que parece ser una mujer le recibe.
—“Bienvenidos, señor Piotr y señorita Vanessa, este auto ha sido asignado para llevarlos a la torre, mi nombre es Friday, soy la A.I del señor Stark. Si necesitan alguna cosa no duden en pedírmelo”.
Vanessa da un paso hacia su izquierda, poniéndose de puntillas para alcanzar el oído de Coloso
—Este auto no tiene conductor hombretón, además, ¿cabes en esa cosa?
—Si me cedes parte de atrás, yo estar perfectamente. Deadpool me ha hecho subir a autos más pequeños. No tener que preocuparte Vanessa
Ella asiente, consiente que ambos han sido informados de la existencia de Friday por el profesor, y que se ahorraran algunos dólares. Vanesa hace un sonidito de aprobación poniéndose del lado de copiloto. La puerta se abre automática para ella. Coloso le sigue, el auto se hunde un poco contra el pavimento pero resiste el peso. Los cinturones les rodean y el recorrido comienza. Vanessa piensa en lo genial que es ser un maldito genio y millonario pero no precisamente en ser Anthony Stark, aliado del gobiernos y la ONU, héroe retirado, ha sido la forma en la que ahora hablan de él en los noticieros.
Ha tenido una conversación breve por teléfono con él y Charles Xavier, cuando Beast le puso en alta voz para que ella pudiese escucharlo, se sintió casi como tener a un actor famoso entrando en la habitación, Vanessa no entiende cómo es que Stark destila tanta fuerza y presencia sin siquiera estar cerca.
Ella distingue que están cerca del que fuera alguna vez el hogar de los vengadores cuando todo parece haber perdido la vida, la zona está deshabitada un kilómetro a la redonda, negocios locales cerrados y departamentos abandonados. Nadie quiere permanecer cerca de lo que fue el centro mismo donde inicio la guerra civil.
No tardan más de 15 minutos en llegar. Ella salta del auto tan pronto y se estaciona frente a la torre, Vanessa entra en el que piensa es el jodido edifico más caro de toda la ciudad, capta un movimiento por el rabillo del ojo, hay algo traspasando las paredes que le hacen elevar su guardia, saca su 45mm, quintando el seguro, manos firmes y mirada estrecha.
—Vanessa, todo estar bien, él ser amigo del profesor y Tony Stark —. Coloso dice amable, sonrisa de metal y titanio estirándole las relucientes mejillas. Pone su mano de palma abierta sobre el cañón del arma para evitar un accidente, la chica enarca una ceja.
—Bienvenidos a la torre Stark, estábamos esperando su llegada.
Vison, quien tiene esa parte de J.A.R.V.I.S que se salvó del ataque del Ultrón, esa que es una combinación de protector y mayordomo, no se inmuta ante el porte agresivo que Vanessa ha tomado, es un ser con la capacidad de jugar con la densidad de la materia, por lo cual una bala no le dañaría. Sin embargo si Tony estuviese ahí, lo hubiese puesto tras él sin siquiera pensarlo. Sobre pasado por su sentido de seguridad ante el castaño. Tony a veces le dice que es su bebé, él junto a Friday son sus pequeños niños que siempre quiso tener sin pasar por el proceso de mujeres, embarazos, malos matrimonios y descuidos. Él no discute la imagen que ambos representan para su creador, porque eso le hace sentir cálido y le aumenta el amor, contra poniéndose a las reglas que alguien sin alma ni funciones fisiológicas representa. Él es una parte de Tony, la que demuestra la capacidad de creación y bondad que nadie se toma el tiempo de ver en el inventor.
Vanessa chasquea la lengua, sus sentidos disminuyendo ante los movimientos del androide pausados y sumisos. Baja su arma llevándola tras la espalda.
—Mi nombre es Vision, y seré, por pedido de Tony, quien les acompañe hasta el punto de reunión en donde esta Deadpool.
Vanessa asiente, las puertas del elevador se abren, y ella se deja guiar, con el corazón encogido y el mal presentimiento que no ha dejado tome control de su cuerpo, el tirón de su estómago ante el movimiento del aparato subiendo, y los nervios tensándole los hombros, siente que van a destrozarla.
No puede, se dice, ella no puede volver a pasar por eso, sin saber en dónde está Wade, noches enteras e insomnio, mala comida, y esperanza frágil. Bailando constantemente sobre la delgada línea de cerrar un ciclo o de continuar esperando. El amor amenaza con soltarle y ella solo quiere que eso termine y regresar a su piso, cerca del restaurant chino y la risa de Wade saliendo de cada rincón. De sus grandes manos sobre sus caderas y sus malas bromas que aun así le divertían. Quiere volver, pero se siente tan pérdida, que cada nuevo paso que da cuesta más que el anterior.
El elevador se detiene en el último piso. Ella sigue a Coloso hundida en sus pensamientos, tardando en notar a Reed Richars, estirado sobre la barra de la cocina, sus pies firmes en la sala y sus brazos moviéndose de la alacena al grifo de agua. Porque ella pertenece ahora a una era, donde Deadpool no es en realidad alguien especial, sino la conformación de una categoría en donde hay personas privilegiadas con inteligencia, algún poder o riqueza. Ella disminuye la velocidad con la que camina, pegándose inconsciente a Piotr que puede entender su reserva ante algo que nunca había visto de cerca.
—Tú debes de ser Vanessa —. Reed le sonríe, estirándose hacia ella. Vanesa se encoge en su lugar. Él no se lo toma personal —. Soy Reed Richars, un placer.
—Oh, sí. Igualmente —. Vanessa, estira su mano para estrecharla con el científico, sintiéndose como una tonta al actuar como todas esas personas que le temen a Wade cuando no trae su máscara.
—Tony, ella ya está aquí —. Vision anuncia, traspasando la pared en donde aún cuelgan los cuadros que Steve hiciera después de lo de Ultrón. Su firma garabateada en negro y con marcos especiales de polietileno mandados hacer por Tony para su preservación.
—“Todas las coordenadas ya han sido enviadas”—. Friday dice, bajando las pantallas de triangulación en la que un pequeño punto se desplaza.
—Gracias cariño, prepara el Quinjet salimos en 5 —. Dice Tony, bajando las escaleras del segundo piso. Vision viene a su lado flotando —. He contactado con el profesor, me ha dicho que nuestro amigo, ya va hacia allá. Tenemos todo listo para la misión —. Informa Tony mientras toma su celular, frunciendo el ceño ante el icono de nota de voz, rueda los ojos cuando ve que el número es de origen desconocido —. Friday, bebé, podrías por favor deshacerte de este teléfono y conseguirme uno nuevo. Alguien lo ha pinchado —. Tony arroja el celular hacia ningún lugar en particular, Dommy se mueve como un bote de basura gigante para comerlo.
—“Entendido jefe. Todo listo con el Quinjet”
Vanessa se gira, cuando Tony ha alcanzado la cocina y camina directo hacia él.
—Estamos frente a frente ahora Stark, así que habla —. Vanessa se estira tan alto como puede, ayudada de sus tacones de aguja y sus brazos en la cadera. Superando con facilidad la altura del castaño que sonríe ante ella.
—Hola Vanessa, a mí también me emociona conocerte, porque ya sabes, eres la novia de un mercenario que está a punto de destruir el universo, y todo eso, pero creo que nuestra conversación puede esperar unos minutos más, claro si no te importar poner a toda una realidad en primer lugar —. Tony apenas si eleva sus ojos, largas pestañas cayendo. Vanessa no puede evitar pensar en los venados, de nariz pequeña y mirada expresiva. Guarda silencio y Tony le sonríe de medio lado, como si ella no hubiese intentado intimidarlo —. Sí, eso pensé. Bien ya estamos todos listos —. Tony gira sobre sí mismo para ver a cada uno de sus invitados. Reed, Coloso, Vision y Vanessa —. Es hora de enfrentarnos a Deadpool y su necesidad de llevarnos a la extinción, sin ofender —. Le hace una seña a Vanessa, ella solo se alza de hombros, porque bueno, hay que aceptar cosas absolutas, como la capacidad de Wade de llevarlo todo al extremo de lo inimaginable.
Las compuertas que dan hacia el hangar se abren y ella siente el salto que da su corazón, está a solo minutos de ver de nuevo a Wade, los dedos le cosquillean, va dejar sin polla a ese hijo de puta.
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Podría decir con honestidad, cuando Tony le preguntara en que estaba pensando al hacer eso, que a veces él era puro instinto, un niño traspasando la etapa púber, que había perdido demasiado pronto a sus padres y que la figura paterna que su tío quiso tomar, no duro mucho en realidad. Su vida solo había tenido un eje, May, May con sus malas comidas, con su confianza innata hacia el mundo y su fe en alto. May que le había sostenido demasiadas veces y que había tomado un trabajo con horas extras, porque tenía a su cargo un pequeño genio para llevar a la universidad.
Peter amaba a May más que nada en el mundo, y protegerla de las cosas malas entraba en el top 3 de prioridades, seguidas de la exploración anatómica de los cambios de su cuerpo y mantener las notas altas para los exámenes de pre grado. Sin embargo, Peter tenía más secretos además de ser un súper héroe arácnido, vigilando la ciudad a mitad de la noche.
A Peter le gustaba, no sabía muy bien si fue antes de que MJ le obligara hacer pruebas de labial o después de que una sesión de tutoriales para uñas y DYT de coronas de flores, simplemente había pasado, sentir algo muy parecido al amor a primera vista. Peter se asustó.
No es normal, había leído en un foro, lleno de chicos que se dedicaba a la cacería de desviados, pequeñas mariquitas que les gustaban los colores pastel y los holanes en sus ropas. Así que había callado, su afición por las uñas color verde menta y su predilección por shorts cortos y calcetas altas. Porque “no era normal” y él de verdad que no quería causarle más problemas a May y la saturación de trabajo diario con el que lidiaba.
MJ lo había descubierto un sábado por la tarde, en el centro comercial cerca de Brooklyn, cargando con una bolsa de la tienda asiática, en donde llevaba una chamarra con orejas de gato pedida por internet. Fue inútil intentar ocultarlo, él solía tartamudear cuando iba a mentir y la pelirroja era demasiado lista para creer alguna mala excusa, así que lo confeso, resguardado en la habitación de la chica, sin peligro de extraños enterándose de sus aficiones y sin juzgarlo. La reacción de ella fue una sonrisa zorruna, tumbándole contra la cama para quitarle los calcetines y comenzar a hacer pruebas con el esmalte amarillo piña que había comprado esa mañana. Él había reído por las cosquillas que los dedos de MJ hacían al rozarle, burlándose por el horrible color que había elegido, ella lo calló tirándole almohadas.
MJ se convirtió entonces en su respaldo, yendo a comprar labiales rosa pálido y ropa vintage, llenándole el refrigerador de crema de maní orgánica y frasquitos de leche de fresa. Consiguiendo jabones de galaxias para la bañera y crema corporal con olor a flores de cerezo.
Y así Peter balanceaba, una vida dividida entre lo que tenía que ser, lo que se suponía que era, y lo que realmente quería ser.
Recarga su cabeza sobre la ventanilla, están viajando en un camioneta Pick up del 97, con la radio de fondo y Wade silbando una mala versión de Careless Whisper, como si no hubiese robado el auto del profesor de biología, mientras se alinea para entrar en la autopista, porque tienen que llegar a un lugar donde pueda tener una conversación con el castaño sin interrupciones.
—Hey baby boy, abre la guantera.
Peter voltea, tiene las katanas de Deadpool en el regazo y su mochila esta descuidadamente tirada bajo sus pies, se ha saltado las 3 últimas horas de clase y su teléfono está lleno de llamadas perdidas de Harry y MJ que se ha dedicado a eliminar, la voz de Deadpool suena suave y le atrae, tarda demasiados segundos en entender la petición. Se inclina tanto como el cinturón de seguridad se lo permite para abrirla. El contenido se desborda, lleno de brillo labiales de diferentes sabores, hay melocotón, fresa y sandia. El aroma dulzón inunda el coche por un momento y el color se le disuelve en la cara, sus temblorosas manos toman uno de los tantos paquetitos, Wade gira el volante hacia la izquierda para ir hacia la segunda desviación y salir de la autopista. La velocidad se reduce considerablemente. Peter no ha dejado de verle.
—Bien, bien, no sabía cuál escoger. La próxima vez necesitare que me guíes, porque sabes, las chicas que atienden no son muy amables con un tipo de traje y con armas. Pero eso no importa porque entre todas esas cosas debe de haber algo que te guste ¿cierto? Vi uno parecido al de sandía en tu casillero hace dos días, así que pensé, vamos Wade, tienes un montón de dinero sin usar, hay que comprarle cosas lindas a tu baby boy. Así que dime, ¿con cuál quieres comenzar?
Peter desabrocha el cinturón y quita el seguro de la puerta. Deadpool comienza a zigzaguear en el estrecho camino evitando que Peter pueda bajar el vidrio o abrir la puerta.
—Hey, Hey, Hey Baby boy, quieto ahí, no tienes por qué aventarte de un auto en movimiento solo porque el labial que querías no está entre esos, podemos comprarlo ¿sabes? Tu solo pídelo.
— ¡No quiero nada! Además ese labial de cereza ni siquiera era mío, solo lo guardaba para MJ, deja de sacar tus propias conclusiones, porque nada de eso es así.
—Cariño, si ese es tu intento de negarlo déjame decirte que te faltan como 5 años para que logres que yo te crea, además dije sandia, no cereza, pero ahora entiendo, fui yo el que me equivoque. Solo deja girar esto y podremos regresar a la ciudad por tu labial de cereza.
— ¡No vamos a regresar! Detén el auto.
—Vale si no quieres ir a la ciudad pero falta poco para que lleguemos a mi granja, créeme no quieres caminar, a Juanita la vaca no le vas a agradar si llegas todo sudado, y lindura yo quiero que tú y Juanita sean amigos, es importante para mí, tu sabes, no es solo una mascota sino parte de la familia. Ahora suelta la manija de la puerta Pete,
Peter le sostiene la mirada, apretando en su puño el paquetito dúo de brillo labia y Lipstick carmesí. Y entiende que enojarse con Wade por algo que él mismo es, no servirá de nada. Cierra la guantera y abrocha su cinturón, Deadpool le sonríe, tiene la mitad de la máscara doblada, dejando ver sus labios y el principio de su afilada nariz, por alguna razón eso le ha tenido nervioso todo el camino.
— ¿De verdad no piensas que soy raro?
Wade toma la palanca de los cambios para detener el auto. Han llegado a una de las granjas, la enorme entrada plagada de girasoles, los troncos de madera sobre puestos y rellenos de papel aluminio, cada uno de ellos tienen sellos de ángel en echoniano, están en una zona 0, donde ninguna clase de tecnología con ondas electromagnéticas o hechizo pueden restarles. El sonido de los cencerros de sus dos vaquitas suenan, la voz de Peter repiquetea en sus tímpanos, asustada y mortificada y él piensa que debió de haber buscado mejor el jodido saborcito del labial y no ignorar la etiqueta, los tonos de maquillaje son importantes había dicho una vez la chica avispa.
—Lo siento. Soy algo idiota para comprar esas cosas Pete, pero podrías probarlo solo un poco, quizás te guste más que el de cereza.
—De verdad no estoy teniendo esta conversación con el tipo más buscado de Nueva York, esto solo es un sueño, seguramente me intoxique con la comida de la cafetería, si eso, el pastel de 7 capaz de carne por fin alcanzo al del mes pasado y yo me he envenenado —. Peter dice, el rostro escondido entre las manos, sintiéndose superado.
— ¿Eso quiere decir que soy el hombre de tus sueños? —. Pregunta Wade, soltando el volante y haciendo a Peter hundirse sobre el asiento antes de negar —. ¿De verdad? ¿Estás seguro? Tal vez deberías dormir más temprano hoy para que nos encontremos en la nube 9 lindura.
— ¿Estas coqueteando conmigo? ¿Te gustan los chicos? —. Peter abre sus dedos, dejando entre ver sus ojos y su sonrojo. Wade le sonríe.
Porque es una constante desde que se conocieron, los cumplidos tontos y halagos que le avergüenzan. Deadpool tratando de tener más contacto, demasiado centrado en dejar salir todos sus encantos que en tener una pelea cuerpo a cuerpo.
Wade, sacude su cabeza para negar ante las preguntas, Peter siente que ahora entiende menos, porque quizás todo esto es solo un juego para Deadpool, pero para él que apenas ha podido dormir durante la última semana, es importante.
—Tengo una lista, de las personas con las que me acotaría, —, comienza Wade, y Peter le sacude la urgencia de taparse los oídos —, y déjame decirte Baby boy, eres el único chico en ella. Así que supongo que soy Spidersexual o una mierda parecida.
Peter niega ante ese término que Wade se acaba de inventar, y trata de centrarse, hay una razón para estar ahí, para arriesgarse y haber desobedecido a Tony, respira profundo y gira la mitad de su cuerpo hacia Wade. Esto es lo que correcto, piensa.
—Yo, quisiera hacerte preguntas — confiesa, porque su genio interior clama por información, a pesar de que sea un holograma cuántico a lo que se enfrenta. Si tan solo supiese que ese siempre es el inicio, si Tony se hubiese tomado el tiempo solo para contar una parte de cómo es que él suele perder las cosas importantes, entonces Peter hubieses ahogado su necesidad por ponerlo todo en ecuaciones para descifrarlo. — En realidad son muchas preguntas, pero lo más importante es que quisiera poder diferenciar cuando estás jugando y cuando dices la verdad. Pero no puedo hacer ninguna de las dos— Se lamenta, bajando la mirada. Wade hace un ruidito para atraer sus azules ojos hacia él de nuevo.
—Claro que puedes mi dulce arañita, para eso hemos venido hasta aquí. Tú quieres saber, yo quiero decirte, notas la compatibilidad de nuestros deseos Baby boy, el amor está en el aire.
Las aletas de su nariz se dilatan. Wade está usando palabras como amor y deseos, cuando el único conocimiento que Peter tiene de él es su primer nombre- dado por el Friday- y su expediente como mercenario. Si él pusiese todo en una balanza, Deadpool termina debiéndole demasiado, como una tarjeta de crédito que ha superado su límite financiero, porque el anti héroe sabe mucho más de lo deja a ver a simple vista. Sus ojos bajan de nuevo, cayendo sobre su regazos, armas y cajitas de labial desperdigados. Se mastica el labio, porque definitivamente Wade está en un punto donde él debería embargarlo, ante la adquisición del más profundo de todos sus secretos. Gira su rostro apenas un poco porque el silencio entre ellos se ha prolongado, pero se siente bien, es reconfortante, sin presiones e incomodidad, casi como si lo que realmente el mercenario esperase es una señal de él para poder hablar. Peter se la da.
—El labial, ¿cómo supiste que era yo quien lo usaba? —. Pero hay cosas, nota Peter que no entran en conflicto con el holograma, y son todas las que a él le componen.
Wade sonríe porque siente ventaja por primera vez desde que su Pete se le encogió y quisieron alejarle de él.
—La chica pelirroja —, dice como si fuese obvio, haciendo espavientos con sus manos como si tuviese cabello largo y jugara con él, le saca una sonrisa a Peter —, es imposible que use algo a lo que tú hueles. Al principio pensé que una chica me había ganado de nuevo, tú entiendes, la rubia, la pelirroja, la extranjera, parece que siempre me llevan la delantera, te conocen antes que yo y te enamoras de ellas, así que pensé que había pasado de nuevo. Que Mary Jane era tú no… —. Deadpool arruga la nariz y junta sus labios sobre las pequeñas manos que le cubren.
—No puedes hacer eso, no puedes decirme nada de las cosas que viste o sabes antes de conocernos, podría ser peligroso para la realidad del universo. Es por eso que no puedo preguntar, porque me llamas de esa forma o porque me persigues, si la información que me darás pone en riesgo al mundo. Me gusta este mundo, así que no quiero que estalle o se rompa.
Wade asiente despacio, aun con las manos de Peter sobre su boca.
—Tienes que prometerlo. Que no vas a decirme nada de dónde vienes o cosas que sabes de mí. Sino lo haces desaparece otra vez.
Peter pide, y Wade mueve su cabeza rápido, porque él no puede volver a pasar por dos días enteros sin su arañita sin volverse loco, otra vez.
—Bien, ahora tienes que prometer que no le contaras a nadie sobre lo del labial. Eso es algo que no volveré hacer y no es normal —. Dice mientras retira sus manos y Wade parece haber recibido una bofetada mental.
— ¿Quién lo dice? — La voz de Deadpool es tensa, y Peter siente que ha dicho algo que no debería.
— ¿Qué? —. Murmura, apretando de nuevo la cajita de lipstick.
—Eso, ¿Quién dice que no es normal?
Wade pregunta con sinceridad, desabrochando su cinturón. Peter siente como se le acelera el corazón, cuando él se inclina sobre la palanca de cambios para estar más cerca.
—Lo dicen todos —. Masculla Peter, Wade frunce los labios y niega.
—No eres raro Peter. Eres hermoso, con o sin labial. Y si tú quieres usar el jodido brillo de cereza y alguien te molesta por ello, yo mismo lo contra viviré.
Peter no sabe en qué momento paso, llegar de la escuela del distrito hasta la interestatal, justo por donde la zona de granjas comienza y de la cual Deadpool resulto ser dueño. No puede medir la bomba de tiempo que tiene entre las manos, esa que le dice cuanto es que le gusta, que es el único y que le ha llamado hermoso, y de pronto algo se derrama en su interior, los ojos le pican y el cerebro se le desconecta porque Wade destila tanta sinceridad que no creerle, duele.
Peter baja la mirada, jugando con el paquetito entre sus dedos y sintiendo muy cerca el aliento de Wade sobre su hombro. Gira su rostro solo un poco, toma aire y lo pregunta.
— ¿Contra vivir? ¿Quieres decir, que tú matas personas? —. Peter se siente un tanto idiota y otro poco atrofiado por lo que termina diciendo, porque le invaden el espacio personal y así no hay quien pueda pensar bien.
—Shhhhh, la palabra con “M” es mala, baby boy —. Susurra Deadpool, alzando una de sus manos, y tomándole desprevenidamente del mentón, Peter parpadea sin entender en dónde está el error gramatical, que en realidad en una regla ante impuesta sobre lenguaje y regularizaciones que Wade se ha subsidiado cada vez que hablaba con Spiderman —. Tu boca ha sido totalmente profana ahora tengo que purificarla —. Declara con seriedad.
—¿Purifica…mhn
Y todo se detiene entre querer entender la revolución que ha dejado a su paso Wade y la valentía que se disipa demasiado rápido de la resolución de decisiones de Peter. Porque está ahí, siendo sostenido de su cintura, su espalda recostada contra la puerta del auto y sus piernas flexionadas. Respirando de a poquito y sintiendo la textura de los labios de Wade sobre los suyo, en un beso que no es un beso, pero que le roba la primera experiencia, la lengua de Deadpool toca, en una ironía de la cortesía para colare en su boca, y Peter siente que le derrite, el calor, el sabor y las intenciones.
Wade le lame el interior de las mejillas como si fuesen helado de fresa, ruiditos rebotando de una garganta a otra y Peter no sabe quién está realmente succionando en ese intercambio de saliva. Los largos dedos del anti héroe hundiéndose en la forma de media luna que le hacen las nalgas, por la posición replegada del reducido espacio y brazos contra su pecho, que se estiran hacían enfrente y se enredan en Deadpool, memoria corporal diría Harry orgulloso, ante todos los videos porno que han visto juntos y que han dejado lecciones-invertidas- en él.
Peter piensa que no se debería sentir así, caliente y bien, que no combinan en la misma oración cuando se le agrega el sustantivo de Deadpool, y que aunque él no está cometiendo un crimen, Wade esta suscribiendo los dictámenes penales, con 30 años de cargos por corrupción a menores que Peter nunca denunciaría. Siente las mejillas rojas, y su tripa apretarse, porque algo está levantándose por debajo de sus pantalones y hay otro bulto presionándole en la cadera. Así que pone más fuerza en cerrar sus ojos, porque si ve, en lugar de solo sentir, las abdominales duras y la humedad, va tener una vergonzosa erección en toda su gloria.
Wade se separa, solo un poco, rozando sus narices mimadamente.
—Hueles a colegiala virgen, Peter —. Susurra Wade con voz ronca y haciéndole cosquillas con los labios cada vez que se abren para hablar.
Peter dejar caer su cabeza hacia atrás, todo sus peso flojo ante un intercambio de tensiones sexuales, curiosas, con muchos recuerdos y otro poco de expectativas. Sus manos estrujan el traje rojo por la espalda y Wade sacude la cabeza para que su máscara termine de caer, Peter apenas si abre los ojos, una rendija estrecha empañando el avellana y provocándole una sonrisa, de esas peligrosas y con promesas depredadoras que son el especial de Wade, aun si Peter no lo sabe.
Y la línea es cruzada, el interior de la Tierra tiembla y Wade no tuvo que decir nada.
…
…
…
My youth
My youth is yours
Tripping on skies, sipping waterfalls
My youth
My youth is yours
Runaway now and forevermore
My youth
My youth is yours
A truth so loud you can't ignore
My youth, my youth, my youth
My youth is yours
Youth-Troye Sivan