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La ultima farsa por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Título: " La última farsa"

∞ Autor: YUKI-NII.

∞ Género: Hurt/Confort

Rating K

∞ Advertencia: Peter Parker Gender fluid. Toque de temas sensibles en la relación entre adulto y menor de edad.

Crashing, hit a wall
Right now I need a miracle
Hurry up now, I need a miracle
Stranded, reaching out
I call your name but you're not around
I say your name but you're not around

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Interferencia en las redes.

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Peter corre, un jadeo atorado en la garganta y los músculos de las piernas tensos. Se detiene, gira, y cae.

Peter siente como el tiempo se le acaba, pequeñas gotas de algo cayendo sobre su cabeza y frio calándole hasta los huesos.

Peter grita, sigue cayendo, sus manos estiradas hacia algo que no puede alcanzar. No lo alcanza. Nunca lo alcanza.

Peter está asustado, porque su telaraña en realidad no es tan rápida, y resiste tan poco ante la fuerza de la gravedad y la elasticidad está en su contra.

Peter se estremece porque sabe que es demasiado tarde pero aun así presiona, y lo intenta, lo intenta tanto, que duele.

—Por favor, por favor abre los ojos.

Peter susurra a la nada. La nada tiene cabello rubio y unos hermosos ojos azules. Iba ir a Cambridge y era lista, más incluso que él.

Peter se había alejado de la nada para no perderla. Tan egoísta. Tan cobarde.

Peter llora, el nombre de Gwen atravesándole la tráquea. El olor a sangre rodeándole. El reloj suena, manecilla sobre manecilla, engranaje contra engranaje.

Gwen muere un miércoles por la noche, con la subestación de energía cayéndose a pedazos y poniéndose fría entre los brazos de su ex novio héroe.

Peter aprieta los ojos. Porque ahí está de nuevo, perdiendo aquello que ama, y realmente él ya no sabe cómo se supone que debe de ser bueno, de no estar constantemente asustado, de no sucumbir ante la oscuridad y terminar con todo, con todos de un solo tajo. Un alma pura corrompiéndose ante la frustración, ante la soledad, ante el silencio. Nadie responde, pero hay un pitido cerca de sus oídos. Son latidos de electrocardiograma que le ponen ansioso, pero que, si no los oyera, si no durmiera arrullados por ellos, simplemente no podría levantarse, separarse de la cama.

Abre los ojos, sus pestañas repletas de lágrimas, es de madrugada. Estira su mano, sus dedos tocando la piel tibia de Wade, que respira bajito y lento, como si se estuviera muriendo.

No.

No lo está haciendo

Él no va a dejarle. No va hacerlo.

Peter abre la boca, su voz es algo seco y compungido que le nace desde el pecho. Han pasado dos días más. Las pocas noticias que se tienen son tan desalentadoras, que tuvo que ser Tony quien se las digiera apartado de todos los illuminatis. Peter se pregunta si el genio millonario lo ha visto tan débil como se siente, para decirle todo eso en privado.

“Pudimos contactar con el Strange de la tierra 19999, han corroborado nuestras sospechas sobre el salto dimensional. Lo cual es un gran avance, hemos gastado una semana entera buscándolo entre cada universo que casi creímos que no lo lograríamos. Jarvis ha corrido con una configuración especial que hemos codificado entre Hank, Reed y yo. Te hubiéramos pedido ayuda, pero… En fin. Wade está ahí, y ha escapado hacia ti, bueno no hacia ti, sino a tu yo de esa tierra. Tú me entiendes. El punto es que, tiene que ser el Peter Parker 19999 quien lo traiga de vuelta. Esto es como un teléfono chico, funciona hacia ambas direcciones, es por eso que esto puede causar un holograma cuántico, que muy probablemente no estemos preparados para enfrentar. Debemos sospesar nuestras posibilidades, pero no voy a mentirte Peter. Si tenemos que matar a Wade, lo haremos. No arriesgaremos universos enteros por una sola persona. Así que debes tenerlo en cuenta”

Peter recuerda que hubo mucha más conversación, ideas de máquinas y pizarras repletas de ecuaciones. Que debería de sentirse halagado por haber podido participar en una de las reuniones con los genios más importantes del mundo. Amadeus Cho, incluido. Pero no es así. Peter solo se siente amenazado, con la necesidad de gruñirles a todos y de encerrarse en una fortaleza secreta con Wade. De dar advertencias veladas a cualquiera que tenga malas intenciones con ellos y de gritar lo injusto que todo esto se está volviendo.

Peter mira a Wade, más delgado, la piel de su tórax ha comenzado a apagarse a sus costillas y sus mejillas se han hundido de a poco. Las vitaminas y el alimento vía intravenosa parecen no estar haciendo ningún efecto. Y Peter teme que ese viaje de la mente de Deadpool le mate antes siquiera que alguno de los héroes de Nueva York.

Sus dedos se presionan contra los huesos de las caderas de Wade, mientras se sienta en la cama, no se ha quitado los zapatos y tiene marcada la capucha de su chaqueta en la mitad de la cara.

Se talla los ojos con su antebrazo y respira.

Lento. Profundo, muy profundo

Y grita.

—¡DEVUELVEMELO!

A alguien que está lejos, lejos junto a Wade.

El bar de Weas queda justo al final de una de las tantas callejuelas, junto a una discoteca llamada “Babylon” y tras una fila inmensa de personas vestidas de viernes por la noche, capas de sudor por el calor humano y olor a tabaco y marihuana vaciándose en el aire. Peter hace un mohín, como descubriendo ese olor nuevo, una mezcla de pasto recién cortado y llantas quemadas a mitad del verano. Se cubre la nariz con una mano y Wade le sonríe, como si aprobara su acción.

Han estado caminando en línea recta, Peter ha estado revisando constantemente su teléfono. “La tía May” es todo lo que le ha dicho, como si necesitare explicarle que no le va a traicionar a medio camino en llamar a Stark o al profesor para contarle sobre su ubicación. Porque después de todo, hay cosas implícitas dentro del trato que han hecho, y besos que se tienen que pagar a cuotas, Wade no quiere presionar, es un chico listo, así que espera, una señal, solo una pequeña para inclinarse a cobrar lo que le pertenece.

Wade tiene pequeños destellos de imágenes, de memorias que sabe, no son suyas pero que ha estado ocultado de Peter sabiamente, no por nada ha conquistado a la muerte sobre Thanos y tenido aventuras con Súcubos tres niveles más arriba del inframundo. Él sospecha, ante la sensación viciosa dentro de su cabeza que ya ha vivido antes, que está ahí, no por un accidente mutante y eso le asusta más que la simple idea de no volver, sentirse seguro en ese mundo junto a la única persona en la que sabe puede confiar, no diferencia el amor que tiene por el Parker de su propio universo, ese chico universitario alto y juguetón, que le toma fotos a escondidas y usa sus playeras con dibujos de pizza para dormir.

Si Wade es honesto, al menos consigo mismo, él tendría que admitir que desea regresar, que su vida esta allá, porque ese cuerpo no es suyo y está invadiendo algo que no le pertenece. Su cabeza punza y Wade lanza todos sus pensamientos por el mismo abismo en las que sus misiones van en cuanto terminan.

Da pasos largos y perezosos. Porque en realidad no quiere llegar, algo dentro de él sabe que se aproxima el fin de su tiempo junto al pequeño Peter y el pecho le ruge ante ello. Distingue la puerta de madera sucia del bar de Weas. Al letrero fluorescente le hace falta una letra y hace un ruido de crujido cuando se pasa bajo ella.

Peter distraído sobre la pantalla de su teléfono hace una mueca. Wade alcanza a ver el nombre de Harry en él, y respira profundo para no hacer una escena. Ese rico bastardo siempre entrometiéndose. El castaño bloquea el celular y lo guarda fastidiado, eso solo aumenta su propia molestia.

Dibimos deshacernos del niño bonito hace días

“¿Y hacer que Petey nos odiara? Eres todo un genio”

Al menos yo doy ideas para mantener a Peter con nosotros

Ideas estúpidas, dirás”

Wade chasquea la lengua, y se da un golpe en la frente. Las voces han estado más activas que de costumbres, eso no pasaba desde…, choca contra algo suave, sus ojos de un azul sucio bajan, Peter se ha detenido, mira hacia todos lados, un gatito perdido dentro de la gran ciudad. Wade se pega un moco más, su vientre contra el omóplato izquierdo del menor.

 Peter no le aparta ni se recluye.

—Es esa puerta de ahí —. Le dice Wade para atraer su atención, inclinándose hacia él. Peter asiente, como si su cercanía no le derritiera los intestinos y la piel no le hormiguera.

 Han hecho tres cuadras atrás algo muy parecido a un tipo de contrato. Peter quiere decir que se siente estafado, mucho antes de siquiera dar su pago, pero que no se va a retractar porque sintió solo por algunos segundos que tenía a Wade en la palma de su mano y que ahora entiende que tan delicado puede ser la división del bien y el mal.

Tan fácil de corromperse, piensa.

Peter se ponen en marcha de nuevo, la figura de la puerta fija en sus pupilas. Pasan entremedio de dos altos hombres, con chaquetas de cuero, pero sin nada más abajo, son peluditos, y llenitos. Algunos tienen hombros anchos y son casi tan altos como Deadpool, espesas barbas adornan sus rostros. A Peter, ellos les recuerdan a peluches afelpados, en un tamaño intimidante y con látigos en lugar de corazones de tela.

—Esa es otra comunidad de por aquí —. Dice Wade cuando nota hacia donde se ha desviado el rostro de Peter —. Se llaman gay bear, parece que habrá alguna clase de concurso —. Murmura cuando mira a más de un chico vestido con tela luminosa y lentes estrafalarios.

Peter trata de no ser grosero y mirarlos fijamente, porque no es que sean fenómenos de circo, es solamente que todos ellos son atrayentes en diferentes formas.

Un mundo nuevo que a Peter se le había negado hasta entonces, uno que le grita, “hey, no estás solo”

Peter toca su rostro cuando mira una alta trap, tacones de suela roja y vestido entallado negro, pasar la cadena de la entrada. Si Peter la hubiese visto de día, lejos de esa zona, paseando de la mano con otro chico, no habría sabido simplemente diferenciar si era una chica o no, en realidad. Con sus espesas pestañas ébano y sus labios rosas en forma de corazón. Es tan hermosa.

—Peter…

—¿De verdad lo crees? Lo que dijiste en el auto, ¿de verdad lo crees? — Pregunta Peter a prisa. Pegándose más a él y observando todo a su alrededor.

Wade le mira un momento, porque dijo tantas cosas durante esa tarde que teme no dar con la correcta.

Es sobre él con ropa de niña idiota, solo mira cómo ve a esa hermosura tras nosotros, no, no el chico que te ha guiñado el ojo idiota. La chica con la peluca pelirroja, esa con el culo respingón entrando a la discoteca

Peter tiene un culo mucho mejor, deberíamos ponerle expandes más seguido. En el apartamento con la puerta cerrada y las persianas abajo. No quiero que ningún bastardo más lo vea.

Peter suspira, como si se desinflara ante la tardía respuesta. Wade pone rápidamente sus manos sobre los delgados hombros.

—Es verdad, voy a contar vivir a cualquier hijo de puta que te diga que no eres hermoso Baby boy, le hare comer sus pelotas incluso por decirte eso en primer lugar. Tu eres perfecto para mí. Y si quieres ser como la chica pelirroja de allá, hazlo. Nadie tiene que decirte que vestir o cómo actuar. Solo se tú mismo lindura.

Peter baja el rostro, su peso cambiando de un pie a otro. Se ve tan pequeño que Wade solo quiere inclinarse y abrazarle. La sociedad se puede ir a la mierda con sus estereotipos mal inculcados y sus costumbres elitistas y discriminadoras. Peter se cruza de brazos, se muerde el labio y hay mucha indecisión entre el movimiento de sus dedos nervios sobre sus codos.

Niega una, dos, tres veces. Y después parece rendirse. Y sonríe, pequeñito, así como una estrellita debajo de la vía láctea. Pero a Wade le parece el sol de Mercurio, puro fuego, luz y energía condesada que necesita irradiar a todos los demás.

—Gracias —. Dice Peter. Escondiendo sus manos en las mangas flojas de su sweater azul, y con las mejillas rojas.

Wade suspira como un idiota. Y se reafirma que no importa en qué mundo este, el caerá como un idiota ante la sonrisa de su más amada esposa.

El pensamiento se le derrite en el cerebro. Y Peter sigue caminando, ajeno a esos sentimientos.

Y sucede de pronto.

Se le estruja el corazón. Y el mundo se mueve.

Alza su mirada buscando la de Peter, sus manitas jalándose el sweater y saliva espesa escapándose de sus labios. Lo mira caer de rodillas, y se obliga a ir tras él.

La gente comienza a rodearlo, y Wade siente el pánico en las venas.

Peter sacude su cabeza, porque siente que alguien le está gritando, el empuja el sentimiento. Fuera. Fuera.

Y finge que no escucha el reclamo retumbándole dentro del cerebro. Así como fingió no haber escuchado una oración.

 

I need you, I need you, I need you right now
Yeah, I need you right now
So don't let me, don't let me, don't let me down
I think I'm losing my mind now
It's in my head, darling I hope
That you'll be here, when I need you the most
So don't let me, don't let me, don't let me down
D-Don't let me down
Don't let me down

Dont let me down-The Chainsmokers

 


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