*La mañana del sábado*
Otra noche más sin poder dormir, un señor fantasma me estuvo molestando toda la noche diciéndome que fuera a su servicio fúnebre y le dijera algo a su hijo, pero en verdad estaba demasiado cansado para hacerlo. Si bien, no podía dormir, quedarme en cama me relajaba un poco y era lo más cercano que tenía a dormir.
-¡Aaaaah!- exclamé cuando apareció delante mío el señor de la noche pasada -pensé que se había ido... entienda, no puedo ayudarle ahora, si voy a ese funeral me dirán que estoy loco
-Acabo de morir inesperadamente y había algo que le quería decir a mi hijo, por favor ayúdame- me dijo el fantasma
-aaaah ¿qué debo hacer?- me pregunté a mi mismo, sabía que si le ayudaba me dejaría en paz, pero no quería más gente creyendo que estaba loco, así que tomé una decisión -lo lamento, pero no puedo ayudarle- solté sin rodeos, esperando que lo entendiera y se fuera lejos dejándome en paz
Por desgracia lo que hice no salió como esperaba, el fantasma me siguió todo el día, gritándome que lo ayudará, intenté ignorarlo durante 3 horas pero no paró...
-Yaaaaaa, está bien- grité desesperado -haré lo que me pide, ahora dígame ¿dónde es su servicio funerario?... Iré más tarde, cuando anochezca ¿está bien?... correcto- terminé de hablar con él
Mientras esperaba que anocheciera, el fantasma comenzó a contarme lo que quería que le dijera a su hijo, en realidad me pareció conmovedor lo que quería arreglar con él antes de ir al más allá
*En la noche*
-Bien, vamos para allá entonces- le dije una vez tenía puestos ya un patalón negro y una camisa del mismo color
En realidad odiaba ir a esos lugares, era casi como la sala de emergencias de un hospital, había muchos fantasmas rondando por ahí y en cuanto se enteraban de que yo era capaz de verlos me seguían a todas partes hablándome para que les ayudara, mi vida se convertía en un completo caos. Pero decidí ir esta vez porque compartía algo con ese chico y deseaba ver su rostro cuando escuchara que su padre lo comprendía y apoyaba en lo que hacía, que a pesar de todas las cosas lo amaba tal como era
Cuando menos lo pensé ya había llegado a la funeraria. Entré y comencé a buscar el nombre del señor en la lista de cuartos -Aquí está usted, Nam Jung Ha, vamos hacia allá- dije en cuanto le encontré en la lista, causando que la gente a mi alrededor me mirara desconcertada, gracias a eso recordé que nadie más podía verlo y era mejor no hablar con él mientras estaba ahí
Llegué a la habitación donde debería estar velándose el cuerpo y...
-¡Nam Woo Hyun!- dije sorprendido, pero con voz baja, a la vez que me escondía detrás del muro más cercano, con suerte él no me habría escuchado
-¿Su hijo es Woohyun?- le pregunté al fantasma
-Sí ¿le conoces?- me contestó el fantasma
-Si, es mi compañero de clase en la universidad, no sabía que su padre había muerto, ni tampoco de lo otro ¿por qué no me dijo su nombre antes? No puedo aparecerme frente a él y decirle "Hey, puedo ver a tu padre muerto", él no puede saberlo, en la escuela ya me ven raro por ser homosexual y si alguien se entera que tengo este sexto sentido me tratarán como un verdadero loco- dije alzando la voz poco a poco, cuando me di cuenta ya muchos me miraban -Jaja, estoy hablando conmigo mismo... ya saben... para superar el duelo- dije a quienes me miraban mientras me marchaba al baño con la cabeza agachada
-Dijiste que me ayudarías, Sungkyu
-Sí, pero no sabía que su hijo va en mi clase, en verdad quiero ayudarle con esto, solo deme un minuto para pensar de que otra forma puedo ayudarle, por favor
La idea de decirle que podía ver fantasmas estaba completamente descartada, pero conseguí una idea mejor que me permitiría seguir ocultando mi mundo
-Lo tengo, señor Nam- grité sin pensarlo -escribiré una carta para él, una carta que usted me dictará, también tenemos que agregarle algo que solamente usted y él sepan, para que en verdad crea que usted la escribió antes de morir ¿está bien?
-Me parece perfecto
-La parte buena es que ya tengo un papel y un bolígrafo aquí, lo complicado estará en entregársela- comenté dudoso
-Primero escríbamosla- me dijo el señor Nam, sacándome de mis pensamientos acerca de como hacérsela llegar
-Está bien, comencemos...
*Unos minutos mas tarde*
-Bien, usted dictó todo así que son directamente sus palabras, deberá creer todo lo que dice aquí- comenté
-Entonces ve a entregrarla, por favor- pidió el sr Nam
-Claro, claro, iré de una vez y en el camino pienso cómo dársela- le dije al sr Nam
Salí del baño pensando en una manera de darle la carta a Woohyun sin que se diera cuenta de que yo soy quien la entrega porque, a pesar de que estuvieramos en la misma clase, no éramos muy cercanos, al menos no tanto para que asistiera al funeral de su padre, y menos si se supone que nadie de la universidad sabe lo que pasó
Ya estaba muy cerca de la habitación donde estaba el cuerpo del señor Nam y a pesar de darle tantas vueltas al asunto, no pude pensar en otra cosa más que en presentarme en el velatorio y darle el pésame a Woohyun por la pérdida de su padre, ya estando cerca vería la forma de darle la carta sin ser descubierto como el autor, quiero decir, quien la escribió.
Me decidí a entrar, obviamente ocultando la carta, ahí estaba mi objetivo, el chico rubio sentado en uno de los sillones negros más adelante, tenía la mirada perdida, seguro estaba pensando en su padre y en lo decepcionado que se había ido
-¿Woohyun?- le dije una vez me encontraba cerca de él
-¿Sí?
-Soy Sungkyu, vine aquí para darte el pésame por lo que le ocurrió a tu padre- contesté
-Oh Sungkyu, de mi clase ¿cierto?- me dijo un poco confundido -lo siento, en este momento no puedo pensar claro
-No te preocupes, solo quiero que sepas que, aunque no seamos cercanos, cuentas con mi apoyo para todo ¿de acuerdo?
-Está bien, gracias- me dijo estirando su mano para que la sujetara
Tomé su mano y sentí algo raro, algo como un impulso eléctrico originado en mi mano y después recorriendo todo mi cuerpo, algo como una de esa veces que alguien te hacia una broma con un aparato que electrocuta en la palma de la mano; pero eso no fue lo más raro, lo que más llamó mi atención fue que el señor Nam desapareció de mi vista, cuando antes de sostener la mano de Woohyun ahí estaba, justo al lado de su hijo
-¿Sentiste eso?- le pregunté en voz baja al rubio
-Sí, fue raro- me contestó sorprendido, pero no tanto como yo -¿quieres sentarte?- preguntó cortésmente
-Claro, claro- le contesté y me senté a su lado, tomé ventaja de que estaba distraído y me iba sentando para sacar la carta de mi bolsillo y dejarla caer detrás suyo en el sofá -Hmm ¿qué es esto Woohyun?- pregunté mientras tomaba la carta que recién había dejado caer allí
-¿hmm? ¿Qué dice?- me preguntó confuso
-Para Woohyun- dije leyéndola, aún cuando ya sabía que decía -al parecer es para ti ¿de quién será?- comenté dándole la carta
-¿Qué? ¿Para mi? Es demasiado raro- tomó la carta y comenzó a abrirla para luego leerla para él
Flashback: hace unos momentos en el baño
-Está bien, comencemos- le dije al señor Nam
-Querido Woohyun, hijo: - comenzó a relatar el fantasma -Te escribo esto porque, lamentablemente, no pude decírtelo antes. Recuerdo que cuando naciste tu madre y yo estábamos realmente preocupados debido a que tu nacimiento había sido prematuro, no sabíamos si vivirías para crecer y convertirte en un hombre fuerte y grande, pero gracias al cielo lo hiciste, y déjame decirte que estoy muy orgulloso de ti, y te amo a pesar de todo. Entérate, te amo tal y como eres, sé que cuando me confesaste que te gustan los tíos dije cosas que pudieron haberte lastimado, y no sabes cuán arrepentido estoy de haberlo hecho, desearía poder cambiar el pasado para eliminar esas horribles palabras que salieron de mi boca, pero no puedo hacerlo, en cambio, te escribo aquí que siempre estaré orgulloso de ti y te amaré hagas lo que hagas, te guste quien te guste, te cases con quien te cases, yo siempre estaré apoyándote desde dondequiera que esté... nunca me olvides. Te ama por siempre, tu padre, Nam Jung Ha- terminó
-Vaya señor Nam- dije con la voz cortada -Me alegra que pueda redimirse de alguna u otra forma, seguro Woohyun se pondrá feliz al leer esto- escribir lo que el sr Nam dictaba en serio me había puesto sentimental
-¿Crees que funcione?- me cuestionó
-Bien, usted dictó todo así que son directamente sus palabras, deberá creer todo lo que dice aquí...
*De vuelta al presente*
Empecé a notar como las lágrimas de Woohyun caían de su cara hacia el papel, había terminado de leerla, también podía ver como su padre lloraba con él y entonces...
-¿Quién escribió esto?- gritó desesperado Woohyun
-¡Tranquilo! Woohyun- dije mientras lo tomaba del hombro -toma asiento de nuevo- le pedí mientras le presionaba el hombro para que cediera y su papá desapareció de nuevo, comenzaba a intrigarme lo que pasaba cada vez que tocaba a Woohyun -¿Qué dice esa carta?- pregunté, fingiendo no saber nada de ella
-Es algo muy bueno, en verdad, pero no entiendo como pudo llegar aquí o cómo mi padre pudo escribirla si el está...- dijo bajando la cabeza mientras hablaba
-Si te gusta lo que dice, hay que pensar que es de él ¿vale?- le aconsejé -estoy seguro que el te quería mucho y no le importaba lo que hicieses, siempre serías su hijo
-¿Cómo sabes que habla de eso?- me preguntó extrañado
-Ahh, eso... alcancé a leer un poco de lejos, lo siento- mentí rogando al cielo por no ser descubierto
-Oh... Está bien- dijo mientras bajaba sus ojos a la carta y comenzaba a leerla de nuevo, a la par de su lectura su llanto silencioso empezaba a fluir de sus ojos hacia el piso
Una vez terminó de leerla se puso de pie y caminó hasta el féretro de su padre, se paró a su lado, lo abrazó y comenzó a decir...
-Gracias, papá, gracias por entenderme y quererme tal cual soy- soltó en llanto, yo estaba a su lado y pude ver como su padre lo estaba abrazando por detrás, de pronto solté algunas lágrimas debido a la conmoción que sentí -hasta puedo sentir como si estuvieras abrazándome- soltó en medio de su llanto
-Lo está haciendo, estoy seguro- le di unas palmadas en la espalda
-Gracias por estar aquí, Sungkyu- me dijo, incorporándose de nuevo -aunque no sé cómo te enteraste, porque no se lo conté a nadie...
-¡Oh mira que hora es!- le interrumpí tomando su brazo para ver su reloj -tengo que irme, en verdad siento la pérdida de tu padre, solo recuerda que el siempre te quizo tal cual eres- dije nervioso y me retiré lo más rápido que pude de la sala
-Está bien, adiós y gracias, Sungkyu- me dijo Woohyun mientras me iba
-Estuvo cerca- me dije a mi mismo una vez que me encontraba fuera del campo de visión de Woohyun -Aaah- grité al ver al padre del rubio -creí que ya se había ido ¿no ve alguna luz por ahí?- le pregunté al sr Nam
-Claro que sí, pero no me puedo ir sin darte las gracias por lo que hiciste por mi y mi hijo, en verdad eres un buen chico, muchas gracias, Sungkyu, deberías de amistarte con Woohyun- me dijo el fantasma
-De nada, sr Nam, ahora siga la luz, adelante- le pedí
Siempre se sentía bien ver un alma desaparecer para siempre, de esa forma era uno menos con el que tratar, aunque recordé lo que pasó al tocar a Woohyun, el fantasma de su padre desapareció las veces en las que tuvimos contacto, también ese choque eléctrico que recorrió mi cuerpo me pareció extraño. Por ahora estaba demasiado cansado para seguir pensando, decidí emprender camino a casa para intentar dormir ya que al día siguiente debía ir a la universidad...