Todo estaba algo oscuro en la pequeña habitación a la que acababa de entrar, había una lámpara en el interior pero su luz era muy débil y apenas podía ver algo, caminó con cautela sintiéndose victorioso al lograr no tropezarse, a pesar de la débil de luz, y conseguir llegar hasta la cama donde el pelinegro dormía.
El pálido rostro ajeno estaba contraído en una mueca de dolor, su respiración era pesada y las partes visibles de su cuerpo eran todas cubiertas por vendas algunas manchadas por pequeños puntos de oscuro color.
Le acarició lentamente una de sus manos, por temor a hacerle más daño del que ya le habían hecho, y se acercó tanto como pudo, manteniéndose sólo observándolo durante largos minutos mientras su mano derecha apretaba un pequeño recipiente de cristal.
Una lucha interna se llevaba a cabo dentro de él mientras se decidía si darle eso al pelinegro o guardarlo por si llegaba a necesitarlo más adelante. Su corazón le decía que su deber era ayudar pero su cabeza le decía que tenía que pensar primero en su propia supervivencia que en la de los demás.
Por un instante pensó en darle la razón a su cabeza y alejarse de ahí pero un gemido de agonía proveniente de los labios resecos del Baekhyun lo hizo cambiar de opinión, sus nerviosas manos se apresuraron a retirar el corcho del pequeñísimo recipiente y antes de pensar en arrepentirse lo llevó a los labios del mayor y lo hizo beber.
Un ligero quejido fue emitido por el mayor y una mueca de disgusto apareció durante cortos segundos en su rostro antes de transformarse en una mueca de puro alivio que le hizo esbozar una pequeña sonrisa.
Los cortes en su rostro pronto fueron borrados y su respiración se regularizó de a poco haciéndole sentir alivio al verlo curarse rápidamente, la luz de la luna decidió llenar toda la habitación alcanzándolo a Baekhyun y a él.
Al ver a Baekhyun con más claridad una exclamación de sorpresa escapó de su boca la cual se apresuró a cubrir para no delatar su presencia en la habitación, se acercó dudoso hasta la su rostro y con duda alcanzó uno de sus mechones de cabello para asegurarse de que era real y no un sueño.
Lamentablemente para él, eso no era un sueño y el suave mechón de cabello que tenía entre sus dedos era la más evidente prueba de que el cabello de Baekhyun había pasado de un hermoso y brillante color negro a un rubio grisáceo que por alguna razón sabía que Baekhyun no iba a recibir muy bien.
Escuchó un suave suspiro y retiró su mano rápidamente, verdes orbes entreabiertos lo observaban con curiosidad su expresión de puro horror apenas por unos segundos antes de volver a cerrarse dejándolo aún estupefacto.
"¿Qué he hecho?"
Se preguntaba a sí mismo al ver los cambios que Baekhyun había sufrido luego de que le hubiera dado a beber el agua del único lago en su mundo, lo había hecho porque había estado seguro de que así iba a curarlo más rápido pero jamás se había imaginado que tendría algún efecto secundario.
Los nervios lo invadieron en cuestión de segundos y no quiso quedarse por más tiempo en aquella habitación, salió apresurado sin preocuparse por si estaba o no haciendo ruido, caminó a prisa por los desiertos pasillos hasta que el sonido de alguien aclarándose la garganta lo detuvo.
-Así que... -comenzó aquella voz tan familiar que además era la última que deseaba oír-¿Le has dado a Baekhyun el agua del lago de Signum?-inquirió fingiendo desinterés.
Lu se quedó inmóvil en su sitio sin saber que responderle, sabía que tal vez había sido un tonto al haber hecho aquello, tal vez había desperdiciado en alguien más esa valiosa agua que podría salvar su vida pero no se arrepentía de nada, estaba bien con lo que había hecho a pesar de los inesperados efectos secundarios.
"Sí"-respondió sin titubear cuando estuvo de frente a Han.
-Estúpido-soltó mordaz.
"No me importa ser un estúpido si con eso puedo salvar a alguien de ti"-respondió desafiante.
-Pero miren nada más lo valiente que se ha vuelto su patética alteza luego de volverse un insignificante traidor-dijo con una sonrisa maliciosa pintada en su rostro.
"¡Yo no soy un traidor!"-se defendió.
-Pues la marca en tu espalda dice lo contrario-su sonrisa se ensanchó cuando el agachó la mirada sintiendo que nuevamente la lágrimas llenándole los ojos-¿Por qué no eres un buen niño y dejas que la vea?-preguntó divertido.
Lu levantó la mirada alarmado pero era tarde ya, luchó por apartar al mayor pero al final igual término con su pecho chocando contra la fría pared mientras la mano izquierda de Han hacía presión para mantenerlo ahí y la derecha bajaba el cuello de su camiseta para ver la marca, se empujó con las manos tratando de liberarse pero fue inútil y Han terminó riendo a carcajadas.
-¿Así que ahora eres un impuro?-inquirió entre risas.
"¡No vuelva a tocarme!"-advirtió consiguiendo por fin empujarlo lejos, lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas al sentirse completamente humillado.
Han no mostró ni una pizca de arrepentimiento por lo que acaba de hacerle y en su lugar sonrió todavía más ampliamente, si es que eso podía ser posible, se acercó de nueva cuenta y se inclinó para susurrarle algo al oído.
-Antes dijiste que esperabas que nosotros cambiáramos la ridícula rivalidad entre nuestros mundos pero en lugar de pensar en eso, primero deberías cambiar a ese montón se hipócritas de mierda que llamas TU pueblo.
Lu se quedó inmóvil tras aquellas palabras, sus ojos bien abiertos miraron a Han cuando este se alejó y volvió a mirarlo con esa expresión gélida que siempre conseguía romper algo en su interior.
-Deberías hacerlo ahora que tienes el poder, esa mujer ya murió así que eso te vuelve su rey, claro, eso considerando que ellos te quieran ahora que eres un "impuro" y un "traidor"-señaló, recalcando las palabras: impuro y traidor.
"Tú no puedes hablar de mi mundo cuando..."
-En mi mundo no llamaríamos impuro o traidor a alguien que decide arriesgarse por alguien más, tal vez te llamen idiota pero no te despreciarían-aseguró-Además, yo sé que tú sabes que tengo razón, tú sabes lo injustos y malos que son esos seres que llamas tu pueblo.
"Te equivocas, ellos..."
-No hay nada puro en actuar bajo un montón de reglas arcaicas que deciden absolutamente cada aspecto de la vida de todos, así como tampoco hay nada puro en marcar a alguien como un traidor o una vergüenza únicamente porque ha decidido seguir lo que cree correcto-afirmó.
Lu no pudo ni tratar de defenderse porque en el fondo le daba la razón a Han, sabía que sus crueles palabras llevaban toda la razón pero él era el príncipe y no podía atacar a los suyos cuando se suponía que había nacido para protegerlos a todos.
-La verdad es que me das lastima-dijo seriamente-Odiaría vivir en tu lugar, en ese mundo donde todos son obligados a desprenderse de todos y cada uno de sus sentimientos, y tienen que someterse a que otros decidan el rumbo de sus vidas e incluso desprenderse del derecho de poder elegir a quien amar únicamente por ese absurdo afán de alcanzar la "pureza" y "perfección" que creen que ella les pide-su mano señaló a la Luna y al verla Lu únicamente pudo agachar más la cabeza-Es por eso que ustedes me dan asco-masculló con desdén-Se creen superiores a cualquiera y nos señalan a nosotros como monstruos cuando ustedes son miles de veces peores, porque tu madre si te dijo acerca de todo lo que han hecho para preservar la "pureza", ¿verdad?
Lu levantó la mirada por fin luego de eso que salió de la boca ajena, su mirada interrogante hizo que algo parecido a la lastima se reflejará en los ojos de Han mientras veía fijamente a sus grises orbes.
-Pregúntate porqué razón se te dio un corazón si de verdad tu Luna espera que seas como las reglas de pueblo te dictan, ¿vale la pena vivir así?, ¿qué razón tiene hacer algo que no quieres?-interrogó.
Lu no respondió, en ese momento se sentía confundido pero ni eso le hizo olvidar que no podía dejar que Han lo manipulara, ya no creí en él y no volvería a hacerlo, él era el enemigo y no podía dejar que él lo engañara.
"Cuando tú puedas explicarme porque continuas alimentándote como las reglas de TU pueblo lo dictan a pesar de que lo odias, sólo entonces yo te responderé a ti"-contraatacó con firmeza dejando al otro boquiabierto y sin palabras para defenderse.
Se negó a continuar discutiendo sobre algo que Han jamás iba a llegar a comprender ya que él era el menos indicado para señalar los errores de su mundo cuando él también vivía bajo reglas absurdas que tampoco aprobaba, se manchó con la cabeza muy en alto y cuando finalmente estuvo de vuelta en la seguridad de su habitación se permitió desahogarse como había deseado hacerlo desde que sus ojos se habían cruzado con los del mayor.
Cuando el sol salió anunciando el nuevo día, él no quiso ni pensar en tener que ir a ningún lado, la marca dolía para esos momentos y sabía que ese ardor no iba a dejarlo pronto, era su castigo y el dolor iba a permanecer ahí algunos días, pensó entonces que era muy tonto porque si hubiera guardado el agua para él, ese dolor ya habría desaparecido pero entonces recordó la mirada de tranquilidad en los, ahora, ojos verdes de Baekhyun y todo el arrepentimiento se fue.
El sonido de la puerta abriéndose le provocó malestar ya que con el dolor de cabeza que tenía, cada sonido se había multiplicado por cien además de volverse insoportable. La sonrisa que se dibujo en sus labios al ver a Sehun cruzar la puerta fue incontenible e ignorando lo mareado que se sentía se puso de pie sobre la cama y avanzó hasta la orilla con algo en las manos.
Sehun lo miró con preocupación al ver como se tabaleaba un poco y se apresuró a llegar a él para sostenerlo, las pequeñas manos del menor se elevaron en cuanto lo tuvo frente a él sosteniendo su cintura con ambas manos y puso algo alrededor de su cuello.
-¿Qué...?-musitó llevando su mano derecha a su cuello.
Un hermoso collar era lo que el pequeño le había puesto, sus manos acarició el dije y lo alzó para poder observarlo encontrándose con una pequeña esferita de cristal que en su interior contenía algo que no logró reconocer, llevó su confusa mirada a Lu que para ese momento ya tenía su cuaderno blanco frente a él para poder explicarle tal vez la razón por la cual le estaba dando eso.
"Es el obsequio que tenía para ti, mamá me lo obsequio a mí pero ahora yo quiero que sea tuyo, te protegerá"-ponía con letras algo chuecas.
-No, yo no puedo aceptarlo, es importante para ti y yo...
"No, yo quiero que lo tengas"-insistió y volvió a colocarlo en su cuello luego de que Sehun se lo había quitado.
-¿Por qué me das algo tan valioso?-preguntó confundido.
"Porque nada puedo hacer para cuidarte como tú me cuidas, es lo mejor que puedo ofrecerte y por eso yo quiero darte esto por lo menos"-explicó.
-Muchas gracias-aceptó por fin al ver la mirada suplicante de Lu-Lo cuidaré mucho-prometió.
Lu sonrió divinamente y no dudo en abrazarlo tan fuerte como le fuera posible, se sentía feliz porque Sehun hubiera aceptado su obsequio porque él sabía lo inútil que era en situaciones peligrosas, nada iba a poder hacer si Kyungsoo aparecía, no iba a poder luchar contra él como Han seguramente lo haría así que darle su amuleto a Sehun era lo único verdaderamente útil que podía hacer para tratar de protegerlo.
Un pequeño quejido escapó de su labios luego de la leve punzada de dolor que sintió entorno a la marca, la mirada de preocupación de Sehun se disparó rápidamente a sus ojos como preguntándole que estaba mal y su mano viajó más abajo de su nuca dándole al mayor su silenciosa respuesta.
-¿Te duele mucho?-preguntó y el pequeño negó levemente.
"Se irá pronto, no importa"-restó importancia.
-Pero tal ver deberíamos...
"Tengo hambre"-lo interrumpió, nada de lo que Sehun pudiera hacer iba a servir y mejor era mantenerlo distraído.
-Está bien-aceptó de mala gana-¿Quieres ir al comedor o te traigo algo?
"Me sentiría mejor comiendo aquí."
Sehun asintió y se fue luego de ayudarlo a sentarse en la cama. Lu sintió algo de alivio al verlo marcharse y pudo llevar su mano hasta la marca que en esos momentos le quemaba, se estaba volviendo cada vez más insoportable y sabía eso iba durar varios días, tan sólo esperaba poder ocultarlo bien.
***
Al entrar al comedor Sehun se encontró con un gran revuelo, había un montón de personas alrededor de la mesa que Max y él solían ocupar así que se acercó para asegurarse de que no era culpa del pelirrojo, sus ojos se ampliaron ante la sorpresa cuando finalmente pudo llegar a la mesa y ver con sus propios ojos que era eso que tenía a todos tan alborotados.
-¡¿Se quieren largar de una puta vez?! ¡No soy su jodida atracción!-soltó un furioso Baekhyun.
Los demás huyeron en estampida luego de la explosión del malhumorado ojiverde, Sehun fue el único que permaneció ahí con una expresión de asombro y duda que recibió una mirada fulminante de parte del más pequeño.
-¿Qué diablos te pasó?-preguntó incrédulo.
-¡No lo sé!-chilló como un niño pequeño-Tan sólo desperté está mañana y todas mis heridas se habían ido, me sentí muy feliz con eso pero cuando me vi en el espejo tan sólo ya estaba así-lloriqueó señalando su cabello.
-¿Dices que tan sólo cambio porque sí y ya?-cuestionó incrédulo.
-Yo tampoco le creí-comentó Max.
-¿Acaso ambos son idiotas?-soltó molesto-¿Cómo diablos se les ocurre que estando como estaba yo pude tan sólo haberme levantado para ir a hacerme un puto cambio de imagen?
Los otros dos sin miraron sin saber que decir y eso simplemente aumento el nivel de enoja del peli-gris.
-¡¿Están locos?!-chilló agudamente-¡Apenas podía respirar sin sentir que me partían por la mitad y ustedes se creen que pude levantarme para cambiarme el pelo y recibir un trasplante de ojos!
-No chilles así que haces que lo oídos me duelan-se quejó Max.
-Nadie dijo que tú te levantaste a hacerte esto-lo señaló-Únicamente pensamos que debe haber una explicación mucho más lógica que decir que abriste los ojos y ya estabas así-explicó Sehun.
-Bueno, ahora que lo mencionas, creo que anoche...
-¡Imposible!-exclamó Max poniéndose de pie y abalanzándose sobre Sehun.
-¿Qué carajos crees que...?
-¡Lo son!-chilló casi igualando la irritante voz de Baekhyun.
-¿De qué diablos hablas?-preguntó empujando a su amigo.
-Tu collar, ¿de dónde lo sacaste?-preguntó emocionado.
-Eso no te incumbe-masculló y se apresuró a ocultarlo de su raro amigo.
-Pero Sehun~-gimoteó-¿Qué no ves lo impresionante que es?
-¿De que hablas?
-Lo que hay dentro de la esfera son cipselas de una flor llamada diente de león, dicha flor dejó de existir luego del Suceso por lo que es imposible que tú tengas eso, ¿de dónde lo has sacado?-habló más que emocionado.
-¿Entonces esto ya no existe?-interrogó mirando atentamente el dije de su collar.
-No actualmente, ¿donde conseguiste eso?-volvió a preguntar.
-¿Por qué sabes tanto sobre esa flor?-cuestionó Baekhyun.
-Tengo por pasatiempo leer sobre el mundo antes de Suceso-respondió entusiasmado.
-Ya sé porque Cho Ah te ignora-murmuró.
-¡Oye!, eso fue muy...
Todo mundo calló de golpe de un momento a otro, varios contuvieron el aliento y Sehun sintió como Baekhyun se abrazaba a su espalda comenzando a temblar mientras Han avanzaba hacia la barra.
-Bu-fue lo único que necesitó salir de sus labios para hacer que la chica frente a él huyera despavorida.
Una risita brotó de sus labios antes de que tomara una botella de agua y se dirigirá a una de las mesas vacías aún bajo las aterrorizadas miradas de todos ahí, podía saber sin necesidad de que nadie dijera nada que ellos no lo querían ahí y él también esperaba irse pronto.
-¿Qué hace ese monstruo aquí?-susurró un aterrorizado Baekhyun.
-Es nuestro aliado-respondió seriamente Sehun-Y no lo llames así-advirtió.
-Pero eso es lo que es-afirmó nervioso.
-No es verdad-intervino Max dándole una dura mirada al de ojos verdes.
-¿Por qué dices que es nuestro aliado?-casi sollozó-Podría matarnos.
-No lo hará, tiene un trato con Suho.
-¡Quiero que se vaya!-elevó sin querer la voz.
Todos se giraron a verlo incluyendo al castaño, Sehun lo sintió temblar y aferrarse a él con más fuerza mientras él miraba fijamente a Han que no parecía tener intención alguna de moverse y eso lo tranquilizo, tenía que asegurarse de que él dejara de meterse en problemas y ver que no explotaba contra Baekhyun era una buena señal para él.
-Dejen de perder el tiempo y vayan a hacer algo productivo si ya terminaron aquí-dijo autoritario.
No hizo falta ninguna otra palabra de su parte y todos salieron en estampida del lugar dejándolo únicamente a él, a Han y a sus dos amigos.
-Me gusta lo que le hiciste a tu cabello Baekhyun-se burló mirando con diversión como el mayor tiritaba.
-Basta, déjalo en paz-advirtió Sehun.
-¿Qué harás si no lo hago?-preguntó desafiante.
-Tú...
-Aquí tienes-la voz de Max se escuchó excesivamente fuerte en ese momento e hizo a todos mirarlo mientras ponía una charola con comida frente al menor-Enfermeras si tan sólo tomas agua-explicó con una amable sonrisa.
-No te pedí nada-masculló el castaño.
-Lo sé y por eso decidí hacerlo, me preocupas.
La mirada de angustia del más alto lo hizo enojar por alguna razón, se levantó de su lugar y salió de ahí ignorando a los otros tres y a los que prácticamente salían corriendo al verlo caminar, no pudo sentirse tranquilo sino hasta que estuvo es la azotea del lugar muy lejos de todos o eso pensó hasta que vio la puerta abrirse.
-Vete-le ordenó al pelirrojo.
-Pero acabo de llegar, además, yo creo que podemos ser amigos-sonrió como si no hubiera un mañana.
-No seas ridículo y desaparece de mi vista antes de que pierda la poca paciencia que poseo-dijo con voz amenazante.
-Pero...
-¡He dicho que te vayas!-exigió, esperando haberlo asustado pero en lugar de eso él continuaba sonriéndole sólo que más ligeramente.
-No tienes que tener miedo de mí, no voy a lastimarte-prometió.
-¿Miedo de ti?-inquirió con burla-Debes estar muy mal se la cabeza-rió.
-No hay necesidad que siempre finjas ser fuerte, conmigo puedes ser un niño-lo alentó.
-No seas ridículo, ¡déjame solo!
-¿Y no lo estás ya?
La pregunta lo desarmó por completo, agachó la mirada intentando no reflejar lo frágil que se sentía y dejó de apretar los puños, Max se acercó tranquilamente y puso sus manos sobre sus tensos hombros para aliviar un poco todo eso que atormentaba al más joven.
-No tienes por qué estarlo, me tienes a mí y a Sehun, que aunque es muy bestia con estas cosas, se preocupa a su manera-aseguró.
-¿Por qué tú no me tienes miedo como todos los demás?-preguntó rindiéndose finalmente y sin saber porqué.
-Porque yo vi al verdadero tú-respondió ganándose una mirada interrogante del menor-Esa vez, la primera que escapaste. Cuando los traíamos de vuelta acá yo me di cuenta de la asustada y anhelante mirada en tus ojos, yo si vi la suplica con la que mirabas a Sehun pidiendo un abrazo también.
-Mentira, yo nunca...
-Está bien Hannie, eres un niño y puedes tener miedo porque no hay nada de malo en ello, sé que te cuesta abrirte pero puedes hacerlo conmigo porque yo no voy a juzgarte-prometió.
¿Por qué sentía ganas de llorar tan de repente?
-¿Por qué haces esto?-musitó débilmente.
-Porque me agradas, yo creo que eres un buen chico y quiero ser tú amigo.
-Pero yo... Baekhyun...
-No digo que haya estado bien y tampoco voy a decir algo como que él se lo buscó pero yo creo que era inevitable, de alguna forma todos te acorralamos con nuestras palabras y acciones así que tú simplemente explotaste, yo creo que es culpa de todos-asintió a sus propias palabras.
-Sehun no piensa lo mismo-susurró.
-Él tampoco te culpa de nada pero no va a decírtelo en voz alta, él no es así y el hecho de que tú tengas este explosivo carácter que siempre choca con el suyo hace que parezca que te odia o algo así, pero no lo hace-aseguró.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó con desconfianza.
-Soy su mejor amigo, debo saberlo-le guiñó cómplice.
-Estás mintiendo, él solamente tiene ojos para Lu-sentenció.
-Oh, vamos-rió-Confía un poco en tío Maxi.
-¿Tío Maxi?-repitió tratando de no reírse.
-Es que soy muy joven para ser tu padre-bromeó.
Le fue imposible contener la carcajada que nació por las palabras del mayor, había pasado mucho desde que no reía y se sentía bien y probablemente quería hacerlo más seguido por eso...
Tal vez podía permitirse tener un amigo.