Las personas iban de un lugar a otro mientras todos se preparaban para lo que estaba por suceder y él, lo único que podía hacer era observar todo sin hacer nada. Pronto todos estuvieron reunidos en las puertas de la Fortaleza esperando la siguiente orden.
-¿Estás seguro de que esto funcionara?-preguntaba seriamente Suho.
-Tenemos un trató y eso garantiza su seguridad-le recordó Han.
Todos, incluyéndolo a él, observaron expectantes lo que el castaño estaba por hacer, él cerró los ojos durante unos instantes antes de abrirlos mostrándose completamente negros, un silbido fue emitido por él y pronto un ejército de Cazadores estaba frente a ellos. Los humanos miraban todo con miedo y curiosidad mientras que a él no podía interesarle memos.
-Escuchen y obedezcan las órdenes de su príncipe-dijo fuerte y claro Han, pronto aquellas bestias lo reverenciaban y los humanos lo miraban con asombro-Serán mi ejército de ahora en adelante, y su misión principal será proteger a los humanos que viven en los refugios, Kyungsoo no puede seguir llevándoselos-las bestias aullaron al unísono demostrando su lealtad y obediencia absoluta-Ahora, ¡vayan!-ordenó y pronto la gran mayoría se habían dispersado.
-¡Eso fue impresionante, Hannie!-chilló asombrado Max.
-Fue muy fácil-respondió con arrogancia el presuntuoso castaño.
-Muy bien, es hora de continuar con la segunda fase del plan-indicó Suho.
-Bien hecho-felicitó Sehun y nuevamente él sintió una punzada en el corazón.
No había vuelto a hablar con Sehun luego de aquel desastroso día, del cual ya habían pasado varios más, y aunque le gustaría echarle toda la cual a Sehun no podía hacerlo cuando él había estado evitándolo y alejándose cada vez que el pelinegro trataba de acercarse. Había una gigantescas brecha entre ellos y Lu tenía temor de cruzarla solamente para volver a salir lastimado, él tan sólo ya no quería que lo hicieran, deseaba que el dolor desapareciera pero este tan sólo crecía entré más cercanos se volvían Han y Sehun.
-¿Por qué tenemos que hacer esto de noche?-escuchó las quejas de Baekhyun y rápidamente llevó su vista al de ojos verdes.
-Hannie dijo que era necesario-le recordó Max-Es porque los Cazadores se mueven mejor por la noche-explicó y Baekhyun bufó como siempre que algo no le gustaba.
Llevaba tiempo observándolo muy de cerca esperando que no hubiese ningún otro efecto secundario peor que el cambio físico, y para su buena suerte, Baekhyun no presentaba ningún otro cambio aunque iba a continuar observándolo igual, había algo raro en su aura y él no iba a estar tranquilo hasta que eso se desvaneciera.
-No deberíamos confiar tanto en él-masculló entre dientes-¿Acaso ya olvidaron lo que me hizo?
-Nadie lo ha olvidado, Baek-aseguró Max-Pero tampoco podemos desaprovechar estas oportunidades únicamente porque sí-le explicó el mayor.
-Yo únicamente digo que estamos bajando a guardia demasiado-masculló entre dientes mientras su mirada llena de despreció daba directo a Han y a Sehun.
-¿A sí?-inquirió con falsa inocencia Max, su cabeza estaba ladeada tratando de verse tierno pero en realidad lucía más bien gracioso-Yo lo conocía como celos-se burló.
-Ya quisiera ese imbécil-bufó indignado-Soy demasiado para él, ya lo superé-afirmó con orgullo.
-SÍ, claro-se burló el pelirrojo.
Baekhyun le dio una mirada mortal y Lu sintió que iba a reírse, ellos eran raros y graciosos. El inconfundible tintineó de un cascabel lo trajo de vuelta a la realidad y rápidamente se giró hacia Han, la desdeñosa mirada de mayor estaba sobre él que únicamente podía mirar el listón que rodeaba el blanco cuello del castaño y que tenía como dije un bonito cascabel.
-Vendrás también-informó con ese gélido tono de voz que siempre iba para él.
“¿Es realmente necesario?”-preguntó, él de verdad quería quedarse tan lejos de todo eso como le fuese posible.
-No lo creo pero Suho lo ha ordenado-explicó-Puedo insistir si eso deseas.
“¿Ahora estás preocupado?”-cuestionó con burla.
-No en realidad, solamente creo que sería mejor no cargar con un estorbo-escupió con asco.
“Iré”-sentenció.
Sus ensombrecidos ojos se juntaron con los de Sehun apenas por una fracción de segundo antes de que diera la media vuelta y corriera hacia Max.
“¿Puedo ir contigo?”-le preguntó al mayor.
-Claro que sí, pequeño ángel-una sonrisa brillante apareció en los labios del hombre mayor.
Unas horas después todo había comenzado de verdad, un pequeño grupo avanzaba en dirección al laboratorio para dar el primer golpe y él no podía dejar de rezar porque todo saliera bien y porque Sehun no resultara herido, tenía un mal presentimiento y lo único que era capaz de hacer era mirar desde la ventanilla en dirección a Sehun cada vez que podía para asegurarse que nada iba a salir de la nada para herirlo.
-¿Deberías hablar con él?-sugirió Max, captando su atención.
“No. Él ya decidió a quien creerle”-y sin embargo, saberlo dolía.
-Pero tú también quieres explicarle, puedo verlo.
“Y también se ve mucho más tranquiló y cómodo con él”-señaló dirigiendo su mirada a Sehun, Han iba en la motocicleta con él, abrazándolo tan fuerte que parecía hasta innecesario y aún así, Sehun estaba bien con eso.
-Él también te extraña-aseguró.
“¿Te lo ha dicho?”-preguntó con una pequeña pisca de espereza en su voz.
-No en realidad-la esperanza se fue tan rápido como llegó entonces-Sin embrago, soy su amigo y mi deber es saberlo-aseguró.
Le hubiera gustado poder decirle que le creía pero ya había aprendido que nada bueno salía de ser un ingenuo que creía en las palabras de todos los demás, el vehículo se detuvo entonces y lo próximo que ocurrió fue la puerta abriéndose y Han tomándolo bruscamente del brazo para hacerlo bajar.
-No te alejes de mí-ordenó.
Lu asintió lentamente, Suho comenzó a dar las órdenes para que el pequeño grupo armado comenzara a avanzar, la entrada al laboratorio fue rodeada en cuestión de segundos, Han soltó su brazo por fin y se escabulló hasta la entrada secreta que ellos bien conocían, y con un solo golpe las puertas se abrieron frente a ellos.
Las alarmas se volvieron un insoportable ruido y fue la señal para que todo comenzara. Guardias emergieron del elevador que comunicaba con el laboratorio subterráneo y Lu esperaba ver a Han manipular sus mentes y hacerlos tirar las armas pero en su lugar hubo una orden de inicio al fuego.
Todo se congeló a su alrededor mientras observaba incrédulo a los cinco guardias muertos a manos de los mismos humanos que él no dejaba de repetir que eran bueno, su pequeño cuerpo comenzó a temblar cuando la sangre comenzó a correr a través del brillante suelo y todo en su interior le ordenó que debía correr o vería algo horrible, dio un paso atrás pero nuevamente la mano de Han le impidió moverse y lo obligó a seguir adelante junto con el equipo.
El pánico se apodero de todos los que se encontraban en el interior del laboratorio y todos los gritos terminaron desapareciendo bajo el sonido de los disparos, la sangre manchaba el suelo y las paredes, científicos y soldados corrían en todas direcciones tratando de salvar sus vidas.
Aquello era el mismísimo infierno y él que no quería seguir viéndolo, sus ojos se cerraron con fuerza y sus manos cubrieron sus odios mientras un gritó le quemaba la garganta deseando que todo eso se acabara.
***
-¡Se-señor!-llamó el alarmado hombre irrumpiendo en la habitación, sabía que Kai les había dado órdenes especificas de no entrar a esa habitación pero no podía esperar-¡El laboratorio cinco esta bajo ataque!
-¡¿Qué?!
-Uno de los guardias acaba de contactar para informarnos de la situación pero eso fue lo único que alcanzo a decir además de que los niños están ahí también-informó, sus palabras salieron tan rápido que Kai apenas las entendió.
La mirada del moreno se posó rápidamente en Kyungsoo que continuaba inconsciente desde el día del ataque, gruñó frustrado al no saber que hacer hasta que finalmente se puso de pie y avanzó hasta el soldado.
-Envía un escuadrón cuanto antes, yo me encargaré de Lu y de Han-el hombre asintió de inmediato y desapareció rápidamente, sus pies lo llevaron en la dirección opuesta para buscar ese estúpido prendedor que Lu siempre solía cargar con él.
El pequeño era un presa mucho más fácil y sí lo tenía a él, era seguro que Han aparecería.
***
“No lo hagas, por favor”-suplicó el pequeño rubio sirviendo de escudo para las inocentes personas que estaban por ser ejecutadas.
-Quítate-ordenó Baekhyun.
“No, Sehun por favor. Ellos son inocentes y ya les dijeron todo lo que sabían, tan sólo déjenlos ir”-imploró.
Sehun miró confundido los ojos del menor, él tampoco quería hacerlo pero dejarlos ir también era imposible, por primera vez en su vida, el arma que sostenía estaba temblando entre sus manos, sentía un nudo en el corazón y lo único que deseaba hacer era irse de ahí.
-¡Sal del camino!-ordenó furioso Suho.
“Sehun, te lo suplico”-pidió desesperado.
Sehun bajó el arma entonces, una expresión de alivio se formó en el precioso rostro de Lu que pesaba que eso había sido el fin pero entonces Baekhyun lo tomó del brazo y lo empujó hacia Han que lo sostuvo con fuerza y le cubrió los ojos.
Disparos fue lo siguientes que escuchó, gritó con fuerza luchando inútilmente por liberarse pero nada pudo hacer y para cuando todo había terminado él estaba de rodillas observando los siete cuerpos ya sin vida de aquellas personas que había tratado de salvar.
Las lágrimas no demoraron en aparecer y poco le importaron a Suho que sin cuidado lo tomó del cuello de la camiseta y lo empujó contra la pared, había lágrimas también corriendo por sus mejillas y Lu se negaba a mirarlo a los ojos.
-¡¿CREES QUE ESTO ES FÁCIL?!-le gritó a la cara-¡Nadie quiere que otras personas mueran pero esto es una maldita guerra! ¡Nadie desea hacer esto y poco nos ayudas haciendo este tipo de estupideces!
-¡Aléjate de él!-rugió Sehun empujándolo lejos de Lu.
Las piernas de Lu reaccionaron sin que les diera orden alguna, corrió al ascensor tan rápido como pudo y apenas tuvo tiempo de ver a Sehun acercándose cuando las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a moverse.
Él ya sabía que todo eso era una guerra pero no la deseaba, se suponía que estaban ahí para evitar todo eso y en su lugar había humanos matando a otros humanos, eran personas inocentes matándose entre sí y todo era culpa de ellos, nada de eso estaría pasando si ellos jamás hubieran ido a esa dimensión.
Sus piernas volvieron a moverse cuando el elevador abrió sus puertas y corrió directo al bosque, estar lo más lejos posible de aquel lugar era lo único que podía pensar. Se negó a detenerse aún después de todas las veces que tropezó, de los rasguños que las ramas le hicieron o el hecho de no saber hacia dónde iba, no le importaba de cualquier forma, cualquier lugar era mejor que ese.
Volvió a tropezar yendo directamente al duro suelo raspándose las palmas de las manos y las rodillas en el proceso, las heridas comenzaron a arder rápidamente al estar expuestas a la tierra y el pasto, se incorporó hasta estar sentado y cubrió con sus manos su boca permitiéndose llorar con fuerza para liberar todo lo que estaba atormentándolo y amenazando con destruirlo.
-¿Quién ha sido el bastardo que ha hecho llorar a mi pequeño Lulu?
El sonido de esa terrible voz le congeló la sangre, sus aterrorizados ojos se fijaron en los ámbares orbes del ser frente a él y su cuerpo comenzó a temblar en cuando se percató de la sonrisa torcida en sus labios.
Retrocedió estando todavía en el suelo haciendo que la sonrisa de Kai se ensanchara mucho más, lágrimas que antes eran de tristeza se convirtieron en gruesas gotas de miedo, Kai comenzó a acercarse dejando ver el brillo perverso en sus ojos mientras se relamía los labios poniendo todos sus sentidos alertar.
-Te confieso que siempre he creído que eres un criatura ridículamente hermosa y he deseado poner mis manos sobre ese pequeño y provocativo cuerpo tuyo, lamentablemente Kyungsoo se molestaría pero… -hubo una larga antes de que su sonrisa se torciera y cortara la distancia entre ambos en cuestión de segundos-Él no está aquí.
Lu gritó con todas sus fuerzas cuando las manos de Kai lo tocaron quemándole la piel, sabía que a Kai también estaba haciéndole daño pero lejos de quejarse, él parecía estar disfrutando de eso, pataleó frenéticamente cuando el cuerpo de ese despreciable y asqueroso ser aplastó el suyo más pequeño, sus manos lucharon por empujarlo cuando él buscó sus labios, sentía que le estaba quemando la piel pero no podía rendirse, se negaba a que él lo tocara.
-¿Acaso no aprendiste de Hannie que resistirse solamente lo hará peor?-se burló de los fallidos intentos del menor por defenderse.
Un desgarrador gritó escapó de los labios del menor cuando el moreno mordió con fuerza su muñeca rompiendo la piel quemada, su mano libre viajó rápidamente a la cicatriz del rasguño que Han le había hecho y presionó sus dedos con fuerza. Kai rugió de dolor y aprovecho ese momento para sacárselo de encima y comenzar a correr tan lejos como le fuera posible, tan sólo debía ser capaz de huir.
-¡Pagaras muy caro esto!-advirtió rabioso Kai.
***
-¡LU!-gritó Sehun en cuanto había logrado salir del maldito elevador que se había tardado años en subirlos a la superficie.
No hubo respuesta y entonces se giró para ver a Han y preguntarle si podía sentir donde era que Lu se encontraba, ojos rojos fue lo que encontró, la ropa pasó a ser nada más que jirones dispersos y Sehun se paralizó ante la monstruosa criatura que se alzaba frente a él.
La bestia rugió y corrió al bosque, Sehun lo llamó inútilmente maldiciendo internamente y corrió tras él, le era difícil poder seguirle el paso pero era fácil saber hacía donde iba por la estela de destrucción que iba a dejando a su paso, un nuevo rugido hizo eco combinado con un gritó que reconoció de inmediato y lo hizo correr con más desesperación.
***
El hermoso cuadro sobre la chimenea que antes era observado con orgullo e incluso en algunas ocasiones con preocupación, ahora no era más que motivo de melancolía para su propietario que pasaba horas mirándolo con añoranza.
"¿Cuándo volverás?"
Llevaba cinco años haciéndose esa pregunta pero nadie le había dado una respuesta aún, sus mejores hombres eran quienes llevaban la exhaustiva búsqueda que hasta esos momentos seguía siendo inútil, la luz de sus ojos continuaba desaparecida.
-Mi rey-llamó la fuerte voz de alguien tras la puerta.
-Adelante-respondió sin apartar la mirada del cuadro.
-Mi rey-habló el recién llegado haciendo una reverencia-Tenemos noticias de su alteza el príncipe-informó.
La esperanza brilló en los ojos del anciano y cansado hombre que ahora miraba esperanzado al joven pelinegro que anunciaba las primeras buenas noticias que había tenido durante esos cinco largos y tortuosos años.
-¿Lo encontraron?-cuestionó esperanzado.
-No, pero recientemente se ha detectada un movimiento inusual entre la población de Cazadores en el mundo humano y el único que puede hacer eso es...
-Han, mi niño está con vida-lágrimas de felicidad amenazaban con escapar de los oscuros y cansados ojos del agotado hombre.
-Mi equipo y yo nos estamos preparando para ir a la dimensión humana y comenzar la búsqueda-informó.
-¡Vayan!-exclamó-Vayan y más les vale que él no tenga un sólo rasguño cuando esté de vuelta conmigo, ¿está claro, general?-soltó con voz amenazante.
-Su alteza regresara sano y salvo-prometió el pelinegro, se puso de pie rápidamente y avanzó a la puerta, listo para irse.
-Chanyeol-llamó él desolado hombre-Tráelo, por favor-suplicó.
-Lo haré-aseguró con seguridad antes de marcarse finalmente.
***
-¡Excelencia!-llamó el alterado joven que había irrumpido en la pulcra sala.
-¿Qué sucede, soldado?-preguntó seriamente el rubio.
-¡Es Lux! ¡Ha escapado!-informó el nervioso joven.
-Imposible-soltó incrédulo antes de salir a toda prisa del salón.
El nervioso joven que le había comunicado la mala noticia lo seguía de cerca mientras cruzaban las puertas del castillo hasta llegar a las gigantescas puertas dobles de color celestes. El rubio hizo un rápido corte en la palma de su mano antes de ponerla sobre la placa dorada en que unía por el centro ambas puertas y que únicamente se abría ante la sangre real.
Ambos entraron apresurados al bello salón iluminado por miles y miles de velas, cada una de diferente tamaño e intensidad de su resplandor, algunas ya consumidas y otras tantas esperando a encenderse. Cada vela representando la vida de los habitantes de Incendium.
El rubio corrió hacia el altar comprobando con alivio que la única vela que era diferente, y también la más hermosa, continuaba encendida y su llama brillaba con intensidad.
-Lu continúa con vida-murmuró aliviado.
-Excelencia-llamó nuevamente el joven soldado-También tiene que saber que los Cazadores en el mundo humano están actuando muy raro, algo traman.
-Posiblemente está sea nuestra oportunidad para encontrar a Lu, moviliza al equipo especial e investiguen que es lo que está sucediendo-ordenó.
-Sí, su excelencia-respondió rápidamente antes de abandonar la habitación.
-Lu-susurró-Te juro que te traeré de regreso.
-Excelencia-llamó con un suave murmullo alguien a sus espaldas.
Los ojos del rubio se encontraron con un par de hermosos ojos azul claro, una expresión de preocupación estaba dibujada en el bello rostro del menor y el rubio no tardó en arrodillarse frente a él.
-Su alteza-le dio la bienvenida.
-¿Qué está sucediendo?-preguntó-He ido a visitar a Lux pero ella no está, ¿Qué ha pasado con ella?-preguntó el hermoso joven.
-Ella se ha ido.
-¿Qué? ¿A dónde?-interrogó incrédulo.
-Ha ido a reunirse con su amo-respondió con una sonrisa.
-¿Eso quiere decir que...?
-Pronto usted y Lu se reunirán-prometió.
-Por fin, él estará a mi lado por fin-murmuró con inmensa felicidad, por fin lo vería.