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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

Hello people!!!

Estoy de vuelta con los dos siguientes capítulos que seguro las confundirán más jajajajaja, y nada espero que les gusten.

Disfrútenlos :3

“¿Qué quieres de mí?”

Preguntaba el pequeño rubio a la majestuosa criatura frente a él, sus penetrantes ojos grises estaban fijos en los del pequeño niño rubio desde que el pequeño había acudido a su llamado. Una de las pequeñas manos del rubio se extendió hacía la bella criatura frente a él y rozó apenas su inmaculado pelaje blanco.

“¿Qué haces aquí?”

Trató de preguntarle viendo como ella se agachaba invitándolo a montarse en su lomo, Lu la miró interrogante para luego mirar hacia la puerta a sus espaldas preguntándose si Sehun se daría cuenta si desaparecía por un rato, no estaba seguro de eso pero ella también parecía querer decirle algo importante.

«Llegado el momento, la más majestuosa de las criaturas va a visitarte y tú tienes que ir a donde ella te indique… »

¿Era ella de quién su madre le había hablado?, todo parecía indicar que era así, porque nada tendría que hacer un lobo de Incendium ahí de no ser porque había ido por él, miró al cielo donde la Luna brillaba en lo más alto esperando, de esa forma, tener una respuesta a lo que debía hacer en esos momentos hasta que finalmente tomó una decisión.

“Iré, pero debemos regresar antes del amanecer.”

Ella asintió a lo que acababa de decirle esperando pacientemente a que el pequeño subiera a su lomo y lo miró una última vez antes de levantarse lista para emprender el camino. Lu esperó pacientemente sin estar seguro de que era lo que ella haría a continuación, estaban en la azotea del edificio y no estaba muy seguro de si confiar que podrían bajar sin que salieran heridos.

Ella comenzó a correr antes de que Lu pensara en cómo era que bajarían, él cerró los ojos con fuerza y se abrazó al enorme animal que ya saltaba al vacío, sintiendo perfectamente el momento en el que tocaron el suelo y sólo de esa forma se atrevió a abrir los ojos únicamente para encontrarse con el oscuro bosque.

El viento de la noche estaba frío en contraste con su tibia piel, los sonidos de la noche eran espeluznantes pero ninguno se acercaba y él ya sabía que era porque le tenían miedo a ella. Una agradable sensación de seguridad y calor se instaló en su interior haciéndose más grande conforme los segundos pasaban y no pudo evitar acurrucarse contra el suave pelaje blando que le hacía cosquillas en el rostro.

No fue consciente de cuanto pasó o cuán lejos estaban cuando ella finalmente se detuvo y se recostó en el suelo permitiéndole bajar. En cuanto sus pies tocaron el suelo sus ojos quedaron maravillados frente al impresionante paisaje.

Un hermoso claro que en su centro tenía un precioso lago de aguas tranquilas que bailaba bajo la luz de plata del astro en lo más alto, dio un vacilante paso al frente y como si fuese una señal, miles de pequeñas luces azules aparecieron y comenzaron a danzar a su alrededor.

“¿Luciérnagas?”

Imposible, ellas ya no existían en la dimensión humana, correteó tras una de las luces hasta que finalmente pudo atrapar una entre sus manos que abrió lentamente para ver que era eso y al abrir las manos se encontró con una cipsela.

"¿Dientes de león?"

Sus ojos recorrieron todo el lugar en busca de las flores pero no había ni una sola en ninguna parte alrededor del lago. Una brinza con el inconfundible y dulce olor de la Reina de la noche, la flor de Incendium, le acarició el rostro e hizo danzar sus cabellos con suavidad, fue apenas un roce que impregnó el claro con un delicioso aroma.

Miró rápidamente al frente dándose cuenta que las pequeñas cipselas, que brillaban con una suave luz azul y que flotaban a su alrededor, estaban saliendo del lago que ahora brillaba igual que la Luna.

Corrió hacia él y se dejó caer de rodillas en la orilla. El dulce aroma de la bella flor de su mundo, también provenía del lago y sin estar seguro de lo que hacía, estiró su diestra hasta que sus dedos tocaron las tranquilas aguas que entonces se transformaron en algo que no pudo definir.

Sus bellos ojos grises se llenaron de lágrimas cuando la figura de uno de los seres que más quería, apareció reflejada en él agua que ahora parecía un espejo. Reconoció rápidamente el sitio en donde él se encontraba y entonces retener las lágrimas le resulto totalmente inútil.

"¡LAY!"

Gritó internamente deseando con todas sus fuerzas que él fuese capaz de oírlo, tenía tanto que decirle, quería abrazarlo con fuerza y sentirse seguro por fin. Estar a su lado era algo que quería con toda su alma en esos momentos en que nuevamente podía verlo una vez más.

"Vuelve con él sí eso es lo que deseas"-le dijo una suave y tranquila voz a sus espaldas.

Se giró rápidamente encontrándose con la mirada enigmática de la loba que estaba de pie tan majestuosa frente a él, miró rápidamente al lago por segunda vez para apreciar la imagen de Lay antes de volver a mirarla a ella.

"¿Acaso esto es...?"

"Un portal a Incendium"-respondió ella antes de que pudiera terminar su pregunta.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente debido a la sorpresa y volvió a girarse hacia el lago que prometía devolverlo a casa para que pudiese reunirse con Lay.

"Quiero volver"-susurró a través de su conexión telepática.

"Volvamos entonces"-lo animó.

"Quiero regresar, pero... no lo haré."

"Volver es más seguro para ti, de esa forma no te veras involucrado en la inminente guerra entre el mundo humano y Tenebris"-explicó.

"No, no voy a dejar a Sehun"-sentenció.

"Ese humano nada podrá hacer por ti o por los suyos, está destinado a perecer."

"¡No es verdad!, yo sé que Sehun podrá hacer algo y yo lo ayudaré"-afirmó.

"Tu pueblo te necesita mucho más, tu deber es estar con ellos para protegerlos"-le recordó.

"Eso estoy haciendo... me quedaré para detener a Kyungsoo y parar una guerra... de esa forma voy a protegerlos a ellos y a muchas más vidas inocentes, además... Han y yo prometimos volver juntos"-una sonrisa de tristeza se dibujó en sus labios al decir eso último.

"Él es el enemigo"-señaló.

"Lo sé... también sé que cada uno tomara caminos muy distintos pero... aún así, yo voy a mantener mi promesa y no escaparé"-respondió con determinación.

"Respetaré tu decisión entonces."

Lu asintió en aprobación y observó con tristeza como el portal comenzaba a cerrarse poco a poco y con él, la imagen de Lay se desvaneció hasta que lo único que el agua reflejaba era la Luna.

"Te llevaré de vuelta."

"Sí"-musitó con tristeza.

Volvió a montarse sobre su lomo y al empezar a alejarse no pudo evitar sentir que lo arrancaban de su hogar por segunda vez, limpiarse las lágrimas era lo mejor que podía hacer además de cerrar los ojos para no mirar atrás y arrepentirse. Estuvieron de vuelta más rápido de lo que le hubiera gustado, sus pies descalzos volvieron a tocar el frío suelo y se giró hacia ella esperando que le dijera algo más.

"Volveré pronto por ti"-dijo seriamente.

"Te estaré esperando"-y con eso último ella se fue, regresando al bosque una vez más.

Él se mantuvo mirando hacia el lugar donde la había perdido de vista  antes de dar media vuelta y volver al interior del edificio, no había movimiento alguno y eso quería decir que nadie se había dado cuenta de su ausencia, todavía.

Se aseguró de no hacer ningún ruido al entrar a la habitación y caminó con mucho cuidado hacía la cama para no despertar al mayor. Subir a la cama fue la tarea más difícil pero pudo hacerlo con éxito y sin despertar al pelinegro, que no fuera capaz de dormir no significaba que lo tenía que despertar a él.

La imagen de Lay volvió a su memoria y sus ojos se llenaron de lágrimas al instante, lo extrañaba mucho pero regresar no era una opción en esos momentos, se había esforzado mucho con los entrenamientos, que aunque ya iban progresando, no terminaban.

Además, sentía que ahí iba a ser de mucha más ayuda que en su mundo donde seguramente harían de todo para mantenerlo apartado y seguro, en caso de que estallara una guerra, él no quería eso y tampoco quería alejarse de Sehun, no todavía.

Sus grises orbes se fijaron en el cuerpo a su lado y una pequeña sonrisa se extendió en sus labios, una de sus pequeñas manos fue a su rostro y acarició con delicadeza su mejilla, su piel era suave y cálida, dormido lucía realmente guapo y ante ese pensamiento él no pudo evitar sonrojarse.

Él no debería estar teniendo esos atrevidos pensamientos, retiró su mano rápidamente y abrazó sus piernas contra su pecho sintiéndose totalmente avergonzado. Se atrevió a mirar de reojo a Sehun unos pocos instantes más tarde y pudo jurar que algo pasó en su interior.

Llevó ambas manos a su pecho y pudo comprobar que algo raro le pasaba, podía sentir perfectamente como su corazón chocaba violentamente contra su pecho y no tenía idea de por qué pasaba eso siempre que se trataba de Sehun y en realidad había muchas cosas que no podía explicar que siempre lo incluían a él.

Tal vez estaba enfermó, pensó pero terminó negando repetidas veces ante ese pensamiento porque él no podía centrar ningún virus humano, sus ojos buscaron nuevamente el rostro del mayor e inmediatamente fue capaz de sentir las cosquillas en su estómago que venían atacándolo hacía un tiempo. Grises ojos fueron cubiertos por sus manos y se obligó a recostarse correctamente sobre la cama dándole la espalda a Sehun sólo por unos instantes antes de verlo por encima del hombro y volver a girarse para así poder mirarlo mejor. ¿Qué pasaba con él?, se preguntó.

Desde el primer segundo en que lo vio, supo que Sehun era especial y le fue muy fácil acercarse a él porque fue lo que más quiso desde el principio y no tenía una explicación para eso porque antes, estando en Incendium, él no tenía a nadie más que a su madre y a Lay, era demasiado tímido para hacer amigos y por eso jamás se acercó a nadie por cuenta propia, o por lo menos había sido de esa forma hasta Sehun. Estando con él las cosas podían ser las más maravillosas o las más dolorosas que había experimentado y no entendía.

Recordó entonces algo importante que Lay le había dicho y sintió su rostro arder, debía estar muy loco al pensar eso y de todos modos se incorporó hasta estar sentado y se acercó tanto como pudo a Sehun. El fuerte palpitar de su corazón opacó cualquier otro sonido que pudiera haber en la habitación o él exterior, sentía sus mejillas calientes y las manos comenzaron a sudarle cuando comenzó a inclinarse.

Su rostro se quedó a centímetros del contrario sin tener el valor de hacer nada más y pensó en retroceder entonces, pero en lugar de hacer eso cerró los ojos con fuerza y besó los labios contrarios. Fue una caricia inocente y vacilante que apenas duro unos cuantos segundos antes de que el pequeño rubio se alejara y se dejara caer bruscamente en la cama de espaldas a Sehun cubriéndose completamente el cuerpo con las mantas.

-¿Lu?-escuchó murmurar al mayor con voz somnolienta.

El simple sonido de su voz hizo que Lu sintiera una revolución dentro de sí además del calor que se extendía de su rostro hasta sus orejas. ¿Se habría dado cuenta?, esa era le pregunta más preocupante que no paraba de repetirse en su cabeza.

-¿No puedes dormir?-le preguntó y él simplemente hizo un extraño sonido a forma de respuesta-Tranquilo, no pasa nada-susurró con dulzura antes de abrazarlo y casi lograr que su corazón se detuviera solamente con eso.

Esperó en silencio unos instantes antes de saber que Sehun dormía nuevamente, se giró con mucho cuidado en sus brazos para poder mirarlo a la cara y no pudo evitar sonreír al ver su rostro por fin, se sentía ridículamente feliz en esos momentos al estar ahí entre sus brazos acurrucado contra su pecho y además, lo había hecho.

«El primer beso que des por voluntad propia, será el obsequio más grande que podrás darle a alguien más, es por eso que tendrás que estar seguro de que sea la persona correcta... »

Y Sehun lo era para él, por eso no se arrepentía de absolutamente nada.

***

Un nuevo día llegó y nuevamente todos estaban alistándose para una nueva misión. Luego del ataque al laboratorio número cinco, que había sido el primero en caer, Han los había guiado con éxito a dos más, el uno y el ocho.

Entrar y tomar el control de todo había sido algo que apenas les había tomado unos segundos pero la información que habían conseguido no había servido de nada al final. Lo único que sí habían obtenido después de ambas misiones era; saber que gracias a lo que fuera que contenía la sangre Baekhyun podían matar con facilidad a los Cazadores y un montón de cadáveres que ahora estaban sepultados en la parte trasera de la Fortaleza que servía como cementerio.

Además, algo muy raro estaba pasando y aunque todos se daban cuenta seguían adelante. Sabían que algo no cuadraba porque aunque Kyungsoo, para esas alturas, ya debía saber que estaban atacando los laboratorios, hasta esos momentos ellos únicamente se habían topado con un pobre sistema de seguridad y Sehun tenía un mal  presentimiento con todo eso.

-¿Recuérdenme por qué rayos soy el único que debe hacer esto?-preguntó con molestia Baekhyun, antes de que su rostro se deformara en una mueca de malestar.

-Porque tu sangre es la única capaz de revertir la transformación-respondió un sonriente Max.

-No es su sangre, es la substancia que contiene-corrigió Cho Ah.

-¿Y por qué Lu no está haciendo esto también?-inquirió mal humorado luego de que Cho Ah retirará la quinta jeringa que ya tenía con su sangre.

-Porque aunque Lu es de Incendium y tocarlo es dañino para los Cazadores salvajes, no puede hacer nada contra los de Kyungsoo porque son mitad humanos además de que su sangre no contiene el agua del lago de nombre raro y la tuya sí porque la consumiste-explicó Max.

-Y el agua es la clave-agregó Cho Ah.

-Pues lo odio-bufó cruzándose de brazos.

-Deberías estar agradecido, de no ser por Lu estarías muerto ahora-dijo irritado Sehun que hasta ese momento solamente había estado escuchando las quejas ajenas.

-Pues discúlpame por no disfrutar que se la pasen clavándome agujas como si fuese un muñeco vudú-masculló entre dientes.

Sehun le dio una mirada fulminante que apenas duró unos instantes al verse obligado a llevar su mirada hacia la entrada por donde Suho, seguido de Han y Lu, entraban.

Su mirada desconcertada se quedó fija en el pequeño rubio que desvió la suya para no mirarlo, llevaba toda la mañana haciéndolo y Sehun no tenía ni la más remota idea del porqué.

-¿Qué hace Lu aquí?-preguntó sin rodeos.

-Vendrá con nosotros-informó Suho como si nada.

-De ninguna forma-sentenció.

-No estoy preguntándote-le recordó el mayor.

-Lu no ha concluido el entrenamiento, no puede venir a este tipo de misiones-gruñó amenazante.

-No está a discusión, vendrá-sentenció.

-No-dictaminó el pelinegro, pelearía con Suho de tener que hacerlo.

-Él quiere venir-dijo Han entrometiéndose en la conversación y ganándose una mirada amenazante de Sehun-Además, el laboratorio siete es uno de los más resguardados y Lu sabe la clave para entrar, de esta forma podremos tomarlos por sorpresa-agregó.

-Me importa una mierda, dije que no-sentenció.

Un tirón en su camiseta lo hizo mirar hacia abajo donde se encontró con un cuaderno blanco y un par de ojos grises tras él.

"Iré con o sin tu permiso"-ponía en grandes letras.

-No puedes, es peligroso-habló suplicante esperando convencerlo.

-Por algo se está entrenando, se supone que es para esto-masculló Baekhyun a su espalda.

-Cállate-le advirtió con voz gélida.

"Puede cuidarme solo"-aseguró el pequeño rubio.

-No Lu, no puedes...

-No vamos a continuar discutiendo esto, Lu quiere ir además de que es mi protegido y únicamente yo puedo decidir que es lo que puede o no hacer, él vendrá y es definitivo-dictaminó.

Sehun maldijo a Suho antes de alejarse de ahí para prepararlo todo para partir. Lu lo miraba con angustia, sabía que estaba muy enojado en esos momentos pero simplemente no podía ceder en esa ocasión o de lo contrario sería  igual siempre.

"Lo lamento, Hunnie."

Notas finales:

Lu se está volviendo un niño rebel de ¬u¬

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